Intentaba pensar en otra cosa pero por más que lo intentaba solo lograba preocuparse más y más aún por la advertencia de aquel tipo.
Pero aún recordaba su nombre “Tony” sonaba a Anthony. Rastrearlos sería difícil pero había hecho dos identikits. Diario iba a los barrios bajos a investigar sin que nadie se diera cuenta. Esos dos días había fingido estar enfermo y se había escurrido de la casa.
Lo que Lulu no sabía era que cierto castaño estaba al tanto de sus movimientos pues era el encargado de su seguridad y los de vigilancia le informaron de su huída ni bien el otro se había alejado de su residencia.
Mientras lo seguía sigilosamente el caballero britanian se preguntaba si Zero hubiera recuperado la memoria. Cuando vio que mostraba unos dibujos esperando a ver si alguien los reconocía pensó que era así y que estaba buscando a sus ex compañeros de rebelión.
Cuando Lulu volvió a casa esa tarde para fingir que estaba en cama ante su hermano se encontro con Kururugi en su sala.
¿Qué haces aquí?—preguntó sorprendido el pelinegro.
Yo debería preguntarte lo contrario. ¿No? Vine a verte porque tu hermano me dijo que no te sentías bien y estaba preocupado pero veo que era solo una excusa para andar por ahí—dijo el castaño.
¡No es de tu incumbencia lo que yo haga!—dijo el ojos violetas tratando de pensar en una excusa mientras pasaba por su lado camino a su habitación.
¡Mía tal vez no, pero si de la escuela! ¿Qué diablos…?—preguntó el ojos verdes arrastrandolo para atrás del brazo pero se detuvo cuando notó la mueca de dolor del otro--¿Qué te sucede?—
No es nada. ¡Déjame!—le gritó Lamperouge tratando de sacar la mano que intentaba subir su manga pero el otro no se detuvo.
¡Claro que no lo haré! ¡Algo está mal y yo q…!—dijo el eleven y se paró nuevamente cuando vio el enorme magullón que tenía en el brazo--¿Qué diab…?—trató de preguntar antes de darse cuenta que el otro también tenía heridas en la muñeca que eran claramente por una atadura--¿Qué es esto?—preguntó tratando de descubrir la otra muñeca y para el caso lo hizo antes de que el otro lograra que le sacara las manos de encima.
¡Dije que no es tu asunto!—gritó Lelouch pero en su interior se sentía mejor porque el otro se veía realmente sorprendido y eso le daba la tranquilidad de que ni Subaru ni su hermano estaban implicados.
¡Si se trata de ti es mi asunto!—declaró el caballero sin pensarlo y al darse cuenta de lo que había dicho y ver la sorpresa en los ojos del otro, él mismo retrocedió sorprendido.
Mejor voy a la escuela. ¿No es lo que querías?—dijo el de pelo negro tratando de tomar su mochila pero el castaño lo detuvo.
Pregunté que es eso—le dijo el ojiverde.
Y yo dije que no es tu as…--trató de decir el príncipe britanian.
Subaru golpeó una mano sobre la pared, al lado de su cabeza—No sigas con eso y dime que es lo que pasó—dijo mirando a los ojos de Lulu con milímetros de separación.
Por un momento se quedaron así y de pronto el otro corrió esquivándole y tomando su mochila corrió fuera hacia la escuela.
Kururugi no tenía porque seguirlo esta vez. Los vigilantes lo harían. Él aprovecharía para descubrir que tenía al otro así.
Exculcó su cuarto y no halló nada interesante hasta que cerrando un cajón se dio cuenta de un extraño sonido que hacía y sacándolo lo dio vuelta para encontrar pegado a él, con mucha maña, un cd.
Susaku quería averiguar primero de que se trataba el contenido y por ello lo puso en la laptop de Lulu. Vio que se trataba de un video y puso la opción “Reproducir”.
Lo que vio le impactó un montón. Era algo impensado. Algo salvaje. De repente se le cayó el mundo a los pies. Reconoció las caras de los identikits. Su amigo buscaba a esos desgraciados.
Recordó su cara cuando dijo que no era asunto suyo.
Buscaba venganza.
Solo.
Lelouch siempre sería así.
Dejó el cd en su lugar y se fue. No mencionó nada a nadie no supo bien por que. Se acostó a dormir pero no podía cerrar los ojos sin recordar escenas de ese video y lo que más le preocupaba era su reacción. Estaba furioso pero no solo era por ese acto criminal sino porque sentía, irracionalmente, que estaban haciéndole eso a algo suyo.
Esas imágenes de Lelouch. En una cama, su sonrojo, sus gemidos, la visión de su cuerpo siendo embestido.
Su temperatura aumentó al igual que sus latidos y no dejó de dar vueltas en la cama.
¿Qué iba a hacer?
Cuando vio a Lulu al otro día, lo observó con detenimiento mientras tenían clases. Aislado aún estando rodeado de gente.