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VAMPIRE LEGACY por desire nemesis

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Justo cuando sus colmillos iban a clavarse en el joven cuello un poderoso brazo le apartó y con asombro el rey de los vampiros observó como una rama larga le atravesaba el torso justo por donde las costillas se unen y también sintió como el tronco de ese árbol herido golpeaba su espalda y la rama penetraba en él para tenerlo a él clavado como una de esas mariposas de colección.

 

La figura se alejó hacia su victima junto a la cual ya había dos más.

 

 

 

 

 

 

 

 

Joseph se veía pálido. Lo tomó en sus brazos. Aún podía sentir el latir de su corazón pero era muy lento.

 

El del árbol sonrió aún cuando un hilo de sangre escapaba por la comisura de su boca—No durará mucho. Ya casi no le queda sangre. No pueden hacer nada por salvarlo—dice.

 

Entonces Seth abre los ojos lo más posible y voltea. Esa voz…

 

Sus ojos se encuentran con otros iguales pero más crueles igual que los de Noah quien tampoco puede creer a quien está viendo.

 

¡Padre!—dice el peliverde pero el otro ni le mira. Sus ojos solo son para el castaño menor como siempre.

 

¿Tú?—pregunta Seth sin aún caer del todo.

 

Si, yo—responde el agonizante vampiro. –Siempre supe que tenías lo suficiente—añade mirando a su hijo con una diabólica sonrisa.

 

¿Tú mataste a Catherine? ¿Por qué?—pregunta el príncipe sin entender del todo los motivos del otro o mas bien temiendo entenderlo.

 

¡Que casualidad! Tu perro me preguntó lo mismo. ¡Tú lo sabes! ¿No es así, mi niño?—responde el otro mientras el aura de malignidad y depravación continúa en su cara.

 

Los ojos del menor se entrecierran gracias a la furia y el dolor que siente y Jake presiente un oscuro secreto ahí mientras Noah siente los celos de siempre pues su padre jamás le dedicó un minuto de su tiempo mientras convivió con ellos y aún ahora toda su atención estaba con su hermano.

 

¡Nadie toca lo que es mío! ¡Tu me perteneces Seth! ¡Siempre serás mío!—grita el moribundo Seto Kaiba, en su cara es muy visible la locura, más que nunca y sin querer creerlo del todo los otros se dan cuenta del secreto entre padre e hijo.

 

Noah retrocede asqueado y viendo por fin a su verdadero padre, mientras su hermano se vuelve al joven caído.

 

¡Mira hacia aquí! ¡Maldito malcriado!—grita furioso el mayor de los vampiros pues no soporta que el otro le vuelva la espalda en ese momento y justo por ese…--¡Nada podrás hacer por él! ¡Morirá como el perro que es! ¡Mírame!

 

Seth hace caso omiso de las palabras del que le engendró. Esa voz estaba exiliada solo a sus pesadillas. Los ojos mieles apenas abiertos y ya no muy concientes cruzaron su mirada con la suya. Su cachorro lo necesitaba pero… ¿Qué podía hacer?

 

Era una locura. Una medida desesperada y sin lógica alguna pero de alguna manera tenía que hacer que la sangre fuera suficiente en el cuerpo del otro. No podía perderlo. No lo soportaría.

 

Fue así que vio la daga en la cintura del otro y extendió la mano hacia Jake. El pelinegro se alejó por instinto. De ninguna manera le hubiera dado su daga a uno de esos… pero algo le dijo que se la diera, que podía confiar en él. Que solo buscaba salvar la insalvable vida de su amigo. Así que se la dio.

 

Con horror todos vieron como se cortaba las venas de una mano.

 

¿Qué haces?—pregunta su hermano.

 

No le salvarás así—dice su padre ufanado de que el otro trate tan fútil acto.

 

Tiene razón—dice Coldsplay pero nadie puede detenerlo y el príncipe castaño coloca la sangrante muñeca sobre la boca del otro mientras el caliente y espeso líquido carmesí cae de esta a la boca del rubio.

 

Para asombro del ojos azules siente como de pronto la lengua del otro empieza a lamer por acto reflejo su piel. Sin pensarlo lastima su cuello con la daga y lo acerca a la boca de Joey. Tal vez ese líquido cargado de alimento le sirva para sobrevivir y cuando comienza a sentir la boca del otro succionando su piel lo abraza muy fuerte.

 

De inmediato se levanta y comienza a transportar al rubio. Quizás con el líquido que ahora recorría su cuerpo podría salvar al menor.

 

¡No lograrás salvarlo!—dice su moribundo padre con una sonrisa en los labios. Él no le dedica ni una mirada al partir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un día antes.

 

¡Hermana, debemos hablar!—dijo el joven cuñado de Seth entrando en la casa de Kaiba en las afueras de Viena donde había quedado su hermana menor. –Tu marido…--de pronto se dio cuenta de que ningún sirviente había acudido a su presencia desde que entrara en la propiedad. Estaba tan frustrado con Seth que no lo notó hasta dar varios pasos dentro de la construcción. El silencio que de pronto llegó a él se le hizo demasiado ominoso. --¡Hermana!—llamó fruto de un nuevo escalofrío pero nadie respondió a su llamada.

 

Bastó que caminara tan solo unos pasos más para encontrar una brutal escena de cuerpos tendidos y en descomposición. Preso de la desesperación  continuó llamándola mientras corría por los pasillos de la mansión investigando en cada habitación.

 

Fue en la propia habitación  de los dueños de casa donde la encontró. Estaba tendida en su cama con la cara hacia arriba. Sus ojos habían  desaparecido fruto de los cuervos que habían entrado por la entreabierta ventana.

 

“¡Nadie toca lo que es mío!”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Le llevó a su casa donde lo recibe su madre--¿Qué demonios hace ese chico aquí?—pregunta la reina interponiéndose en el camino de su hijo.

 

¡Apártate madre!—solo responde él.

 

De ninguna manera dejaré que ese entre en nuestra casa con todos los problemas que ha causado—contesta ella.

 

¡Apártate madre! Es la última vez que te lo diré—dice el de los ojos azules lanzándole una de esas miradas que tanto le recordaban a Seto.

 

Lo siento pero lo hago por tu bien. Ese engendro…--dice ella para después sorprenderse pues Noah la empuja a un lado para que su hermano pase.

 

¡Déjalo en paz! ¡Mi hermano ya a sufrido suficiente!—dice alguien con la cara de Noah pero con una actitud diferente a la del peliverde. Misha que se encontraba ahí quedó igual de sorprendido aunque gratamente. Algo había cambiado en el otro y se percibía que para siempre.

 

¡Vayan por un médico!—le dice Seth a uno de los lacayos de Jake.

 

Nosotros no tenemos porque obedecerte. ¿Dónde está Coldsplay? ¿Qué le has hecho?—pregunta uno de ellos con la sospecha en la mirada y actitud agresiva.

 

El castaño no quiere hablar de lo pasado allá. Una mano se posa en su hombro. Él mira a un lado.

 

Tú sigue. Yo les explicaré y traeré al médico—dice Noah.

 

Te lo agradezco—dice Seth y se va hacia su habitación. Cuando está subiendo por las escaleras alcanza a escuchar la exclamación de su madre. Se da cuenta de que es porque el otro ha revelado que su padre se les había aparecido con vida.

 

 

 

Recuesta al medio dormido rubio en la habitación y le mira, sentándose a su lado mientras peina el dorado cabello con una mano. Está semi inconsciente pero vivo. Es casi imposible pero de seguro su sangre está ayudando a menguar los daños y a reparar el débil cuerpo.

 

Está pensando en eso cuando de pronto se da cuenta y su cuerpo se paraliza. Acerca su nariz para asegurarse mientras ve la reciente mordida. Se separa después de un momento habiendo descubierto que se hallaba en lo cierto.

 

No olía a él y tampoco a su padre que fue el último en morderlo y por lo tanto su esencia debería estar recorriendo su cuerpo en esos instantes. No podía ser cierto pero… era la única explicación para que ninguna de las esencias persistiera. Los ojos del otro con algo más de brillo le miraron.

 

¿Qué…qué sucede?—pregunta el ojos mieles mientras siente su mirada sobre él. –Lo siento. No sabía que esto pasaría. Yo solo quer… ía—dice pero está muy débil y el esfuerzo de hablar tanto cobra su precio. Tose.

 

Entonces Seto se acerca a él y le besa para después decirle--¡Muérdeme!—

 

¿Qué?—pregunta  azorado el cazador.

 

Nunca habías bebido sangre. ¿Verdad?—dice el vampiro.

 

¿Qué pregunta es esa? Por supues…--trata de responder Joey.

 

Necesito que me muerdas—le dice el castaño azorando más al otro. – ¡Si me amas, muérdeme! Luego te explicaré—añade.

 

Joseph no quería hacerlo pero confiaba en él y eso le disuadía de que aún en contra de todo lo que él creía debía hacer lo que le pedía. Despacio Seth aproximó su cuello a los labios secos de Wheeler. Sentía en su aliento caliente la debilidad que le apresaba y que se lo terminaría por llevar a menos que él hiciera algo definitivo para salvarlo.

 

¿Hasta donde era capaz de ir en pos de hacerlo? Se preguntó.

 

Lo daría todo, se respondió. Muy despacio sintió como los dientes de él se hincaban en la piel sensible de su cuello haciéndole estremecer pero eso no era suficiente, así no le arrancaría sangre de la herida pues estaba actuando con cuidado.

 

Hazlo más fuerte—pide con voz ronca haciendo que el otro fuera esta vez el que se estremeciera al oír ese pedido con voz ronca sobre su oído.

 

¿E… estás seguro?—pregunta titubeante el ojos mieles.

 

Si. Muerde fuerte o me perderás para siempre—le responde Seth y Joseph se ve en la disyuntiva de lastimarlo brevemente o perderle lo que resuelve su dilema. Muerde con ansias el cuello del otro y a su boca brota el líquido de sabor metálico que recorre su garganta con un sabor que aunque no quisiera admitir descubre que le gusta. Por cinco minutos bebió del sagrado licor de las venas de Kaiba hasta que su boca se sintió mas atraída por los labios del otro que le agarró por la cintura mientras el resto de su cuerpo se colocaba sobre el del otro.

 

Hicieron el amor tiernamente, despacio pero con las ansias contenidas. Seth no quería dañar al rubio y Joseph no podía hacerlo más rápido porque aún no estaba bien del todo.

 

¡Dí que me amas!—le exige el castaño.

 

Si tú dices que me quieres—le retruca el rubio.

 

Los ojos gatunos brillan con el sol de la tarde—Te amo—dice con esa voz ronca que tanto gusta al otro sorprendiéndole de verdad.

 

Eto…--alcanza a decir.

 

Te amo—dice de nuevo Kaiba—Te amo. ¿No me vas a decir que me amas?—pregunta el castaño con una voz sexy que hace que Joey le conteste de inmediato.

 

Te amo. Te amo y siempre lo haré—dice el ojos mieles abrazándose intensamente al de los zafiros y propinándole un beso demoledor para ambos.

 

Entonces entró Noah. Atrás venía el doctor por lo que cerró la puerta para que no los viera y a través de la puerta exclama para que tenga tiempo de prepararse—Hermano. Ya traje al médico—

 

 

Notas finales:

Antes que nada

gracias por el apoyo

Phanta se que me sigues en silencio desde el internado y no lo olvido

Y tengo dos noticias

1

no habra caps ni domingo ni lunes

trabajare con cama

2

recien se me ocurrio un final perfecto

pero tranquilos

faltan unos caps para llegar ahi

creo que este cap trae lo que tanto ansiaban

quiero que sepan que estamos tan conectados que lo escribi antes de leer cualquier cap

besos y hasta el prox

probablemente el martes

ja ne


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