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VAMPIRE LEGACY por desire nemesis

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¿Y yo puedo intervenir?—preguntó Seth Kaiba entrando en la habitación y sobresaltando a los cuatro.

 

¡Alteza!—exclamó Olga.

 

¡Perdóneme pero esto no es asunto suyo! Le agradezco que cuidara de Joey pero él es nuestro y desde hoy vamos a encargarnos de él—dijo el mayor de los Katsya presentes.

 

Los ojos azules refulgieron como diamantes azules en la más oscura de las noches que han sido bañados por la luz de la luna y una mano siniestra atrapó en un segundo la garganta del barbudo que golpeó la cercana pared con su espalda.

 

¿Cómo se atreve a decir tal ignominia?—preguntó con oscuro acento el castaño sin dignarse a mirarlo, mostrando solo su perfil. –Joey no es suyo. Es mío y lo comprobará de la peor forma si intenta separarlo de nuevo de mí—añadió.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alguien estaba abriendo la puerta mientras él oía la voz de su ojos azules por la tubería. Era su oportunidad. Ahora o nunca. Le asestaría un golpe con ese caño a quien fuera de los esbirros de su tío que intentara arrebatarlo de ahí para esconderlo de Kaiba. Cuando se abrió la puerta se lanzó a golpearlo pero el otro gritó y él se detuvo.

 

¡Detente! Vine a liberarte—dijo protegiéndose con los brazos el primogénito de Katsya.

 

¿Tú? ¿Qué…?—preguntó turbado Joey.

 

No quiero que mi padre se meta en una disputa con los Kaiba y esta visto que tú quieres estar con ellos—dijo Iván. Joseph asintió.

 

 

 

 

 

 

Uno de los lacayos de Feodor fue a por Seth con su espada pero Noah armado de igual manera se le interpuso y empezó un combate. El peliblanco aprovechó que el castaño se distrajo por un momento y se lo quitó de encima empujándolo para sacar de la pared uno de los trabucos que tenía allí no solo de decoración y apuntó al pecho de su futuro rey.

 

En realidad no quiero hacerlo. No me obligue—le advirtió a Seth pero este saltó intempestivamente y de un manotazo le sacó el arma de las manos que se deslizó por el suelo hasta el vano de las escaleras. Uno de los sirvientes de la casa al ver a su amo en peligro atacó por la espalda al castaño mientras el peliverde le gritaba para advertirle.

 

La espada hubiera atravesado a Seth de no ser porque esta se batió de lado por el impacto de la bala que salió del trabuco disparado por Joseph. En el acto el rubio estuvo al lado de su príncipe y tomó la espada caída del sirviente.

 

¡Deje eso, alteza! Sabe que no le haremos daño y puede lastimarse—dijo el mayor de los Katsya en tono conciliador.

 

Veo que no sabe nada de mí si eso piensa. ¡No me tome a la ligera!—dijo el fastidiado rubio.

 

¡Jamás lo haría! ¡Yo solo lo hago…!—dijo Feodor.

 

…por mi bien—terminó Joey y el otro asintió. –Pues sepa usted que se cuidarme muy bien solo. ¿Sabe a lo que me dedicaba cuando Seth y yo nos conocimos?—preguntó el de mirada melada. El otro negó.

 

Investigué pero no encontré datos de usted antes de que se presentara en la casa de los Kaiba—dijo el jefe de los Katsya. –Pero sin duda eso ahora carece de importancia—añadió.

 

No lo creo—dijo Wheeler. –Porque debe saber que yo antes vivía del exterminio de nuestra especie—dijo sacando a todos de lugar porque aún Noah no sabía ese detalle. –Si, señor Katsya. Yo era un cazador y es por eso que la Asociación se afana tanto en darme caza. Porque soy una mancha en su expediente. Soy alguien que pasó bajo su radar. Un infiltrado aunque yo no sabía mi verdad. Coldsplay era mi amigo y mi compañero y en verdad no le maté. Fue Allen Kaiba para ocasionar mi muerte porque Seth me protege y así como él me protege…—dijo mientras se acercaba al castaño hasta quedar pegado a él—…yo le protejo. Porque verán, yo soy de él y él es mío—aseguró Joey con mirada acerada.

 

Noah les miró y dijo—Pero mira que tierno como se protegen los cojos—mientras sonreía. En verdad estaba comenzando a gustar de la parejita. Ganándose una fea mirada de su cuñado.

 

No me importa cuanto creas que le debes tu deber es estar con tu  familia y continuar con tu linaje—dijo Feodor ya harto de la unión de esos dos.

 

Creo que te entiendo tío pero lo siento por ti. Como ya te dije no me interesa este linaje y no pretendo continuar la línea sucesoria de una realeza que ha muerto porque sabes muy bien que los días de gloria de los Romanov dejaron de existir hace mucho así que adaptate o toma el lugar de ellos. No me importa—dijo el rubio con mirada decidida.

 

¿En serio vas a renunciar a tu derecho por seguir a Seth Kaiba?—pregunto Katsya.

 

Los ojos mieles se nublaron un tanto—En verdad no entienden a cuanto renunciaría por él—declaró.

 

Entonces Iván entendió la verdadera naturaleza de  lo que esos dos sentían. No era amistad ni era sentido del deber. Miró los ojos de ambos. Estaban decididos a pelear contra ellos por permanecer juntos.

 

¡Ustedes…! ¡Pero son hombres…!—articuló impresionado mientras su padre no entendía del todo de lo que hablaba su hijo.

 

Si, pero eso no impide que nos queramos—dice Joseph y ahí toda la familia Katsya entiende de lo que hablan.

 

¡No pueden!—gritó Feodor impresionado. Jamás se hubiera permitido algo así en la sociedad rusa.

 

¡Si podemos!—le reclamó su sobrino. –No dejaré que nada nos divida. Hemos sorteado mucho para llegar hasta aquí y no cejaré ahora—añadió mientras el castaño a su espalda sonreía orgulloso.

 

Mi cachorro se está convirtiendo en un lobo de verdad—dijo con ese tono con el que pretendía sonrojar al otro y declamar lo orgulloso que se sentía de este.

 

Aún con las mejillas coloreadas por lo que sentía cuando oía esa palabra en boca del ojos azules permaneció combativo y exclamó—Solo defiendo lo que es mío—aseguró.

 

Los ojos de Iván no se apartaban de ellos. Esa convicción… el saber que el rubio había estado en varias ocasiones por morir y ahora sabía el porqué… la forma en que Kaiba se había presentado…

 

¡Déjalos ir, padre!—dijo el hijo de Katsya para asombro de los presentes obligando a su padre a bajar su arma. –Por más que intentes separarlos no lo lograrás. Puedo ver que no están dispuestos a separarse—agregó.

 

Su padre a regañadientes le dio la razón y ordenó a sus sirvientes--¡Déjenlos ir! Pero has de saber que su futuro será de lo peor porque todos estaremos en contra—añadió.

 

No me hago ilusiones. No soy estúpido y no espero un futuro color de rosas para ambos pero… no dejaré de estar con la persona que quiero porque estén en contra porque eso solo demostraría que no le quiero de veras—afirmó Joey Wheeler o mas precisamente Alexei Nicolaievich Romanov en efecto el zar de todas las Rusias con tanto candor que tocó las almas de todos los presentes. Aún el alma de Feodor Dimitrovich Katsya, Príncipe de Oblanska y poseedor de la llave de Cracovia que era algo así como el derecho y el deber de proteger al sagrado linaje del zar. Por eso su empeño en disolver lo indisoluble.

 

¡Debemos irnos hermano!—dijo Noah al castaño—Antes de que se arrepientan—

 

Seth cabeceó y tomando de la mano a Joseph se lo llevó consigo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Dí que me amas cachorro!—ordenó el rey al ojos mieles mientras lo abrazaba y besaba en el carruaje en que ambos se dirigían de vuelta a Francia.

 

¡Yo… eh… te amo!—dijo obediente el ojos mieles mientras el rubor de siempre recorría sus mejillas.

 

Podrían esperar a que lleguemos a casa y yo me baje. ¿No?—preguntó el peliverde inquieto e incómodo.

 

Tanto el ojos mieles como Seth sonrieron al pensar en la extraña situación para el menor de los Kaiba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su cuerpo se arqueó bajo el peso del ojos azules en la habitación azul del príncipe y un gemido alargado escapó de sus labios sin poder ser contenido mientras la faz del heredero mostraba su esfuerzo y entonces ambos se vinieron.

 

No hay nada en el mundo que pudiera obligarme a estar lejos de ti—dijo a su oído el cansado castaño con voz ronca haciendo más feliz a su cachorro que le abrazó con más fuerza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Noah bajó por un té pues no podía dormir. Volvió a su habitación y al pasar por cierta habitación miró la puerta con insistencia pero no tocó, sus ojos bajaron tenuemente de color y siguió sus pasos pero al oír su nombre en labios de la persona con la que pretendía hablar su corazón y sus pies se detuvieron.

 

Volteó sintiéndose tenso y ansioso al mismo tiempo y al terminar su giro se topó de nuevo con esos ojos color mar profundo más oscuros que los suyos.

 

¡Noah quiero hablar contigo!—le dijo la otra persona.

 

Yo iba…--trató de excusarse el peliverde.

 

¡Dame un momento por favor!—pidió el joven de negra cabellera y el otro asintió para después entrar en la habitación del más bajo. Noah no quería mirarle a los ojos pues se sentía tan culpable del maltrato brindado al otro tantos años.

 

Necesito decirte algo—le dijo el menor.

 

Estoy aquí para oírte—dijo el de pelo esmeralda.

 

Yo… eto…quería decirte que…--dijo `por fin Misha, le miró a los ojos y pareció tomar valor antes de agregar—Yo te quiero—y luego se lanzó a los labios del otro que soltó su taza y esta se estrelló con estruendo en el suelo mientras el impresionado Noah sentía sus labios arrebatados.

 

No reaccionó hasta sintió como el otro se alejaba de sus labios y entonces con sus manos se apoderó de los hombros del pelinegro obligándole a volver a posar su boca en la propia y besándole con todo el fervor del que era capaz.

 

Jamás vuelvas a separarte así de mí—dijo el peliverde antes de recostar al otro sobre su propia cama y empezar a desvestirlo mientras repartía besos en cada milímetro de piel que quedaba al descubierto y luego con su lengua repartió caricias en la espalda del menor que se estremecía cada vez más con su toque.

 

Después cuando lo halló apto para consumar el sumo acto que los uniría para siempre, volteó al otro y mirando a sus ojos igualmente azules entró en él para oírlo exhalar ese gemido fuerte y de larga duración que le impelió a clavar fuerte sus colmillos en ese cuello esbelto y bronceado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba tomando el desayuno en la misma habitación en que pasara la noche y desde la cama una cabecita pelinegra le observaba mientras él, sentado le daba la espalda. Noah sonrió. --¿En que estás pensando?—preguntó.

 

¿Desde cuando tu…?—preguntó el más joven.

 

Sinceramente no lo sé—respondió pensativo el peliverde.

 

Yo hace mucho que…--trató de articular el pelinegro y los ojos del otro se dirigieron a él.

 

Noah llegó de inmediato a él y le ordenó con impaciente voz— ¡Repite eso!—

 

Yo eto... hace mucho que… siento esto—trató de explicar Misha.

 

¿Por qué no lo dijiste?—preguntó el peliverde.

 

Porque a ti no te agradaba y…--dijo el menor.

 

¿Quién diablos te dijo…? ¿De que hablas?—preguntó el mayor inquieto mientras le miraba a los ojos.

 

Bueno tú siempre estabas enojado y me gritabas y…--dijo Misha nervioso.

 

¡Porque no lo soportaba!—gritó Noah.

 

¿El qué?—preguntó consternado el pelinegro.

 

¡Que lo prefirieras a mí! ¡No soportaba que desearas estar con alguien más que conmigo!—dijo en un arranque el peliverde y entonces ambos se dieron cuenta de lo que había dicho realmente.

 

Te refieres a que…--trató de articular el menor.

 

Si. Siento celos—dijo el mayor antes de que sus labios tocaran levemente los del otro. –Siento celos de todo lo que pueda tocarte. Solo yo puedo tenerte—añadió para después ir con todo por sus labios acaramelados.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Les gusto?

Puse un NoahxMisha para los fans del NoahxMoki

^^

y arregle mis desastres ^^

espero sus opiniones

besos y mata ne

PD:dedicado a mis revieros


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