Soy Kiryuu Zero—dijo simplemente el joven.
Debido a la juventud de ese hombre, el padre de Joseph se sintió desconfiado--¿En verdad piensas que le dejaré el bienestar de mi hijo a ese hombre?—
Te ruego que no tomes tu decisión a la ligera, basado en primeras impresiones, amigo mío—dijo Vladimir—Este joven es la mano derecha de uno de mis más preciados colaboradores—añadió.
¿Colaboradores?—preguntó curioso Wheeler sin entender bien a qué se refería. ¿Este joven no se dedicaba a…?
Si. Se trata del discipulo de Kaien Cross—le dijo el pelinegro.
Tu y…--dijo sorprendido al reconocer el nombre.
Si. Kaien y yo fuimos hace mucho compañeros de clase y desde entonces hemos mantenido el contacto. Por eso es que creí a este joven—dijo señalando a Seto ahí presente. Desde que llegara Zero recibió el escrutinio del joven rubio con naturalidad pero los ojos desconfiados de Seto Kaiba fueron algo aparte.
Con que es usted quien dice haber visto el ataque—dijo el joven de ojos violetas encarando totalmente decidido al ojos azules.
Yo no lo digo. ¡Yo lo vi!—afirmó Seto furioso de que el otro dudara de su palabra. Nadie en su juicio inventaría algo fantasioso.
El otro lo miró sin reacción como estaba acostumbrado a dirigirse a los arrogantes aristócratas.
Le solicito señor Kaiba que se dirija con más amabilidad al señor Kiryuu, después de todo usted también es un invitado en mi casa—dijo el otro ojos mieles.
Eso es pedir peras al olmo—dijo, por primera vez sonriente, el menor de los Wheeler.
El peliblanco le miró con atención y por alguna razón esto molestó al castaño que dijo—Él nos atacó mientras conversábamos—
¿Nada más eso?—preguntó Zero sorprendiendo a Joey y a Seto.
¿Qué quiere decir con “¿Nada más eso?”?—preguntó el CEO.
Pues el señor Sikorsky me ha dicho que el vampiro en cuestión ha llamado al joven Wheeler su “presa”—explicó el ojivioleta.
¿Y?—preguntó el castaño.
Verá señor… Kaiba. Hay dos clases de presa. La primera es la infortunada que se cruza en su camino justo cuando está hambriento, la que no creo que sea el joven Wheeler pues de serlo debería estar solo en un lugar apartado. Ellos no atacan grupos para pasar inadvertidos—dijo el hombre de su edad en contestación.
¡Usted es el experto!—mencionó el ojos azules con algo de desdén mientras todos los observaban.
En efecto, así es.- Como decía… la otra clase de presa es una menos común y la que me parece que encaja con lo que pasó anoche y por lo que pregunté si estaban peleando solamente. Me temo que creo que su hijo es víctima de algun pacto—le dijo al padre de Joey y a este se le enfrió la sangre.
¿Pacto? ¿De que habla?—preguntó confundido Willhelm.
Mientras veníamos aquí el señor Sikorsky también me ha contado que usted no es el primogénito de su familia—le dijo Kiryuu.
Vlad le ha dicho mucho—afirmó el dueño de casa dando una mirada lúgubre a su amigo.
Era lo mejor para ir adelantando y como estimo que a usted le importa la suerte de su hijo por lo que Sikorsky me ha dicho he de proseguir. Su familia era de terratenientes rasos antes de llegar a esta parte de Europa. Una vez asentados aquí comenzaron a tener fortuna y suerte en los negocios. Sus tropas se volvieron más fuertes y ustedes comenzaron a ser una familia muy respetada. ¡Dígame! ¿Me equivovo?—preguntó el peliplateado y todos los hombres en ese despacho comenzaron a vislumbrar que algo de eso tenía que ver con lo que pasaba por lo que el patriarca asintió.
Así es!—contestó.
Pues no es nada fuera de lo común, sobretodo en Europa que las familias hagan muchos sacrificios por poder—dijo el ojos violáceos y todos entendieron a que se refería.
¿Qué insinúa?—preguntó el padre de Joseph comenzando a enfadarse.
Por supuesto que no estoy diciendo que usted fue. No hubiera acudido a mí por ayuda de ser así. Hablo de la historia de su familia. Su hermano murió joven. ¿No es así? ¿De qué?—preguntó Kiryuu.
¿Qué dice? ¡Hable claro!—le conminó el dueño de casa.
Digo que viendo el historial de su familia es muy posible que como muchas hayan forjado un pacto con uno de ellos para obtener todo lo que han logrado—dijo el peliblanco.
¡No le permito! Nuestra familia…--dijo el mayor.
Puedo entender su desconcierto pèro me tiene sin cuidado su orgullo. Es su hijo el que está en la balanza ahora. Él es el sacrificio—dijo el ojos violetas y todos le miraron sorprendidos.
¿Sarificio?—preguntó Willhelm.
Los primogénitos de esta familia mueren a la par de que alcanzan la juventud. Jamás heredan. Eso es porque son los sacrificios de ese pacto. ¿Qué cree que se le puede ofrecer a un vampiro que él quiera? El poder que han acumulado a través de los años es incalculable. Solo pueden darle una cosa—dijo el ojos violetas.
¿Me dice que ellos hacen todo lo que usted supone que hacen para recibir a cambio solo un poco de sangre cuando pueden arreglarse muy bien solos para matar a una persona o dos por ahí?—preguntó el mayor ya desconfiado de lo que el otro estaba argumentando.
¡No es eso! Hablo de una cosa muy difícil de conseguir. Ahora y en todas las eras—dijo el cazador de vampiros.
¿Y eso sería?—preguntó Seto impaciente por descubrir la idea que tenía el otro de algo inalcanzable.