17. el juego
Un dolor profundo calaba en su corazón, no podía quedarse así por mucho tiempo, quería… quería…
-por favor… escúchenme… se los suplico…- susurro Robert observando a ese policía de guardia
-cállate asesino- dijo el policía ignorándole
-los lastimaran!!! Escúchenme!!! Por favor!!!- grito Robert aterrado tratando de romper las esposas que le ataban a una camilla
Le trataban como a un loco, según la instrucción del juez, seria llevado a un psiquiátrico, y seria muy poco probable que saliera algún dia de ahí. Pero eso ya no le importaba al menor, ahora todos sus pensamientos tenían nombre, los latidos de su corazón le parecían los segundos de un reloj, y solamente repetían algo
Tom… Tom… Tom…
-por favor… por favor…- suplico Robert entre lagrimas
Le creían tan peligroso que estaba en una habitación blindada, atado a una camilla, con dos guardias vigilándole, le parecía demasiado…
-solo… solo manden una patrulla a mi casa… se los suplico…- susurro Robert luchando de nuevo
Sus muñecas estaban llenas de cortadas por sus inútiles forcejeos, los guardias solo se reían de él, le odiaban. Los dos disfrutaban el golpearle, el tocarle, después de todo, no era nada mas que un asesino el cual todos odiaban, nadie haría caso a sus dementes palabras si se decidía en acusarlos, estaba indefenso ante ellos dos
-amordázale, me he cansado de escuchar sus estúpidas locuras- susurro el primer guardia cansado leyendo un libro
-no… no… escúchenme… no estoy loco…- susurro Roben entre sollozos
El segundo guardia soltó un bostezo y se acercó a Robert con una pañoleta en las manos, dispuesto a amordazarle, como le había pedido su compañero
-hare lo que sea!!! Solo háganlo, manden una patrulla a mi casa!!! Se lo suplico!!!- grito Robert forcejeando de nuevo
El segundo guardia sonrió
Un juego, eso le había dicho el mayor
-donde están Georg y Gustav?- pregunto Tom
Tenia que ganar tiempo, alguien debía ir a ayudarlos, quien sea, tenia que mantener a su hermano con vida y no le importaba lo que tuviera que hacer para lograr aquello, pero no dejaría que lo tocaran de nuevo, no otra vez
-es simple, un juego de suerte…- le dijo Alexander ignorando por completo su pregunta
-no jugare a nada hasta que me digas donde están mis amigos- dijo Tom
Fue cuando lo noto, sus manos estaban atadas por una cuerda, el centro del nudo estaba en una de sus muñecas. No era un nudo simple, tal y como había esperado del mayor, pero mientras sus dedos mas tocaban el amarre se daba cuenta de por donde iban los hilos y como poder desatarlos
“solo necesito un poco de tiempo, unos minutos, y podre… podre…” pensó Tom tocando y tocando el amarre
-… es un juego que todos conocen, no por que todos los juegan, si no por que lo han visto en las películas…- respondió Alexander caminando entre los sillones en los que estaban Tom y Bill
Tom cruzo las miradas con su hermano, podía advertir el miedo en sus ojos, ese terror… Tom trato de lucir tranquilo para relajarle, pero él estaba incluso más tenso que Bill, tenia que hacer algo y pronto, no solo por su bien, si no por el de Georg y de Gustav…
-…y de ahí tome la idea- termino Alexander parado frente a Tom
-donde están mis amigos maldito bastardo?- pregunto Tom
-tranquilo Tom, ellos están bien, los deje en mi auto cerca de la carretera, pero tardaran mas en despertar por lo que se…- dijo Alexander sonriendo
-eres un bastardo- susurro Tom tratando de alargar la platica
“este jodido nudo es mas complicado de lo que pensaba, joder…” pensó Tom observando como Alexander se agachaba hasta la altura de su rostro
-no te sientes nervioso Tom? Lo veo en tus ojos, estas planeando algo, no sé que es lo que quieres hacer, pero te lo digo ahora, si tratas de hacer alguna estupidez, solamente lograras que los asesine a ti y a tu hermano- susurra Alexander
-de cualquier manera nos asesinaras- susurra Tom
-no, tienes dos opciones, una, hacer alguna estupidez y lograr que los asesina a ti y a tu hermano. O jugar conmigo y ganar, haciendo que tu hermano y tus estúpidos amigos y Robert sigan con vida- dijo Alexander
“Robert…”
Ese nombre hizo que la mente de Tom casi colapsara, su corazón dolió y lo recordó, re Robert, la persona que tanto lo había ayudado, había sido maltratado y ultrajado frente a él. Había lastimado a la persona que él amaba
Nunca se lo perdonaría
-que pasa si pierdo?- pregunto Tom
-bueno, realmente lo mismo, asesinare a Bill contigo- dijo Alexander
Tom observo a su hermano, el cual lo observo también, lucia asustado, estaba llorando, tenía que sacarlo de ahí lo más antes posible
-y si gano?- pregunto Tom
-como te dije, solo te asesinare a ti- le explico Alexander
-pero que harás con mi hermano?- pregunto Tom
-me quedare con el para siempre- dijo Alexander observando a Bill con una sonrisa
Un estremecimiento recorrió la espalda de Tom
De cualquier manera moriría, pero a pesar de eso, tenia que jugar, por lo menos para preservar la vida de su hermano y las personas que quería, tenia que dejar que vivieran, y aunque a su hermano le augurara un futuro terrible, debía mantenerlo con vida, debía hacerlo por el amor que le tenia
-que quieres jugar?- pregunto Tom ya rendido
El nudo de sus manos estaba cediendo, no sabia para que siguiera luchando con las cuerdas, pero quera y debía seguirlo haciendo, era su deber
-es simple, ves esta moneda?- le pregunto Alexander mostrándole una moneda de plata
-si- respondió Tom sentándose en el sofá como podía
-escoge un lado, yo escogeré el contrario, la lanzare, y el lado en el que caiga definirá si ganaste o perdiste- dijo Alexander
Observo a su hermano, lloraba y forcejeaba, estaba tan asustado como el
No quería que los separasen
-escojo cara- susurro Tom
-bueno, entonces seré cruz- dijo Alexander preparados para lanzar la moneda
-espera!!- le urgió Tom
Alexander dejo la moneda y le observo intrigado, que quería ahora?
-cuidaras… cuidaras bien de mi hermano?- pregunto Tom asustado
Alexander sonrió y paso delicadamente una mano por los dorados cabellos de Tom
-claro que lo hare- dijo Alexander tirando la moneda
Los ojos de tam se fajaron en la moneda de plata volar en el aire
Ni si quiera pestañeo, una suplica se alzaba en su interior
“que no los lastime… que no los lastime…”
La moneda cayó al piso
Estaba en cara
Un suspiro de alivio salió de los labios de Tom
Pero este alivio no duro ni un segundo, pues en menos de lo que había esperado, una pistola estaba apuntada en su frente, directamente en su sien, cortándole el aliento
-despídete, Tom- le dijo Alexander
-te quiero Bill, dile a mama que también la quiero, diles a Georg y a Gustav que siempre serán mis mejores amigos- dijo Tom en un susurro
Bill grito y sollozo con toda su fuerza, estaba tan aterrado
“no, no te lleves a mi hermano de mi lado!!! No!!!” pensó forcejeando mas fuerte
-dile a Robert que lo amo- dijo Tom mirando suplicante a Alexander
Esto hizo dudar al mayor, el cual tembló suavemente
Los nudos de las cuerdas se desataron justamente cuando alguien tiraba la puerta de frente de la casa, distrayendo al mayor. Tom, ya suelto, aprovecho esto para tirarse sobre Alexander, quitándole la pistola de las manos, tirándole al piso
-policía Francesa!!! Todos al piso!!!- gritaron unos policías entrando a la sala, donde Tom se distrajo también, siendo esto aprovechado por Alexander, el cual volvio a tirarse sobre Tom
El ruido de un disparo se escucho
Tom soltó un grito
Alexander estaba muerto
CONTINUARA…