13 Un héroe, su hermano, su novia, una madre y un desgraciado perro
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Seto no lograba aburrirse de ver cuan “ingeniosa” era su “novia”. Estaba en su salsa y se notaba. Se reía desenvueltamente y decía chistes un poco subidos de tono de los que después se arrepentía sonrojada y era el centro de atención de todos.
Hasta que Mokuba preguntó--¿Cómo es que nunca te vi en el cole?—
Joey se quedó alelado hasta que se dio cuenta de que su uniforme debía proceder de ahí para que él lo reconociera.
Es que somos de cursos distintos—explicó ella.
¿Y como se conocieron con Seto?—preguntó después el pelinegro.
¡Si! ¿Cómo se conocieron?—preguntó Tea entusiasmada y ahí la “chica” quedó pálida mientras su “novio” esperaba a ver que inventaba ahora.
Yo… eto… es muy vergonzoso pero—dijo mientras veía a Seto para que “la” ayudara y él la miraba como diciéndole “¡Arréglate sola que en suficientes líos me has metido!” Entonces Hana decidió cobrar venganza y sus ojos sonrieron pícaros mientras se tapaba la boca con una mano, entonces el susodicho sospechó de sus intenciones—¡No sé si decirlo! Es muy embarazoso para Seto—aludió.
¡Cuenta, cuenta!—pidió Tristán oliendo sangre. Moki estaba también curioso. ¿Embarazoso para Seto? No se podía imaginar a su nii san haciendo algo embarazoso. Ni que decir del propio castaño que ya sentía sus venas a punto de reventar pero con expectativas de que no fuera tan malo. Los buitres de los amigos de Joey sobrevolaban su desgracia.
Ese día terminé temprano las clases porque el profe de computación estaba enfermo y salí del cole pero di una vuelta a la manzana porque era un día encantador—dijo Joey y de repente fijó sus melados ojos en los azules—Entonces le vi…--creo expectación y desconcierto mientras al castaño se le secaba la boca—Estaba sobre un árbol—añadió.
¿Qué estaba haciendo?—preguntó Tea.
Espiaba el baño de las chicas—afirmó Taylor como si lo supiera y el otro castaño quiso fulminarlo con la mirada.
Después de un momento en el que el acusado lo miró con enojo como amenazándolo y en el que todos esperaban su respuesta, “ella” dijo--¡No! Mi Seto no haría nada semejante. ¿Verdad amorcito?—preguntó sonriente y con un ojote que hablaba de una inocencia que en verdad era una farsa. Sin obtener respuesta siguió el relato--¡No! Seto estaba… ¿Lo digo?—preguntó pero en verdad no necesitaba venia y el otro estaba atrapado entre ser como siempre y gritar “No por favor” lo que no haría ni en mil años—Estaba salvando un pequeño gatito atrapado. ¿No es lindo mi Seto?—
Los ojos de todos de pronto estaban sobre él como si no lo pudieran creer y él sentía su sangre hervir por semejante imposición aunque no era ni la mitad de malo de lo que pudo haber sido.
¿Mi hermano hizo eso?—preguntó pasmado el otro Kaiba tratando de asimilar tal información. No podía imaginarse a su rudo hermano haciendo una acción tan amable por alguna extraña razón. No porque Seto no fuera amable con él sino porque, como que no cuadraba.
¿Por qué te extraña?—preguntó de pronto la rubia—Después de todo es tan…--“Ahí viene otra” se dijo Seto--¿Es como una madre para ti, no? Mi Seto cuida a su hermano con tanto esmero como una madre viuda—dijo como pavoneándose el desgraciado perro, pensó el ojos azules mayor. Todos lo miraban como si recién hubiera aparecido de la nada.
¿Es cierto eso?—preguntó Tea al menor de los Kaiba que asintió.
Si. Nuestra mamá murió cuando yo nací, siempre ha estado ahí para mí—admitió Mokuba.
El castaño estaba molesto con Joseph. Había usado lo que él le había contado en su contra. Se sentía defraudado, traicionado. Se paró y dijo--¡Bueno! Es hora de terminar con esto. Mi padre llegará pronto y es mejor que no encuentre armando una batahola—
Joey percibió el cambio de humor en el otro que hasta entonces fuera cooperativo y se preocupó.
Si, ya hemos abusado demasiado de la generosidad de Seto kun. Es mejor que nos vayamos a otro lugar—dijo Serenity—Tenemos que hablar de corazón a corazón—añadió la pelirroja y al decir lo último puso su mano sobre el pecho de la rubia que se percató de que bajo la blusa esas naranjas no podían parecer muy verdaderas.
Alarmado saltó inventando una excusa de inmediato--¡Oy! Me llegó un mensaje de mi papá. Tengo que ir a casa enseguida—
¿Tu papá? ¿Tu papá no es mi papá?—preguntó confundida la otra ojos mieles.
Wheeler quedó paralizado. Los nervios habían hecho que olvidara ese pequeño detalle, y había cometido ese error víctima del hábito. De pronto salió corriendo porque no podía enfrentarse a su hermana así.
Corrió por el pasillo hacia la puerta y resbalando cerca de la puerta. Todos quedaron paralizados, Seto porque en verdad quería que se fuera, se merecía eso por ser tan mentiroso. El primero que reaccionó fue Mokuba que lo alcanzó junto a la puerta y cuando estaban contra el piso lo haló hacia una de las habitaciones donde le miró.
“Ella” le dijo—Siento portarme así. Yo tenía miedo de…--trataba de inventar sobre la marcha.
¡No te preocupes!—dijo el menor. Sus ojos se hallaron y permanecieron un minuto compenetrados, los alientos agitados por la adrenalina--¡Tú secreto está a salvo Joey!—