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VAMPIRE LEGACY por desire nemesis

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La reluciente arma se elevó sobre la dorada cabeza. Y luego bajó mientras el joven Wheeler cerraba sus ojos víctima de los nervios.

 

El sonido no se produjo como el esperaba. Más bien fue corto aunque le hizo estremecer y un segundo después pensó…

 

…en que lo había hecho estremecer. Y de pronto sintió un halón fuerte que casi le hizo ir de espalda para luego abrir sus mieles ojos y ver que era arrastrado lejos de sus guardias a una velocidad algo inaudita. Por un momento sus piernas y brazos temblaron y su mente se preguntó que sucedía. Sus ojos buscaron al que lo halaba y se encontraron con unas orbes azules mientras alrededor de ambos brillaban los impactos de bala.

 

¿Piensas dejarme todo el trabajo a mi solo o vas a colaborar en tu rescate?—preguntó una cara conocida aunque no era la cara que esperaba. Joseph se puso en pie y aun con los grilletes intentó correr todo lo que podía.

 

Salieron del patio y enseguida Noah se confundió. Pero por suerte Wheeler había estado ahí mas de tres veces antes y halándolo le indicó el la dirección a tomar llevando por un segundo la delantera.

 

El príncipe entendió que era momento de dejarse guiar o ambos perecerían en aquel lugar. Fueron por pasillos confusos y pisos desnivelados hasta la puerta trasera de aquél lugar, reservada para los que traían alimentos y carbón atravesando por la cocina.

 

A la mitad del trayecto el peliverde  decidió que el rubio era demasiado lento y lo cargó. Cuando pasó el patio de abastecimientos chifló y un corcel negro apareció de la nada. Ambos subieron mientras sentían los gritos de  los miembros de la Asociación tras ellos. Las flechas sobrevolaron a la pareja fugitiva mientras esta se dirigía al cercano río el cual vadearon siendo seguidos por los cazadores.

 

Una flecha se clavó en la pierna izquierda de Wheeler que estaba sentado detrás.

 

¿Estás bien?—preguntó el joven Kaiba pues sintió un “auch” del otro.

 

No pasa nada—respondió el ojos mieles.

 

  Dos horas más tarde de puro galope llegaron a un Cúter que les esperaba en los muelles del canal de la Mancha y desde allí partieron hacia Francia.

 

Debiste decirme—le reprendió el ojiazul mientras le vendaba la herida pierna.

 

Ya hiciste demasiado por mi—respondió el rubio y tras una pausa en que le observó vendarle y después le dijo—Gracias. ¡Noah!—

 

¿Uh?—exclamó el peliverde y le miró a los ojos.

 

¿Por qué viniste por mí? Yo sé que no te…--preguntó Joseph.

 

Prometí algo a mi hermano. Si Seth descubre que te he dejado morir sin hacer nada tendré muchos problemas—le dijo sonriente el ojiazul.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué nos quedamos aquí?—dice Seth cuando se ve ante la mansión. –Debemos ir a Inglaterra—añade tratando de seguir.

 

¿Para qué? A estas alturas ya han matado a tu cachorro—dijo Allen desde la silla de uno de los otros jinetes turbando al castaño.

 

Un jinete que salía de la mansión se acercó al grupo para decirle--¡Tranquilo hermano!—era Noah muy alegre. Tanto que enfureció al mayor que creía que el otro estaba feliz por su desgracia mientras el se moría de la angustia de saber a su ojos mieles en peligro de muerte.

 

¡Solo tu puedes creer que puedo estar tranquilo cuando…!—exclamó el heredero.

 

¡Él esta aquí!—dijo el menor de ambos señalando al edificio. El mayor se quedó un segundo mirándolo sin comprender para después dirigirse como el viento a la entrada.

 

Mientras se aproximaba vio la espigada figura del rubio salir de la puerta principal y con dificultad bajar los escalones ya que su pierna izquierda estaba herida.

 

Seth saltó del caballo cuando llegó ante él e hizo un gesto de dolor al caer pues su rodilla derecha estaba también herida. Joey se aproximó a él y le agarró para servirle de apoyo luego.

 

Entre los dos no hacemos uno—se rió Wheeler.

 

Te equivocas cachorro. Los dos somos uno—dijo el ojos azules antes de besarlo con todo el deseo del que era capaz. Sintieron que la tierra se estremecía a sus pies y que en el cielo los truenos arreciaban. Tal era la emoción de reencontrarse para los dos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Joey bajó cojeando la escalera y se encontró con Noah que le sonrió.

 

¿Cómo te encuentras?—preguntó educadamente el otro trastocando un poco al ojos mieles que aún no se acostumbraba a el buen trato del peliverde.

 

Bien, gracias—responde Joseph.

 

Discúlpenme—dice a los que le seguían el ojiazul.

 

Por los ventanales se ve a mucha gente sentada en la terraza oeste, en mesas bien servidas que forman un círculo. El rubio se acerca a ellos y pregunta a su cuasi cuñado--¿Quiénes son?—

 

Miembros de las familias más prominentes entre nosotros. Todos excepto los Richtenchrikter están aquí pero eso no importa tanto. ¿Ves a los que visten de blanco? No puedes repetir esto por ahí pero se trata de los remanentes de una antigua familia que se ha asilado entre nosotros y que son nuestro pilar más fuerte. Sus más poderosos miembros fueron asesinados en la revolución rusa—dijo el peliverde.

 

El rubio le mira y pregunta--¿Estás hablando de…?—

 

El otro asiente—Debido a la ruptura del acuerdo y la posible guerra con los cazadores han venido aquí para pedir instrucciones a su reina—le responde Kaiba.

 

Todo esto es mi culpa—dice con un dejo de tristeza Wheeler.

 

¡Idiot!—exclama el otro. En todo caso es culpa de tío Allen—agrega– ¡Ven! Es hora que te unas a tu nueva familia—y le hala de la mano, llevándole fuera por las puertas ventanas.

 

Hermano, he traído a Joey, pues se sentía interesado por esta reunión y dado que ahora es parte de la familia…--dijo el peliverde.

 

Entiendo—dijo el castaño mientras su hermano arrimaba una silla de jardín a su lado, la madre de ambos los miraba con reproche y los asistentes miraban al recién llegado  con interés.

 

Señores. Él es Joseph Wheeler—le presentó el mayor de los hermanos Kaiba mientras Misha se ponía a un lado de Noah.

 

Todos le saludaron con una inclinación de la cabeza. De pronto los rusos se ponen a hablar y luego se disculpan.

 

Lo siento, majestad—dice el ruso mayor. –Es que estamos en verdad consternados por recientes revelaciones que es apropiado que les comunique—añadió.

 

Adelante—ordenó la reina.

 

–Esto ha estado en estricto secreto en nuestra familia desde lo sucedido en el 17. Enviamos entonces a uno de nuestros hombres a investigar para que trazara un plan para poder liberar al zar y a su familia pero se vio imposibilitado de hacerlo. Poco tiempo después de asesinada la familia imperial su cuerpo fue encontrado en el Támesis. Nunca supimos como llegó allí ni que había hecho hasta que hace dos días nos fue entregada una carta que él dejó al cuidado de un padre en una iglesia. El cura falleció y en sus pertenencias han encontrado la carta. Nos ubicaron y nos la dieron pues estaba en un idioma que no pudieron leer ya que estaba en el código más usado por nosotros y del que nadie tiene registro—dijo el vampiro.

 

¿Qué decía?—preguntó Seth.

 

Relataba todo lo hecho por nuestro agente que dada la premura del caso se vio obligado a tomar drásticas decisiones por su cuenta. Los revolucionarios decidieron demasiado pronto la masacre y es se vio obligado a improvisar. Sabía que no podía salvar a la familia completa y se decidió por salvar a Alexei Nicolaievich—prosiguió el señor.

 

¿Quién es?—pregunta el ojos mieles.

 

El hijo menor del zar—responde el castaño.

 

La carta dice que durante el traslado nuestro agente cambió al niño por uno prácticamente igual y que el zar viendo lo que hacía estuvo de acuerdo y le cubrió.

 

Amparado por la noche escapó mientras los asesinatos eran llevados a cabo y abandonó al niño en el Hospicio de Saint Catherine en Inglaterra porque se sintió perseguido junto con la carta para que si en el futuro le pasaba algo nosotros nos enteráramos de lo que sucedía y fuéramos por el niño pero al parecer ese padre no tuvo intención de entregar la nota y nuestro agente murió antes de llegar a contactarnos, víctima sin duda de los que le perseguían—reveló la cabeza de la importante familia Katsya.

 

¿Qué hospicio dijo usted?—preguntó Wheeler con su cara impávida.

 

El hospicio de Saint Catherine, en Londres—respondió el anciano de barba blanca.

 

Seth miró de hito en hito a su amado cachorro y luego preguntó al Katsya --¿Qué edad tendría Alexei ahora?—

 

Veinte años—le respondió algo sorprendido el mayor.

 

¿Qué edad tienes exactamente Joey?—preguntó el heredero de los Kaiba.

 

Veinte años—respondió Joseph.

 

¿En que hor…?—preguntó Seth.

 

En el hospicio de Saint Catherine—respondió Joey aun antes de que terminara la pregunta.

 

Entonces todos comprendieron.

 

Joseph supo que no fue abandonado en un orfanato por una madre que no le quería sino que por alguien que deseaba alejarlo del peligro y que dio su vida por protegerlo. Que su familia inmediata había sido asesinada y que su nombre en verdad era Alexei Nicolaievich Romanov. Por herencia paterna, Zar de Rusia.

 

Es por eso que nadie sabía que era un vampiro. Ni siquiera él mismo.

 

Miró a todos los presentes. Los Kaiba le sonreían alegres de que hubiera descubierto un pasado que le había sido esquivo, excepto por la reina que estaba muy sorprendida y los asistentes bajaron sus cabezas en inclinaciones respetuosas.

Notas finales:

Y? Que tal?

SE lo esperaban?

yo creo que no

^^

les dije que revelaria los secretos de Joey que tenía una genial idea

no digan que supo a poco porque se que no

y el rescate esta de mas decir que no esperaban que Noah lo efectuara

jeje

y el de la reina tampoco

^^

me diverti mucho escribiendo esto

ustedes se divirtieron leyendolo

sinceramente espero que si

besitos y mata ne

^^


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