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VAMPIRE LEGACY por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Quedan dos caps para el final de esta historia

^^

 

Estaban todos reunidos en el salón principal y con caras austeras como vio Wheeler al entrar. Seth le miró y Joseph entendió de que estaban hablando. Llegando a ellos le preguntó al castaño--¿Se trata de la Asociación no es así?—

 

El heredero asintió—Ayer atacaron a tres de los nuestros que nada hacían para merecerlo—informó.

 

Están empezando—dijo el peliverde pensativo.

 

Vendrán por nosotros en un santiamén—dijo la reina con disgusto en la mirada mientras sus ojos veían al rubio.

 

Joseph bajó la mirada sintiéndose mal y Seth al percibir ese hecho miró hacia su madre. Entendiendo lo que pasaba posó su mano sobre la del ojos mieles y le dio un leve apretón que significaba “No te preocupes. Yo estoy contigo”. Joey le sonrió un poco y Seth hizo otro tanto.

 

 

 

 

 

 

 

Tres meses después todo para los vampiros no había hecho más que empeorar y la guerra estaba decididamente en su apogeo. La iglesia por supuesto ayudaba a los miembros de la Asociación con datos y provisiones que los llevaron a acabar con las familias más poderosas de entre los vampiros. Al final solo cuatro familias quedaban. Los Fuller de Inglaterra, los Richtenchrikter de Alemania, los Katsya y los Kaiba de Francia. Junto a cada una de las familias quedaba un puñado de sirvientes y de otros vampiros que se habían arrimado a su protección. La cosa estaba cruda en esos días para esa especie que parecía en vías de extinción.

 

Los Richtenchrikter no irían con los Kaiba ni le pedirían ayuda debido a las condiciones en que quedaron ambas familias después de la muerte de Willhelmina y la recuperación de Allen por parte de la reina. Por eso fue tan sorprendente ver arribar a aquel carruaje. Los animales lucían exhaustos como el cochero y la carga tenía peor aspecto. Bajó Karl Richtenchrikter con su hijo en brazos. Él estaba mal pero su hijo estaba peor.

 

Cuando Seth los vio al salir de la puerta principal se impresionó mucho al igual que el rubio que le seguía. La reina por una de las ventanas vio la llegada y salió de inmediato al encuentro de los recien llegados

 

Al verla Karl se hincó con su hijo desmayado en sus brazos--Majestad , le pido formalmente que me ayude en estos momentos tan aciagos. Mi hijo esta gravemente herido y yo he perdido todo lo demás. La Asociación nos ha atacado hace tres días y ha matado a todos, mis sirvientes, mi familia, todo lo perdí excepto a mi primogénito—le pidió el de la barba kaiseriana.

 

¿Y después de todo lo que él hizo vienes a abogar por ayuda ante nosotros?—preguntó la despiadada reina.

 

¡Le ruego por favor tenga piedad de este viejo amigo suyo!—exclamó el exhausto vampiro casi a punto de llorar.  Joseph miraba todo eso como aturdido.

 

¡¿Cómo te atreves?!—gritó May enfurecida con su ceño fruncido

 

Madre, déjalo entrar y prestémosle ayuda. Después de todo son parte de la familia—exclamó Seth sorprendiendo a esta y al rubio, que se alegró en lo profundo de lo que el otro había dicho.

 

¡Como quieras! Pero tú te harás cargo de ellos. Son tus invitados no los míos y si vuelven a ofender mi casa no deberán preocuparse más de los cazadores—amenazó la ojos azules muy disgustada y giró para meterse después dentro del edificio. Los sirvientes enseguida aparecieron y ayudaron a los Richtenhrikter. Karl hizo una pequeña inclinación cuando pasaba frente al heredero y su pareja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El sirviente llevó como siempre la comida a la habitación en el sótano habitada por el exiliado familiar de los Kaiba.

 

¡Oh mon dieu!—dijo éste con una sonrisa mientras veía la sopa arribar a su mesa—Éste plato es exquisito—dicho esto se dispuso a caminar con los zancos que ahora le sarvían de piernas y dando un traspies cayó al suelo y se quedó muy quieto. Aunque el sirviente le llamó por su nombre varias veces este no se movió por lo que el otro se preocupó y aunque le habían ordenado que no lo hiciera se acercó a él. Le conocía desde niño y siempre se había portado muy bien con él y sus padres así que dudaba de que le hiciera algún daño. Acercó su mano para sacudir su hombro pues tal vez solo estaba desmayado.

 

Allen salió con esfuerzo de la improvisada celda pues allí no hacía mucho ejercicio y sus nuevas piernas eran algo difíciles de controlar. Dentro quedaba un muchacho al que le faltaba toda gota de sangre que antes ocupara su cuerpo. Era una lástima pues estimaba al chico pero más se estimaba a él mismo.

 

Pensaba salir por atrás del edificio. Había una poca observada puerta en el ala este que daba al jardín y puesto que no era muy veloz tenía que confiar que la oscuridad de la noche le ayudara a escabullirse hacia la puerta poco conocida que había en el muro perimetral y que el habitualmente usara para sus escapadas en el pasado.

 

Estaba llegando a la puerta de la terraza este sin que nadie le hubiese visto. Varias veces tuvo que esconderse detrás de los cortinados o de los muebles para evitar ser detectado por los sirvientes y allí estaba, por fin cercano a la libertad cuando oyó voces. Era su sobrino con su amado cachorrito. Estarían mirando a la luna y hablando de amor como dos tórtolos.

 

“¡Maldición!”, dijo para sus adentros el airado peliverde. ¿Cómo saldría de esta? Solo le quedaba esperar y rezar para que nada malo le pasara en el transcurso del tiempo que debiera hacerlo. Entonces oyó pasos y se agazapó tras un cortinado y después de que la persona hubo pasado se asomó para ver que se trataba de otro peliverde. Noah se detuvo frente a la puerta abierta que daba a la terraza y sonrió al ver a su hermano. Se veía feliz y satisfecho y esto dio una idea a Allen. De pronto Noah sintió uno brazo que rodeaba su cuello  y el filo de una daga que se apoyaba en su nuez de Adán.

 

¡Que gusto verte, Noah!—dijo una voz familiar a su oído sorprendiendo al susodicho.

 

¿Qué tal tío Allen? ¿Te gustó tu retiro?—preguntó el otro enfadando al mayor.

 

¡Camina!—ordenó el otro con voz molesta mientras le empujaba.

 

Seth estaba riendo ante una ocurrencia del menor cuando por el rabillo del ojo observó que alguien penetraba en la terraza. Primero sonrió al ver a su hermano para luego sorprenderse y disgustarse al ver quién le seguía pegado al cuerpo.

 

¿Sabes que no saldrás de aquí tío, no es así?—preguntó el heredero.

 

Lo sabe. Por eso intenta escudarse tras de mí—le dice el menor de los hermanos un poco tenso por la daga.

 

¡Vas a dejarme ir!—le dijo el peliverde mayor al castaño.

 

¿Por qué? ¿Te atreverás a dañar a Noah si no acepto tus dem…?—preguntó Seth mientras Joey lo miraba todo. No podía intervenir para no poner en riesgo la vida del peliverde menor.

 

La mirada que puso el tío Allen fue filosa y no augüró nada bueno a la pareja--¿Cómo te atreves a pensar eso?—preguntó–¿Crees que dañaría a mi propio hijo?—

 

La sorpresa fue muy grande para Noah y el rubio. El menor de los hermanos miró a los ojos igualmente azules de su hermano buscando una sorpresa que jamás vio.

 

¡Tú… lo sabías!—dijo de pronto el menor de los Kaiba.

 

Por supuesto que lo sabía. Yo se lo dije el día en que me capturó. ¿Qué? ¿No te lo había dicho?—preguntó el mayor dándole a los ojos azules de Seth una mirada llena de cruel regocijo. Pretendía separar a ambos hermanos. El castaño lo supo en ese momento.

 

No creí que te hiciera bien saberlo—le dijo el mayor de los hermanos.

 

¡Eso no te tocaba a ti decidirlo!—dijo Noah llevando un poco adelante su cabeza por la furia e hiriendose un poco al hacerlo. La sangre manó de la herida recién abierta y el pelimanzana se retrajo disgustado. Había empezado a confiar en su hermano y este le había traicionado.

 

Viendo la tristeza de sus ojos azules y de su hermano, el ojos mieles decidió intervenir. –Conoces a Seth—le dijo a Noah–Él ha callado muchas cosas. Pero sabes que es con la intención de no herir. Estoy seguro que con el tiempo te lo hubiera dicho—

 

¡Han pasado más de tres meses desde que lo supo! ¿Cuánto más necesitaba para decírmelo?—preguntó el menor de los Kaiba.

 

Joey iba a responder pero Seth se le adelantó--¡Espera! Mi hermano tiene razón. No debí ocultárselo. Pero es que… nos empezábamos a llevar bien y temí que el saber que era hijo de mi tío podía cambiarlo todo—

 

Tienes razón. Hubiese cambiado mucho… pero no más que ahora—dijo Noah con rencor en la mirada.

 

Uno de los sirvientes se acercó a Allen por detrás. Pretendía golpearlo con un palo pero el vampiro mayor era más listo y se volteó al momento y le hirió con su daga. Noah se volteó al verse libre y empujó al otro peliverde que cayó de sus prótesis y se vio reducido por otros sirvientes.

 

Gracias—le dijo Seth.

 

No me agradezcas—respondió el menor de los Kaiba. Luego le miró para agregar—No lo hice por ti—Luego se fue ante la mirada triste del castaño. Allen fue arrastrado de nuevo a su celda de donde fue retirado el cuerpo del sirviente al que mató.

 

 

Notas finales:

Espero les guste esta nueva idea

^^

creo que si

gracias a Nikki por todo su apoyo

al igual que a sxj

besos y mata ne

 


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