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Our loneliness por La maquina de hacer pajaros

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Notas del capitulo:

¡Hey! A pasado un tiempo, estaba en final de año en mi colegio así que estaba un poco atareada, espero que disfruten el capitulo

La máquina de hacer pájaros

POV Tao

No es que le molestara el hecho de que uno de sus amigos estuviera en la cárcel y que por ello le hubiera tocado salir corriendo arreglándose el pantalón y renqueando hasta el ascensor como cualquier amante fugitivo que huye de la llegada del marido u esposa, no, no era eso, el problema era tener que salir completamente prendido y sin el mas mínimo deseo de irse.

Suho había decidido llamar justo en el momento en el que se acercaba a su quinto orgasmo en una noche, estaba sin embargo levemente agradecido ya que sus piernas y todo su sistema viril de sentía agotado después de tan extenuante tarea. El plan era el mismo de siempre, ir y sobornar a los policías hasta que soltaran al que estuviera “enjaulado”, en ese momento Baekhyun. Su rubio amigo había gritado mucho, desde el teléfono se oía el atronador sonido de la música y se podía sentir la profunda desesperación de Suho al no poder encontrar a Lay, por eso a él le tocaba ir, había ordenado segundos antes de colgar sin dejar reclamar ni media palabra a Tao.

Ahora se encontraba sentado al frente de un horrible policía con cara de cerdo, maldijo a su amigo mentalmente por lo que fuese que hubiese hecho y por obligarlo a sentarse mínimo media hora, mientras hablaba con el bendito policía que desconocía el uso del cepillo de dientes y lo convencía de dejarlo salir a punta de wons, cuando podría estar por su sexto orgasmo con el fabuloso rubio, se lamentaba que su última noche con él hubiese sido brutalmente mutilada, nadie tenía derecho a romper de esa manera tan abrupta la magistral técnica que utilizaba “el rubio” a la hora del sexo. Era casi un atentado.

Comenzó a sacar su tarjeta cuando el policía comenzó a acercarse con mucho tacto al tema al que los dos querían llegar. Llamándolo por su nombre, soborno. Sin embargo se sorprendió bastante al encontrarse con el delito de Baekhyun.

- Estábamos haciendo una requisa en los bares – Contaba el hombre mientras sacudía sus manos y se acercaba, para desgracia de Tao, a este – Su amigo estaba en un callejón y se le encontró en su chaqueta mucho más del contenido mínimo permitido por la ley

La piel de Tao se encrespo y sintió su cuerpo tensionarse, entendía lo que el policía estaba insinuando, saco su billetera como señal para que se entendiese que no iba a darle más vueltas al tema, ¿Cuánto era necesario para sacar a Baek esa misma noche? La respuesta, mucho más de lo que él tenía en su billetera en ese momento, el hombre sonrió y el panda arrugo el seño, se excuso y salió directo a sacar dinero del cajero más cercano, que resulto ser para su profundo fastidio mucho más lejano que cercano ¿Por qué carajos no ponían un cajero en lugares donde se necesitan?

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POV Kris

Se encontraba tendido de lado a lado de la cama sin el más mínimo deseo de pararse para ir a sacar a su amigo de la cárcel, su abuela diría algo como “se lo merece” o “necesita aprender la lección”, por obvias razones él no era su abuela y no podía evitar sentir cierto escozor de fastidio al pensar en dejar toda una noche a Chanyeol donde se encontraba o dejar que este fuese reprendido por sus actos, aunque aceptaba que ya era hora de que madurara no creía que la mejor manera fuese torturándolo y mandándolo a la cárcel.

Por eso media hora más tarde se encontraba justo enfrente de la comisaria, después de haber pasado por un banco y sacado una gran cantidad de dinero para sobornar al policía. Entro al lugar donde una de las secretarias lo saludo, junto con uno que otro policía que pasaba, aunque no fuese algo que ocultase, tampoco era algo de lo que estaba muy orgulloso, el hecho de que más de un policía de aquel lugar lo reconociese le pasaba por alto, pero seguía sin ser algo que le gustase decir a todo el mundo.

El proceso fue fácil, más por costumbre que por la cooperación del policía al mando, que parecía haber tenido un muy mal día y estaba empeñado en no aceptar el soborno, aunque finalmente, y ante una suma de dinero que le dio un débil piquete de lastima a Kris cuando lo vio pasar de sus manos a las del regordete hombre, se dispuso a soltar a Chanyeol, a quien el rubio ya pensaba la forma en la que iba a regañarlo y hacerlo pagar por el tiempo y el dinero que había consumido sacando al muy indolente de ahí.

El policía le dijo el numero de celda donde se suponía se encontraba su amigo, aunque para su sorpresa lo que se encontró fue a un muy alto y algo delgado hombre coqueteándole a otro mucho más pequeño y delicado. Reconoció al alto como Chanyeol y se sorprendió al ver a la otra persona de la habitación no prestarle ni al más mínimo ápice de atención, eso era algo bastante raro tratándose de uno de sus amigos, en muy contadas ocasiones alguien se atrevía a rechazarlos, en realidad era algo tan extraño que lo podían contar con sus dedos, dos para él, tres para Kai y tres para Chanyeol.

Era casi una competencia, los tres sabían con que contaban, sabían lo que tenían y no tenían reparo en jugar las fichas a su favor, por eso le sorprendía en demasía que el idiota que hacia ridículos esfuerzos en llamar la atención del más bajito fuese su amigo, no dijo nada y se quedo parado, quieto, observando el espectáculo que estaban brindando esos dos, por no decir exclusivamente el más alto, que estaba casi arrodillado frente al otro que si mantenía su orgullo en una sola pieza, cosa que no se podía decir del otro.

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POV Chanyeol

La víbora se encontraba en la misma postura en la que él lo había encontrado cuando llego, piernas recogidas sobre sí mismo, como en una grácil e incómoda posición fetal, cabeza para atrás, brazo alrededor de sus piernas, la única diferencia era que en ese momento parecía dormido.

El chico se había atrevido a decirle muy directamente que ni siquiera se le acercara, eso era algo que lo mantenía atento ¿Por qué? No le encontraba ni el más mínimo sentido a aquello, porque alguien querría rechazarlo, el pobre debía de tener algo, estar muy confundido o cansado para tomar esa fatídica decisión, el no le rogaría, nunca lo había hecho y ese no era el momento para hacerlo, no le importaba en lo más mínimo lo hermoso que fuese aquel muchacho Park Chanyeol nunca se arrodillaría frente a alguien.

Con esa idea en mente se relajo ¿a quién le importaba que el imbécil lo rechazara si cuando saliese de allí más de una persona estaría mucha más que disponible para él? Tendría que ser igual de estúpido que el pequeño castaño para lamentarse por ello. Saco de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos y se metió uno a la boca al mismo tiempo que lo prendía con ayuda de su zippo, saboreo el humo que le quemaba los pulmones y lo expulso. A la tercera calada sintió unos ojos fijos en él, volteo a mirar sabiendo que se encontraría con los profundos pozos cafés de los ojos de su compañero de celda.

Y así fue, fijos en el cómo brillantes y oscuros luceros, mirándolo los ojos del chico, separo los labios y su lengua se paso lentamente por ellos, rojos, muy rojos, un lado se alzo un poco. En ese momento lo descubrió, tal vez se arrepentiría de ello en el futuro, todavía no lo sabía y le costaría aceptarlo, pero ya estaba ahí, ese chico lo enloquecería si por alguna broma del destino se seguían encontrando, porque en ese momento, y lo vio en su mirada, el muchacho ya estaba listo para atacar.

Se levanto grácilmente, con movimientos casi felinos, la media sonrisa seguía allí en esos labios, decidió en ese instante que al chico le quedaba bien sonreír, le lucia, maravillado como estaba con su boca no se dio cuenta de lo cerca que se encontraba, tampoco la mano estirarse y tomar delicadamente el cigarrillo casi rozándolo, sin embargo si sintió como el tabaco le era arrebatado de sus labios, vio con total claridad cómo era lanzado al suelo y aplastado por uno de los zapatos del mas bajo

- No fumes – aun con la furia comenzado a fundirse en su cuerpo se pregunto cómo era posible que ese chico no pensara sus acciones, el podía ser un asesino, un violador, un ladrón o alguna de los posibles peligrosas personas que podían se encerradas en aquel lugar, sin embargo el muchacho no parecía atemorizado, se le veía tranquilo, casi alegre, mientras lo miraba y sus labios formaban palabras – No me gusta

- Podría ser un asesino ¿Qué te hace pensar que voy a hacerte caso? – Sonrío, no una media sonrisa como la anterior, no, una completa, grande, reluciente y fuerte que era enmarcada por sus labios, sus perfectos y consagrados labios

- Sé que no lo eres, Park Chanyeol
Él había visto muchas cosas sensuales, había visto cantidad de mujeres y hombres hacer los actos más intrépidamente sexuales frente a el por el puro deseo de tentarlo, había disfrutado de uno que otro momento voyerista y sabia a plenitud lo que era la sensualidad. Pero ver esa boca moverse al ritmo de la fonética de su nombre, lo calentó mucho más que la mayoría de los actos anteriormente nombrados.

No era por la sensualidad en sí, era la simpleza y al mismo tiempo lo tentador, era el muchacho, insolente, tranquilo sin ningún ápice de dejadez, casi calculado, ensayado. El chico hacia el acto suyo, lo tomaba todo y atacaba. Muchos se humillaban, se arrodillaba y bajaban la cabeza cuando decidían hacer uso de su sensualidad, él no lo hacía, se veía mucho mas altivo, superior y fuerte, eso le encanto. Se sentía ya por completo avasallado por el chico, y de nuevo lo pensó, lo sabía y lo llevaría a cabo, el chico DEBIA de ser suyo, tenía e iba a serlo, a corto o largo plazo.

- ¿Cómo sabes mi nombre?

- E oído de ti, frecuentamos los mismos lugares – eso le sorprendió, el nunca lo había visto, lo recordaría estaba casi completamente seguro de ello - aunque nunca te había visto

- ¿entonces como? – enarco un ceja y el chico hizo lo mismo, el mismo acto pero con diferente sentimiento, el de él era de confusión, el de su compañero de celda de burla

- Una amiga, amiga de un amigo paso bastante tiempo obsesionada por ti - Sonrió con sorna al mismo tiempo que el chico estallaba en una carcajada alegre, seguramente provocada por el recuerdo de su amiga – supongo que después de tantos meses escuchándola parlotear me cree una imagen mental de ti, aunque me tarde un poco de tiempo en reconocerte.

Hubo un silencio, largo y tendido, incomodo pero necesario, le agradaba la idea del chico pensando en el, creándose una imagen mental, dedicándole parte de su tiempo a un sin siquiera conocerlo, significaba que aunque remoto, había interés y eso era bueno para él, pero tenía que mover las fichas a su favor, supuso que el chico sería fácil, hablando de acostarse con él, pero para su sorpresa el no deseaba eso, quería tomarse su tiempo y descifrar al muchacho, presentía que eso sería mucho más difícil, pero era interesante pensar en llevar a cabo el plan.

- ¿Cómo te llamas? – su voz resonó en las paredes de la celda y el chico que estaba meciéndose sobre sus pies lo miro

- Baekhyun – Le sonrió tranquilo, no sabía si el chico ignoraba que estaba metiéndose en la boca del lobo, o si disfrutaba del hecho de saber que lo hacia

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POV Kris

Decidió dejarlo un poco más de tiempo con su renuente conquista, entre otras cosas porque sintió la urgente necesidad de ir al baño, por lo que saliendo del camino de celdas se dirigió al baño de la comisaria, saliendo de este en el camino una figura familiar se cruzo con él, pelo negro, un 1,86 de altura, Tao, estaba hablando con el policía y haciendo exactamente lo mismo que él había hecho hace escasos minutos, pasando dinero, siendo falsamente amable, recibir el numero de celda de un conocido, se quedo parado poniendo su pose más normal, esperando a que el ojeroso lo notara.

Este volteo mirando al piso y se topo con sus zapato, subió lentamente hasta llegar a su cara, levantando la cabeza solo un poco para mirarlo, enarco una ceja y sin quitar su expresión seria hablo

- Hey – el chico alzo su cara, en un común y tranquilo gesto, había notado que tenía esa costumbre, algo grosera desde el punto de vista de la cultura asiática, le sonrió y se acerco, Tao no retrocedió solo alzo un poco mas su ceja observando atentamente sus acciones

- ¿Qué lo trae por estos lares Huang Zitao? – el chicho formo una pequeña sonrisa y lo miro con la ceja alzada de manera burlesca

- Se podría decir que por problemas fraternos – la sonrisa se ensancho mínimamente antes de bajar por completo – no creo que hayas entrado solo para usar el baño, así que ¿Qué haces aquí?

- Amigos, sobornos – Le guiño un ojo al policía detrás de Tao a lo que este soltó una débil risa

Lo vio adelantarse y seguir al policía sin decir nada, lo siguió sabiendo que se dirigían al mismo sitio, aunque no se esperaba que fuera exactamente la misma celda, el chico bajito lo miro y se paro rápido mientras que su amigo lanzo una mirada un tanto decepcionada en su dirección, un tanto irónico tratándose ese momento de su supuesta liberación, debería de estar por tanto agradecido, no con cara de perro al que el acaban de quitar un hueso, debería de tener la cara del más bajito, alegre y feliz de ser liberado. Tao bajo un poco su cabeza en señal de despedida y se acerco a el 

- Esa fue la última vez

Lo entendió claro y conciso, no pudo sin embargo sentirse un poco decepcionado cuando lo vio partir al lado del castaño, sintió que en ese momento debía de tener la misma cara que su amigo, la de un perro al que le habían quitado su hueso y no le gusto, no le gusto para nada.

Notas finales:

Como siempre dejen reviews, se les agradecería


La máquina de hacer pájaros


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