Yugi, tengo algo que decirte—dijo Joey, había llegado temprano por la tarde de ese domingo.
¿Tiene que ver con Kaiba?—preguntó su pequeño amigo.
¿Cómo sa…?—preguntó pasmado el otro.
Es que unos días antes de que te hospitalizaran él me llamó. Quería saber de ti. Se oía preocupado—admitió su amigo.
¿En serio?—preguntó sorprendido el rubio. Jamás se hubiera imaginado que Seto llamaría a Yugi para saber por él. Era algo que el otro probablemente consideraba humillante y sin embargo… lo había hecho. Eso daba nuevas muestras de que tan serio era lo que sentía por él.
Creo que es genial que ustedes dos ya se lleven bien—dijo su amiguito con una sonrisa.
“¡Viejo! No creo que en verdad entiendas cuán bien nos llevamos” pensó Wheeler mirando a su amigo necesitaría mucho valor para esto.
Joey estaba muy nervioso. Sentía que después de dar el si su vida como la conocía acabaría para siempre.
Abajo estaban los asistentes y probablemente el juez ya habría llegado. Sentía dolor de estómago y eso que no había comido nada en las últimas veinticuatro horas.
Pero no se echaría para atrás.
“¡De eso nada!” se dijo levantándose de su asiento en una de las habitaciones para huéspedes de la mansión Kaiba preparada para que el se arreglase antes de la ceremonia.
Usaba un frac negro con corbata blanca. Un estilista lo peinó hacía un rato. Era horrible sentirse la novia, pensó.
Todo estaba dispuesto para que la ceremonia se celebrara en el hall bajo las escaleras de la primer planta y así todos pudieron ver a Joseph bajar por ahí.
Estaban Seichirou, Subaru, Yugi, Mokuba y por supuesto Seto. El padre de Wheeler no quiso asistir por considerarlo una aberración. Su madre y hermana no vinieron porque ella estaba aún en tratamiento y no había nadie mas que la cuidara. O al menos eso le dijo a Joey pero este creía entender.
Ella pensaba lo mismo que su padre.
Seto lucía un frac blanco con una corbata a tono y Joseph no pudo evitar pensar que este era su dragón blanco de ojos azules. Tenía su misma presencia. Invocaba el mismo respeto.
La ceremonia se llevó como el protocolo indica y con una firma estuvieron casados después de dar su consentimiento
Entonces Seto puso la alianza dorada en su dedo y le dio la que él debía colocar.
El rubio la miró como hipnotizado unos segundos, luego miró la cara de Kaiba y después la colocó en su lugar.
El castaño posó su mano en la barbilla del ojos mieles y despacio colocó sus labios sobre los del otro para sellar todo con un beso mientras la jueza los declaraba casados.
Mientras miraba la ceremonia Seichirou susurró al oído de Subaru—Ahora nos toca a nosotros—
Sumeragi casi salta de la impresión.
Yugi entraba como todos los demás al gran edificio de Ciudad Batallas donde una pantalla enorme anunciaba:
“8vo CAMPEONATO ASIÁTICO DE DUELO DE MONSTRUOS”
Había cientos de asistentes y unos cincuenta jugadores.
Por supuesto el “Rey de los duelos” entraba con los jugadores por un lobby especial preparado para ellos.
Todos lo felicitaron, le desearon lo mejor y auguraron que lo vencerían y el grupo se disgregó hacia las entrañas del edificio. El iba a hacer lo mismo cuando una voz lo detuvo.
¡Yugi!
Él volteó y dijo con sorpresa--¿May?—
Que gusto ver una cara conocida por acá—dijo ella encantada—Vine con los chicos pero los perdí en algún…--añadió mirando a todos lados y se detuvo al ver algo tras él. Motou miró y vio a Tristán tirando de una valija con ruedas forzadamente y a una Tea muy adusta.
¿Qué sucedió?—preguntó May.
No preguntes—dijo Tea y luego cambió su talante para saludar al tricolor--¡Yugi! Cuanto tiempo. Deseaba tanto volver a verte—
Si lo dices más alto me romperás un tímpano—dijo molesto Taylor--¡Hola Yugi!—dijo ahora feliz.
¡Hola!—respondió muy sorprendido el ojivioleta.
Ahora solo falta Joey para completar el grupo—dijo emocionada la castaña.
Si, me agradaría ver a Joey—dijo con una sonrisa la rubia.
Si, sería fantástico—acordó el castaño.
Y…
…se cumplió su deseo.
¡Oye! ¿Ese que está parado frente a ese póster no se parece a Joey?—preguntó Tristan apuntando a un trajeado que miraba un póster mientras hablaba por celular, luego volteó y pudieron verlo bien, aunque era su cara había cambiado un poco.
El rubio miraba su reloj por lo que no les veía aunque caminaba en paralelo a ellos. Tenía un traje blanco y una camiseta negra. Su pelo otrora revuelto estaba ahora bien peinado.
¡Joey!—se animó a gritar Gardner y él los miró. Sonriendo se despidió de con quien hablaba y se dirigió a ellos.
¡Hola chicos! ¡Cuánto tiempo!—les saludó.
Si que estás cambiado—se sorprendieron todos y más cuando vieron el logo de KC en su solapa.
¿Trabajas para el engreído ahora?—preguntó Tris señalándolo.
El otro sonrió un poco misteriosamente y exclamó—Han cambiado muchas cosas—
Todos empezaron con el como has estado y el tengo mucho que contar y de pronto alguien tocó el hombro del ojos mieles.
Otro trajeado le dijo—Disculpe señor Wheeler pero necesito su aprobación para el anuncio de la semana que viene—
Joey miró en la tablet que el otro le alargó—Me gusta pero que pongan un rojo más intenso por favor—dijo el rubio y todos se quedaron con la boca abierta, menos Yugi, claro.
¡Vaya! Si que has ascendido—se admiró el castaño.
Joseph es director de Marketing en Kaiba Corp—les anunció Motou.
Tristán chifló.
El rubio se mesó el cabello algo cohibido. Ya hacía tres años que había terminado la universidad haciendo esa licenciatura y este era su primer año como director después de que el que había se jubilara.
¡Waw viejo! Llegaste alto—dijo Taylor.
El rubio iba a hablar pero otra voz le interrumpió--¿Estás casado?—preguntó Tea al ver la alianza en su dedo.
¡Cuéntanos! ¿Cómo es la afortunada?—preguntó Valantine con una sonrisita. De pronto Wheeler se había vuelto un candidato codiciable, exitoso y guapo y ahora estaba casado. ¡Que desengaño!
El ojos mieles no sabía que responder y…
¡Joey!—el susodicho miró para atrás y se encontró con un ojos verdes que corría apresurado hacia él—Menos mal que te encuentro. Necesito que firmes estos contratos—dijo alargando unos papeles al rubio.
Por supuesto—respondió el melado y dijo mientras los firmaba—Pero no corría apuro. Son para dentro de una semana—
Es que… Yo y Sei nos vamos a tomar un par de semanas mientras dura el torneo. Ya que no somos aficionados y nuestras posiciones no requieren que estemos presentes—le informó algo cohibido Subaru y el otro sonrió.
¡Que las disfruten entonces!—le dijo el ojos mieles y después—Déjame presentarte a los chicos. Ellas son May y Tea. Él es Tristan. Chicos este es Subaru. Ya conoces a Yugi—
Doozo yoroshiku (Gusto en conocerles)—dijo inclinándose el joven de ojos verdes.
May vio que también traía una alianza. Otro potencial candidato perdido. Era una lástima. Tambien era guapo y exitoso.
Debo llevar esto a legales antes de irme—dijo con apuro Sumeragi.
¿Qué? ¿Te vas ya?—preguntó el rubio sorprendido y el otro asintió.
Si. Quedamos en encontrarnos con Sei en el parking subterráneo—le informó el pelinegro.
Entonces déjamelos que yo los llevo—ofreció Wheeler.
De pronto los ojos de May ubicaron un hombre muy apuesto y trajeado bajando con un bolso de mano del ascensor. Los vio y se dirigió a ellos. Se sintió afortunada. Ese hombre despedía un aura de poder comparable con el de Kaiba y podría conocerle y quizás…
¿Quién es él?—preguntó a los trabajadores de KC apuntando a sus espaldas. Ambos voltearon.
Suerte que te encuentro. ¿Te queda algo más por hacer?—preguntó con apremio el recién llegado.
No. Iba a dejar unos contratos en legales pero Joey lo hará por mí—respondió Subaru.
Bien, entonces…--dijo el más alto y trató de irse pero el otro le detuvo.
¡Déjame presentarte a los amigos de Joey!—dijo el más bajo—Ellos son May, Tea y Tristán. Ya conoces a Yugi. Muchachos él es Seichirou—les dijo dejando algo sorprendidos a los otros y mirando directamente a los ojos de May.
El mensaje era claro.
¡Este es mi Sei!
Vaya, pensé que como hablabas de Sei era una chica—dijo Taylor dando la nota y el mencionado sorprendido levantó una ceja para después mirarlo a Su.
Yo nunca dije que fuera una chica—se defendió Sumeragi sabiéndose observado por Sakurazukamori.
Cierto pero no sé. Que salieran de vacaciones juntos. Pensé que era tu novia o algo—dijo el castaño.
Tiene esposa. ¿Cierto?—le informó la rubia señalando su dedo anular.
Subaru sudó frío.
Sei apoyó su codo en el hombro del menor de los pelinegros y contestó con una enigmática y muy sexy sonrisa—Algo así—dejando a todos con la boca abierta.
¿Sugiere lo que creo que sugiere?—preguntó Tristán mientras los veía alejarse.
¡Cierra el pico!—le ordenó Tea algo incómoda.
De pronto el que faltaba bajó del ascensor y se dirigió a ellos.
¿Qué haces tú aquí?—preguntó Wheeler a Kaiba.
¡Vaya! No entiendo como conserva su empleo si le habla así a su jefe—dijo Tea e iba a intervenir cuando el castaño contestó haciéndola callar por lo inaudito de sus palabras. Al menos para ella.
Bajé porque me cansé de esperarte y quería saber en que maldita cosa estabas metido para demorar tanto—dijo el ojos azules. Yugi sonrió mientras todos permanecían estáticos.
¿Kaiba se había cansado de esperar a Joey y bajó a buscarlo?
¿Eso era una cámara oculta?
¡Me lleva! Tengo mucho que hacer. Es el día del lanzamiento del nuevo producto además del comienzo del torneo. Podrías sentarte a esperar como un adulto mientras yo resuelvo todo esto. Tuve dos reuniones mientras estaba aquí. Vi una muestra del póster para la semana entrante y firmé el contrato con la productora de los comerciales. De hecho debo llevarlos a legales antes de subir al palco. Así que da la vuelta, sube y espera como un niño bueno. ¿Quieres?—exclamó Wheeler y a todos les pareció una pelea digna de una pareja con una esposa disgustada y un esposo pesado.
¡Esto no es normal!—aseguró bajito Tris a Tea que debío aceptarlo a su pesar. Ese trato entre jefe y empleado…
¿Tomaste tu pastilla hoy?—preguntó Joey y todos se atragantaron. Ahora sí ardería Troya con tal insulto.
Para sorpresa de todos Kaiba no se enojó pero si pareció molesto al contestar—No—
¡Lo sabía!—dijo de pronto más molesto el rubio lo que tomó a todos desprevenidos. Luego buscó con la mirada y al ubicar una botellita de agua en las manos de Tea se la pidió diciendo--¿Podría?—
Ella miró la botellita como si recién la descubriera y asintiendo se la pasó. Luego él agarró algo en uno de sus bolsillos y sosteniendo el agua entre el el pecho y el brazo sacó ante todos una cajita de medicina y abrió el blister que contenía, sacó una pastilla mientras Seto con cara de resignado estiraba una mano con la palma hacia arriba. No estaba contento con que todo mundo viera eso. Pero en fin, era inútil discutir con el melado sobre eso.
Pero lo que más sorprendió a todos, inclusive a Kaiba, fue lo que siguió.
Joseph lanzó directamente la pastilla en la boca del castaño y le dio la botellita--¡Ahora trágatela!—le demandó, luego dijo a los otros—Me dio gusto verlos, chicos. Después de la competencia de hoy vayamos al restaurante de aquí la vuelta. Hacen unos nachos de miedo. Ahora tengo que seguir trabajando—luego se dirigió al ascensor.
¿A dónde vas?—preguntó molesto el castaño dándole la botella a Motou y con el ceño muy fruncido.
¡Ya te lo dije! A legales—respondió el rubio mientras seguía su camino. Seto lo siguió y ambos entraron juntos al ascensor.
¿Yugi? ¿Sabes que está pasando aquí?—preguntó Tristán pasmado.
El otro se puso un poco incómodo.
Yo si lo sé—respondió May con una sonrisa que Tea emulaba.
Esos dos.
Eran el uno para el otro.
FIN