Capitulo44
--Amanecía en el santuario y Shion notaba cada vez mas misteriosos a los santos dorado, por alguna u otra razón comenzó a distinguir grupitos, al principio atribuyo el cambio de ambiente a los cambios que tuvieron que darse debido al matrimonio de Atenea con Poseidón, pero esto se escapaba de su comprensión, incluso Dhoko parecía tener secretos que no quisiese compartir con el, compañero de batalla de una era en la que el consideraba debieron quedarse, solo lo pensaba, se debían a la diosa y su voluntad era lo único que importaba, pero en el presente Atenea Saori era mas comprensiva que la Atenea anterior y animaba a los santos a buscar su felicidad, el que le fueran fieles y le sirvieran lealmente no les quitaban que fueran humanos y tuvieran derecho a enamorarse, lo había dicho a modo de comentario pero con la firme intención de mas adelante proclamarlo como una ley el derecho de enamorarse y formar una familia, dijo alguna vez en una reunión.
--Salió de sus pensamientos cuando llamaron a la puerta—adelante--Gran patriarca, los caballeros de Unicornio y león menor solicitan audiencia con su santidad.
--Hazlos pasar al salón que esta junto a mi despacho, que nadie nos interrumpa lo que tengo que discutir con ellos le compete solo a los interesados—como usted ordene su santidad—retirándose luego, Shion sabia que no seria una platica agradable, esos dos caballeros venían a renunciar a la orden, a entregar sus armaduras y a convertirse en seres humanos comunes y corrientes, realmente era un verdadero desperdicio y esperaba sinceramente poderlos convencer para que no cometieran semejante locura.
--¿Qué te preocupa tanto que ni siquiera me sientes acercarme a ti?—pregunto el de Libra algo sorprendido de haber encontrado a su compañero con la guardia tan baja.
--Lo siento Dhoko, tengo a un par de caballeros que vienen a renunciar a la orden y por lo visto están mas que resueltos en darse de baja del santuario.
--¿Quieres que te ayude a convencerlos de no dejarnos?
--Me gustaría mucho tener algo de apoyo, pero en verdad los siento muy decididos.
--puedo preguntarte de quienes se trata para que estés tan pesimista, tu no sueles darte por vencido antes de tiempo tu eres Shion Antiguo caballero de Aries, actual patriarca del santuario de Atenea, animo estaré contigo en la audiencia que tengas con esos dos caballeros.
--¿Cuántos siglos habían pasado? No recordaba la ultima vez que Dhoko le ofreciera su apoyo tan abiertamente, y se sentía bien no tener que estar solo cuando tuviera que deliberar con los santos los términos de su salida de la orden.
--Gracias amigo me has levantado el animo, Jabu y Ban recibirán primero un buen regaño y luego escuchare sus razones para querer convertirse en humanos normales—cuando Shion menciono los nombres de los caballeros de bronce tubo que esforzarse mucho para no verse sorprendido ¡tanto que habían planeado una escusa para hacerlos venir! Y sin mas se encontraban a punto de tener una audiencia con el gran patriarca, debía avisarle a alguien, pero Milo y Saga se encontraban cumpliendo misiones en distintas partes del globo, tendría que ser muy astuto para salir del santuario sin que notaran su ausencia y seguirlos sin que los caballeros se diesen cuenta, era un gran golpe de suerte que el de Libra no pensaba desperdiciar.
--Mientras tanto allí mismo en el santuario, Death y Shura recibían los primeros textos traducidos que mandara Radamantys desde Londres, el erudito se ha esforzado mucho, pero ni siquiera es la decima parte del libro, pero deben de ser pacientes, un año, a lo mucho un año ha dicho el catedrático.
--Death, estas muy callado ¿Qué te preocupa?—pregunta el onceavo guardián del zodiaco.
--Voy a ser muy sincero contigo cabra, me preguntaba el porque no he podido sacarlo de mi mente todos estos años, y he llegado a la conclusión que desde el primer momento que lo vi, me enamore y tengo miedo que otro ya sea dueño de su corazón ¿Dime Shura, tu no sientes el mismo temor?
--Se deja oír la voz del primer juez de Hades que va entrando a la cuarta casa, interrumpiendo así la contestación de Shura, evitándole de momento el hablar del tema con el cuarto guardian—Buenos días caballeros—saluda el juez.
--Buenos días Rada—contestan los presentes sentados en el piso de la sala con el montón de hojas traducidas, tratando de hallarle sentido a todo lo descifrado, el anciano les había advertido que no era fácil interpretar el texto, pero no imposible, paciencia, pidió…¡otra vez paciencia! Y en ese momento era lo que menos tenían, un poco mas de dos años desde que empezaran a idear el modo de hacerse del libro.
--¿Qué te trae hoy por el santuario? --pregunta el crustáceo
--Algo que hasta para mi resulta incomprensible, mi señor quiere celebrar un baile como regalo de aniversario por el primer año de matrimonio de La sagrada Atenea con el dios Poseidón ¿saben si el patriarca esta en el santuario?
—el siempre esta aquí ¿A dónde mas iría?—contesta la cabra.
--Es muy cierto que esta aquí, pero en este momento no te recibirá, vi muy temprano en su templo a dos caballeros de bronce, quizás mas tarde te atienda si no tienes prisa te invito a comer—ofreció amablemente el cangrejo al juez.
--¿Por qué tendría que tardarse el patriarca con un par de caballeros de tan baja categoría?—preguntaba al aire el dragón de Wyvern.
--Déjame ilustrarte un poco—hablo algo arrogante el crustáceo—A diferencia de ustedes que son espectros, nosotros si podemos renunciar a nuestras armaduras, aunque el patriarca esta en contra, todos los caballeros tienen esa opción—hiso una pequeña pausa—Shion tratara de hacerlos desistir para que no renuncien al santuario, la discusión fácilmente podría llevar toda la tarde mi querido juez—concluyo divertido el de la cuarta casa, sacándole una ligera sonrisilla por lo bajo a la cabra por la cara que puso el rubio.
--Mientras tanto en el rancho de Pamela el ave de fuego experimenta de primera mano la fuerza de la guardia de la Familia Casas Grandes, lo han atrapado en los linderos de la casa grande, y es severamente sancionado por Daimond quien le hace la advertencia de no ir mas allá de lo que tiene permitido, la próxima vez no serán tan amables.
--Por primera vez en quizás siglos Ante y Anahí se sienten muy nerviosas, esperan que sus novios no tengan contratiempo alguno para renunciar a sus armaduras de caballeros de Atenea, cuando eso pase empezaran a planear la boda y dejaran de pertenecer formalmente al ejercito batleloid— ¿Tan distraídas están que no ponen atención a su guardia?—pregunta a modo de reproche a sus compañeras de años.
--Perdona Daimond no volverá a suceder—se disculpa Anahí por las dos.
--Espero que así sea, acabo de encontrar a uno de los peones en los linderos de la casa, imaginen si en lugar de el fuera algún enemigo, no podemos bajar la guardia, no con nuestra señora todavía débil de su energía natural, ¿han entendido?—sumamente avergonzadas solo asienten con las cabezas sin atreverse a mirar a los ojos a su líder.
--Mientras en esos mismos momentos pero en Grecia, la audiencia con el patriarca es bastante larga y se estaba tornando mas complicada de lo que en un principio parecía, les ha pedido que entrenen a sus futuros sucesores, un año, por lo menos uno para que las armaduras no se queden sin caballeros, y aunque quisieran negarse les parece justo su pedido.
--Aceptamos gran patriarca, pero debemos volver a casa y avisar que nos ausentaremos el tiempo que hemos convenido, dentro de quince días regresaremos para cumplir con lo pactado gran patriarca—hablo el león menor por el y por el unicornio.
--Entonces ¿Si no ha nada mas que decir?...los espero dentro de dos semanas caballeros—dando por terminada la audiencia, en todo este tiempo se ha mantenido al margen de la discusión de su amigo con los dos caballeros de bronce, pero en este momento empieza el juego, de el depende seguirlos sin ser descubierto, pronto, muy pronto despejaran sus dudas.