Sangre Vongola
9.- El inicio de la decisión más importante
Narrado por Tsuna
Tres semanas después
Con un poco de pesadez mis ojos comenzaron a abrirse, los cerré de nuevo al sentirme cegado por la luz que inundaba mi habitación, era apenas una luz de color azul que provenía de afuera y que me avisaba que pronto saldría el sol.
Pestañee un poco antes de abrir por completo mis ojos y después de hacerlo me reincorpore en la cama.
Sin mucha visibilidad aún, busque con mi mano la esquina de la cama para bajar e ir al sanitario, pero algo me lo impidió. Sentí algo, algo caliente, suave y que respiraba.
Con un absoluto espanto quite mi mano e intente ver de lo que se trataba.
Mis ojos parecían salirse de su órbita cuando vi de quien se trataba
- Hibari-san - me tape la boca enseguida al recordar lo duro que era cuando era despertado, pero al ver que no se había despertado, suspire aliviado
¿Cuantas veces ya iban? Me parece que han sido alrededor de quince veces en las últimas dos semanas en las que se mete a mi cama, es decir, cada uno de todos los días.
Mire hacia el otro lado de la cama y tal como todas las veces anteriores, Mukuro dormía a mi lado, de manera pacífica y con una extraña sonrisa que se formaba en su cara
Incline mis rodillas y escondí mi cara entre ellas, era tan abrumador pero no por ello dejaba de hacerme feliz, es decir era el chico más afortunado de este planeta al tener a dos hombres tan hermosos en su cama, además de tener a una familia que me apoyaba en cada una de mis decisiones -ellos ya sabían por mí que nosotros estábamos en una relación desde hace una semana-, pero aun así estos dos eran en ocasiones muy sobreprotectores o algo así, aún no sé cómo describirlo. Sonreí un poco dándome cuenta que los amaba como eran y levante la mirada. Quisiera que su amor siguiera por siempre.
Pero luego mi rostro cambio a una triste al recordar sobre él bebe que tendría que tener, ahora venía la parte más difícil, claro que haría lo que fuera por mi familia, pero decidir a uno de ellos como padres, seria…
- Tsunayoshi - una voz me espanto dejándome sobresaltado
- Hibari-sa.. - Su dedo tapó mis labios para que callara.
- Odio despertar tan temprano - su mirada era escalofriante - duerme un rato más - me jalo del antebrazo con fuerza para acostarme de nuevo
- Pero.. - Cerró mis labios con un rápido beso y abrazo mi cuerpo como si yo fuera un peluche
- calla y duerme - asentí con las mejillas quedándome y luego me acomode en sus brazos para quedar pegado a su fornido y perfecto pecho.
Los minutos pasaron y en menos de cinco Hibari-san ya estaba dormido, dejándome ver su rostro durmiente, enamorándome totalmente de él. Entonces y después de admirarlo yo también caí en los encantos de Morfeo un rato más
Narrado por Reborn
- Sólo ten cuidado que no le hagan daño - la voz del otro lado del teléfono parecía altamente preocupado
- lo entiendo - confirme serio
- Te lo encargo Reborn-kun
Colgué el teléfono y me senté en mi cama, tal y como lo había prometido le había mandado al Nono todos los avances de los guardianes y todos los acontecimientos importantes. Le mande una carta cuando paso lo de Yamamoto, le conté de mi plan junto a Ryohei y le comente de los rechazados principales, es decir, Gokudera y la vaca estúpida.
Lamentablemente la idea de que Tsuna estuviera en una relación - de la cual todos supimos hace una semana que era oficial - de tres no le gustó. Supongo que es natural que el Noveno este tan preocupado, es su nieto después de todo.
Me pidió tener más frecuencia en la comunicación con él, me pidió comunicarle todo sobre los avances y retrocesos de esa pareja, por así llamarlo, y me pidió que cuidara a su nieto como si fuera él. Pero no tenía que pedirlo, esos bastardos se la verán conmigo si le hacen algo a Tsuna que lo deje herido. No dejaré que vengan y se burlen de mi alumno. Nunca.
Salí de mi habitación y camine por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi alumno. Pensaba sólo pasar de largo pero un sonido del interior me hizo quedarme ahí a escuchar lo que pasaba.
- No peleen - mi alumno sonaba suplicante
- Esa ave - se escuchó el sonido de un jarrón rompiéndose - el empezó
- Todo es tu culpa - Hibari hablo mientras se escuchaban sonidos de cosas rompiéndose por todos lados - si no hubieras venido
Quería entrar, pero decidí guardar mi compostura y dejarlos de lado, escuche con un poco de atención, supongo que estarían peleando por trivialidades pero no por algo que dañe a Tsuna de ninguna manera. Mientras no le hicieran nada a mi alumno, todo estaba bien.
Sonreí de lado, ahora que Tsuna había dejado bien claro que estaba con esos dos ¿quién será el padre del heredero?
Narrado por Tsuna
Los separe como pude, las quejas de Mukuro sobre que Hibari-san de que de nuevo se había metido a mi cama, habían comenzado todo, mientras que Hibari-san no se quedó atrás y se defendió diciendo que lo hicieron básicamente al mismo tiempo.
Me metí a darme una ducha con cansancio, esos dos me hicieron utilizar el modo hiper para detenerlos.
Escucho la puerta del baño y me volteo con sorpresa hacia ella
- ¿S... Si?
- Apresúrate, seguro ya están esperando tus amigos los herbívoros
- Lo entiendo, me apresuraré - como pude logre hacerlo en menos tiempo de lo que esperaban mis amados, quienes me esperaban en mi habitación.
- Vamos - Mukuro me tomo la mano para caminar juntos, sin negarme me deje guiar por mi guardián de la niebla, pero pronto sentí la mano cálida de Hibari-san tomarme de la otra mano con el mismo objetivo, caminar juntos.
Bajamos al comedor para desayunar todos juntos.
- Décimo - Como siempre Gokudera-kun es el primero en saludarme - buenos días
- Buenos días Gokudera-kun - le sonreí, era inevitable, nunca antes me había sentido más dichoso que ahora. Pero las manos de mis queridos me apretaron dándome a entender que estaban un poco molestos
- Yo. Tsuna - Yamamoto levantó una mano saludándome
- Hola Yamamoto - me sonrió y yo correspondí
- Dame-Tsuna - los ojos serios y fijos de Reborn se clavaron en mi poniéndome algo nervioso. Inconscientemente di un paso hacia atrás con un poco de temor a lo que me diría. Luego sentí como mis amados pasaron frente a mí como si me protegieran
- Reborn – dije para que hablara ya que solo me veía pero no decía nada
- recuerda tu misión - dijo serio y después vivió a concentrarse en el periódico que leía.
Mis amados me observaron y yo en automático baje la mirada, ni siquiera les había dicho que era un doncel ¿no se supone que debo decirles la verdad? Pero ahora ¿Cómo puedo hacerlo? Si lo dijera ¿Cuáles serían sus reacciones? Sin pensármelo mucho, decidí dejarlo de lado por el momento y pensarlo después.
Sin nada que decir, ambos me dieron un pequeño beso en cada una de las mejillas, los mire confundidos y ellos me regalaron una sonrisa. Los amo tanto. Respondí de la misma manera.
Mis novios me llevaron a un asiento justo en medio de los de ellos, en el cual sin dudarlo me senté y juntos esperamos a que sirvieran la comida.
Como siempre, el ambiente había regresado a la normalidad, Gokudera-kun sonreía junto a Yamamoto quien era dado de comer por su novio, Lambo reía por todo mientras Reborn se mantenía leyendo el periódico y Mukuro y Hibari-san se veían serios e incluso Onii-chan que antes se mostraba apenado por algo que no entendía, ahora se veía tan "normal" como siempre.
- Ne ne. Tsuna - fue Lambo el niño de once años quien me hablaba desde su lugar, con mucha emoción
- ¿Qué pasa Lambo? - Le pregunté extrañado de su emoción
- Tengamos un bebé - se levantó de su asiento y se acercó a mí, importándole poco los dos que tenía a mi lado y que ahora tenían un tipo de aura escalofriante.
CONTINUARA…