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"Destiny Gay" por Cintia24

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Notas del capitulo: Summary:

lamento la tardanza. Estoy pasando por un duro momento de mi vida. luego de 31 años juntos mis padres decidieron separarse. me encuentro con un dilema emocional muy grande. mi mama se fue de casa, para darse un tiempo. yo estoy enojada con ella. por decírmelo cuando ya tenia las maletas en mano. así que, pido disculpas si esto no es lo que esperaban. tengan-me paciencia. Soy hija única a pesar de que tengo dos medios hermanos mayores que yo. pero ellos tiene su vida muy lejos. nos queremos. pero nos tratamos como conocidos, mas que como hermanos. y, ellos no saben de la separación de mis padres. son hermanos departe de padre. de una relación muy anterior a mi mama. (siento aburrirlos) y, ahora me siento algo sola. esto me ayuda a descargarme. Nos vemos pronto. déjenme sus review. la verdad que no me puedo imaginar a mis padres separados. parecían la pareja perfecta. y, hoy me siento desilusionada.

Se despertó admirando un punto fijo del cielorraso. Sin pensamiento alguno; Solo mirando. Apreciando el silencio que le traía un nuevo amanecer. Su mano se elevo con elegancia y, sus dedos danzaron frente a sus ojos. Una mujer sonreirá en su cielo. Y, el castaño correspondió con suavidad esa sonrisa. - volveremos a vernos- susurró una promesa.

Sé removió inquieto sobre los pies de su amo.- Ey, amigo.- Stiles lo observo de reojo por menos de un segundo, sonrío volviendo su vista al techo, con rayos del sol acariciando sus dedos y, esa sensación calida e interminable qué lo manipula a cerrar sus ojos de nuevo. Es el cachorro qué gruñe recordándole que ah amanecido. - Creo, qué es hora de empezar el día -Se irguió en la cama y, suspiro. El lobo gimió y, se recostó atrapando su nariz bajo sus patas. Stiles que tenia sus pies capturados por el peso del animal. Los movió agitando a la bestia en un claro. Muévete. Pero el pequeño; solo gruño y, se mantuvo ahí. - No estoy para juegos pulgoso.- le aseguro mientras le señalaba.- Te quitas o te quito.- El lobo gruño más, stiles se impaciento. - te are comer pescado podrido. Si. No, te levantas, chucho.- de un salto salio de la cama y, la habitación. El castaño, ya liberado, abrió y, cerro la boca.- O.k. Anotare eso.- Sé recordó.
-¿Acaso, ese pulgoso entendido, lo qué le dije? Na. -Se dijo.

“Cold and frosty morning 
There's not a lot to say 
About the things caught in my mind 
And as the day was dawning 
My plane flew away 
With all the things caught in my mind

Derek se odiaría en cuanto, se diera cuenta de qué inconcientemente movía la cola mientras escuchaba a stiles cantar en ingles, esa era otra de las tantas bandas favoritas qué al parecer compartían. Oasis.


Y, lo hacia tan bien qué al pobre Derek le nacían unos deseos enormes de des-transformarse, y apachurrar contra su cuerpo ese castaño encantador. Tomarlo en sus brazos. Mecerlo en ellos, besarlo. Dios, qué quería besarlo. Se le arrugaba el cuero como un acordeón de solo pensarlo.

I don't wanna be there when you're coming down 
I don't wanna be there when you hit the ground

Le siguió, paseándose delante -sin siquiera sospechar- que stiles sonreía por la forma graciosa en que le brillaban los ojos de cachorro mientras saltaba y, babeaba. Sin dejar de ponérsele en el camino. Al castaño le paresia asombrosa, la forma en la que el lobo, paresia estar encantado ante su canto.

So don't go away 
Say what you say 
But say that you'll stay 
Forever and a day 
In the time of my life 
'Cause i need more time 
Yes, I need more time just to make things right”

 

Bajo a desayunar y, se encontró con una pequeña nota el refrigerador. ‘la cita: sigue en pie. 8:00 en punto.’ -¿Qué?- Es qué acaso. Ah ese idiota. No, le había quedado claro, que solo serian amigos. Suspiro. Unas letras se traslucían del otro lado. Giro, la nota y, extrañado leyó otro mensaje. ‘Lo entendí; Pero seguimos siendo socios, ¿lo recuerdas?’ el lobo sentado sobre sus patas, observo inocente al castaño qué se mordía el labio.- Joder, me lleva el diablo.- la nota se volvió una bolilla de papel y, fue lanzada al tacho de la basura. El lobo gruño. - Y a ti,¿qué?- observo al lobo que parecía molesto.- ¿Qué?- paso por su lado.- ¡oye! -Suspiro al ver que el lobo se giraba y, le daba la espalda. - Ya qué… tu sabrás.


 

 

Mientras se preparaba para salir. Busco al cachorro. Pero no lo hallo en ningún lado.-Qué extraño. -Ese animal parecía ofendido con el. - pero, qué se cree… -Desde que lanzo aquella nota. - uhm…, ya volverá.- Camino hasta el jeep. Y subió observando su hogar. Todavía algo preocupado por el cachorro.

Arranco, yendo a buscar a Danny a su casa. Para ir a visitar a Scott. Tendría que arrastras a Danny fuera de las sabanas. Esperaba que no tuviera compañía.( Jackson; por ejemplo.) Sabia que era muy temprano. Pero no aguantaba los nervios. Esta noche se vería con Hale. Y aún, después de que esté le socorriera de un posible ataque nervioso; Al enterarse de la muerte de su madre. Stiles, seguía prefiriendo mantener la distancia.

No estaba total mente confiado de aquel hombre. Muchas cosas no le llegaban a cuadrar en el. Sus dedos se tensaron sobre el volante. ¿Qué tal si intentaba algo? Prácticamente; le había dicho qué no aceptaba un; No, como respuesta. Tendría que andar con pie de plomo; talvez, quizás un poco de ajo o, estacas. Ambas. Oigan qué ese tío es el doble de grande que él.

¿En que diablos estaba pensando?.¿una cena? Aceptar salir con un sujeto que apenas conoce. Bueno, al parecer sus familias se conocen. Suspiro nuevamente; lo qué no debe ser… para nada sano.

«jamás, óigame bien, jamás debes salir con un chico qué ,obviamente, quiere lanzarse encima de ti y, comerte como un desesperado caníbal»

Si.

Stiles, recuerda muy vagamente esa línea de pensamiento qué acredito a Danny una tarde después de clase de arte contemporánea qué recuerda solo por que también fue el conmomerable día de su primera erección en publico. SIP!. Su profesora mordía -de una manera ilegal- ese estupido lápiz del N2.

Pero eso no es de importancia.

Lenny Clayton; Pidió a Danny para verse luego de la practica de lacrosse. Solo para arreglar una ‘cita’ ¿Por qué no hacerlo en ese momento? Vamos, que la inocencia en ésa historia ¡no existía!. Era obvio que el tío quería a Danny para otras cositas... Jha. Y stiles lo supo, tan rápido, como supo qué AC/DC era la mejor banda en todo el mundo. «De ninguna manera» « No necesitas salir con ‘ojos-perver’» «Solo dile que se pierda.»

Stiles, conocía muy bien el legajo oscuro de L.C. Y, lo conocía TAN BIEN. Que ni siquiera se sorprendió cuando Danny le dijo que el tipo no le dejaba en paz y, le seguía a todas las clases, recesos e incluso se lo topaba al ir de compras…, mágicamente y, diciéndole que no aceptaba un *No* como respuesta.
Stiles también supo exactamente qué hacer con esa clase de piltrafa persiguiendo a su amigo.

Lo espero sentado en las escaleras sabiendo por adelantado a que hora le patearía las pelotas. Y lo hizo, solo para pasarle un mensaje. «No te metas con los míos» simple y, preciso. Lenny no pudo caminar -por un mes- sin sujetarse las bolas, cada que hacia tres pasos. No por nada le empezaron a decir; El malabarista de las pelotas azules.


 

No puede evitar burlarse de stiles, mientras sube al asiento del copiloto.-Solo dale una oportunidad, quizás, esté sea el amor de tu vida.

- ¡Diablos! - masculle molesto. -Pero. No, es mi tipo.- Soltó el castaño arrancando el jeep, dándole la vuelta a la llave. - no te burles, no es gracioso.- gruñe mientras retrocede y, salen asía el club.

El problema aquí, era que Derek Hale no era Lenny Clayton. Primero que nada, por que…. Estaba bastante seguro de que si le daba una patada, a todo ése muro de concreto, el que terminaría sin rodilla, seria él.

Danny se divierte ante la inquietud de stiles. Se revuelca en la gracia qué despide su amigo y, lo observa sin despegar esa media sonrisa que tanto le caracteriza.

 


 

En poco tiempo, sé encuentran acomodándose en la sala de Scott. En la planta alta del club. Sorprendiendo al menor de los tres, solo por unos meses.

Mientras Scott despedía a su doctor Hause o debería pegar mejor…, ¿Robert Chase? La verdad- daba igual- quien sea. Danny se había dirigido a la cocina a por una lata de cerveza del refrigerador.

Para luego dirigirse al sillón individual. Ese qué se encuentra a la derecha del mas grande de tres cuerpos donde se encontraba sentado Stiles hace apenas unos segundos y, ahora esta por acomodarse Scott. Son los mismos sillones qué están ubicados a un costado del ventanal que da a la calle.

Scott se sienta sobre sus piernas, observando al inquieto castaño que no deja de mirar el suelo y, cepillarse el cabello con las manos, desesperación e intranquilidad salen a frote en su pecoso amigo. Impaciente, Scott le hace un gesto con el dedo, como llamando al Cataño, al mismo tiempo que con la otra mano hace una seña para que se siente a su lado. Pero esté simplemente no puede quedarse quieto, mucho menos en un sillón.

Scott luce algo molesto y, Danny arquea una cejas imaginando la razón.

Se habían puesto de acuerdo; para verse los tres en el club.

(Precisamente; En el Loft de Scott, en el piso superior de esté).

Quizás, estaba molesto por la obvia interrupción. Pensaba Danny. El pobre Aladino seguramente tubo que detener su encuentro fogoso.

Scott agradecía a todos los malditos Dioses, el hecho de que Isaac tuviera sus súper dotados poderes. (Y, con eso se refiere también a los sexuales. Obvio.) En cuanto esté le advirtió qué sus amigos se acercaban. Sorprendido (Shokeado), detuvo su ataque de besos y, libero al rubio de sus brazos, corriendo para encerrándose en la ducha. Sin dejar de darle ordenes a Isaac.

El rubio no supo si lanzarse al suelo y, reírse o, correr a vestirse antes de que lo encuentren solo envuelto con una toalla y, con… ‘el amigo enloquecido’.luego, de ponerse lo primero qué encontró mientras Scott despotricaba insultos, que el rubio ni siquiera sabia que existían. Decidió encaminarse a la puerta y, darle tiempo a su amante de arreglarse.

El castaño llego como un tornado, casi volando la puerta de un empujón a lo qué por un pelito, deja sin brazo al pobre Isaac quién había sucumbido a abrir la puerta. Y, si el rubio no se hacia a un lado. De seguro ocasionaban un choque fatal.

-¿Todavía aquí?- es lo primero que le pregunta Danny al rubiales, qué reconoce al instante ese tono insinuante, solo para arquear una ceja y, sonreír como única respuesta.

Danny es bastante atento a todo lo que tiene a su alrededor. Solo le tomo darle una miradita ala sala y, el aspecto del rubio, con el cabello mojado, revuelto y los labios hinchados. Para presentir que su amigo estaba recibiendo cuidados, ‘intensivos’.

Scott tiene mucho que explicarle. Oh, si que lo tiene.

Danny suspiro al notar al obviamente despistado castaño qué lanzaba su chaqueta marrón sobre el sillón y, se sentaba en el mismo. Lo único que le faltaba era encender el habano y, lanzar sus pies sobre la mesita ratona. Olviden la mesita. Solo encender el habano. Y con todo su mal humor - Fuera de aquí, Blue Prince…

-¿Qué?, Olvídalo.

Danny tiene que admitir. Al observar el ceño de Isaac qué el chico es lo suficientemente atractivo como para hacerle cambiar de gustos a cualquiera.

- Disculpa.- dice educadamente, Danny -Lamento, la poca educación de esté mandril.- señala con un movimiento leve de cabeza al castaño. - sabemos que has estado…“encargándote’’ de Scott. - posa una mano sobre el hombro del rubio, intentando no sonreír ante esa ultima frase. - Pero necesitamos hablar a solas con el pequé. Y, creo que necesitáis… un tiempo fuera.

Tiempo fuera; ¡Por favor!. Amigos, Tómense un respiro.

-Pero… - La idea no le gusta, prefiere quedarse cerca de Scott todo el tiempo que pueda. Y la idea de… All. Rondando, cerca no le agrada en lo mas mínimo. Que tal que ese sujeto vuelve por Scott.

Es en ese instante en el qué;

Scott aparece con unos jeans gastados, suelto y, una remera verde y blanca con la letra de una canción conocida. Escrita en ella. Pasa por delante de stiles y, esta a punto de decir algo como; fastidiando tan temprano. ¿Sabes que hora es? No tienes limites. ¿Recordando qué existo? Debiste haberlo hecho mas tarde… /Pero calla. Y, calla por que stiles levanta la vista. Mirando mas halla de el, para luego recostarse nuevamente en el sillón. Simplemente mirando al techo.

Y es el momento en que Aladino lo reconsidera.- Isaac…- llama con ese tinte de voz qué dice todo, sin demasiadas palabras- lo siento, pero…- Isaac suspira pero entiende qué ah perdido la batalla mucho antes de empezarla. Sabe que si Derek o, alguno de los muchachos lo necesitara no dudaría en correr hacia ellos.
En el fondo entiende que Scott tiene cosas que tratar con sus amigos. Eso no evita que parte de el, se sienta recelosa de tener que compartirle. Al menos ellos no son ése enfermerito desquiciante. Debería hablar con la mama de Scott sobre él. No. Claro que no, por que debería hacer eso. El no es el novio de Scott. Diablos. Scott tiene pareja. Una, que al parecer no quiere largar y, no entiende por qué. Suspira y, decide dejar esa línea de pensamiento que puede acabar con su buena voluntad. Ya lograra sacar a ese tal All del camino.

-Me acordé de un mandado que tengo que hacer para mi trabajo, pero hay algo de lo que quería hablar contigo, así que tal vez pueda ... Venir mas tarde. - Scott asistió. - Es gracioso, hay algunas cosas que tengo que hacer, pero no sé por qué no pensé en ellas hasta ahora.- Sonrío. Guiñando un ojo a su amante quien, se sonrojaba tanto qué hasta parecía pelirrojo. Era clara la razón y, el motivo por el que se había olvidado del mundo entero.

-Adiós…

Se despidió de Stiles y, Danny tomó su chaqueta y salió. Scott lo siguió hasta el pasillo.

Danny oculta tras sus hoyuelos, las ganas que tiene de verlos despedirse, por que, ¡vamos!. No es tonto. Pero les da su privacidad y, se sienta, pateándole la pierna a stiles.

-No creerás que ya terminé contigo - Susurro, con una sonrisa lasciva. Aladino, lucho para no enrojecer -aún mas- o desmayarse por falta de aire.

-Ya vete. - Se sujeto al marco y, al verlo irse cerro la puerta. No, sin antes escuchar la risa del rubio bajando las escaleras.

 


 

-Ese sujeto es tan perturbador como Hale.- chasquea la lengua mientras se cubre medio rostro con una mana y, luego pasa la misma por su cabello.- es que han venido a colonizarnos? Son alíens?, Por Dios.

-Pues él no es tan malo como creías -replicó aparentemente turbado por su sarcasmo.- me ayudo, después de todo, Verdad.

- tu eres demasiado, bueno.

- Me hubieras dejado, por tanto tiempo solo, con alguien en quien no confías.

- No.

- ¿Entonces?

-Eso no quiere decir que no sean Aliens. - Sonrío Stiles.

Danny se rie por que no tiene de otra. Scott y, Stiles aveces se paran a discutir por los mismos puntos de vista. Sin darse cuenta. Son un caso perdido.

Scott, No sabia qué Stiles y, Danny habían acordado entre ellos, encontrarse allí. Mucho menos a ésas horas de la madrugada. Pero los amigos no tiene horario y, eso se recordó al ver un destello extraño en los ojos del castaño. Todo en ellos, le decían que había estado llorando. Y, la ultima vez que stiles lo hizo, si mal no recuerda, fue cuando su padre fue agujereado como un queso Cheddar...

Scott sabe que de no haberle pedido él mismo a Isaac que se marchara. O, intentado al menos. El rubio se hubiera quedado ahí. Apretando los dientes y, enfrentado a stiles. Scott en el fondo acepta que eso hubiera sido divertido. Pero no está tan seguro de en qué nivel emocional esta el castaño. Mejor no pronosticar una tormenta.

 


 

-¡DEFINITIVAMENTE; NO ES MI TIPO!- Les grito, por cuarta vez, a sus compañeros que lo habían quedado mirando, bastante incrédulos de su posición.

-¿Quien dice que no?- se apretó en el mullido sillón mientras intentaba qué no le doliera el brazo.

Y ahí estaban.

Stiles les había comentado lo de su madre. advirtiendo que no quería hondar en ello y, que se sentía algo mejor sobre la horrenda situación qué le tocaba confrontar. Los chicos supieron que no mentía del todo. Por que stiles les dijo; qué también había ido a visitar a su padre después de enterarse del asunto. Y, qué ambos se sentían en paz. También les dijo que de seguro ahora pensarían que es un mounstro cruel. Por dejar ir a su madre con tanta tranquilidad. Scott y, Danny afirman que no lo es. Y, que están orgullosos de el, por que ambos saben lo mucho que stiles sufrió y, también saben que esa mujer abandono a stiles a su suerte. Mucho antes de siquiera abandonar este mundo, espiritualmente.

Ahora estaban en un tema menos delicado. Pero igual de electrizarte para stiles.

- ¡Yo! - grito, totalmente fastidiado de repetir lo mismo.- Yo lo digo, la victima en cuestión. ¿recuerdas?

-Ya!

-¡oye, Alf!- Soltó, en un claro intento de atención.- No dijiste que le aclaraste que no era una cita.- Danny dejaba a un lado la cerveza solo para apreciar el ceño de su amigo.

-Yo lo hice.- suspiro.- realmente lo hice…

- Bien- sonrío mostrando sus hoyuelos.- ¿Entonces? ¿lo que esta mal?

-¡¿Mal?! ¡Todos esta mal! El maldito cosmos, esta mal. ¡Ustedes están mal! El hecho que no tengo unos putos tacones en mis pies, ni una falda que se corte a veinte centímetros de mis rodillas ni unos senos que salen por las costuras o peor… unos pezones resaltando mi blusa. No soy una chica que brota por una cita. Y, en sus ojos es obvio que el quiere hacer una cita de esto. ¡Por favor! Si es el mismo tipo que me dijo en esté mismo club que no importaba lo que ,yo, hiciera. ¡El me tomaría! Me seduciría.¡Me amarraría de los pantalones! Y me hundiría en lo mas profundo de los pecados carnales.

Sus amigos quedaron totalmente escandalizados ante tales palabras-¡¿Dijo eso?!- Danny no sabe si cerrar o abrir la boca.

Scott lo pensó un segundo y, luego solo chasquea la lengua y, susurro.- exagerado.

-Cada palabra…- Sostiene mientras asiste con su cabeza. Para ver como Aladino/Scott le dirige una típica cara de *no te lo creo* así, qué tubo que ser mas explicito.- Bueno. Quizá, no así, pero... Si dijo; qué solo quería enamorarme… ¿Cómo estar cerca de él? No puedo ni verle a los ojos, con semejante confesión.

-No fue una confesión.- Soltó Scott sobándose el brazo. La herida en su hombro esta cicatrizando bastante rápido, pero aun siente un pequeño tiron, cada vez, que hace un movimiento brusco.-Fue un reto.- le da una media sonrisa. -El tío te esta retando.

-Pues…, no ganara.

Scott fue el primero en abrir la boca-¿te estas escuchando?

Stiles tubo que soportar las risas, demenciales, de sus amigos por unos segundos interminables.

Sigue parado frente a ellos mirando a su izquierda y, luego a su derecha. Fijando su vista en Danny y, luego en Scott. Como el pin pon.

- ¿Estas aceptando el reto?- semi/afirmo Danny.- Bueno - se encogió de hombros reclinándose hacia delante y, volviendo a coger su botella -Solo tienes que acostarte con el- señalo - y luego… rómpele el corazón como a cada chica con la que as salido.

-¡No rompo, corazones!- soltó ofendido. Pero las muecas qué se abrieron paso en los rostro, de sus amigos, lo dijeron todo.- Oh, bueno…- se encogió de hombros. -quizás…, algunos… en fin.- se encogió de hombros-No me acostare ¡con el!. Primero; no es una chica. Segundo; ¡No soy gay!. Tercero; No seré la chica.- enumero con sus dedos.

-Yo tampoco.- murmuro sin pensar. Scott.

-¿Y? ¿Acaso buscas qué te premie? Intenta acostarte con un tipo y, luego háblame, ¿de acuerdo?- sostuvo el castaño.

Ya lo hice… Scott intento qué los tonos rojizos no llenaran sus mejillas.-No.- Suspiro.- Lo que digo es qué… No, necesitas colocarte una etiqueta solo por acostarte con un chico.

- Scotti, tiene mucha razón.- secundo Dan.- Por extraño qué parezca….- susurro ganándose qué el moreno le lanzara un cojín del sillón con el brazo sano.- El tío gusta de usted- Señalo y, levanto sus manos - déle su oportunidad…

-No es feo…, digo.- se sonrojo ante el levantamiento de cejas de su sorprendido amigo.- ¿Verdad qué no, Dann? - el aludido asistió.

Se les quedo mirando totalmente pasmado.

Luego, boto toda su atención en la replica de Aladino.-¿Sigues delirando por el disparo?.- totalmente azorado.- Por que eso es una clara muestra de deliro postraumático. Y me traumatiza a mi escucharte.

-Solo digo… qué siempre sales con el mismo estilo de mujeres.

-¿Guapas?

-Frívolas, poco inteligentes. - Empieza Danny.- sin sesos.

-Fáciles de dominar y, devotas a ser el envasé de la futura Barbie. - Termina Scott.

-No siempre…- defendió lo indefendible.

-No al principio. - aseguro Dan. -Pero, luego las conviertes en el mismo prototipo y, las dejas.

-No es cierto…- farfullo, como un niño atrapado en sus fechorías.

-¡Lo es! -Dijeron a la vez.

- ¡Oigan! Me están haciendo sentir un canalla. Stiles no es un canalla, stiles… es lindo, bueno…, sexy… ardiente, súper abraza-ble. Y, seria el oso de felpa sexual perfecto para cualquier modelo femenino que quiera tenerme a su antojo…, todo una ternura de hombre. Llévenme a $99.95

-Deja de hablar de ti mismo.- Scott

-No pongas pucheros.- Dan.

-Somos tus amigos.- Ambos. Stiles solo suspiro.

-*Somos tus amigos…* Eso suena a ¡Mierda! con todo lo que me dicen; “Acuéstate con el, stiles ”- Escupió la frase antes dicha. -Si claro. “Se la chica stiles” Yo estoy yendo a coger con él. Oh, Derek… Oh Derek… as que mi trasero te recuerde -Ambos se rieron del castaño.- ¡Váyanse al carajo!.

Stiles, es complicado para recordar nombres. Al principio siempre llama a la gente por su apellido. Danny no paso desapercibido aquello.-¿Derek? Usted esta practicando para el primer encuentro.- se burlo Dann. la risa no deja de bailar en sus labios. Scott no se queda atrás.

-¡Que les den!- Suelta avergonzado sentándose en el medio del sillón. Junto a Scott.

- ¡Brindo por eso! - Soltó Dann. elevando su botella a stiles para luego sorber un trago de ella y, miraba de reojo a Scott. - ¿Tu no brindas?.

- Cállate.- Se sonrojo, lanzándole otro cojín.

- Ya paren ustedes dos. - suelta stiles. Entonces se lanza al sillón.- ¿Ahí algo que deban decirme? - Se acomoda en el medio. Separando las miradas retadoras de sus amigos.

- ¿Sobre qué?- pregunta.

- No se. Te hiciste hetero o, algo…¿?- Scott se encoje en su rincón.

Danny se ríe. - No.

-Oh, bueno. Es un inicio…. Chicos, pongámonos al día. Estoy perdido… no se… ni ¿qué comí ayer?… es más. Scott cocínanos algo, muero de hambre…. No. ¡Agonizó! de hambre.

Se acerca mas al castaño -No seas dramático. - lentamente sin moverse mucho. se recostó al lado de el, con los ojos cerrados, apoyo su cabeza sobre el hombro de Stiles.

- No tengo ganas de cocinar. - Murmuro cansado.- Encarguemos alguna pizzas.

-¿Saben qué hora es?

-Tenemos hambre ,Danny.

- …de stiles lo espero, por que es un hambriento.

-¡Oye!

- Pero…, ¿tú?

Scott se sonroja. - eh estado comiendo, como un jodido vegetariano, necesito grasa.

-Seguro que es solo eso.- sostiene picara-mente Danny. Scott solo le da una mirada de advertencia. Sin despegarse del castaño. Danny se ríe.

- Si. Te das cuenta que te estas quejando de nuestra alimentación mientras que tú ,jodido, cabron, te estas bajando la segunda botella de cerveza.

Danny se encoje de hombros.- No es fácil; escucharte hablar por tres horas sin nada de alcohol en las venas.

- Yo soy, el que soporta sus ideas demenciales.- se queja el castaño.

-Solo te aconsejamos, como lo haces con nosotros.- Se sentó junto a ellos abrazando a stiles del cuello. Sándwich de stiles.

-Nos dices está basura cada treinta minutos.

-Veinticinco.- corrigió a Scott.

-Si. Y, no nos quejamos.- le sonrío Danny.

-OK, es una venganza entonces.- soltó con su típico movimiento de cabeza.

-No. - negó Scott. -Solo decimos que te relajes.

-Es solo una salida de amigos-socios. No te estreses por eso…- le acaricio el cabello con la punta de sus dedos. - Digo, cualquiera pensaría que usted esta ansioso más que aterrorizado.

Stiles, levanto una ceja a Danny ante esa afirmación- No es nada de eso.

- ¡Vamos! Stiles… estaremos echándote porras… a la distancia.- casi babeando el hombro del castaño.

-Lo que me recuerda… ¿Por qué solo ,yo, debo ir?

-Por que el, te quiere a ti.- susurro Scott casi durmiéndose en el hombro de stiles.

Danny quito el brazo qué reposaba tras la cabeza de stiles y, apoyo la cerveza sobre la pequeña mesita ratona. frente a ellos.

-Solo qué les quede claro una cosa.- recostó su cabeza hacia atrás. Danny fue girando su cuerpo, dandole la espalda a los chicos para luego bajar su cuerpo hasta apoyar su cabeza en las piernas de stiles, estirando sus piernas por el apoya brazo del sillón. El castaño miro el techo. -No me acostare con el.

-No. Si, usted no quiere.- cerro sus ojos. Mientras el castaño se las ingenia para colocar su mano sobre la cabeza inquieta de su amigo y, así poder acariciar su cabello azabache. Susurra -Dan…- como una advertencia.

-¿Qué?

-Cállate.

-Te queremos, hermano.- Scott toma la mano del castaño, la cual esta ubicada sobre la rodilla de esté y, la retiene entrelazando sus dedos.
Danny, toma la mano que le acaricia con cariño y, tira de ella hasta su pecho para sujetarla también entre sus dedos. Los tres entrelazados, sintonizados en un suspiro, como tantas veces en momentos difíciles y, apreciando el momento tranquilo que el tiempo les regala.

- realmente te queremos…- Susurra un reconfortado Danny, - lo cual. No, se entiende, por que eres un GRAN idiota, pero igual te queremos.- stiles asiente luego de darle una ligera sonrisa. Y, esa sensación de dolor escapa por un momento de su pecho.

Una lagrima sale y, se borra al caer en su ropa.

Nadie debe verla.

Pero todos la sienten.

Ninguno menciona a Claudia.

No hace falta; por que saben qué si stiles quiere hablar de ello. El les buscara.
No hablan sobre la herida de Scott por qué él esta bien y, eso esta a la vista.
No se preguntan ¿Por qué? Por qué el tiempo dirá lo que quiera que ellos sepan.
Danny párese algo acongojado, pero…, Jackson es la obvia respuesta para el resto.

Danny olvida por un momento, qué el rubio no llego a dormir anoche. Y que esta empezando; una extraña relación con un hombre que al parecer nunca antes se había fijado en otro de su mismo sexo. Le atrae, ahí algo en Aiden que le atrae. Pero, todo le suena tan raro.

Deja su preocupación a un lado al igual qué Scott.

Scott se siente pésimo por ocultar; lo que sea… qué este teniendo con su versión erótica de romano guerrero. Intenta no mirar el reloj. Por que cada segundo que pasa, recuerda que Allison volverá del campamento, al terminar la semana. Y, aun no sabe que ara con respecto a ella.

Stiles esta en un plano astral totalmente lejano al mundo entero. Su mente en negro, por que el blanco le ciega. Sus hombros se relajan. Se olvida de la cita, de su padre y, de su madre. Se olvida que mañana será mañana y, que el mundo gira demasiado rápido, amenazando con marearlo si examina demasiado, cada vuelta.

Y los tres saben qué aunque su princesa falta para que el rompecabezas este completo. Sienten, que ella esta bien y, pronto la tendrán junto a ellos. Para jamás dejarla ir de nuevo.

- Lose. Aunque, preferiría que una hermosa modelo me lo diga. Por cierto…, hablando de momentos, GAYS.- remarco la palabra -Puedes explicarnos, pequeño Scotti, qué carajo pasa qué estas tan apegado a la doctorcita Queen.

Scott pudo haber escupido un pulmón ante la pregunta-¿Quién?

-Stiles, se refiere a ¡You blue Prince!.

-¿Que? Cállate, Danny.- Scott se despierta de un brinco. ¿De que hablan?

 

Danny solo sonríe mostrando todos sus dientes y la picara mirada de ¡lo hiciste! Mientra da miradas cortas a un Totalmente sorprendido stiles.-¿sucede algo? ¿Por que estas tan nervioso?- pregunta el castaño. Sin soltar la mano que antes le sujetaba. Y reteniendo a su ruborizado amigo.

-No. Por… nada.- dice, observando la mano que lo retiene y, la mirada de stiles que le dice que no le cree ni tantito.

Danny le saca la lengua y, mientras Stiles, no mira, le hace señas moviendo sus brazos y, llamándole gallina con un leve movimiento de labios. Scott frunce el seño y, stiles se gira para ver que le molesta a Scott pero solo encuentra a Danny haciendo el inocente por lo que stiles pone pico de pato y los mira fijamente. - Bien, ¿Me van a contar qué es lo que ocurre? ¿Qué tanto pasa? ¿Qué me ocultan bárbaros?- exige con los dientes apretados y, tirando de Scott nuevamente al sillón.

-Nada. -dicen los dos a la vez.

-Si como no.

Stiles suspira arrugando el ceño. - dime, Scott en verdad. No, sabes, quien los ataco la otra noche.

Scott, pasa sus dedos sobre su frente intentando recordar algo de aquella noche- se reirán si se los digo.- soltó en voz baja.

- no creo qué eso sea para reírse.- Asegura seriamente Danny señalando el hombro de Scott.- realmente nos asustaste, brother.

Scott, lo sabe. Isaac le a contado todas las amenazas que recibió de ambos chicos. En especial del exagerado castaño- me imagino.- Sonrío.- pero estoy bien, tenéis Scott para rato.

- Si es qué el rubio no te gasta… de tanto.- Scott le lanzo la guía telefónica por la cabeza al azabache.- Scott, ¡cuidado con eso!

Se masajeo el hombro, por haber lanzado el libro le había dado un espantoso tiron.- tu cuida mejor tu boca.- soltó apretando los dientes.

- Sigo pensando qué me estoy perdiendo de algo…- Susurro stiles.

- bien, - Scott controlo su respiración. Mejor no enfadarse con Danny, después de todo. Tenia muchas cosas que preguntarle. Se sonrojo ante ello. Diablos. Quien lo diría. El enganchado con un sujeto que apenas conocía. Bueno, no físicamente. Se mordió el labio y, decidió volver al tema anterior. - chicos, me estaba preguntando… eh. - sé sonroja aun más por que sus dos amigos le miran totalmente interesados. -¿Q-Qué pensáis de… de los hombres lobo?

 


 

-Hay algo raro aquí y quiero saber qué es. - Susurro. De pie en la entrada del bosque permitiéndose cerrar los ojos, concentrándose en la naturaleza qué le rodea. Tocando por instinto, los árboles frondosos. Las hojas parecían contarle un secreto mientras eran acariciadas por el viento, al igual que su rostro. Se fue acercando mas al centro del bosque atrapada por una fuerza extraña qué la llama.

Es aquí. Es aquí.

Le dicen sin palabras… la morocha se detiene y, se agita ante la densidad del ambiente y, sus ojos captan escenas. Imagines compaginadas al revés. Que van encontrando;

Un lugar.

Un tiempo.

Un orden.

Una mujer grita sobre una cama. La morena no se sorprende al encontrarse dentro del recuerdo de alguien.

Es una vieja cabaña.

Observa por una ventana que esta a su derecha y, se encuentra con el bosque rodeado de la luz de la luna. La cual extrañamente esta roja. Cora se sobresalta al escuchar un aullido en un cuarto, frente a ella. Sigue su camino hasta esa puerta y, despacio acerca su mano al picaporte. Traspasándolo.
Entendiendo lo que sucede. Sigue de largo, traspasando también la puerta. El lugar esta oscuro. No, ahí nadie. La morocha maldice aquello y, se gira para buscar en otro sector de la cabaña. Pero, detrás de ella escucha otro gemido de dolor.

Reconoce qué es una mujer la qué grita y, suplica qué algo termine. Pero, ¿Qué?. Para averiguarlo se gira rápidamente, todo sigue oscuro. Hasta que varias velas empiezan a encenderse, mostrando cuadros, muebles viejos; una silla y, una cama.

La cama vacía se halla ocupada en un parpadeo, la morena no se sorprende por qué esperaba algo así. Una joven embarazada yace en aquella cama. Con una anciana estrujando paños húmedos sobre el lavatorio, enzima de la mesa de luz. Los va colocando sobre la frente de la joven. Esa mujer; quizás es la partera, asistiéndola.

La joven embarazada esta sufriendo, tiene el cuerpo traspirado y, los cachetes hinchados, completamente rojos. Su esculpido rostro y, sus filosos colmillos le dicen qué es de los suyos. Pero, ¿Quién? No puede evitar notar un cierto parecido a Laura al verla.
Las velas bailan y, la mujer en un mudo consentimiento, le permite ver su rostro, al correr su cabello, jalándolo asía para atrás, mientras puja. Provocando qué las mejillas se iluminen. Es el momento justo, donde Cora admite que aun puede sorprenderse.

No es laura. No. ¡Es su madre! ¡Es ella!

La morocha empieza a sentirse mal. El pecho se le oprime y, sus garras salen. Sus instintos se prenden al creer oler la sangre. Lo que es totalmente ilógico. Algo le hace gruñir en contra de ese bebe. Su cuerpo lo repudia. No entiende por qué. La luna se refleja en el cabello de su madre y, todo su cuerpo se ilumina de rojo. Mientras Cora intenta controlar ese instinto maligno qué ha surgido dentro de su ser.
Su madre suplica, ala partera qué se apresure por qué no soportara más. Puja una y, otra vez. Hasta que todo es silencio, nuevamente.

El llanto de un bebe resuena por todo el bosque. Aunque, Cora esta segura que solo ella lo ah oído en su mente. -Un varón. -Eso le dice la mujer que entrega al niño a su madre. ¿acaso esta viendo el alumbramiento de Derek? Se pregunta Cora. Pero una palabra la deja en shock.

-¡Mi primogénito!, zafiro.- las lagrimas escapan por su rostro.- Esté es mi primogénito, al fin. -Suelta en sollozos.- A nacido. Pero es…, es un… varón.- Su madre párese mortificada y, temerosa.

- Talía, bésalo y, despídete qué es hora. -La observo acunando al niño en sus manos. El llanto del bebe trajo imágenes nítidas a su mente y, luego. Ahí estaba. Su madre dando luz. ‘es el primogénito’

 

-Estará solo, mi pequeño… - Su madre no quiere dejar ir al niño. Cora cae en el suelo. Le duele el pecho. Su corazón esta sangrando por dentro. Esta sintiendo, lo que su madre sintió.

- Ese era el trato.

- ¡No puedo hacerlo!. Te lo suplico, Zafiro. Deja que me quede con el. ¡Por favor! ¡Déjamelo!. No me lo quites.

- Talía. No, hagas las cosas mas difíciles.

- Le quiero.

- Somos de una raza un tanto posesiva y, sobré protectora. Es tu instinto de madre el qué está hablando. Pero Talía. Piénsalo, es por su bien. Al ser tu primer hijo varón. Su destino a quedado sellado, la muerte le espera. Lo sabes.

-¿Qué le harán?

- Tendrán que matarlo. Para que tu parte animal se una nuevamente a otro alfa.

-Yo soy un alfa.- murmuro sin fuerzas, con el pequeño durmiendo tranquilo en sus brazos. Talía sin dejarlo ir aun.

-Ya no. Recuerdas. Tu omega murió, tu grupo ya no existe. Tendrás que renacer de nuevo. Eres solo una omega, ahora. Tendrás qué reincorporarte a otro grupo. lo sabes. Le mataran si tu nuevo compañero te reconoce como tal.

Tenía su mirada puesta en el pasado. El presente era absurdo si no comprendía los hechos que desencadenarnos sus dudas. Se hallaba mas confundida qué antes. En el bosque oscuro resonaron gritos y estallaron disparos.


 

Cora abre los ojos sorprendida. Un primogénito; varón.¡imposible! Laura es la primogénita. Algo marimacha. ¡pero fue la primera! Y es mujer.

-Lo as visto, al fin.- Cora se sobresalto y, noto que ya no estaba en la cabaña abandonada. - Lo siento. -Susurro su madre a su espalda.

- tenemos un hermano.- soltó incrédula. - Un…¿medio hermano? - sentencio -…otro de nosotros.

Su madre asistió.- mi padre, ¿lo sabe?

- lo sabe.- aseguro.- jamás, le eh ocultado nada.

- por qué no pude verlo antes. - su cabello se removió junto con las ramas de los árboles.

Talía levanto su camisa mostrando el costado donde llevaba aquel tatuaje extraño. La sangre escurriéndose en la tela de seda y, la marca de unas garras sobre la piel bronceada.- cuando, tus poderes fueron creciendo, temí que vieras aquello. Y…, yo, aún. No, estaba preparada.

- ¡estas herida!

-No por mucho.

-Te hiciste esto adrede.

-Lo hice para qué vieras, la verdad. - trago al apretar la herida con la palma de su mano.- El sello se debilito y, tu pudiste entrar en mi mente. Mis recuerdos. Mi conciencia.

-Mama…

- Cora, una vez que mi piel vuelva a restaurarse, no podrás hacerlo. Y, no es nada agradable rasguñarme a mi misma. Es como tener estrías, por un tiempo. - Cora revoleo los ojos incrédula su madre siempre tan pendiente de su aspecto.- Así que…- se acerco despacio.- ve todo lo que quieras. Soltó sujetándose la su cintura, justo donde se hallaba su tatuaje y, la herida abierta que punzaba por cerrarse.- Borra tus dudas, mi pequeña.

Cora dudo por una milésima de segundos.-…- ¿debía hacerlo? Indagar en la mente de su madre y, descubrir los secretos que ella guardaba. Sabia el riesgo que conllevaba aquello. A veces conocer partes de la vida de tus padres qué ignoras, cambia para siempre el concepto que tienes sobre ellos. Y, a sus padres los tenia demasiado arriba, como para dejarlos caer por debajo de su suelo.

-Si quieres saberlo...

-Bueno. Está bien. - Algo le decía que era importante qué ella se informara del pasado. Quizás, con esto pudiera salvar a otro de sus seres queridos. Durante los últimos dos meses, Cora a tenido una unión psíquica muy grande con su tío Peter. Lo ah escuchado llamando y llorando por alguien. Además, de encontrarse con pequeños lapsos de sus recuerdos de adolescente.

Esa tarde Cora descubriría muchas cosas, qué hubiera deseado seguir ignorando.


 

 

Eran casi mediodía. Se habían recostado a conversar en la sala. Jugar videojuegos y, pasar el tiempo, Como hace rato no lo hacían. De pronto. Los chicos volvieron al tema que Scott había tocado antes. Pero los otros dos se habían ignorado burlándose de semejante bobería. De los cuatro, ni siquiera erica creía en sucesos paranormales y, eso que su familia era muy creyente de la vida después de la muerte.

- por qué no.- farfullo Scott alejando la caja de pizza del noveno asalto o intento de asalto del castaño.- vez películas de ello todo el tiempo.

- Películas, hombre. No por que una ballena salte sobre un niño me quedare en el muelle esperando a que una salte sobre mi.- sentencio stiles.

-oh, vamos qué Willy festejaba su libertad.- Danny se río - eso seria más como tú saltando sobre la cabeza del joven Hale. - se burlo. imaginando la escena. Negó. Y, luego atajo el almohadazo que stiles le lanzaba.- Hablando enserio, si creemos en hombres lobo, deberíamos creer en qué…, ¿zombies?.

-Oh, Dios no.- balbuceo el moreno totalmente horrorizado.- No quisiera ver a mi tía Eva nuevamente y, en su forma zombie. ‘Ven aquí Scott tráeme tus cachetitos’. Uhg…- tembló en el lugar.

- tú tía Eva hacia buenas galletas. Podríamos sacrificar tus cachetes, definitivamente podríamos.- aseguro stiles relamiéndose los labios.- chispas de chocolate o, miel. Ummm… ambas le salían excelentes.

- stiles, deja a tía Eva descansar en paz.

-Lo dices por que a ti te quería empatar con la prima Emma.

-Oh, dios. Esa niña es la cosa mas horrenda del mundo.- recordó Danny.

- oye!- Se quejo Scott.- Mi prima gano en el desfile de la latina mas sexy.

- ¿Y?, es mujer…. Lo recuerdan idiotas.

-Oh…, cierto.- se rieron ambos.
- además, tenia la misma capacidad lingüística de stiles.

-Debería ofenderme.- intentando tomar una cerveza la cual fue arrebatada de su mano. Stiles hizo un tierno mohín a sus amigos. Los cuales lo ignoraron.

-Deberías callarte.- concordó el menor de los tres. -Al menos, ahorrarle un poco de palabras al mundo.

-Debería…, el noventa por ciento de la población. Debería cambiar con respecto a ciertas cosas, la mayoría. Pero la industria sabe qué un hombre que calla más de lo que habla es fácil de manipular, por ende prefiero hablar y, ser el que manipula. Y,…

 

-¡Ya cállate!.- grito Danny,- eres insufrible hermano.

 

- Soy precioso, todo se me perdona. Pero eh aquí lo importante…. Diablos, ¿hombres lobo? ¡Dame eso!- Sostuvo stiles. Luego de quejarse por no comer mas de dos rebanadas de pizza.- malditos…- balbuceo. Apoyó su rostro sobre sus manos mientras los codos estaban sobre la mesita de la sala.-¿enserio?- se burlo.- dime que no crees en esas cosas. ¡Es estupido!

- No, manchen la alfombra. - observo temeroso el queso que casi resbala al suelo. Cuando Danny Inténtenlo arrebatarle la caja de pizza a stiles. -Me cuesta limpiarla luego.

-No lo se. Aquí, se cuentan muchas leyendas. - sonrio volviendo a golpear los dedos de stiles, que intentaban robar otra porción.- Muchos aseguran haber visto hombres lobos.

-¿Que? No bromees Danny.- se Mufo.- aquí, lo mas cercano a un hombre lobo es el tío Bobby sin camiseta. ¡le han visto!. Párese una jungla de cabello. Asco.

- joder, stiles intento comer aquí.- se enojo Scott Sintiendo su estomago revuelto ante la visión de su antiguo entrenador. Lo peor de todo, es que no necesitaba imaginarlo. Por que todos lo habían visto sin camiseta en el verano.

- Scott tiene razón. Solo intentas provocarnos para que no comamos.

-Por que tu no puedes hacerlo.- Sostuvo Aladino.

- Eso es lo más estupido de todo.

-No. Si usted come ahora.- le regaño.- Tendrá el estomago lleno, para la cena con su enamorado.

-No digas eso.- Prohibió, señalando a Danny con su dedo y, frunciendo sus cejas de manera graciosa.

- Solo, piénsalo.

- ¿Qué? Suelo hartarme de comida antes de una cita. Y, esto no es una ¡CITA!

- Eso dices tú… - sonrío Scott luchando con la motssarela que intenta caerse de su labio.

Danny carraspeo entre sonrisas.- Si tu boca esta ocupada comiendo. Tu lengua no tendrá que moverse para decir alguna estupidez.

-Yo no.- lo pensó un segundo. -OK… buen punto.

- Tienes que recordar qué lo haces para saldar tu deuda con su familia. ¿estamos en lo cierto?

-Si. -Asistió.

- entonces, trata de no pelearte con el.

-Lleven la noche en paz.

-Hágale ver corazoncitos por todos lados.

-Dan…

-Si.

-Cállate.


 

Aiden se encontraba ordenando algunos papeles en la oficina de Derek. Todo el edificio era de ellos. Una planta para cada uno. Pero siempre se reunían el Loft de Derek. Aiden suspiro pensando en lo que había pasado el día anterior. No estaba totalmente seguro de lo que hacia, como siempre solo se había dejado llevar. Esa maldita competitividad que existían entre el y, su hermano desde el día que nacieron. Aunque era la primera vez que de disputaban por alguien.

Se apoyo en el marco de la puerta y, miro con el seño fruncido a su hermano mayor. - ¿Qué crees que estás haciendo? - Ethan alzo la voz por encima de lo normal –, ¿qué crees que va a suceder con el, cuando termine el proceso?

-¿por qué crees que estoy haciendo algo mal? -dijo sin moverse.

- Juegas con cosas que desconoces.

- siempre ahí un día para probar cosas nuevas.- Ethan no dijo nada. - Relájate quieres. No lo eh hecho mi compañero aún.- Ethan resoplo molesto ante la ligereza de su hermano, ¿Cuándo, habían cambiado de actitud?. Siempre era Aiden el que le iba a reclamar sus amoríos.- Entonces, no apresures al tiempo. Deja de preocuparte por cosas que aun no suceden.

-Que estas haciendo? Realmente piensas tomarlo.

- Si. De verdad quiero hacerlo.- le aseguro.

-No sabes lo que estas diciendo

- Mira Ethan, agradezco, que hallas tenido valor para quedarte de brazos cruzados. Imagino, lo molesto que esta tu parte salvaje en este momento. Pero…

– Solo creo qué te estás propasando. Cruzaras una línea que no tiene vuelta atrás.

-Debería confiar en mi un poco más ...

- No es para que creas que ya todo está hecho

- Lo vas a lastimar.. lo único que te pido es que no le rompas el corazón..-. Su voz no le llegaba a Aiden. Parecía que le hablara al vacío. Ninguno de ellos bajó la guardia. Se mantuvieron a una buena distancia.- Estaba pensando en cuando a veces te burlaste de mi por mis gustos o porque defiendo lo que creo que es correcto –dijo el en voz baja pero con mucha decisión.

–. Tengo mucho interés en saber cuánto vas a tardar en perder ese autocontrol que parece acompañarte siempre. Y luego te vas a enfermar.

- como hombres y, como animales tenemos dos caminos donde uno tiene que elegir uno de los dos: Amor o compromiso. Pero no vine para que nos echemos flores o darte una lección de vida, sino para que hablemos de los tiempos por venir, de lo que está por suceder.

-lo se y, estoy a tus órdenes, incluso...- suspiro Aiden.- pero no renunciare a Danny, ni lo compartiré. Te eh dado mucho en mi vida hermano. Y, no me estoy quejando. Solo digo que es lo justo.

- Estás muy seguro de que tú serás el elegido...

- No tengo ninguna duda, de ello. Si pretendías que renuncie y, te seda su compañía. Solo por que te has quedado al margen. Te equivocas. Le quiero y, voy a luchar por el, así sea contra mi propia sombra.

- como quieras... Ya, te lo advertí.

-Qué empiece el verdadero juego, entonces.- susurro Aidan. Viendo a su hermano marchar de la oficina, con las manos en los bolsillos.


 

Recorrió su casa, como en sueños, cerrando puertas, comprobando ventanas.

Su vida nunca fue fácil.

Siempre estuvo condenada a batirse entre una doble personalidad y, ese circulo vicioso de confidencias que van y vienen; “Dura; marcada y, fría como el hielo’’ “la venganza esta en tu sangre’’ “Nunca sabrás; que eras” “Ni lo que serás.” “El no te ama’’ “Eres débil’’ “Nunca te amaron’’ “¿frágil?” “Soy fuerte” “No soy de cristal; Por qué me han fundido de hierro” “Allison tiene que ser cómo, yo ” “Por eso tiene el deber de sacrificar lo que siente’’ “Somos nacidas para cazar’’ “libramos al mundo de las bestias’’“El corazón de una cazadora es de roca’’ “ Matamos y morimos’’ “mi esposo no me ama’’ “matamos y, morimos’’ “El amor no existe’’ “Por eso quieres matar a quien provocaba ese sentimiento’’ “Y ahora estas sola’’ “tu esposo no te ama’’ “ No eres nada’’ “sabes que no puedes ser una cazadora si no lo matas” “Matar a un amigo no es lo mismo que matarlo a él” Cuando se aseguro de que todo estaba correcto, se encerró en el baño. Y lleno la bañera con un agua tan caliente que la habitación se lleno de vapor.

De niña fue entrenada al tiro al blanco ah manejado armas cortas y armas largas, con una inteligencia y, astucia sin igual. Una deportista innata que aprendió mas de quince idiomas y, el arte de suprimir sus emociones.

Mato a la niña.

Se volvió asesina antes qué mujer. Se baño en sangre y, saboreo el sabor de la venganza. Se hizo devota a las creencias de los suyos. Y, ¿Cómo no hacerlo? Si. Según, Gerard; Sus padres murieron a causa de los hombres lobos e ahí la razón por la cual ella fue criada por cazadores.

Su lema; venganza hasta que el ultimo de aquella especie caiga.

Fue entrenada por un hombre qué poseía la apariencia de un rígido e imponente soldado. Sin imaginarse qué el tiempo lo volvería su suegro.
Al principio se ilusiono como una tonta. Degustando la sensación de poder ser una adolescente. Pensando que Chris la amaba. Luego. Supo, que este solo intentaba enorgullecer a su padre con tal acto de caridad. Volviéndose solo una pieza de este eslabón a largo plazo. Eso le enseño a no ser débil. No habría sentimientos en su matrimonio. Ni siquiera Allison fue creada por amor. Mucho menos, cariño.

Un nieto guerrero.

Un futuro sucesor; Eso era lo que su suegro anhelaba. Fallo. Por primera vez en su vida se sintió fracasada en algo. Una niña. Eso fue lo que engendro. Una insípida y, delicada niña. Sorpresivamente fue suficiente para el vástago viejo. Aun así, Alison no fue criada con la misma mano dura. No. Por que ella era una Argent. Era su sangre. A ella sí sé le dio el, amor de una nieta.

Victoria se sintió golpeada ante aquel descubrimiento. Su orgullo destrozado en segundos. Lo que ella recibía (conocía) por cariño. No era nada. Pero que; Estupida.
Desde ese momento nació el récelo por ese cariño humano que su esposo y, su suegro ofrecían a la niña. Gerard fue el único padre que conoció. Pero ahora lo odiaba tanto o mas de lo que pudo quererle. Y aunque no quiera admitir…
En su muerte; ella se desmoronó.

Se metió en la bañera y se sumergió en el agua caliente, intentando en vano, sacudir toda aquella tensión que recorría su cuerpo.

Quien la viera enfundada en sus trajes de señora. No, creería que es una guerrera. Pero las cicatrices que se expanden en su cuerpo desnudo. Son la clave de su secreto. Un secreto que la llevaría a la tumba.

Ella se siente menos de lo qué fue alguna vez. Esta casada, agotada, presa de si misma, desarmada ante su pasado.

Y sé odia por eso.

Mientras su esposo e hija se hallaban a millas de distancia. Victoria descubre qué siempre tubo un punto débil.

Son las siete de la noche y el dolor de cabeza se ha atenuado. Mientras las lagrimas se camuflan entre el agua y la piel. Sumerge la cabeza y abre los ojos: lo primero que observa es el foco colgado del techo. Debería estar sorda al mundo que la rodea. Allí, bajo el agua. Pero sus oídos se adaptan al llanto de los fantasma.

Su cuerpo temblando en la bañera. Su alma enjabonada por la oscuridad. No siente culpa. No siente arrepentimiento. Pero presiente que pronto llegara el día de su juicio. Se levanta orgullosa de su soledad y, se envuelve en una toalla dejando qué su cabello húmedo lance aquellas gotas cosquillosas a lo largo de su cuerpo, bajo la intensidad del momento. Cierra sus ojos frente al espejo y, los abre encontrándose con lo qué es, lo que representa. Un cuerpo vacío.

El ambiente en penumbras se adaptaba a su estado de ánimo.

Vagó sola por arriba, tratando de no pensar en nada que la perturbara y se dirigió al dormitorio. Impulsada por los sentimientos que sentía por aquel apuesto muchacho, ésta comenzó a decir en voz alta -No es él.., ese niño. No. es él- recordando el momento en que se enfrento a stiles. Se miro el brazo desnudo. En su muñeca fina, dirigiendo su atención especialmente a aquella marca hecha justo sobre sus venas. Frunció el ceño. Esa marca le recordaba a su ultimo y, mas imperdonable error.

Por pensar en el, se vistió de negro.

Salió del cuarto. Avanzó por un pasillo. Decidida se encamino a la planta baja.

Debía arreglárselas sola. Siempre era así. Por que así lo prefería. Desde la muerte de Gerard ella paso a ser la líder. No, Chris. Ella. Chris era demasiado suave, sensible, inútil. Totalmente inútil para el labor de un cazador.

Luego de una reunión corta con uno de los infiltrados en las oficinas del nuevo sheriff de Beicon Hill. Hizo algunas llamadas mas a algunos pueblos aledaños. Se aseguro qué su familia estuviera segura. Alison seria su sucesora. Le gustase o no. Ella era su responsabilidad. Como su guía mas qué como su madre.

Una vez, sola en la cocina.

Los recuerdos de su nula juventud formaron mosaicos cronológicos ante sus ojos. Luego de comer como una autómata y, lavar los platos; el reloj marcó las 8 de la noche. Ni siquiera el tiempo era amable con ella. Tampoco le rogaria serlo.

El único ser que victoria trataba como un igual. Era un pequeño gato que la acompañaba desde el día que fue reclutada por los cazadores. Era extraño. Pero ese animal era como una parte de ella. Era muy preciado. Era un símbolo de su pasado. Un tatuaje con vida. algo que debió haber eliminado con sus propias manos. Pero Stilinski se le adelanto. Demostrándole lo débil que era. Ese hombre siempre era un karma para ella. Lo odiaba. Lo detestaba. Y, deseaba verlo muerto mas que a los lobos.

Siempre procuro que todo fuera lo mas sencillo posible. Siempre se suprimía con tranquilizantes- a escondidas- siempre alelada a todo lo que la rodeara. Aún, si era su propia hija.

Sentada en el sillón de la sala. Se permitió suspirar luego de darle un pequeño trago a su café. Apoyo la tasa lentamente y, frunció el ceño, ante la sensación de no estar tan sola como hacia un minuto atrás. Se levanto con toda la gracia de una señora y, se dirigió por detrás del sillón hasta un gran jarrón de porcelana china. Metió su mano dentro de el, sacando de allí a su arma mas fiel .Le quito el seguro y, espero. Mas, nada paso. Hasta qué la puerta se abrió de forma brusca, sintiéndose de pronto una brisa, acompañada por un delicioso perfume de hombre. Apunto a la puerta. Luego a la ventana. Y de nuevo, a la puerta. Sus tacos apretaron con prudencia el suelo, al moverse asía la puerta. Se alejo apenas unos pasos del sillón. Dejándolo atrás.

 

- ¿Me extrañaste?, Mon Chéri. - victoria abrió los ojos sorprendía y, giro con avidez asía la voz varonil qué le era familiar. Dura. Dura como una estatua romana. Así se quedo ella al verle.- ¿Qué pasa? Así le das la bienvenida a los viejos amigos. - negó fingiéndose ofendido.- Pero que poca educación.

La pelirroja. No, tenia fuerzas siquiera para molestarse por la risa burlesca que le ofrecía el hombre sentado en aquel sillón que antes ella ocupaba. Ahí estaba, poniéndose de pie frente a ella. Ese hombre. Ese fantasma que la torturaba como ningún otro.-Sé supone que deberías haber cambiado y sin embargo sigues amargada queriendo la infelicidad del todo el mundo y culpando a los demás.- susurro, encaminándose hacia ella. Victoria se encontró a unos pasos del hombre de vestimenta oscura. Totalmente horrorizada. Lo cual era completamente estupido. El estomago se le sacudía y lo que le quedaba de corazón palpitaba como una herida. Esa herida que había se había obligado a cerrar.

-Pero tu... tú estas... - titubeó al principio, sorprendida.- ¡Estas muerto!¡Muerto!- La voz de Victoria sonaba furiosa, su expresión era de rabia.

-¿Enserio? -Se burlo permitiendo que la mujer observara su media sonrisa cínica.

Posiciono el arma ala altura de los hombros y, gatillo una, otra y, otra vez. El hombre-mas alto qué ella- recibía los impactos, en su pecho, como gotas de lluvia asida y, en un pestañeo estaba nuevamente como nuevo. Poco esperanzada. Se permitió pensar por un segundo; que aquello era una ilusión. Quizás, se hallaba dormida en la tina del baño o, quizás nunca bajo a la sala y, ahora se hallaba encerrada en alguna de sus pesadillas.
No. No, por qué ella podía sentirlo ahí. Era él. Tenia que ser él. Nuevamente; frente a ella. Hermoso. Estéticamente correcto. Sonriéndole con el mayor de los cinismos. Preguntándole con la mirada. -¿Por qué?- ¿Por qué me mataste?. Por que acabaste con la única persona que logro hacer latir tu corazón. ¿Por qué? No hay respuesta. Solo, puede dejar escapar las lagrimas. Sin que su rostro sufra algún cambio. Solo llora desde el alma.

El corazón no esta, no la sigue.

Nunca lo ah hecho.

Y entonces se desmorono, y solo fue una mujer llorando en el suelo frió. - Qué lastima - escucho mientras sus lagrimas bañaban el arma que sujetaba débilmente sobre sus rodillas. - ¿Y, está es la cazadora qué acabo conmigo? Me avergüenzas.

Sintiendo como la ira regresaba luego de un tonto momento de flaqueza, levanto su rostro decidida a enfrentar a aquella vil ilusión. Pero, se encontró solo con el sillón agujereado por sus propias balas. No había nadie. Solo ella y, su auto negada locura. - él esta muerto. - se recordó.- muerto.


 

- Scott deja de pensar en tonterías.- aconsejo stiles.- los hombres lobo no existen. ¡Es una locura!.

- Danny, ayúdame.

- Scott, quizás lo que te ataco en el callejón fue un tipo disfrazado. - Scott suspiro, intentaba explicarle a los chicos algo sin tener que delatar a Isaac. Lo había hablado con el rubio. Isaac estaba de acuerdo, aunque le dijo que fuera llevándolo con tiempo, que le fuera abriendo la mente a la posibilidad de que ellos existieran. Pero el solo hecho de intentar explicarlo, era una locura.

- Seguro era victoria, aunque me sorprende que sea de hombre lobo, debió disfrazarse de vampira o, mejor de bruja. Le sientan las verrugas.

- Stiles, ¡hablo enserio! y…, Danny, se lo qué vi.

Stiles empezó a olfatear el lugar- ¿qué haces?

- debe de haber una fuga de gas o, quizás ese sujeto te dio a fumar yerba. Quien sabe… ¡¿fumaste yerba, scott?!

- Cállate, idiota. No eh fumado nada.

- ¿Bebido, tal vez?.

- ¡Danny!

- Que? Intento ayudar.

- Pues, no lo haces.

Stiles, se quedo mirando las llaves de Scott colgando en el gancho de la pared detrás de Scott. - Mm… Amigo, me harías un favor.

- lo qué quieras, viejo.- sonrío.

- Quiero tu moto.- Danny sonrío ante el pedido y, la obvia negación.

- Todo menos eso.

 


 

Aiden se despidió saliendo del edificio. Ethan no estaba, era mejor que asi sea. Al parecer los hermanos estaban teniendo una riña. Y, era bastante fuerte. Isaac había salido hacia mas de media hora. Y, el estaba listo para ir por su castaño.
Pero Danny también sabia, que Scott era fácil de doblegar bajo los encantos de stiles, Así que no pasaría mucho para que stiles se hiciera de las llaves.

Derek se sintió perturbado al percibir con su espectacular olfato; al niño de sus sueños. Al menos, de los últimos lo era. Suspiro. Eso no podía ser posible. Al menos qué tampoco su nariz; Pudiese olvidar por un miserable segundo, el agridulce aroma de su compañero.

Abrió la ventana de su cuarto, para observar mejor la caída de la noche y, asegurarse de qué su olfato le jugaba una mala pasada. Mas su ceja se elevo al observar una moto colocada a un lado de donde estaba estacionado su preciado Camaro.- Ummm… - estaba seguro de qué no era de ninguno de los gemelos. Un perfume peculiar y, atrayente le pidió que bajase a revisar mejor.

Bajo despacio las escaleras. Y, una vez con la vista en la calle. Cerro la puerta y, camino guiado por el sonido bajo que provocaba aquel corazón. Bom, bom, bom. El sonido placentero de un cuerpo tranquilo, relajado. Derek, Sin nada a la vista, cruzo la calle. Sabiendo que ese corazón le seguía por detrás. Ahora escuchaba sus pasos.

- Sabias, que de estar esperándote, hubieras llegado, como cinco minutos tarde? Tu insolencia me asombra.

Derek sonrío moviendo su cabeza de un lado al otro- y, dices qué, yo, soy el acosador.

Stiles se encogió de hombros.- era esto o esperar a qué llegaras con un ramo de flores a tocar mi puerta. De haber sido vino, estaría encantado.

- lo anota..- Derek quedo anonadado al girarse y, encontrarse con la perfección hecha stiles. Ja.- …re.

- Eh. Oye! No me mires así.- se removió incomodo en su lugar. Tosió sobre su puño mirando asía otro lado. Las mejillas sonrojadas- me avergüenzas. - Susurro.
- Si. Se nota. - Sonrío de lado.

- eres demasiado petulante.

- Lo dice él que no puede esperar a por verme.

- eso no es así.

- ah, no?.

- No juegues.

- No juego y, perdón.- se acerco un poco, eliminando la distancia, quedando solo a dos pasos.- Pero luces demasiado bien como para no mirarte. - suplanto el, comerte.- no puedes negar eso.

- Acepto qué soy demasiado guapo.

- decías…, ¿petulante?

- Engreído me queda mejor..- se rió algo apenado por la conversación que estaba teniendo con el morocho de ojos verdes. Stiles se dio algo de fuerza y, devolvió el cumplido.- tú también.

- uh..

- Q-que tu tambiénlucesbien.- dijo todo rápido, provocando qué Derek riera a carcajadas por la pena que al castaño le daba. Se seco las lagrimas que luchaban por salir.

- ¡Ya!, No?.- se quejo el menor.- muy divertido…

- ¿Trajiste moto? - se rió del mohín que escondía el castaño. - También querías ahorrarte el hecho de que te abriera la puerta del copiloto para que subieras, princesa.

Stiles, le miro con aire de fastidio y, no respondió nada.

- eres tan lindo. - Le dijo estirando el brazo para acariciándole la mejilla- lastima qué no pensaste qué iras abrazado a mi en ella.

Stiles, corrió su rostro y, alejo la mano que atentaba con acariciarlo- Idiota…- susurro. Luego abrió los ojos impactado a su nueva revelación- un momento.- le miro fijamente.- no iremos juntos en esa moto.

- Claro que si.

- ¡No! - rugió, negándose rotundamente.

- Si.- aseguro, mientras le sujetaba de un brazo y, lo arrastraba hasta la moto.- será mas rápido e interesante.

- De acuerdo. Pero ,yo, conduzco.

- Stiles, no sabes a dónde vamos.
- Tu me dices.- Derek lo pensó y, sonrío al caer en cuenta de un pequeño detalle.

- bien.- stiles le miro por un segundo qué se le hizo eterno.- ¿bien? No ahí más protesta?- se sorprendió.- ¿Cuál es el truco?

- No ahí truco.

- No lo ahí. ¿Enserio?- Derek asistió.- no te creo.

- Solo súbete de una vez.¡Quieres!

- Ya, pero qué carácter…- se quejo el menor. - , a qué por eso eres soltero.

Derek sonrío mostrándole su perfecta dentadura.- puede que sea eso… puede qué no. De cualquier manera, ya lo descubrirás por tu cuenta.

- Detesto cuando hablas así.- se subió en la moto y, subiendo la pierna para luego bajarla con fuerza, la hizo arrancar. Derek se subió detrás de el y, se abrazo a su cintura. Stiles soltó un quejido de sorpresa. Giro su rostro asía el ocupante que se abrazaba a el, como si tuviera tensas por manos. - oye, las manos en ti, amigo.

- Tengo qué asegurarme- mirándole inocente. - no dejarías que me caiga o, ¿si? La seguridad ante todo.

- Si quisiera asegurar tu trasero. Te aconsejaría comprar una jodida póliza para el. - le pico el pecho con el dedo.- Ahora, tus manos en ti. Al menos que quieras un ojo morado, amigo.

- Realmente crees que puedes dejarme un…¿ ojo morado?

Stiles suspiro.- se vale soñar, ok.

- Si te hace sentir mejor.- Siguió apretando la cintura del menor.

- Te odio.

- por lo menos, me hablas.

- Te odio, ¡TANTO!- Siguió diciendo mientras empezaban a movilizarse en la moto.

- Sigue repitiéndote lo mismo, algún día lo creerás.

- El que persevera alcanza, ¿verdad?.

- Es mi lema favorito.- contento, el ojiverde.

 


 

-Por qué saliste de allí cuando te dije que no lo hicieras - el hombre alto de cabello algo canoso, pero bastante apuesto. Reclamo.

-Te lo dije; si encontraba la forma. Me escaparía.

- No estoy reteniéndote, estoy protegiéndote.

- ¿monitoreando mis movimientos, como un animal del zoológico? Oh, gracias.

-Controlo tu actividad en línea para asegurarme de que no comprometas nuestros planes.

- No puedo estar mas tiempo aquí… mis heridas sanaron. No puedo quedarme con las manos atadas mientras ella hace de las suyas.- golpeo la pared intentando sacar algo de aquella impotencia que sentía crecer en su pecho. Lo cual fue inútil.

- Entiendo, pero es el único camino que tenemos. Y, tendras que aceptarlo. Ya te dije. Falta poco… pronto…

-¡Pronto!, estoy arto del pronto. - gruño.- Quiero el ahora. El ¡YA! No. El luego, el tal vez… el quizás… quiero venganza, y, no mañana. ¡No!. Estoy arto de esperar Hale. Estoy arto.

- cálmate, Apenas saliste del edificio, me enfoqué en tus coordenadas para ver si necesitabas ayuda, me preocupaste. ¿Alguien te descubrió? Se qué la viste.

- Si. Pero esta tan perdida qué creo que pensó qué era parte de una alucinación.

-Debiste… esperar.

-¡¿Cuanto mas?! ¡estoy arto de esto!, ¡ya te lo dije!, Cansado. No quiero seguir escondiéndome como una rata. Eh tenido qué escapar de aquí como una.

-No era necesario que lo hicieras.- aseguro el hombre.- ya te lo dije, solo intento protegerte.

-Nadie te lo pidió.

-Si te salve, es por que se lo debía a alguien. Y aun no eh saldado mi deuda. -su seño se frunció hastiado.- Así qué cállate y, mantente aquí, hasta que te diga que puedes salir. - y aclaro.- Por que es seguro para ti…

- como quieras. -Se recostó en el sillón mientras sacaba un cigarrillo y, lo encendía.

- ¿estas fumando? Deja eso.- le reclamo.

-Mira. Retenme aquí, pero si osas quitarme estos cigarrillos, olvidare que eres el jodido alfa, entiendes.

El teléfono en el bolsillo del hombre sonó. - talia…- susurro. Al ver el nombre.

-Si, cariño.

-Tenemos un problema. - Hale se sujeto la cabeza intentando no tener migraña. Maldita la hora en que se volvió el jodido jefe de su tribu. Algún día ¿dejarían de tener problemas?- es Cora… -Quizás cuando se jubilara. Sus hijos eran un maldito dolor en el trasero, pero tenia que admitir que los amaba.

- Voy para allá.- corto. - tu por lo qué mas quieras- señalo al hombre que fumaba frente a el-, quédate aquí.- salio corriendo cerrando la puerta de un portaso detrás de el.- ¡Maldita sea!

 


 

 

   
Notas finales:

Letra 'DON'T GO AWAY (EN ESPAÑOL) de Oasis. letra que canta al inicio Stiles.

 

Es una mañana fría
y no hay mucho que decir...

acerca de las cosas
que tengo en la cabeza.

Y mientras amanece
mi avión se fue volando...

con todas las cosas
que tenía en mi cabeza.

No quiero estar ahí
cuando te estés cayendo.

No quiero estar ahí
cuando golpees el suelo.

Así que no te vayas,
digas lo que digas,

di que te vas a quedar
para siempre y un día más..

por lo que dure mi vida.
Porque necesito más tiempo.

Sí, necesito más tiempo
para arreglar las cosas.


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