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De Bradislavia con amor por desire nemesis

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¿Qué le han hecho?—preguntó aún con esa mirada decidida el ojos mieles.

 

No se preocupe Herr Wheeler. Su padre tiene menos riesgos de morir esta noche que usted—dijo el mayordomo mientras  se sentían unos roces de tela en la habitación y todos, dirigidas sus miradas al lugar del sonido, vieron a Ciel Phantomhive levantarse de una silla al otro lado de la habitación en una parte cubierta de penumbras.

 

¡Usted es quien ha puesto en esta difícil posición a vuestro padre! De no haberme negado antes la satisfacción de eliminar a mi objetivo no habría recurrido a estas medidas tan extremas—dijo con su habitual frialdad el lord de los Phantomhive.

 

Querrá decir que de no ser su presa más lista que usted no se hubiera escapado—dijo Seto inmiscuyéndose y dando a entender entre los presentes que Kuran era mucho más inteligente que Ciel y Sebastian.

 

Puede que ese anciano sea más experimentado que yo, pero de sobras sabemos que no es más listo sino no se hubiera presentado aquí o lo hubiera hecho antes de que dañara al pobre Herr. Willhem—dijo despectivamente el menor con su acerado ojo vuelto a la concurrencia.

 

¡Lo volveré a preguntar! ¿Qué le han hecho?—preguntó el rubio.

 

¡Pero que molesto!—se quejó Ciel—¡Sebastian! ¡Has que se calle de una vez! Ya no es necesario—

 

Para horror de los otros tres el demonio después de decir—Como ordene, my lord—empezó a apretar el cuello del ojos mieles y este a patalear sintiendo que su traquea era aplastada.

 

Ahora deberías usar esa estrategia de la que estabas tan orgulloso hace un rato—le dijo Kaiba a Kaname al que no le resultó nada grato que ese humano lo azuzara.

 

Estremecido el lugar de pronto los vidrios explotaron y sus filos apuntaron al punto donde los otros dos estaban (Sebastian y Joseph).

 

Creo que ya te demostré que esas tácticas son inútiles contra mí—dijo el confiado demonio y vio al ojos borgoña sonreír lo que le dio mala espina.

 

Estoy al corriente de eso pero no pienso que tu jefe sea tan a prueba de balas como tú. ¿O me equivoco?—preguntó el rey de los vampiros volviendo las dagas cristalinas hacia el menor en la habitación. Al ver que el otro entendía y previendo que el otro se moviera a salvarlo, le advirtió—¡No muevas ni un músculo! ¡O tu jefe no verá otro día!—

 

Si le haces algo a mi amo me veré obligado a vengarme en tu presa—advirtió a su vez Sebastian, había dejado de apretar la garganta del rubio pero ahora volvió a hacerlo.

 

¡Mátalo si eso prefieres! Hay muchas presas como él ahí fuera. Ya no es virgen por lo que ya no reviste ningún interés para mí. Solo estoy aquí para quitarme a dos molestos avispones de la espalda—dijo con toda la sangre fría que le era posible Kuran Kaname.

 

Joseph se sintió mal por ser echado a un lado. Zero lo sintió por él pero algo más que seguro con esas sanguijuelas que no tenían lazos con nadie. Seto sintió ira desde el fondo de su corazón. Después de lo que oyera en el jardín lo hacía a un lado tan fácil como…

 

¿Se siente mal que tu amo te haga a un lado como mercadería de segunda mano, no? Eso es algo de lo que debes aprender, idiota—le dijo Ciel a Joseph al ver el dolor en sus ojos.

 

¿Amo?—preguntó Michaellis.

 

¿Qué pretendes? ¡Nada ha cambiado! ¡Sigue tus órdenes! ¡Destruye a Kuran Kaname! ¡Destrúyelo aunque…!—gritaba Phantomhive cuando el susodicho se dio a la tarea de cortarle.

 

Si me permites. Desearía prevenir que se siguiera derramando innecesariamente sangre entre nosotros, y al hablar de sangre me refiero a la vuestra. ¿Me dejas que te explique algo antes de comenzar algo que probablemente no termines en pie?—preguntó el castaño de ojos borgoña para asombro de todos.

 

¡Sé rápido!—le impelió molesto Ciel mientras todos miraban expectantes a su contraparte y a él ya que eran los que decidían los términos de esa batalla.

 

Cuando hablaste de la tragedia de tu familia no presté atención porque no es algo que yo pueda recordar y cuando me llamaste anciano pude ver que estoy en lo cierto y me confundes con alguien más.

 

¿Alguien más? ¡No! ¡Yo te ví! Tú eras el que…!—dijo el menor.

 

¿Estás seguro de que viste mi cara?—preguntó ante el, de pronto dubitativo, lord el rey de los vampiros—Porque yo estoy seguro de no haber estado al frente de la destrucción de ninguna familia Phantomhive, pues mi edad es la que aparento. Tengo 17 años—

 

Eso conmocionó no solo al pequeño Phantomhive sino también a cierto cazador. ¿Era eso posible? En tal caso…

 

Soy rey de los vampiros tan solo hace dos años, después que mi tío muriera en una revuelta entre dos clases de vampiros de la que yo formé parte. Tal vez él, como cabeza de los Kuran haya destruido a tu familia de lo que yo no tengo conocimiento—le contó el vampiro.

 

El ojo izquierdo de Ciel se entrecerró—No voy a creer en una mentira tan infantil—dijo.

 

No puedes culparme por querer abrirte los ojos—dijo Kaname antes de apercibirse de Sebastian.

 

El mayordomo dijo al vampiro—Si ya no quieres a este no te importará que lo tire—y acto seguido lo tiró hacia ellos para después tomar cual rayo a su amo y salir de ahí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué has hecho idiota?—le dijo el amo al mayordomo.

 

Salvaguardar al amo es el primer deber de un mayordomo—respondió Michaellis.

 

¡Te di una orden! Era la oportunidad perfecta—se lamentó Ciel enfurecido.

 

Pero si le arrebatan la vida my lord yo no podré disfrutar de mi premio. ¿No es así? Además ahora las circunstancias están dadas de modo distinto. Nuestra presa no se moverá de allí mientras crea que iremos y nosotros tenemos maneras de llegar a él que él no sospecha. Estando usted fuera de su alcance hace más fácil que logre mi misión—le indicó el demonio.

 

Muy a su pesar su amo admitió--¡Ah, tienes razón!—al ver una sonrisita en el otro le señaló—Pero no te creas más que yo por eso—

 

Jamás lo haría, my lord—dijo su sirviente hincándose en el suelo con una mano en el corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kuran levantó del suelo al herido rubio que se alejó de él ni bien pudo.

 

¡Déjame!—le dijo el rubio para después alejarse de él.

 

Kuran no revelaba nada en su semblante pero tenía la idea de que lo que era suyo ya no podía ser alejado de él.

 

En ese momento el mayordomo de la familia se hizo presente con uno de sus subordinados, el chofer y preguntó que sucedía. Wheeler fue con su padre y levantando su cuerpo en la cama lo llamó sin obtener respuesta.

 

¡Llama al médico!—ordenó el joven amo.

 

¡Como ordene Herr Joseph!—dijo y se fue de inmediato al teléfono.

 

¡Tú trae a una de las mucamas! ¡Que ponga orden a este lugar!—exigió al chofer que después de asentir desapareció.

 

¡No te preocupes! ¡Debió usar un sedante para mantenerlo inconsciente!—le dijo el vampiro.

 

¿Y tú porque rayos te metes en esto? ¡Si a mi padre llega a pasarle algo por tu causa ten bien en mente que yo mismo voy a cazarte!—dijo el enojado rubio. Seto se sintió bien al oírlo decir eso.

 

Kaname sin perder su semblante apacible se le acercó y tomándole de la barbilla le dijo—Ambos sabemos que tú no harías eso—el otro solo volteó su cara hacia su padre enfermo y Kaiba se frustró con lo que viera. No así Kiryu que suponía que eso era imposible para una presa pues el vampiro seguía ejerciendo su fascinación cuando quería sobre él.

 

Apareció el mayordomo—Ya el médico viene en camino, Herr. Joseph—anunció y la sirvienta apareció con escoba y pala.

 

¡Bien! ¡Ayúdame a llevar a mi padre a mi habitación!—le ordenó el melado.

 

Si, mein Herr.—respondió el sirviente.

 

 

 

 

 

 

 

 

Una vez el médico se hubo ido, dejando tras si una estela de inquietud pues no sabría bien lo que le habían dado al cabeza de los Wheeler hasta que el análisis de sangre arrojara los resultados.

 

El mayordomo se deshacía en disculpas—Si yo lo hubiera sabido mein Herr. pero es que se trataba de un Conde… y yo pensé…--

 

¡No te preocupes, Heinrich! No había forma en que lo sospecharas—le tranquilizó el abatido Joseph--¡Ahora ve a cumplir tus funciones!—

 

Una de las mucamas de la casa cumpliría la función de estar al lado de su padre mientras este se recuperaba. Una vez terminadas las predisposiciones el ojos mieles se dirigió a una puerta. Tomó el pomo pero indeciso solo apretó mientras tocaba con su frente la madera.

 

Recordaba ese día. Todo había empezado ahí. Los cuatro reunidos en esa habitación habían discutido de los peligros del vampiro. Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás y hacer que tomaran un camino distinto… No hubiera ido con Kaiba… Kuran no se habría presentado.. Y tal vez así el demonio no… Pero era ilógico… Sebastian hubiera aparecido hubiera estado en el trastero o no porque al que quería era a Kaname y no pararía hasta conseguirlo y como el otro dijo no había forma de que él acabara con el rey de los vampiros…

 

…pero…

 

…quizás eso no era del todo cierto.

Notas finales:

espero les guste

mata ne

^^


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