Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AMOR EN CUSTODIA por desire nemesis

[Reviews - 87]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

9—Miel

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una semana mas tarde la joven guardaespaldas miraba como la niñera le hacía una trenza a Yue y esta a su vez movía los delicados cabellos de su muñeca intentando lograr algo parecido. Una dulce sonrisa se extendió por el rostro de Seiren al recordar la muñeca que un día tuvo.

 

Una vez Mika terminó la niña dijo a las dos con su habitual energía--¡Vamos al jardín!—y salió corriendo.

 

Seiren habituada a hacer mucho ejercicio agradeció su condición física ya que la niña demandaba mucho esfuerzo.

 

Llegaron a la parte posterior del patio, eran pasadas las 10 pero era domingo así que la hora realmente no importaba. Mika estaba ahí al igual que la cocinera porque el señor Wheeler tenía un almuerzo de negocios con un inversionista extranjero que quería invertir en el nuevo hotel cinco estrellas. Al rubio le dolía dejar a su hija en domingo y de eso todos se daban cuenta pero ere era el trabajo y si quería superar el revés económico en que la última crisis les dejara debía hacer ciertos sacrificios.

 

El joven Moto como socio de Joey estaba ahí pero se cuidó mucho de sus actitudes frente al castaño. Ya todos sabían lo que había hecho al abogado de Pegasus y se cuidaban muy bien de él. De hecho era un secreto a voces que el tipo no tenía ningún reparo en dispararle a una persona desarmada. Joseph Wheeler estaba un poco más seguro ahora.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yue cantaba ahora una canción aprendida en el jardín que hablaba de cómo los pajaritos extienden sus alas y aprenden a volar.

 

¡Algo es seguro! ¡Con una niña así el sobrepeso no es problema!—dijo agitada Mika a Seiren mientras intentaba recuperar el aliento. Le había gritado todo el camino que no corriera pero ella ni caso.

 

La pelinegra le sonrió a la castaña y luego volvió su atención a la niña y es cuando vio que la atención de esta había sido atrapada por un árbol. Ambas mujeres se acercaron y de inmediato Yue apuntó a lo alto y les dijo--¡Miren!—

 

Los ojos violetas de la custodio se dirigieron a lo alto del ramaje para encontrarse con dos puntos azules y redondos que la observaban al parecer muy asustados y fue entonces cuando el pequeño animalito exclamó--¡Miiiiiauuuuu!—su pelaje no se veía bien por lo tupido del follaje.

 

¡Tiene miedo! ¡Sálvenlo porfis!—dijo la niña apretando fuerte contra si a Marian, su muñeca.

 

¡Se ve asustado!—confirmó Mika algo temerosa de que el pequeño gatito se cayera.

 

¡Yo lo bajaré!—dijo la ojivioleta y se sacó el saco para trepar.

 

¿Estás segura?—preguntó la ojimiel.

 

¡No te preocupes! ¡Esto es pan comido para mí! Subía árboles más altos cuando era niña—dijo Seiren y subió--¡Hola hermosura! ¡Ven conmigo!—le dijo al gatito cuando llegó a su lado pero este solo retrocedió encrespado hasta lo más delgado de la rama. La custodio pensó “Si intento atraparlo probablemente retrocederá y se caerá o me arañará el rostro” Fue entonces que recordó su cinturón e intentó probar.

 

Desde abajo cuatro ojos la miraban atenta.

 

La pelinegra se sacó el cinturón con una mano y con la otra se sostuvo luego tiró la parte contraria a la hebilla hacia el pequeño minino para después deslizarla lentamente hacia ella. Como pensó el felino actuó instintivamente, tratando de atrapar la presa que huía de él y entones dejando el cinturón la ojivioleta atrapó al animalito por la nuca y así lo bajó.

 

¡Déjalo! ¡Lo lastimas!—dijo Yue al ver como ella lo agarraba.

 

Mika la corrigió— ¡No es así! ¡Así es como mamá gata agarra a sus hijitos!—

 

¡GUAUUUU! ¿Quieres decir que Seiren es la mamá del gatito?—preguntó la niña con sus grandes ojos escrutando a la castaña que se echó a reír al oír semejante cosa, Seiren se movió algo incómoda con una mirada de “¿Y eso de donde sale?”

 

No, Yue. Seiren no es la mamá del gatito—dijo Mika.

 

¿Entonces me lo puedo quedar?—preguntó ilusionada la rubia.

 

Etoooo. Tendrías que preguntarle a tu papá. ¿No? Además hay que ver si no es de por aquél. Tal vez su mami lo esté buscando—respondió la niñera.

 

Yue miró al animalito y luego a ellas para preguntar después algo que les rompió el corazón--¿Mi mami me está buscando?—

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Joseph volvió a las 2 y su hija casi le saltó encima. Corriendo hacia él le gritó--¡Papi! ¡Papi!—

 

¿Qué pasa, cariño? ¿Algo te asustó?—preguntó su padre temeroso de que algo le sucediera.

 

No, papi. Estoy bien. ¿Papi? ¿Puedo quedármelo? ¿Puedo?—preguntó la pequeña.

 

¿Quedártelo? ¿Qué quieres quedarte mi amor?—preguntó estupefacto el empresario.

 

¡A Miel!—respondió la niña.

 

¿Quieres miel?—preguntó sin comprender el rubio.

 

¡No papi!—respondió Yue mientras tanto él como su guardaespaldas veían a Seiren entrar con un pequeño bultito en los brazos.

 

Señor Wheeler, este es Miel—le dijo la custodio. Los azulinos ojos le miraron con desconfianza mientras este pensaba que el nombre le quedaba pues su pelaje era color miel clara.

 

¿Verdad que puedo quedármelo?—preguntó la hija de Joey.

 

Habrá que averiguar si no pertenece a algún vecino o…--dijo el padre.

 

¡Ya hicimos eso!—saltó su pequeña.

 

Preguntamos y nos dijeron que debe pertenecer a unos gatitos que abandonaron aquí cerca. Los demás ya fueron adoptados—le informó la pelinegra.

 

En ese caso no veo porque no puedas quedarte con Miel, pero tendrás que cuidarlo bien—le dijo el ojos mieles a su hija.

 

¡SIIIIIIIIIIII!—gritó la niña llena de euforia y corrió a pedirle su gatito a Seiren, luego lo abrazó como si fuera una muñeca. Su padre sonrió tiernamente al verla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mas tarde, mientras Seiren ayudaba a Joseph a preparar la merienda puesto que la cocinera y la niñera se habían ido y la niña estaba en la sala jugando con miel mientras Seto leía ahí, el rubio le dijo—No te he agradecido debidamente por ser tan gentil con Yue—

 

Es fácil con ella. ¡Es una niña preciosa!—dijo la custodio.

 

¡Si que lo es!—dijo el padre lleno de orgullo.

 

Debe ser muy difícil atender todas las necesidades de esta casa y la empresa a la vez—exclamó ella llena de compasión por él.

 

Sabiendo que es por mi hija y mi padre lo hago con gusto—dijo el empresario con una sonrisa tierna. En ese momento no eran empleada y jefe sino más bien dos conocidos que hablaban mientras efectuaban una tarea.

 

¿Cómo son los pronósticos de su padre?—preguntó la ojivioleta.

 

No presenta ninguna mejora—respondió Joey algo desanimado al pensar en ello.

 

Lo siento. No debí preguntar—dijo él.

 

¡No, hazlo! Al menos tengo alguien con quien hablar. Digamos que Kaiba no es muy parlanchín—dijo él amenamente. Ella sonrió.

 

Si. Seto nunca ha hablado mucho—dijo Seiren con talante divertido.

 

¡No es el rey de la fiesta!—exclamó Joey.

 

¡Seguro que no!—contestó la pelinegra.

 

Perdona pero quiero saber. ¿Estuvieron juntos en la armada?—preguntó él y ella tragó saliva algo triste antes de responder.

 

Si. Fuimos compañeros allí—le informó.

 

Me lo imaginaba—dijo el rubio—Te tiene mucha confianza—

 

Y yo a él. Los lazos que se forman así jamás se rompen—dijo la custodio haciendo que el corazón de él doliera por un minuto sin saberlo.

 

¿Lazos?—no pudo evitar preguntar Joseph.

 

Si. Cierto. No vaya a malinterpretarlo señor Wheeler. Hablo de los lazos que se forman en la guerra. La confianza entre compañeros se hace vital allí y por lo general jamás nos deja—le explicó la guardaespaldas.

 

¿Guerra? ¿Seto fue a la guerra?—preguntó el impresionado porque aunque lo sabía capaz jamás se imaginó que hubiera ido a la guerra.

 

Si. Seto y yo fuimos compañeros en una unidad en el Golfo—respondió ella mientras terminaba de armar los sándwiches y él terminaba de hacer el chocolate espeso que había estado revolviendo en una olla.

 

¡Ahora entiendo!—dijo él y en verdad lo entendía. Esos lazos según sabía eran muy fuertes porque en más de una ocasión se confiaban sus vidas mutuamente y se salvaban entre sí también. --¿No sabes si tiene familia? Desde que lo conozco no la ha mencionado—su curiosidad ascendía y al tener a alguien a mano que le conocía mejor que él no pudo evitar preguntar.

 

Seto nunca cuenta sus cosas. Pero a riesgo de ser chismosa le diré que él fue el único que jamás recibió una carta. Ni la envió. Incluso cuando lo hospitalizaron lo que me pareció raro. O se ha peleado con ellos o no tiene una—sentenció Seiren.

 

¿Lo hospitalizaron?—preguntó curioso y preocupado Wheeler.

 

Si. Fue en la guerra. Emboscaron nuestro convoy. Utilizaron minas. Él y yo íbamos en transportes diferentes. Seto fue el único que se salvó del suyo—le respondió ella.

 

Oseph se sentía mal por Seto. Haber estado así y solo. Ahora entendía mucho de su carácter aunque tenía más preguntas que por lo visto ella no sabría responder. Algo se le ocurrió--¿No tenía pareja?—

 

¡Tenía a alguien!—respondió ella para su asombro. ¿Hablaría de ella misma?

 

¿Y que pasó?—preguntó el ojos mieles.

 

No le diga que yo le dije. Pero creo que prometieron salirse juntos de la carrera para estar juntos solo que él fue el único que lo hizo. La otra persona prefirió su carrera a estar con él. Creo que ha estado amargado desde entonces—exclamó la ojivioleta.

 

¿Era necesario que abandonaran la Armada para estar juntos?—preguntó Joseph.

 

Es mejor que se lo pregunte a Seto—dijo ella en respuesta.

Notas finales:

espero sus revs ansiosa

besos y mata ne

^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).