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El cielo más grande. por sukichoco

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Notas del capitulo:

Hola¡¡¡

gracias por leer de nuevo El cielo mas grande, tal y como se lo habiamos prometido en los reviews, los sentimientos incrementaran un poco mas en este capitulo!
esperamos que les guste y bueno....

¡¡¡¡DISFRUTEN!!!!

El cielo más grande

 

4.- Nuevos conocidos

 

Estábamos en un jardín enorme, lugar de la fiesta del noveno. El anciano estaba cumpliendo un año más y nos estaba sorprendiendo con una fiesta elegante y de noche en aquellos lugares  tan hermosos.

Los invitados como era de suponer por el poder del noveno, no podían ser más que los propios gobernadores del poder del país, varios presidentes de compañías como yo y muchos millonarios como él.

Las decoraciones eran elegantes y un poco rusticas al mismo tiempo, al noveno ultimadamente le encantaban las cosas sencillas pero caras.

Mire a mí alrededor y note a varias bellezas con las que podría divertirme, pero la sola idea de que el noveno se enterase me limitaba un poco.

Tome una copa de vino y camine con Colonello por el lugar invitando a las mujerzuelas a acercarse a nosotros con tan solo dedicarles una mirada de un segundo.

 

- ¿Así que tu nombre es Reborn? – Me preguntó la mujer de cabello un poco rosado a mi lado con una sonrisa de lado – Es un nombre muy fuerte

- Si solo supieras lo fuerte que soy – me miro sorprendida y luego sonrió

- Soy Biachi – me dijo con una linda sonrisa - Dime… después de la fiesta… ¿me acompañarías a mi departamento? – le sonreí seductor y ella de inmediato cayo a mis pies.

 

 

El sonido del micrófono fue evidente y todos volteamos a ver el escenario principal donde estaba el noveno parado con una sonrisa, agradeciendo a todos por venir.

- El día de hoy he traído a alguien muy importante para que  empiece a relacionarse en este mundo tan sofisticado – muchos aplaudieron y entonces apareció la susodicha. – Les presento a mi nieta Sawada Tsunayoshi –un bramido lleno de hombres alocados por él no se hizo esperar.

Mis ojos no podían creer lo que veían. Aquel hombre sin duda era más hermoso que incluso la mujer a mi lado.

 

Pudieron haber sido las luces que lo reflejaban o el maquillaje, pero sin duda brillaba como nadie. Con un vestido rosa pálido que le llegaba apenas arriba de la rodilla, con pequeños brillantes de la parte del pecho y un pequeño listón en la cintura solo un poco más rosado que el resto del vestido, mangas cortas y un escote nulo; un collar de perlas; un pequeño bolso de mano y zapatillas bajas del mismo color que el vestido.

Su cabello que creí indomable había sido peinado por un profesional hasta el punto en que era liso y domable. Ese chico se había convertido no solo en mujer sino en una diosa.

Trague un poco de saliva al verlo. Es increíble conocer a alguien que posee una belleza como él.

 

Vi como miraba nervioso al público que al igual que yo se había quedado prendido de su belleza pero entonces me miró.

 

Nuestros ojos se encontraron un corto tiempo pero para nosotros era como si una vida se hubiera pasado. Sus ojos tenían un brillo inexplicable y vi que con un sonrojo en sus mejillas me sonrió. Le respondí de la misma manera y levante mi copa hacia él, provocando que se encogiera de hombros con al parecer felicidad.

- ¿La conoces? – había olvidado a la mujer junto a mi

- Como lo acaba de decir el noveno, es su nieta

- Te mira muy… enamorada – la miro asombrado de su precepción

- Imposible – me echo a reír y doy un trago a mi copa pero siento una mano en mi hombro que me detiene

- ¿Ella es tu prometida? – el estúpido de Colonello me pregunta sin saber el significado de la palabra discreción

Lo miro con una sonrisa con la que trato de decirle “gracias bastardo”, pero él no me mira. Se ve, fascinado. Debería reírme en su cara de haber quedado prendido de la belleza de un hombre, pero en realidad me siento un poco molesto de que lo vea así.

 

El discurso del noveno acaba y enseguida Dame-Tsuna toma el micrófono. La gente se ve atenta a lo que va a decir.

 

- Me…  me llamo Sa.. Sawada Tsunayoshi – su voz tiembla lo cual me da un poco de risa pero veo que los hombres del lugar se notan interesados – Espero que no… nos llevemos muy… muy bien – hago un movimiento de cabeza lamentando su poca habla pero me detengo al ver que el Noveno de nuevo toma el micrófono

- Gracias por venir a mi fiesta, espero que sigan pasándosela muy bien.

 

Los dos bajan del escenario y una pequeña sinfónica empieza a tocar para crear ambiente.

Veo como Dame-Tsuna comienza a ser acorralado por varios hombres y aunque debería reírme de ellos me siento disgustado.

- ¿Ella es tu prometida? – me pregunta interesada la mujer junto a mi

- Eso es algo que aún no se ha confirmado – no puedo habar más así que se lo digo en tono de corte de conversación

- Me alegro – me dice aliviada – me gustaría divertirme contigo – le sonrío pero siento una mirada sobre mí.

Volteo buscando la fuente de tan poderosa aura  y logro distinguir a aquellos ojos portadores del cielo más hermoso y grande que he visto mirarme un poco enfurecidos. Cuando se da cuenta que lo veo, el voltea su mirada hacia el hombre con el que está hablando y noto que trata de verme de reojo.

 

Sonrío sin querer.

 

- ¿Qué pasa? – me pregunta la mujer y yo niego con la misma sonrisa en mis labios

- Nada – me  mira cejuda y se aferra a mi brazo para caminar por el lugar.

 

Me lleva por las mesas hasta la pista de baile para danzar conmigo y yo sin sentir remordimiento lo hago sin problemas.

 

Siento la carga de esos ojos sobre mí en todo el baile con Bianchi. Le sonrío dichoso solo para poner más celosos a esos dos globos oculares que me observan.

 

Se detiene la música y la mujer me abraza por el cuello. La iba a sostener de la cintura, pero una voz me detiene.

- ¡Disculpa! – miro a Dame-Tsuna que se ve angustiado y me mira - ¿Podrías bailar conmigo la siguiente canción?

Lo veo atónito. Por fin se puso los pantalones, en este momento parece un hombre de verdad.

- ¡Imposible! – Responde la mujer – Reborn está bailado conmigo ¿verdad? – le sonrío y acaricio su mejilla

- Es solo una canción – me mira con un puchero – Espérame en el bar – Asiente encaprichada y acata la orden, no sin antes mirar con ojos de diablo a Dame-Tsuna.

 

Miro al niño frente a mí que sin darme cuenta ahora estaba rojo como un tomate. ¿Se avergonzó de haberse acercado a mí con tanta decisión?

Lo tomo de la mano y lo apego a mí para comenzar a bailar.

La música es suave y rítmica. Movemos nuestros cuerpos al compás de la música.

- Reborn, lamento haberme metido entre ustedes

- No tienes de que disculparte – levanta su mirada confundido – recuerda que si sigo jugando con mujeres Noveno me matará – asiente triste

- Lamento eso también

- Si lo lamentas hazme un favor – me mira atento – Responsabilízate y se mi compañero durante toda la noche para que ninguna se me acerque de nuevo.

Sus ojos comienzan a brillar y asiente decidido.

 

La  buena coordinación es una característica muy importante en casi todos los bailes, por lo que ambos estamos tratando de mantener esa característica al pie de la letra y parece funcionar. Las luces giran a nuestro alrededor y el mundo se queda muy lejos de nosotros. Él parece solo mirarme a mí. Le sonrío y el me responde de la misma manera. Vaya manera de ponerme a darme de vueltas.

 

Noto miradas sobre nosotros y me sonrío con orgullo. La verdadera atracción es este niño pero ahora yo también ya que estoy a su lado.

 

Termina la música y nos detenemos sonrientes.

 

De nuevo se acerca la mujer impaciente y se abraza a mi brazo. No la detengo, quiero ver lo que el niño podría hacer.

- ¿Vamos a la terraza? – me pregunta con una sonrisa

- Reborn me prometió ir conmigo – se sujeta del otro brazo para detenerme.

- ¡Reborn es mi acompañante! – lo mira con ojos furiosos

- ¡Él es mi prometido! – me toma de la mano y corre jalándome con él

 

 

Llegamos a la terraza desde donde se puede observar el profundo mar. La brisa nos recibe y la luz de la luna en el horizonte es hermosa.

Se sienta en una pequeña banca y yo hago lo mismo sentándome junto a él con las piernas cruzadas. Puedo sentir el nerviosismo de Dame-Tsuna junto a mí.

El silencio se apodera del lugar y no es que me moleste pero el parece un poco preocupado por ello.

- No pude decírtelo antes – comienzo a hablar – pero lamento haberte forzado a ese beso – me mira sorprendido y poco a poco se va sonrojando.

 

Esta era la primera vez desde ese día en que nos veíamos en persona.

 

- Está bien – agacha la mirada

- No sabía que eras virgen de labios – tiembla avergonzado – Creo que cometí un grave error al robarte tu primer beso.

- ¡Dije que está bien! – Dice en voz alta dejándome un poco sorprendido – De todos modos, recibí el primer beso de alguien que me gustaba…

Lo miro serio y con esa duda en mente, se lo pregunto directamente

- ¿Por qué dices que te gusto?

Veo que tiembla y trata de decir algo pero los nervios le ponen trabas

- Po... Porque eres tú – su respuesta solo me deja dudas

- ¿Y cómo soy?

- Genial – entrecierro los ojos tratando de analizar lo que me dice

- No será que estas confundiendo el gustar con admirar – niega sin verme

- Cuando te vi por primera vez, lo que pensé fue que nunca había visto a una persona tan apuesta como tú – me dice sincero – después cuando hablamos con el noveno, tus convicciones nunca cambiaron y eso solo agrego más de mi gusto por ti.

- ¿Eso es lo único? – niega

- Cuando me diste el beso, yo pude sentir algo más.

- Dame-Tsuna, creo que estas terriblemente confundido – le doy un golpecito en la frente – si supieras lo que muchos saben de mí, sin duda me tendrías asco y miedo

- ¡Entonces déjame conocerte! – Dice sonrojado y se aferra a mi saco – Yo… quiero hacerlo

Esa frase está llena de malas interpretaciones y me rio de él. El me mira atónito pero después ríe conmigo dulcemente.

 

- ¡Reborn! – una voz me llama por atrás y veo que es Colonello que se acerca a nosotros – ¡oh! – mira a Dame-Tsuna – no sabía que estabas con tu prometida – el niño se encoje de hombros con una sonrisa llena de dicha.

- No hables de esas cosas tan libremente, recuerda que aún es un secreto

- Sí, sí. ¿No crees que deberías presentarnos? – lo miro con sospecha pero no veo el motivo para no hacerlo.

- Tsunayohshi, Colonello, Colonello, Sawada Tsunayoshi – se dan la mano como saludo formal y noto un extraño brillo en los ojos de mi vicepresidente

- Es un placer Tsunayoshi – acerca sus labios a la mano del niño y la besa delicadamente – estoy a tu disposición

El niño se sonroja mientras que por mi parte la vena de mi cabeza se incrementa a proporciones irreales.

- ¿Qué haces? – le pregunto enojado

- Es un saludo – dice con una sonrisa sin dejar de ver los ojos de Tsunayoshi ¡Oh no! Verá el cielo más grande y hermoso del mundo. - ¿Verdad? – le giña un ojo provocándome un deseo por aniquilarlo irremediable

¿Qué es lo que se trae en manos?  

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Gracias por leer y de antemano por sus reviews, por favor dejenos muchos 

Esperamos que les haya gustado y nos leemos la prox semana

byee~~~~


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