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De Bradislavia con amor por desire nemesis

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Seto casi tocó a la puerta y molesto por ser tan cortes con el perro se adentro sin aviso para encontrarse inesperadamente con un torso semidescubierto y un cuello que alegremente mostraba un par de marcas ya cicatrizadas.

 

¿Qué? ¿Ya no sabes golpear?—preguntó el rubio.

 

No creí que quisieras intimidad todavía pues ya lo peor lo has hecho—le dijo el ojos azules furioso.

 

¡No te atrevas a juzgarme idiota!—le dijo el ojos mieles disgustado y al hacerlo volteó para mostrar su blanco torso al otro.

 

¿Por qué? ¿Te disgusta que yo sepa que te dormiste con ese vampiro?—preguntó el castaño mirando hacia el ropero en donde pretendía escoger un par de prendas de las que allí había dispuestas.

 

Eso no tiene importancia para mí—le retrucó el otro buscando que se ofuscara.

 

Las manos del CEO se agarrotaron sobre la ropa pero no dijo nada más que—¡No vales la pena!—

 

Eso afectó al otro pero no lo demostró. Siguió desvistiéndose mientras le daba la espalda y le oyó entrar al baño.

 

 

 

¿Qué? ¿Buscando un refrigerio nocturno?—preguntó el cazador al ver al vampiro bajando las escaleras.

 

Creo que es más que claro que no puedes retenerme y más en una habitación. Por lo que refiere al alimento no tengo hambre, no te preocupes. Solo vine a leer pues es aburrido estar solo sin nadie con quien hablar—le contestó el castaño.

 

Debió aceptar que el otro tenía razón. No podía retenerlo. Al menos sin matarlo. Cosa que pretendía, pero más adelante cuando solucionaran lo del demonio.

 

Ponte a leer si quieres pero mantente alejado de ellos dos—dijo el pelo plateado señalando arriba a donde el otro miró.

 

No me preocuparía por ellos. Sin embargo… ¿Qué pasa contigo? ¿Puedo acercarme a ti, entonces? ¿No me temes?—preguntó el ojos borgoña.

 

¡No seas idiota! Soy un cazador. Ya he visto demasiados como tu para que me inquietes—dijo el ojos amatista.

 

No creo que hayas conocido a un rey aún—se burló el otro.

 

Puede ser…--dijo Kiryu pensativo y cambiando de expresión prosiguió—Pero rey o no rey eres un chupasangre y mueres de la misma forma—

 

No sé porqué pero te afecta que yo sea el rey y terminaré averiguando el motivo—dijo Kuran con una media sonrisa.

 

Te crees demasiado. Si llegas a irte haz el favor de dejar una nota—le advirtió antes de subir Zero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entró despacio a la habitación de los civiles. Wheeler terminaba de vestirse—Quiero hablar contigo—le dijo.

 

El otro le miró por un  momento y luego asintió.

 

¿Recuerdas que pasó en la habitación de al lado?—preguntó Kiryu.

 

No. Mi mente está revuelta como siempre—alegó Joseph—Solo recuerdo que el me dijo que no podía morderme entonces… creo…—dijo tocándose la boca luego.

 

¿Qué?—preguntó el mayor sorprendido.

 

Creo que mordí mi lengua—dijo el rubio sintiendo una molestia en la punta de esta.

 

¿Le diste tu sangre? Eso explica que se recuperara. No podía morderte pero si sorber tu sangre de una herida abierta. ¡Maldito idiota! Supo convencerte—le dijo el ojos amatista--¡Es condenadamente listo! Después de todo lleva años alimentándose de ti sin que nadie se percatara—

 

¡Oye! Sobre eso que dijeron. ¿Quiere decir que yo ya no…?—preguntó Wheeler.

 

Es lo más probable—respondió el cazador y vio como los ojos del otro tomaban una apariencia triste—Creí que no te caería mal después de cómo actuaste tan sumisamente en la otra habitación—

 

Es que ya no entiendo nada. Yo… me asustaba la idea de que incluso se me acercara y ahora…--dijo Joey tratando de poner todo en perspectiva.

 

Ellos cambian a los humanos. Es por eso que son tan peligrosos—aseveró Zero.

 

¡Podrían haber salido a hablar para que yo lograra cambiarme tranquilo!—dijo Seto pasando por entre ellos para ir por la ropa escogida que descansaba sobre la cama.

 

¿Y yo por que debería tener semejante delicadez contigo?—preguntó el rubio mientras el peliplateado miraba pasar al otro. La figura de Seto, con la toalla alrededor de la cintura y su cuerpo con algunas gotas de agua en su piel y pelo era algo bastante distrayente a su alrededor salvo para el rubio que ya lo había visto semidesnudo.

 

De pronto el castaño se volvió pescando la mirada del cazador y mirándolo a los ojos. El otro retiró la vista pero ya era tarde. Joseph percibió que        que algo sucedía pero no supo interpretar ese ambiente al no ver las miradas recíprocas.

 

 

 

 

 

 

Kuran Kaname sonreía mirando el cielo estrellado desde el jardín de la casa. Sin duda ese lugar sería entretenido e ilustrativo. El tenía una peregrina idea que muchos le habían dejado entrever que era imposible de realizar pero el era un vampiro muy tozudo. Sus ideas nunca habían sido malas pero a veces eran bastante impopulares pues los otros vampiros pensaban siempre en su “status quo”.

 

Ahora podía descansar ante la posibilidad de que alguien le quitara a su presa. Pero también algo más urgente ocupaba su cabeza. Ese demonio era inmune a  varios tipos de ataque que él podía utilizar, debía descifrar que clase de ataque debía usar cuando se encontraran. Debía meditarlo bien porque de eso dependía su propia vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bajó algo perturbado por su reacción ante la figura semidesnuda del castaño. Su plateada cabeza estaba confundida y alterada por las hormonas despertadas que no sabía que tenía.

 

Se sirvió un vaso de agua fría y cuando sacó la cabeza del refrigerador se encontró con  cierta cabeza castaña que era su pesadilla.

 

¿Qué te ha pasado?—preguntó el castaño.

 

Después de un momento el ojos amatista frunció el ceño y preguntó--¿A que te refieres? ¡Nada me ha pasado!—

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Podrías salirte mientras me cambio—dijo el ojos azules.

 

¿Y desde cuando tanto decoro? Hace un rato planeabas tomarme aquí mismo y ahora te molesta que te observe desnudo—dijo el rubio con toda la razón.

 

Muchas cosas han cambiado en un rato—dijo el castaño sin volverse hacia él.

 

Los ojos mieles perdieron algo de su brillo pero rápidamente se repuso. No iba a dejar que el otro le viera así. Desde que lo había conocido le había caído como una patada en el ***** así que solo tenía que actuar como si su opinión de él nunca hubiera variado.

 

Se levantó y sin prestar más atención al CEO se dirigió a la puerta.

 

¡Momento! ¿Qué estás haciendo?—preguntó el castaño a sus espaldas.

 

Me salgo—dijo con su tono duro Joseph y cuando iba a agarrar el pomo de la puerta una mano se le adelantó y cuando levantó la vista encontró dos luciérnagas azules--¿Ahora que problema tienes? Acabas de decirme que me vaya ahora…--

 

Ahora ya me vestí y no es necesario que vayas a buscar a tu amo—dijo con tono cínico Seto.

 

Yo no tengo amo—respondió Wheeler.

 

Pues no lo parece—indicó el otro.

 

Si vas a seguir actuando de una manera tan infantil esto se volverá un infierno. ¡O me dejas respirar o te vas! Me da igual lo que pienses de mí, solo no quiero que te metas en mis cosas—le indicó el rubio.

 

Pues me parece un poquito tarde para eso. ¿No crees? Porque debido a tus condenadas cosas me estoy escondiendo aquí contigo y un puñado de gente sacada de la novela de Stoker—exclamó Kaiba con su voz temblando de furia y reproche.

 

Joseph sonrió, de ese modo que alteraba más al castaño porque indicaba que se estaba riendo del otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

Mientras debajo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tu pulso está acelerado—dijo el ojos borgoña.

 

Si. Supongo que eso es algo fácil de advertir para un chupasangres como tú—dijo el otro molesto de que el vampiro pudiera descubrir esas cosas en él aunque eso era claramente natural.

 

Por supuesto y te agradecería que no volvieras a nombrar ese molesto adjetivo que te gusta usar en relación a nosotros, por lo menos mientras la tregua dure—dijo el rey con algo de molestia en su voz.

 

Puedo dejar de usarlo por un tiempo pero eso no significa que haya alguna especie de tregua entre ambos—dijo el peliplateado sin querer que se trasluciera que, por el momento, estaba de acuerdo en ella.

 

¿Y que hay entre nosotros?—preguntó acercando su cara a la del otro el castaño luciendo cierta sonrisa zorruna.

 

¡Te dije que ya dejaras de hacer eso! ¡No funcionará conmigo!—dijo con semblante frío el otro—En cuanto a lo que hay entre ambos es una efímera alianza que durará hasta que nos deshagamos de nuestro mutuo enemigo. ¡Solo eso! Pero recuerda… una alianza es muy diferente a una tregua porque aún dentro de una alianza está permitido atacarse—

 

Es bueno que me lo digas—dijo el ojos borgoña con una sonrisa astuta.

 

No es como si no lo hubieses pensado—exclamó el otro yendo al living y hacia las escaleras.

 

 

 

 

 

 

 

 

Era perturbador en serio.

 

Nunca le había sucedido antes ni había tenido conocimiento de que pudiera suceder.

 

Antes pensó que era fruto de la habitación pintarrajeada de hechizos.

 

Tal vez ahora todo recaía en algún talismán.

 

Esos eran los pensamientos de Kuran Kaname ante la asombrosa capacidad de Kiryu Zero de escapar a su fascinación.

 

Pero Kuran no era rey de los vampiros por su facilidad de aceptar la derrota.

 

De algún modo hallaría la forma de derribar las barreras del cazador.

 

Y en cuanto lo consiguiera…

 

…su sangre pasaría a engrosar la larga lista de sus presas.

 

Era casi una cuestión de honor.

Notas finales:

Espero les guste y me perdonen por hacerles esperar

ja ne

^^


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