5—Sabor a deseo.
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Era un beso intenso y aunque estaba algo sorprendido por ello el rubio lo disfrutó.
¡Jamás vuelvas a hacer una cosa como esa!—le dijo el ojos azules entre beso y beso.
¿A qué…?—el otro no dejó que Wheeler terminara de formular su pregunta.
La boca del otro aún tenía el sabor de miel y menta que ahora trastocaban sus sentidos y es que esa imagen puso a la mente del castaño a trabajar, como es de comprender. Presuroso le llevó al baño de hombres más cercano y se encerró con él en un cubículo donde ahora estaban.
¡No te hagas el tonto! Hablo de esa escenita que montaste con el helado—le contestó Seto con cierta furia para luego de otro beso agregar en un tono totalmente diferente--¡Quisiera que me trates como a ese helado!—
Joseph quedó casi catatónico. ¿Estaba sugiriendo…? Pero a su cuerpo acudieron ciertas sensaciones cuando el otro empezó a acariciar su entrepierna con cierta premura.
¡Idiota! ¡Todo esto es porque llevo falda!—reprochó pero sin verdadero enojo el ojos mieles que estaba bien iniciado.
¡No! No fue eso—respondió el otro con un resuello—Fue tu maldita lengua. ¡Estúpido! No te das cuenta de lo que causas. Voy a enseñarte a ser más decoroso o me meterás en un lío—
¡Mira quién lo dice!—alegó el otro apuntando a que estaban en un baño público guiados por él.
Estas son las malditas cosas que me obligas a hacer—dijo Seto antes de morder su lóbulo y sentirlo gemir--¡Gime más alto!—le apremió.
¡Idiota! En tu casa…--dijo Joey.
¡Mi casa es otra cosa! ¡Aquí no me importa quién nos oiga! Es más, creo que quiero que te escuchen gritar—dijo el ojos azules robando el aliento del otro.
¿Vas a matarme?—preguntó el melado abriendo mucho los ojos.
¡Me gustaría!—dijo Kaiba con una sonrisa un poco dulce al ver que tonto era el otro--¡Esa es una de las cosas que me gustan de ti!—aceptó antes de ir por su cuello y así convenció al otro de seguirle el juego porque para entonces los dos estaban como una locomotora a vapor.
Deshizo las coletas de “la chica” y Joey lo miró de soslayo mientras el otro se dedicaba a besar su cuello por la espalda pues Wheeler ahora estaba entre la pared del fondo y el fornido ojos azules detrás.
¡Quiero que lo hagas!—le susurró al oído Kaiba sonando como el ronco ronronear de un gato y es todo lo que precisó Wheeler para darle gusto, rodó para quedar de frente a él y le llevó a girar de tal modo que quedara sentado en el trono mientras bajaba sus pantalones y ropa interior. Ambos se sentían mareados por la bruma de calor que les envolvía.
Despacio y sin dejar de mirar a los ojos de Seto bajó su boca hasta el miembro erecto y en espera de más atenciones, sintió un poco de recelos y Kaiba comprendió lo que pasaba.
¡Esto llegó demasiado lejos! Vamos a…--la sensación de la lengua en uno de sus puntos más sensibles le cortó el aliento y sus palabras murieron ahí.
Joey había comprendido bien sus intenciones. Iba a liberarlo de hacer eso e inesperadamente eso le alegró y le conminó a llevarlo a cabo porque sabía que verdaderamente lo necesitaba. Cerró los ojos y pensó en el exquisito helado de chocolate con chispas.
¿Su beneficio? Oír los gritos extasiados de Seto y sentir la tensión que sus atenciones provocaban en el siempre relajado castaño. Además otra cosa le impulsaba. Disfrutaba seducir al ojos azules y llevarlo a la locura, comprendió.
En unos momentos, mientras lo sentía gemir más alto sintió sus manos en sus mejillas y abrió los ojos viendo directamente a los del otro que le miraban intensos mientras sacaba su boca del viril instrumento, no comprendía. ¿El otro deseaba que parara?
Seto haló su cara hacia la suya y besó sus labios para después llevar la mano de Wheeler a su necesitado miembro mientras la suya se ocupaba de el del rubio. Quería sentir el sabor de sus labios ahora porque eran sabor a él, prueba de la entrega del otro.
Juntos culminaron y gritaron de gozo en la boca del otro. Kaiba terminó sosteniendo al otro entre sus brazos porque al otro le flaquearon las piernas y como él estaba sentado.
Mientras se vestían Joseph no pudo evitar preguntar--¿Desde hace cuando te gusto?—
Era una pregunta importante y era hora de hacerla. Seto podía tratar de evitarla pero el otro no dejaría de insistirle además era preclaro que le gustaba el rubio desde antes que le besara la primera vez.
¡No lo sé!—respondió y vió la cara de pasmo que ponía el otro antes de agregar--¡Pero a veces tengo la impresión que desde la primera vez que te vi!—
Wheeler se quedó sin palabras.
¿La primera vez que se vieron? ¡No recordaba que hubiera sido tan especial! ¡Es más! ¡Él creía que a partir de allí le había agarrado aversión como él a Seto! Era una locura que todo hubiese sido tan distinto para ambos en ese inicio turbulento.
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Perdón por no traducir el cap anterior.
Ohaio quiere decir ¡Buen día!
Inu, perro.