10-Flor de primavera
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¿Por qué rayos no me lo dijiste?—preguntó Tristán furioso.
Joey no lo podía creer. Los habían descubierto. ¿Cómo? Era la pregunta que se le ocurría.
Debiste decirme que tu hermana salía con Kaiba tú mismo—saltó el castaño calmándose un poco después—Si no hubiera sido por Oyamada nunca me hubiera enterado—agregó Taylor.
(N. A. Oyamada Hikaru, el perver de la conversación de la foto)
Wheeler necesitó de unos segundos para digerir lo que hablaba y luego cayó en la cuenta de lo de aquella foto y lo de su supuesta hermana novia de…
Aunque Kaiba es un poco mayor que Serenity—recalcó su amigo.
“Sonamos. Si alguien le preguntara a Sere estaremos fritos” pensó el rubio agregando a Seto en su aflicción. Entonces decidió tapar con agua el incendio que podía generarse.
No se trata de Sere—le dijo y el otro lo miró sorprendido pues al conocerse él le había informado que sollo tenía una hermana—En verdad es mi medio hermana—añadió presuroso.
Medio…--dijo despacio Tris.
Si. Y no se lo digas a Sere porque aún no lo sabe. Es que mi papá… pues puso otra semillita por ahí—dijo encomendando su alma por ser tan mentiroso y mortalmente preocupado por lo que le hacía a su papá pero es que si los descubrían… no quería ni pensarlo. Además como eso ahora era tan común—Yo me enteré hace poquito cuando la conocí y supe que era su novia—alegó para tranquilizar a su amigo.
Ahora te entiendo. Debe ser un mal trago difícil. Primero tu papá cargando con semejante secreto y ahora tener que soportar al idiota que detestas como parte de la familia—dijo compungido el otro dándole palmaditas en la espalda.
¡Ni que lo digas!—exclamó Wheeler fingiendo pesar, aunque en verdad se sentía un poco mal de tener que mentir a su amigo--¡Por favor, a nadie!—agregó con cierto pasmo pues de un momento se vio envuelto de rumores cosa que a Seto no iba a gustarle.
¡Tienes mi solemne palabra!—respondió el otro con una mano en el corazón.
¿Y tu solemne palabra?—preguntó el rubio a su amigo dos horas más tarde mientras lo miraba desde en medio del salón.
¡Ella me obligó!—respondió Taylor con un dedo acusatorio hacia Tea.
¡Tranquilo! Tu secreto está a salvo con nosotros—le dijo su amiga que ya le había preguntado como estaban las cosas entre su hermana y el castaño.
¡Oye! ¿Cómo se llama tu hermana? No me dijiste su nombre—dijo el castaño curioso.
¿Qué? ¿Piensas pegar carteles por el cole?—preguntó molesto el ojos mieles.
¡Joey!—se quejó el otro.
¡Oy, solo dinos su nombre! Sería bonito ser de los únicos del cole en saberlo. Además nos lo debes por no haber sabido nada antes que esos idiotas—le recriminó Gardner.
¡Tea! ¡Quizás es mejor dejarlo tranquilo! Joey está pasando por una situación muy difícil—lo defendió el pequeño Yugi tratando como siempre que nadie se enfadara con él.
Joseph se conmovió con el tricolor porque estaba siendo engañado por él y aún así lo defendía.
¡Está bien, Yugi! Eso puedo decírcelos pero por favor que no salga de aquí—dijo el rubio y todos asintieron, mientras el trataba de elegir un nombre de mujer en su mente y es cuando vio en la pared posterior el cartel de la primavera que hiciera parte del colegiado, rebosante de flores, que se le ocurrió--¡Hana! Se llama Hana—(Hana en japonés significa flor)
Nadie supo que alguien escuchaba junto a la puerta la conversación.
Seto estaba sorprendido por todo lo ocurrido ese día--¿Cómo pudiste dejar que todo esto llegara tan lejos?—
No pude evitarlo. Tristán me esperaba con un arma en cada mano y después se lo contó a todos—dijo el ojos mieles.
¡Tú y tus amigotes, perro!—dijo enfadado por la argucia el ojos azules.
No me digas…--trató de protestar Wheeler.
No avives el fuego. ¡Idiota!—se despidió el castaño rumbo a casa. Joey le había perseguido después de salir del colegio para darle las nuevas. El rubio se quedó algo infeliz porque comprendió que el otro estaba de nuevo enfadado con él.
Y llegó el domingo. Sus amigos le habían invitado a comer una pizza y él fue y disfrutó como loco. Fueron a ver una peli. Se divirtió como loco con la nueva película de Steve Carrell.
Cuando salía del cine e intentó ver que hora era se dio cuenta de que su teléfono se había quedado sin batería y se encogió de hombros. Cuando llegara a casa lo pondría a cargar.