8—La lección en video.
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Serenity Wheeler era bajita y preciosa como una muñeca, todos lo pensaban en el colegio y por ello miró hacia arriba al joven apuesto y castaño que tocó al timbre del apartamento.
Ella lo identificó de inmediato pero igual preguntó--¿Seto Kaiba?—
¡Hai!—respondió él algo seco como de costumbre--¿Tu nii san está?—
Ella asintió.
¿Podría hablar con él?—preguntó el ojos azules después.
¡Sere! ¡Te he dicho que no abras sin más la puerta de mi cuarto! ¿Qué pasaría si me encuentras haciendo algo ilegal?—dijo el joven hecho un ovillo debajo de las mantas de su cama. Algo de los árboles debía estar causándole alergias pues se sentía sin energías.
¡No me preocuparía por ello y no soy tu imoto!—dijo la clara voz de Seto.
¿Kaiba? ¿Qué haces tú en mi cuarto?—preguntó después de saltar de la cama el rubio con los ojos saltones.
Vine a que me expliques que rayos te está pasando. Que tengas malas notas no es una novedad pero yo no pienso pagar por tu culpa—le dijo el ojos azules.
¡Oh, claro! ¡Yo que me pudra! ¡Tú eres el importante aquí. ¿No?—preguntó el melado con reproche y entonces el castaño recapacitó un poco y creyó intuir por el tono usado por el otro lo que estaba pasando.
¿Estás celoso de nuevo o algo así?—preguntó.
¡No todo gira a tu alrededor! Pomposo hijo de…--decía el rubio cuando notó las manos del otro en sus muñecas que le halaron hasta que estuvo contra su pecho y sus ojos se cruzaron con los añiles.
¡Dime que te sucede!—exigió Seto.
¡Como si te importara!—le dijo Joey.
¡Estoy aquí! ¿No?—fue la imperturbable respuesta—Pareces nervioso pero no entiendo porqué. ¡Dímelo ya!—
Yo… tampoco lo entiendo—admitió Joseph al rato luego de separarse del otro.
¿No sabes que te hizo enojar?—preguntó Kaiba al borde de perder la paciencia.
¡No es eso! ¡Por supuesto que lo sé! ¡No soy un idiota!—le contestó el rubio impaciente.
¡Yo no apostaría a eso!—dijo el ojos azules bajito y el melado no lo oyó.
Es que… no sé porque me afecta tanto—admitió Wheeler.
Ahora dime que es lo que te molesta. ¿Si?—exigió Seto.
Eso que dijiste…—dijo el ojos mieles mientras Kaiba se preguntaba “¿Qué?”--…sobre que no nos veríamos más después de terminar la preparatoria. ¿Al final que es esto?—añadió y de pronto sintió las manos del otro halándole de nuevo.
El beso vino inesperado y tierno, despacio y suave, tanto que el rubio que deseaba desligarse del otro no pudo contenerse y correspondio.
¡Eres un verdadero gillipollas!—le dijo el ojos azules ni bien terminó. El rubio se veía ofendido por lo que continuó antes de que el otro le zumbara—Yo no sé que pasará después de graduarnos, como es obvio pero no dije que tu y yo nos dejaríamos de ver sino que los dejaríamos de ver a ellos—explicó y al rubio se le cayó el alma a los pies--¡Así que arruinaste nuestra presentación por nada! ¡Felicidades!—agregó para más consternación del otro.
Tocándose los labios el rubio preguntó sumiso--¿Y esto porque fue?—
¡Porque tenía ganas!—respondió simplemente Seto antes de arrojarlo a la cama y comenzar a besarlo indiscriminadamente.
¡Oye que mi hermana puede abrir!—se asustó el melado.
¡No lo hará! Fui más listo que tú y tranqué la puerta—respondió Kaiba dándole en la madre—Además no creo que nos moleste mientras estudiamos como le dije—
¿Estudiar? ¿Estudiar qué?—preguntó confundido el otro.
Lo guardaba para dentro de un rato pero es mejor empezar ahora—dijo el castaño separándose de él y mirando por la habitación. Encontró una tablet, la encendió y dijo—Esto servirá—al ver que tenía batería suficiente. Sacó un pendrive de su bolsillo y lo conecto a esta. Joey le miró seleccionar carpetas y archivos hasta encontrar lo que buscaba mientras estaba sentado a un lado suyo en la cama--¡Esto nos servirá la próxima ocasión!—
Joseph no se lo podía creer. Eso tenía que ser una broma. Ya había visto casi todo el video cuando Seto le dijo—Descargué algunos más pero este es el único que muestra la manera correcta—
Joey tragaba en seco y sus ojos no se apartaban de la pantalla pues no podía creer lo que estaba mirando. El OVA trataba de un joven acusado de asesinato ilegalmente en la Francia revolucionaria y de cómo lo violaban en la cárcel, a él y su amigo, varias personas. Al final intercambia sexo por una prueba que lo exonera. Era una peli muy fuerte y al terminar sus pobres neuronas permanecían medio quemadas.
¿Y para que corno quieres ver esto conmigo?—preguntó sinceramente conmocionado.
¿Acaso no me oíste? Es para aprender la forma correcta. ¡No querrás tomar baños de asientos toda la vida o si?—respondió Seto como un maestro con un alumno disperso.
¿Hiciste esto por mí?—preguntó francamente sorprendido el ojos mieles.
Si y no—respondió Kaiba para sorpresa de Wheeler—Tal vez en el futuro pueda necesitarlo—una almohada impactó en su cara. Se sorprendió pero después, al ver a los ojos mieles, se abalanzó sobre él y tendido encima sobre la cama, con sus manos en las muñecas del otro y sin separar su vista de la de Joey le dijo--¿Acaso lo único que sabes hacer es responder con la violencia?—luego le besó con fervor. Después de unos momentos así ojos azules le dijo—Esa película me dio algunas ideas. ¿Quieres intentar?—