Gracias pero ya no es necesario—responde el castaño desde adentro haciéndole enojar.
¡Espere aquí!—ordena el peliverde al médico que se queda con la palabra en la boca viéndole entrar.
¿Cómo que ya no es necesario? Hice tiempo récord para traerlo y ese idiota se va a morir si no le atiende. ¿Te has vuelto loco o ya se te fue el amor por él?—pregunta el indignado mientras ve a su hermano levantarse de la cama pues ya se ha acomodado su ropa.
Dije que no es necesario porque no lo es—le responde Seth. –El médico serviría si el lo necesitara pero no es así—añade.
¿Y como es eso?—pregunta con aire retador Noah. Joseph se yergue un poco pues a él también le interesa la respuesta. ¿Cómo es que ahora no necesita de un médico? Seth se habría vuelto loco de verdad aunque la verdad sea dicha él tenía plena confianza en el otro solo que la curiosidad lo estaba matando.
¿Lo hueles?—preguntó intrigantemente Seth haciendo que Noah se descoloque.
¿El que?—pregunta el otro Kaiba.
¡A él!—dice señalando al joven sentado en la cama.
Si. ¿Qué tiene de particular su ol…?—pregunta el peliverde.
¿A que huele?—pregunta el castaño aún enigmático.
¿Y yo como puedo saber a que huele? Ciertamente no a ti—asevera el otro.
Entonces Wheeler recuerda que Seto Kaiba lo mordió y piensa que seguramente huele a él y eso repugna al otro pero lo que dice a continuación Seth lo toma desprevenido.
Ni a nuestro padre—dice el príncipe heredero.
Entonces el peliverde se queda estático un momento y luego mira al ojos mieles con ojos bien abiertos. – ¡No puede ser!—exclama el otro.
Él fue dejado en un orfanato y nunca hasta hoy había probado sangre. No tenía razones para ello—explica el mayor.
¿Quieren decirme que pasa?—pregunta nervioso el ojos mieles y se enfrenta de nuevo ante la mirada del otro que se sienta a su lado.
Nosotros no somos como los humanos que toman el olor de quien nos hace su presa—explica Seth.
Eso lo sé. Ya me lo había dicho tu madre—dice algo triste Joey al recordar de lo que se había ufanado la reina aquel día, de porqué las vampiresas eran mejores amantes que las presas para los vampiros.
Pero eso solo sucede después de que hemos probado sangre. Cuando aún somos vírgenes en esa clase de alimentación captamos el olor de quien nos muerde como los humanos normales, de hecho eso es lo que le agradaba a mi padre de mí cuando era niño, es como una señal de inocencia, y eso Joey es lo que te pasó a ti—exclama el castaño.
¿Qué dices?—pregunta sorprendido Joseph.
Que tú no eres humano. Eres de los nuestros—le responde Seth.
Aún no ha salido de su asombro cuando Jake entra a la habitación diciendo—Me lo llevaré. Ni sueñen que lo dejaré en esta casa—luego ve que el otro está sentado y le dice—Me alegra que estés mejor porque nos vamos—y tomándole de un brazo lo hala salvajemente.
¡No te lo llevarás!—grita Kaiba.
¡Eso no lo decides tú! Él es uno de los nuestros. Si pensaste que te lo quedarías como una mascota estás equivocado—responde Coldsplay.
Escucha…--trata de explicarle Seth pero el otro lo interrumpe.
¡Sé que te debemos su rescate y quizás eso tranquilice todo pero no podemos dejar que esto continúe! ¡Nos llevaremos a todas las presas y más a Joey, este no es un lugar para humanos! Ustedes pueden alimentarse…—decía el pelinegro.
¡Jake!—lo llama el rubio mientras intenta deshacerse suavemente de su agarre pero el otro no le presta atención.
…de otras cosas. No es necesario…--continúa diciendo.
¡Jake!—dice el ojos mieles más alto con idéntico resultado.
…que se alimenten de humanos. Me llevaré a Joey y si intentan detenerme será la guerra—grita el furibundo cazador quien es de pronto sobresaltado por su nombre gritado por el otro con toda la potencia de la que Wheeler es capaz en su condición. –No puedes quedarte. Por más que me lo pidas. Por mas que quieras. No es posible. Tienes que entenderlo. Tu lugar…--dice Jake con los ojos encendidos y el cuerpo tenso. Quiere que todo se resuelva ya y que salga bien para su amigo. Una vida de esclavitud al lado de un vampiro no es vida por más que él crea estar enamorado. Eso no es posible y traería graves consecuencias para todos. Eso es lo que pasa por la cabeza de Jake Coldsplay.
…es aquí—termina la frase el ojos mieles comprendiendo por fin todo aquello que le ha sido dicho.
¿Qué idioteces dices? Por más que creas que lo amas…--dice el ojiazulado cazador.
No lo creo. Es así y además este es mi lugar—le responde Joseph.
¡Estás demente! Te llevaré a…--dice el otro tratando de halarlo de nuevo pero su brazo es apartado del otro antes de que logre tocarlo por las manos del castaño que se interpone entre ambos.
¡Si te intentas…!—exclama Jake.
¡No lo estás escuchando!—reclama Seth.
Estoy cansado de oír sus idioteces de que te ama y que…--contesta el otro.
No es solo por eso Jake. Es verdad. Este es mi lugar. Pertenezco aquí—le dice su amigo y ve que el otro va a reclamar por eso se apura a añadir—Soy uno de ellos Jake. Soy un vampiro—
Eso trastoca al cazador. --¿Qué dices? Estás soñando Wheeler. Uno no se convierte en vampiro por probar su sangre. Ya lo hemos comprobado y son mitos que deberías aprender…--dice este aun molesto.
Soy un vampiro. Siempre lo he sido aunque no lo sabía—le explica el ojos mieles trastocando el mundo de Jake y para finalizar Seth le explica lo demás.
Él no tenía modo de saberlo pues fue abandonado en un hospicio y criado como humano. Jamás había probado la sangre antes y nuestros inocentes tienen las mismas cualidades que las presas. Es por eso que nunca habíamos notado la diferencia. Es cierto. Él es uno de nosotros—exclama Seth Kaiba derrumbando el mundo de Jake.
Joey sale de la espalda de Seth y se acerca a su amigo—Tú y yo siempre seremos amigos no importa que…--le dice cuando de pronto el otro lo aleja de un empujón.
¡Te equivocas! Tú y yo jamás seremos amigos. A partir de ahora seremos enemigos para siempre—dice furioso y lastimado Coldsplay antes de salir por la puerta.
El rubio intenta ir tras su amigo pero Seth le detiene. --¡Déjalo ir! ¡Ahora no te escuchará! ¡Quizás más adelante!—dice y luego ve su cara dolorida pero sabe que no puede hacer más por él.
Bueno. Creo que debo irme—dice el peliverde.
¡Noah!—le llama su hermano. Cuando el otro voltea añade—Gracias—
No lo menciones. Te lo debía. Después de todo fui yo el que malinterpreté todo y tú cargabas un peso muy grande en tus hombros—le responde el otro que se va luego dejándoles solos.
Detrás de la puerta encuentra a un joven de ojos como los suyos pero con el pelo negro que le mira con una sonrisa.
¡¿Qué?!—pregunta el peliverde altivo y el más bajo le da un rápido beso en los labios sosteniendo aún su osito de peluche entre sus brazos.
¡Así me gustas más!—le dice antes de desaparecer en el cruce de los pasillos dejando a un anonadado peliverde que después de un momento sonríe y le sigue.
Estaban desayunando al día siguiente en la terraza este cuando el peliverde apareció, no traía buena cara por lo que Seth le pregunta--¿Qué sucede?—temiendo que se trate de uno de los berrinches de su madre. Noah mira a Joey y el castaño le indica de inmediato—Puedes hablar delante de él. Ya no habrá más secretos—
Se trata de Willhelmina—explica su hermano y el rubio de repente se siente fuera de lugar. Ahora recuerda su posición después de todo lo vivido. Él es simplemente el amante de Seth. Se levanta con intenciones de irse pero la mano del ojos azules se prende de la suya para evitarlo y lo mira a los ojos que están algo humedecidos. Con la mirada el otro le pide que espere y Wheeler se sienta pero sin mucho ánimo.
Con ella quiero hablar…—dice el heredero.
¡Hermano!—dice el otro en tono algo alterado despertando el interés de los otros en lo que trata de expresar. Noah prosigue— ¡La encontraron… muerta en la casa de ustedes!—
¡¿Qué?!—pregunta el príncipe mayor mientras se levanta de un salto totalmente sorprendido mientras el corazón del rubio también da un brinco.
No se sabe quien fue pero quien haya sido mató a todos sus sirvientes y a ella hace unos días. Johan la encontró—le informa el menor de los príncipes.
¿Seth crees que…?—pregunta el joven ojos mieles.
Con la mirada perdida el castaño responde—No puedo pensar en nadie más—
¡Tendremos que…!—le dice Noah.
Lo sé—responde su hermano y Joey entiende. El funeral.
Él estaría fuera de lugar en esa situación así que dice--¡Iré a preparar tus maletas!—
Una mano le toma por el brazo y al mirar al propietario de los ojos que son capaces de provocarle que una corriente eléctrica le recorra el cuerpo se detiene--¡Quiero que vengas conmigo!—le dice.
No sería sensato—le responde Joseph.
¡Escúchalo hermano! ¡Tiene razón!—le dice Noah.
Al final el chico va a resultar más inteligente que tú—dice una voz de mujer conocida por todos y se voltean a ver a su majestad que desde la puerta de la terraza les observa—Por favor Seth. Al menos respeta a Willhelmina en su lecho de muerte y a sus familiares. Ellos de seguro no querrán que lleves a tu amante al funeral de tu esposa—añade.
Una mano de Joey cubre la de Seth y le dice—Tranquilo. Ya no queda quien pueda secuestrarme. Estaré aquí cuando vuelvas—dice el rubio con una sonrisa tranquilizadora y todos logran ver el verdadero motivo del interés del castaño en llevarlo pues ahí se nota su lucha interna.
Una mano se posa en el brazo de Seth—Te doy mi palabra que nada le pasará. ¿Me crees?—dice su hermano y todos ven como no sin esfuerzo el otro decide hacerles caso y asiente.