Capitulo 47
--Muy temprano en el rancho de Pamela, las actividades del mismo estaban a tope, apenas si se dan abasto con todo el papeleo de los embarques y pedidos que tienen que surtir, esta gran carga de trabajo es reflejo de la gran calidad de lo que produce su propiedad, pero le hacen falta Benjamín y juan para aligerar el papeleo, justo a las 8:00 de la mañana la alarma de su móvil suena recordándole que tiene cita con el albacea de los bienes que le dejo Ramiro, sin mas sale de la oficina tomando su chamarra de la silla donde estaba sentada y le da instrucciones a Daimond para que las haga cumplir en cuanto el par de muchachos lleguen.
--Asegúrate que revisen los documentos de cada embarque y confirmen los pedidos, me gustaría estar aquí para recibirlos y que me contaran como les fue en su viaje pero si no me voy ahora no llego a la cita con el abogado.
--No se preocupe señora se hará todo lo que ha ordenado—acompañándola hasta que esta sube e su camioneta rumbo a Camargo.
--Una cosa mas Daimond… No regresare hasta mañana temprano, le prometí a mis niños pasar la tarde con ellos saliendo del colegio, por favor hazte cargo de que todo funcione como debe hacerlo—este solo asintió con la cabeza y la vio partir del rancho.
Venían a una velocidad considerablemente baja para tener tiempo de platicar en el auto antes de llegar a la propiedad donde trabajaban porque si no aprovechaban estos momentos después ya no podrían hacerlo por la considerable carga de trabajo que les estaba esperando, de pronto en el carril contrario del camino una gran polvareda se acercaba a gran velocidad, ni tiempo les dio de contestar el saludo que la castaña hizo con su mano derecha antes de desaparecer de su campo visual.
--Se le ha de haber hecho tarde a la señora Pamela—comento divertida Anahì sabiendo a donde se dirigía la castaña—Pobre del gran D debe estar que trepa por los muros haciéndose bolas con la gran cantidad de papeleo que debe estar acumulado—diciendo esto Jabu con una leve carcajada que secundaron los otros tres—apresurando la marcha del vehículo para llegar lo mas pronto posible no le fuera dar algo al peli plateado por el estrés.
--A tres kilómetros de distancia Dhoko ve la misma polvareda que se acerca a gran velocidad por el carril contrario, una camioneta Ford lobo lo pasa como en un suspiro, si no fuera porque es un caballero ni cuenta se hubiera dado de que era su castaña, a la que había ido a buscar, ¿Qué hacer? ¿Seguirla? o seguir a los caballeros de bronce, se decide por seguirla a ella, total después averiguara a donde lleva ese camino de terracería.
--Diablos es tarde—saca su teléfono móvil y marca al despacho del abogado mientras sigue conduciendo-- ¿licenciado?... soy yo Pamela, solo le hablo para avisarle que voy en camino, creo que llegare un poco después de las 10… bueno si no le molesta esperarme… bien… hablaremos lo del viaje cuando este en su despacho… espero no causarle molestias… nos vemos mas al rato y gracias licenciado—alguien la seguía y no se había percatado del Espirt color azul petróleo que tría atrás de ella, como en esos días los proveedores y clientes iban directamente al rancho no le dio importancia, al caballero de libra la suerte le estaba sonriendo de oreja a oreja.
--Buenos días señora Pamela—saluda el hombre levantándose de su silla que esta justo detrás del gran escritorio de madera.
--Buenos días licenciado, perdón por llegar tarde—no se preocupe señora solo han sido quince minutos, lo importante es que esta aquí y tratare de no entretenerla mucho porque se que tiene mucho trabajo pendiente—gracias por ser tan comprensivo licenciado Montesinos—sonríe algo avergonzada por la paciencia que le tiene el pobre hombre de edad madura.
Mientras la castaña esta revisando la documentación que el abogado quiere que firme para agilizar los tramites y pasar el menor tiempo posible en la capital de la gran Bretaña, un peli rojo de ojos verdes azulados inspecciona los alrededores para familiarizarse con el lugar en el que vive tan misteriosa mujer, solo tiene tres días para estar fuera del santuario y en honor a la verdad son insuficientes para despejar las dudas que tiene el y sus compañeros, lo que mas le ha llamado la atención es el color de sus ojos, pues cuando la conoció los tenia de color amatista pero han llegado a la conclusión después de tanto meditarlo tanto Saga como el que la muchacha en aquel tiempo usaba lentes de contacto de color, aunque eso no explica como es que Saga se embarazo y mucho menos el color de los ojos de su hija.
Mientras Dhoko se familiariza con la región donde vive Pamela, un par de caballeros coinciden en las escaleras de Aries.
--Buenas tardes bicho raro—saluda con un poco usual buen humor el gemelo mayor mientras Milo que iba unos metros escaleras arriba se voltea sobre sus talones para contestar el saludo.
--Buenas tardes hijo de la impresora—contesta divertido de la cara que pone el caballero de géminis al decirle así—iba a preguntar el de géminis a su compañero cuando del interior de la primera casa se oye el saludo del caballero guardián y su acompañante.
--Bienvenidos caballeros de Géminis y Escorpión—saluda con su amabilidad habitual Mu de Aries.
--Bienvenidos Saga, Milo—dando un enorme abrazo de oso al pobre gemelo el enorme toro dorado.
--Por favor compórtate Aldebarán—pide un muy avergonzado carnero, y mientras los recién llegados son invitados a tomar una copa de vino antes de proseguir su asenso hacia sus respectivas casas, en el jardín trasero del templo de leo un rubio de cabello largo y ojos azules como zafiros mira a la pequeña Dainac con profundo rencor ¿Quién fue su madre? ¿Quién fue la infeliz mujer que se atrevió a darle a Saga un hijo? Por ese, ese pequeño engendro el había quedado fuera del corazón del peli azul, porque él Shaka de virgo no se tragaba el cuento de que Saga hubiera parido a la pequeña castaña.