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Camino a la perdición por zandaleesol

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Después que Voldemort terminara esa secreta reunión con el hombre que era su espía, llamó a Lucius, el rubio estaba seguro que su señor le informaría sobre la reunión con Snape, pero no fue así, el asunto a tratar era otro y al parecer involucraba a todos sus más allegados, pero sobretodo le resultó extraño a Lucius el no ver ahí a su cuñada Bella y se atrevió a preguntar por ella

- Envié a Bella a hacer un pequeño trabajo... no te preocupes Lucius - siseó Voldemort

- Usted dirá mi señor en que podemos servirle - dijo Lucius

- ¡Ah Lucius!... esa disposición tuya me encanta... la verdad es que voy a encargarle un trabajo muy especial a uno de ustedes -

Todos los que se habían reunido en torno a la larga mesa se  miraron y asintieron

- Estamos deseosos de servirlo mi señor - dijo Avery

- Cualquiera de ustedes sería un buen candidato para el trabajo, pero como esto es algo muy especial... voy a darle la primera opción a Lucius -

- Gracias mi señor - dijo el rubio inclinando la cabeza respetuosamente

- Esto es algo muy diferente a lo que estás acostumbrado Lucius... tendrás la opción de negarte en caso de que no quieras hacerlo... en cuyo caso cualquier otro puede tomar tu lugar -

- Mi señor cualquiera sea la tarea que usted me encomiende yo la haré con el mayor gusto, soy su incondicional - se apresuró a decir Lucius

- Ya lo veremos Lucius... - dijo  Voldemort mirando con malicia al rubio

Lucius haciendo gala de toda su frialdad no dejó de mirar fríamente a su señor

- Estoy muy contento de que me hayas traido al pequeño Harry... sólo por eso voy a darte la oportunidad de aceptar o rechazar - dijo el mago de ojos rojos

- Usted dirá mi señor - dijo Lucius ansioso y a la vez temeroso de oír los deseos de su señor

- Bien... - dijo Voldemort poniéndose de pie y caminando por la sala - como ya saben el pequeño Harry Potter, sólo en unos días cumplirá su mayoría de edad, diecisiete años y la protección que le dejó su madre desaparecerá... podré acabar con él finalmente, pero aún queda un pequeño detalle por sulucionar... el corazón del chico aún es puro y debido a la conexión que exsite entre los dos eso puede perjudicarme a la hora de acabar con él... cuando llegue el momento de matarlo Harry Potter no debe guardar en su corazón ni un solo buen sentimiento, en otras palabras su alma tiene que haber dejado de ser pura... y también su cuerpo -

Voldemort guardó silencio por un instante para repasar los rostros de sus Mortífagos y luego se detuvo en Lucius

- Lucius... la pequeña tarea que deseo encomendarte es que simplemente le quites la virginadad al pequeño Harry... y que de paso le dejes el alma destrozada... necesito que afloren sus peores sentimientos, recuerda que por su culpa pasaste meses en Azkabán, sé que harías un gran trabajo con él... lo odias lo suficiente aunque también comprendo que ese mismo odio te haga aborrecer la idea de tocarlo siquiera -

- Será un honor para mí cumplir sus deseos mi señor - respondió Lucius con una mirada en la que brillaba la maldad

Voldemort sonrió complacido

- Ve por el muchacho Lucius, yo mismo le daré la maravillosa noticia -

Lucius se levantó, inclinó la cabeza en señal de respeto y salió del oscuro salón. Mientras caminaba por los pasillos pensaba con horror en lo que su amo le había pedido, el odiaba a Potter, eso era cierto, pero no podía dejar de pensar que sólo ere un chiquillo, tenía casi la misma edad que su hijo Draco, eso que su señor le había ordenado hacer podía también alguien más hacérselo a su hijo, definitivamente la idea le repugnaba, por una vez su frío y cruel corazón mostraba un atisbo de algo parecido a la compación.

Lo que emperoraba el asunto era que todo parecía indicar que su señor le ordenaría tomar el cuerpo del chico frente a todos, aunque esa no era una práctica habitual en su amo, pero Potter era su más odiado enemigo, en caso de tener que cumplir con aquella orden debería ser cruel y despiadado con el chico para satisfacer a su amo, no podría mostrar ni un poco de piedad.

Quitó los hechizos que protegían la entrada a la habitación, Harry yacía en la cama profundamente dormido, se acercó con sigilo y le observó por unos breves instantes, ese sentimiento parecido a la piedad pareció acrecentarse dentro de el.

- Potter... levántate - dijo con la voz dura y fría de siempre

Harry despertó en una especie de  sobresalto y lo miró asustado

- Ven conmigo - dijo Luicus

El chico se levantó medio tembloroso a causa del brusco despertar

- ¿A dónde me lleva? - se atrevió a preguntar intentando controlar los temblores de su cuerpo

- El Señor Tenebroso desea hablarte - dijo Lucius evitando mirar al chico a los ojos

Con una silenciosa señal le indicó que fuera delante de él. Salieron de la habitación, el frío de los oscuros pasillos pareció acrecentar los temblores de Harry, se preguntaba que sucedería, en los casi tres meses que llevaba secuestrasdo Voldemort jamás lo había llamado, sería que su tiempo ya se había terminado, no se atrevió a voltearse a mirar a Lucius que caminaba un poco más atrás.

Finalmente llegaron al salón donde Voledemort se reunía con sus Mortífagos, en cuanto cruzaron el umbral unos ojos rojos se posaron en el

- Harry aquí estás... ven acércate con confianza - dijo Volddemort

Harry miró asustado en rededor preguntándose que sería lo que ese demente estaría planeando, se suponía que faltaban días para que cumpliera su mayoría de edad, Voldemort se levantó y comenzó a pasearse mientras el resto de los Mortífagos permanecieron sentados y expectantes

- Te hice venir para darte una noticia -

Harry casi experimento alivio al menos no lo mataría en aquel momento

- Harry... como ya sabes sólo espero a que cumplas diecisiete años para terminar contigo - dijo riendo malvadamente el mago

Aquellas palabras parecieron confirmar lo que Harry acababa de pensar

- Pero aquello sucederá en algunos días y deberás estar preparado para ese momento -

- Lo estoy - dijo Harry olvidando por completo su temor de un momento atrás

- Me parece bien... tan valiente como siempre... todo un Gryffindor no cabe duda... pero antes de que llegue ese maravilloso momento... tú Harry Potter deberás haber perdido la pureza de tu corazón... y también la de tu cuerpo -

Harry al oír aquello sintió que el temor volvía a invadirlo pero de forma más intensa

- Ya sabes a que me refiero pequeño Harry -

Por supuesto que había comprendido a que se refería Voldemort, sería violado, lo haría el mismo o alguno de sus Mortífagos, por primera vez el miedo  que le provocaba el tener que vivir ago tan horrible le hizo concebir la posibilidad de arrojarse a los pies de ese loco y suplicarle

- Supongo que estarás ansioso por saber a quién designé para hacer los honores -

Harry volvió a temblar, no lo haría el mismo Voldemort, le daría la tarea a uno de sus Mortífagos, pero cual de todos se preguntó el chico, levantó la vista para mirar a los que estaban en la mesa y todos le miraban con lujuria, esto lo hizo estremecer, prefería morir a que lo tocara alguno de esos maniacos.

- El honor será de Lucius... tu guardián - dijo Voldemort riendo maliciosamente

Harry sintió un frío que le recorría por la espalda, Voldemort rió de foma más malvada al ver la expresión impactada que había en el rostro de Harry, sin embargo, nadie más rió y Voldemort se detuvo abruptamente

- Lucius...

El rubio al oír su nombre sintió que el estómago se le había revuelto, el momento que había temido llegaba finalmente, sin embargo, su rostro mostraba la misma falta de sentimientos de siempre

- Llévalo a su habitación... apenas comience el día 31 de julio deberás cumplir con tu tarea Lucius... convertirás al pequeño Harry en un hombre... asegúrate de que sufra bastante -

Harry sintió miedo y Lucius por su parte experimentó alivio, al menos no debería hacerlo en aquel instante y frente a todos

- Como usted ordene mi señor - dijo Lucius con ese tono servil que Harry ya le conocía

Lucius inclinó la cabeza ante su señor y con gesto mudo le indicó a Harry la salida, al chico las piernas le temblaban de tal modo que cada paso de regreso le costó un triunfo, la idea de lo que iba a sucederle la noche del 30 de julio le aterraba, pero era cierto que agradecía que fuera Lucius quien tuviera que cumplirla y no algún otro Mortífago o el mismo Voldemort.

Pero ese pensamiento no le tranquilizaba del todo, sabía que Lucius lo odiaba en grande, quizá esa oportunidad la usara para vengarse de el, por aquellos meses en Azkabán o por el engaño de que fue víctima en su segundo año y que le hizo otorgarle sin querer la libertad a Dobby, ahora que lo pensaba bien, Lucius no era mejor alternativa que los demás Mortífagos o el mismo Voldemort.


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