36 Dragón blanco vs. Dragón negro. Fight!
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¡Yo lo haré!—dijo Ino con energía. Demostró saber bastante del juego y admitió haberlo jugado en la web lo que hizo que el otro grupo se sintiera halagado y la felicitaron pues fue derrotada y no querían que se sintiera mal. El juego se llevaba a cabo con cascos y guantes de realidad virtual al igual que el de los dragones y Joey demostró ser un jugador poderoso. Su mago, “El mago oscuro” era un poderoso adversario incapaz de ser batido.
Seto miraba los gráficos en la pantalla led con fingida poca atención pero en verdad estaba muy atento. Llegó su turno y como Ino anunció él era el mejor—Su dragón blanco de ojos azules es una amalgama perfecta entre tierra y electricidad. Nadie ha logrado batirlo en el mundo virtual—
Entonces Joseph supo que su mortal enemigo en el mundo de los dragones era en verdad Seto, era como si estuvieran destinados a encontrarse, aún sin saberlo. Su ira fue dirigida hacia el tipo que siempre le hacía huir con la cola entre las patas. ¡Lo odiaba!
¡Yo jugaré con Seto!—anunció Ino—Después de todo de los que estamos aquí soy la jugadora más experiente en este, después de Kaiba san, claro—
Eso no es justo—anunció de pronto el melado con una mirada… --Si antes nos enfrentamos en un juego es justo que ahora lo hagamos en este. ¿No es así?—preguntó a Makoto, pues sabía que a su no le agradaría la idea, por cierto lo miraba intrigado, y este a su pesar respondió.
¡Pues creo que si!—
Pero no creo que podamos demostrar la categoría de nuestro juego en menos de un minuto—le despreció el ojos azules.
Te haré comer tus palabras idiota y haber como te sales de esta—dijo el siempre rebelde y competitivo rubio. Los dos grupos estaban pasmados y atentos ante tanta competitividad. El castaño miraba al otro furioso con el ceño fruncido mientras el melado agarraba su casco--¿Qué? ¿Tienes miedo y ya no te ofreces?—le preguntó Wheeler y el otro de pura rabia agarró el casco.
¡No te quejes si después te duele el cuerpo de la paliza que voy a darte pendejo!—dijo el ojos azules para asombro de sus compañeros que nunca le habían visto utilizar semejante vocabulario.
En la pantalla apareció el mentado dragón blanco primero y después…
¿Ese no es…?—preguntó Ino.
Si—respondió Tabako.
¿De que hablan?—preguntó Haru sospechando algo de pronto.
Como decirlo… es el archienemigo de Kisara, el dragón de Seto en este juego, Infernus—le respondió ella y entonces Karada supo que el otro había estado jugando secretamente al juego de los otros y la razón de que fijara su atención en él.
“Aún en esto le buscas” se dijo algo alicaído mirando la espalda del melado.
Joey estaba ajeno a lo que pasaba a su alrededor concentrado solo en el desafío.
Para Seto todo era distinto. El ver a ese dragón que siempre le peleaba y con el que siempre terminaban enfrentados se dio cuenta de que pasase lo que pasase entre ellos siempre se veían ligados por el destino. Que el rubio seguía conectado a él en muchas más formas de las que deseaba admitir. Que le buscaba, que le seguía. Ver ese dragón pequeño y negro frente a él estirando sus alas mientras iniciaba su vuelo para intentar atacarlo era en si algo que le llevaba a querer más para si al otro. Estando a su alcance era tan difícil negarse a lo que sentía.
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Todos los del Dragon’s World Project (DWP) menos Seto felicitaron a Wheeler por su magnífica exhibición aunque el castaño había ganado como en todas las contiendas. Desde el lado derecho del rubio el pelinegro no le quitaba la vista y dijo—Es mejor que comamos algo antes de seguir enfrascados porque sino se nos irá el tiempo y pasaremos el día sin comer—
¡Haru senpai, piensas en todo! Tengo un hambre…--dijo el rubio de ojos azules pero se vio cortado cuando el otro simplemente haló de Joey que tenía una cara como de querer destripar a otro ojos azules que al verlos irse juntos puso cara de disgusto.
¡Lo siento! Es que Haru senpai es muy protector con Joseph—le anunció a Tabako rascándose la cabeza.
¿En serio?—preguntó Ino.
Si. Haru senpai se dio cuenta de que a nuestro amigo, pues… no le cayó bien la derrota—dijo Isame con una sonrisa algo incómoda.
¡Pues debería estar acostumbrado!—dijo Kaiba que se encontraba resentido por ver que el otro se fuera con el pelinegro. Matou y Makoto lo vieron mal pero a él no le interesaba como lo vieran y siguió a los otros dos a la cafetería de la empresa.
¡Disculpen! Kaiba san es un poco raro y usualmente tiene unos modos prolijos pero hoy se comporta de modo diferente—dijo Namida.
¡No importa!—le dijo el ojos azules—Debe ser porque se encontró con que uno de nosotros es su archienemigo—añadió después para limar asperezas.
¡Tienes razón Matou senpai!—dijo Ino.
¿Cómo que senpai?—se alucinó el otro que era tan joven como ella preguntándose si en verdad se veía más viejo.