Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

RIVALES Y OPUESTOS. por desire nemesis

[Reviews - 264]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

40 Pasión, deseo y todas esas cosas por las que vale la pena morir.

 

………………..

 

 

Acababa de tomar una ducha cuando unos golpes fuertes resonaron a su puerta.

 

¡Oy! ¡Oy! ¡No es necesario que la derriben para que los atien…!—llevaba una mano sosteniendo la toalla en su cabeza y la otra abrió el cerrojo y tomó el picaporte mientras hablaba por lo que al entrar Joseph se topó con alguien en difícil situación para defenderse de sus labios.

 

¡Momento perfecto!

 

Lo arrinconó contra la pared sin dejar de atacar sus labios y como ya conocía sus ardides defensivos colocó ambas piernas en derredor de una de las del otro para que no pudiera moverlas libremente mientras su torso era envuelto por los fuertes brazos del más alto.

 

¿Qué?—trató de preguntar Joey.

 

¡Vine por ti!—contestó presuroso Kaiba por volver a sus labios. No quería hablar. Su cuerpo tenía otras necesidades y el haberse enterado de que el otro no se había entregado a nadie más aún cuando lo pensara un traidor lo volvía loco.

 

¡Pero yo…!—dijo Wheeler que estaba colapsado por el repentino actuar del otro.

 

Haruhiko te liberó—le contestó el castaño—Puede que saliera con ella pero no tengo nada. Mi padre me obligó a no ser descortés con ella pero nunca hice nada para que me creyera su novio ni lo haré. ¡Idiota! Yo soy tan tuyo como tú mío—adujo Seto con unas palabras que resonaron en los oídos de Joey e hicieron que sus piernas temblaran. Quería creerle pero tenía miedo. De pronto se vio llevado y recostado en la cama de la otra habitación—Pero…--

 

Él me dijo que no te le entregaste, que sigues siendo mío y yo me muero por volver a hacerte el amor—dijo el ojos azules colocándose sobre sus entreabiertas piernas, solo una toalla tapaba la desnudez de Joseph y Seto tiró de ella mientras le besaba. Una mano de Joey se agarrotó sobre la muñeca del castaño por la intensidad del deseo que le embargaba y del que los dos eran presa.

 

¡Te amo!—se le escapó de los labios sin poder controlarlo.

 

El otro solo sonrió y le dijo—¡Lo sabía!—antes de volver a besarlo, lo que le dio coraje.

 

Cuando Seto se vio empujado quedó desconcertado--¿Qué…?—trató de preguntar al ver los ojos mieles mirándolo con fiereza.

 

¿Cómo crees que se siente? Me haces tuyo y toda la cosa pero al momento el único que dice que te ama soy yo. ¿Crees que me gusta? ¿Qué me…?—preguntó el rubio entre triste y cabreado.

 

¿Es eso lo que querías? Creí que lo dejaba implícito con mi cuerpo desde la primera vez que te tuve—dijo el castaño largado sobre él mientras sus labios volvían a estar a milímetros pues el otro había dejado de hacer fuerza—Pero si necesitas oírlo te lo diré. ¡Te amo!—un beso—Te amo—otro beso—Me vuelves loco, idiota—otro--¿Eso es lo que querías oír?—

 

Salvo por lo de idiota—respondió el melado antes de sentir que los labios del otro resbalaran desde la nuez de adán pasando por su barbilla hasta su boca de nuevo y la mano de Seto elevaba una de sus piernas mientras él, dejándolo hacer, envolvía con sus brazos su cuello perfecto.

 

¡Dilo de nuevo! Necesito oírtelo decir más de mil veces—apuntó el ojos azules.

 

Salvo por lo de idiota. Sal…--dijo el rubio entre besos.

 

¡Eso no, id…!—dijo Seto pero se contuvo.

 

¿Aprendes rápido, ah?—preguntó divertido el ojos mieles con un brillo que nadie veía en sus ojos desde hacía mucho tiempo.

 

¡Soy un auténtico genio!—exclamó Kaiba antes de derretir sus labios con un beso ardiente. Luego fue a por su cuello mientras oía esas dulces palabras murmuradas con angustia y placer en su oído.

 

¡Te amo!

 

¡Te amo!

 

¡Te amo!

 

Besó con fruición toda la piel expuesta del melado que era mucha mientras este le ayudaba a deshacerse de sus prendas con la premura propia del placer más agudo. Preparó al rubio con una mano que el mismo mojó con su boca y recorrió la clavícula y cuello con su lengua más de una vez. Sus erecciones palpitantes llegaron a la culmine de sus de sus deseos y arrebatados por el calor intenso que propagaban sus propios cuerpos se vinieron al unísono.

 

Hicieron el amor hasta quedarse dormidos completamente, uno en brazos del otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

………………………………………………

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Haruhiko se levantaba lentamente después de que el otro se fuera con una sonrisa algo amarga en sus mellados labios. No dudaba de que el rubio perdonara a Seto. Vio en sus ojos sinceridad, además lo que le dijo no era algo por lo que pudiera ganar la buena voluntad de su familia. Se irguió del todo y levantó la mirada viendo las luces de Tokyo por la ventana para luego lanzar un suspiro.

 

Todo había acabado.

 

¿Se lo vas a entregar tan fácil?—preguntó Makoto desde la entrada abierta en la penumbra de la habitación.

 

Haru lanzó una sonrisa forzada a la nada—No pierdo nada porque nada tenía. Joseph nunca dejó de pensar en él—respondió el de ojos amatista.

 

¿Y a ti no te importa?—preguntó el ojos azules--¿Acaso hay otro chico que te gusta?—

 

No, no es por eso—respondió dándose vuelta Karada—Joey es el primer chico que me gusta y quizás el único—estaba pasando justo por al lado de su amigo cuando dijo eso y de pronto, al terminar la última sílaba, se vio atrapado por el otro que se movió tan rápido como un felino para atraparlo con sus brazos y antes de que pudiera reaccionar sintió sus labios sobre los suyos.

 

De pronto estaba con la espalda en la pared y su boca invadida por una lengua agresora. Las manos de Ume se clavaron en su cintura mientras el corazón de Haruhiko se agitaba por el desconcierto que la lujuria del otro le causaran.

 

Tal vez te des cuenta de que te gusta alguien más—dijo Makoto.

 

¿Mako? ¿Qué’—estaba tan desconcertado que inconexas palabras se agolpaban en el cerebro de Haruhiko.

 

¡Digo que me interesas!—dijo el otro pelinegro con sus labios apenas despegados de los suyos—Pero no dije nada antes porque creía que no te podían gustar los varones, ahora que eso es distinto y que no piensas pelear por él, el campo se ha definido para mi—

 

La voz serena y algo ronca de Makoto junto a sus labios embriagaron los sentidos del ojiamatista que empezó a respirar pesado. Nunca se le había ocurrido pensar de tal manera en él y ahora todo se volvía raro pero a la vez tan familiar.

 

Makoto lo llevó hacia la cama y allí lo tendió mientras seguía besándolo, con su lengua explorando cada centímetro de esa cavidad. Haru jamás pensó que estaría en ese lugar pues su idea con Joey era muy diferente. Ume al parecer percibió su nerviosismo—¿Es que con Wheeler tuviste otra posición?—preguntó.

 

No, yo no…--Karada no sabía como declarar los hechos—Yo nunca…  Él y yo nunca….—no era necesario explicar más.

 

Entonces yo seré tu primer hombre y más importante, el primero que te tenga—esa posesividad en la voz de Mako puso los pelos de punta en el otro pero no era nada malo lo que sentía sino más bien algo que aceleraba su corazón y volvía más sensible sus sentidos. Sus manos se agarrotaron en los hombros del otro pelinegro cuando sintió que sus pantalones eran bajados—Tranquilo, sé muy bien lo que estoy haciendo—lo tranquilizó el ojos azules—Hace tiempo que quería hacerte esto—

 

Cuando sintió el dedo intruso Karada se paralizó pero al recibir el beso su cuerpo se relajó. ¿Cómo podía sentirse así? Cuando los dedos se retiraron percibió lo que venía y se puso algo tenso. Sintió la punta del falo en su entrada y antes de que se pusiera tenso del todo sintió la lengua del otro lamer un lado de su cuello, lo que le desconcertó lo suficiente para que el otro le penetrara.

 

Nunca pensó que sería así. Creyó que podría disfrutarlo pero no tanto. Era diferente de cuando  había estado con mujeres, muy diferente y no solo por la cuestión técnica. Pensó que su parte no disfrutaría tanto al tener su miembro desatendido pero en ciertos momentos el otro rozaba cierto punto que lo volvía loco.

 

Si sigues gimiendo así no voy a soltarte en toda la noche—dijo el ojos azules y el otro ahogó sus gemidos en la boca de Ume lo que no sirvió de nada al otro que se sentía quemar por el deseo de poseer al ojiamatista.

 

Sentirse deseado. Sentirse poseído. Era diferente. Era especial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

……………………………………………

 

 

Al otro día Haruhiko vio en el andén a Wheeler que se sentía nervioso. Se detuvo frente a él, jugueteaba con sus manos—Haru senpai, yo…--Karada adivinó los motivos de su actuar.

 

¡No te preocupes! Está todo bien—le dijo mientras observaba al castaño que de lejos los miraba pues no había querido acercarse por su orgullo herido.

 

El rubio estiró la mano con el anillo en ella—Yo… lo siento… yo te quiero pero…--

 

…como un amigo. ¡Te dije que no te preocuparas, bakka! Siempre supe lo que sentías por él pero recuérdale que le dije que te tratara bien o sino…--dijo el ojos violetas.

 

¿O sino que?—preguntó de pronto el castaño que se había acercado gracias a su tremendo instinto sobre-protector hacia Joey y empujó al otro hacia la pared mirándolo feo, los dos tenían buen físico y ya estaban medidos mutuamente.

 

Ya entendimos que Wheeler es tuyo y nadie va a intentar nada pero trátalo como corresponde o él encontrará a alguien más. ¡Entiéndelo! ¿Si? Ahora dejen de dar espectáculo ustedes dos—dijo Ume separándolos, agarrando a Seto de la muñeca del brazo que apoyaba en el pecho del otro pelinegro.

 

¿Vas a ofrecerte tú para el puesto?—preguntó Kaiba combativo.

 

¡Seto!—le reprendió Wheeler desde atrás.

 

Tranquilo el otros ojos azules le respondió—No estoy interesado en él. Ya el puesto no está vacante—

 

Molesto el castaño se volvió para llevarse al ojos mieles que antes de ser alejado vio como Makoto miraba a Haru. Entonces comprendió quien llenaba ese puesto ahora.

 

Entonces llegó Matou y preguntó que sucedía.

 

¡Nada Matou! Siempre metiendo tus narices en todo—le respondió el pelinegro de ojos azules antes de verlo y notar que venía acompañado por Ino. No era de extrañar que ahora andaran juntos pues habían hecho buenas migas en la empresa. El otro lucía una sonrisa orgullosa mientras Ino miraba tras ellos, Mako miró hacia atrás y vio al castaño de la mano del ojos mieles.

 

¡Ellos andan juntos ahora!—le dijo y ella lo miró sorprendida.

 

¡Haru senpai!—dijo Matou un poco triste por él.

 

¡No te preocupes! ¡Él estará bien!—dijo el ojos azules palmeando fuerte la espalda de Karada.

 

 

 

 

                                                                     FINAL40 Pasión, deseo y todas esas cosas por las que vale la pena morir.

 

 

………………..

 

 

Acababa de tomar una ducha cuando unos golpes fuertes resonaron a su puerta.

 

¡Oy! ¡Oy! ¡No es necesario que la derriben para que los atien…!—llevaba una mano sosteniendo la toalla en su cabeza y la otra abrió el cerrojo y tomó el picaporte mientras hablaba por lo que al entrar Joseph se topó con alguien en difícil situación para defenderse de sus labios.

 

¡Momento perfecto!

 

Lo arrinconó contra la pared sin dejar de atacar sus labios y como ya conocía sus ardides defensivos colocó ambas piernas en derredor de una de las del otro para que no pudiera moverlas libremente mientras su torso era envuelto por los fuertes brazos del más alto.

 

¿Qué?—trató de preguntar Joey.

 

¡Vine por ti!—contestó presuroso Kaiba por volver a sus labios. No quería hablar. Su cuerpo tenía otras necesidades y el haberse enterado de que el otro no se había entregado a nadie más aún cuando lo pensara un traidor lo volvía loco.

 

¡Pero yo…!—dijo Wheeler que estaba colapsado por el repentino actuar del otro.

 

Haruhiko te liberó—le contestó el castaño—Puede que saliera con ella pero no tengo nada. Mi padre me obligó a no ser descortés con ella pero nunca hice nada para que me creyera su novio ni lo haré. ¡Idiota! Yo soy tan tuyo como tú mío—adujo Seto con unas palabras que resonaron en los oídos de Joey e hicieron que sus piernas temblaran. Quería creerle pero tenía miedo. De pronto se vio llevado y recostado en la cama de la otra habitación—Pero…--

 

Él me dijo que no te le entregaste, que sigues siendo mío y yo me muero por volver a hacerte el amor—dijo el ojos azules colocándose sobre sus entreabiertas piernas, solo una toalla tapaba la desnudez de Joseph y Seto tiró de ella mientras le besaba. Una mano de Joey se agarrotó sobre la muñeca del castaño por la intensidad del deseo que le embargaba y del que los dos eran presa.

 

¡Te amo!—se le escapó de los labios sin poder controlarlo.

 

El otro solo sonrió y le dijo—¡Lo sabía!—antes de volver a besarlo, lo que le dio coraje.

 

Cuando Seto se vio empujado quedó desconcertado--¿Qué…?—trató de preguntar al ver los ojos mieles mirándolo con fiereza.

 

¿Cómo crees que se siente? Me haces tuyo y toda la cosa pero al momento el único que dice que te ama soy yo. ¿Crees que me gusta? ¿Qué me…?—preguntó el rubio entre triste y cabreado.

 

¿Es eso lo que querías? Creí que lo dejaba implícito con mi cuerpo desde la primera vez que te tuve—dijo el castaño largado sobre él mientras sus labios volvían a estar a milímetros pues el otro había dejado de hacer fuerza—Pero si necesitas oírlo te lo diré. ¡Te amo!—un beso—Te amo—otro beso—Me vuelves loco, idiota—otro--¿Eso es lo que querías oír?—

 

Salvo por lo de idiota—respondió el melado antes de sentir que los labios del otro resbalaran desde la nuez de adán pasando por su barbilla hasta su boca de nuevo y la mano de Seto elevaba una de sus piernas mientras él, dejándolo hacer, envolvía con sus brazos su cuello perfecto.

 

¡Dilo de nuevo! Necesito oírtelo decir más de mil veces—apuntó el ojos azules.

 

Salvo por lo de idiota. Sal…--dijo el rubio entre besos.

 

¡Eso no, id…!—dijo Seto pero se contuvo.

 

¿Aprendes rápido, ah?—preguntó divertido el ojos mieles con un brillo que nadie veía en sus ojos desde hacía mucho tiempo.

 

¡Soy un auténtico genio!—exclamó Kaiba antes de derretir sus labios con un beso ardiente. Luego fue a por su cuello mientras oía esas dulces palabras murmuradas con angustia y placer en su oído.

 

¡Te amo!

 

¡Te amo!

 

¡Te amo!

 

Besó con fruición toda la piel expuesta del melado que era mucha mientras este le ayudaba a deshacerse de sus prendas con la premura propia del placer más agudo. Preparó al rubio con una mano que el mismo mojó con su boca y recorrió la clavícula y cuello con su lengua más de una vez. Sus erecciones palpitantes llegaron a la culmine de sus de sus deseos y arrebatados por el calor intenso que propagaban sus propios cuerpos se vinieron al unísono.

 

Hicieron el amor hasta quedarse dormidos completamente, uno en brazos del otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

………………………………………………

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Haruhiko se levantaba lentamente después de que el otro se fuera con una sonrisa algo amarga en sus mellados labios. No dudaba de que el rubio perdonara a Seto. Vio en sus ojos sinceridad, además lo que le dijo no era algo por lo que pudiera ganar la buena voluntad de su familia. Se irguió del todo y levantó la mirada viendo las luces de Tokyo por la ventana para luego lanzar un suspiro.

 

Todo había acabado.

 

¿Se lo vas a entregar tan fácil?—preguntó Makoto desde la entrada abierta en la penumbra de la habitación.

 

Haru lanzó una sonrisa forzada a la nada—No pierdo nada porque nada tenía. Joseph nunca dejó de pensar en él—respondió el de ojos amatista.

 

¿Y a ti no te importa?—preguntó el ojos azules--¿Acaso hay otro chico que te gusta?—

 

No, no es por eso—respondió dándose vuelta Karada—Joey es el primer chico que me gusta y quizás el único—estaba pasando justo por al lado de su amigo cuando dijo eso y de pronto, al terminar la última sílaba, se vio atrapado por el otro que se movió tan rápido como un felino para atraparlo con sus brazos y antes de que pudiera reaccionar sintió sus labios sobre los suyos.

 

De pronto estaba con la espalda en la pared y su boca invadida por una lengua agresora. Las manos de Ume se clavaron en su cintura mientras el corazón de Haruhiko se agitaba por el desconcierto que la lujuria del otro le causaran.

 

Tal vez te des cuenta de que te gusta alguien más—dijo Makoto.

 

¿Mako? ¿Qué’—estaba tan desconcertado que inconexas palabras se agolpaban en el cerebro de Haruhiko.

 

¡Digo que me interesas!—dijo el otro pelinegro con sus labios apenas despegados de los suyos—Pero no dije nada antes porque creía que no te podían gustar los varones, ahora que eso es distinto y que no piensas pelear por él, el campo se ha definido para mi—

 

La voz serena y algo ronca de Makoto junto a sus labios embriagaron los sentidos del ojiamatista que empezó a respirar pesado. Nunca se le había ocurrido pensar de tal manera en él y ahora todo se volvía raro pero a la vez tan familiar.

 

Makoto lo llevó hacia la cama y allí lo tendió mientras seguía besándolo, con su lengua explorando cada centímetro de esa cavidad. Haru jamás pensó que estaría en ese lugar pues su idea con Joey era muy diferente. Ume al parecer percibió su nerviosismo—¿Es que con Wheeler tuviste otra posición?—preguntó.

 

No, yo no…--Karada no sabía como declarar los hechos—Yo nunca…  Él y yo nunca….—no era necesario explicar más.

 

Entonces yo seré tu primer hombre y más importante, el primero que te tenga—esa posesividad en la voz de Mako puso los pelos de punta en el otro pero no era nada malo lo que sentía sino más bien algo que aceleraba su corazón y volvía más sensible sus sentidos. Sus manos se agarrotaron en los hombros del otro pelinegro cuando sintió que sus pantalones eran bajados—Tranquilo, sé muy bien lo que estoy haciendo—lo tranquilizó el ojos azules—Hace tiempo que quería hacerte esto—

 

Cuando sintió el dedo intruso Karada se paralizó pero al recibir el beso su cuerpo se relajó. ¿Cómo podía sentirse así? Cuando los dedos se retiraron percibió lo que venía y se puso algo tenso. Sintió la punta del falo en su entrada y antes de que se pusiera tenso del todo sintió la lengua del otro lamer un lado de su cuello, lo que le desconcertó lo suficiente para que el otro le penetrara.

 

Nunca pensó que sería así. Creyó que podría disfrutarlo pero no tanto. Era diferente de cuando  había estado con mujeres, muy diferente y no solo por la cuestión técnica. Pensó que su parte no disfrutaría tanto al tener su miembro desatendido pero en ciertos momentos el otro rozaba cierto punto que lo volvía loco.

 

Si sigues gimiendo así no voy a soltarte en toda la noche—dijo el ojos azules y el otro ahogó sus gemidos en la boca de Ume lo que no sirvió de nada al otro que se sentía quemar por el deseo de poseer al ojiamatista.

 

Sentirse deseado. Sentirse poseído. Era diferente. Era especial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

……………………………………………

 

 

Al otro día Haruhiko vio en el andén a Wheeler que se sentía nervioso. Se detuvo frente a él, jugueteaba con sus manos—Haru senpai, yo…--Karada adivinó los motivos de su actuar.

 

¡No te preocupes! Está todo bien—le dijo mientras observaba al castaño que de lejos los miraba pues no había querido acercarse por su orgullo herido.

 

El rubio estiró la mano con el anillo en ella—Yo… lo siento… yo te quiero pero…--

 

…como un amigo. ¡Te dije que no te preocuparas, bakka! Siempre supe lo que sentías por él pero recuérdale que le dije que te tratara bien o sino…--dijo el ojos violetas.

 

¿O sino que?—preguntó de pronto el castaño que se había acercado gracias a su tremendo instinto sobre-protector hacia Joey y empujó al otro hacia la pared mirándolo feo, los dos tenían buen físico y ya estaban medidos mutuamente.

 

Ya entendimos que Wheeler es tuyo y nadie va a intentar nada pero trátalo como corresponde o él encontrará a alguien más. ¡Entiéndelo! ¿Si? Ahora dejen de dar espectáculo ustedes dos—dijo Ume separándolos, agarrando a Seto de la muñeca del brazo que apoyaba en el pecho del otro pelinegro.

 

¿Vas a ofrecerte tú para el puesto?—preguntó Kaiba combativo.

 

¡Seto!—le reprendió Wheeler desde atrás.

 

Tranquilo el otros ojos azules le respondió—No estoy interesado en él. Ya el puesto no está vacante—

 

Molesto el castaño se volvió para llevarse al ojos mieles que antes de ser alejado vio como Makoto miraba a Haru. Entonces comprendió quien llenaba ese puesto ahora.

 

Entonces llegó Matou y preguntó que sucedía.

 

¡Nada Matou! Siempre metiendo tus narices en todo—le respondió el pelinegro de ojos azules antes de verlo y notar que venía acompañado por Ino. No era de extrañar que ahora andaran juntos pues habían hecho buenas migas en la empresa. El otro lucía una sonrisa orgullosa mientras Ino miraba tras ellos, Mako miró hacia atrás y vio al castaño de la mano del ojos mieles.

 

¡Ellos andan juntos ahora!—le dijo y ella lo miró sorprendida.

 

¡Haru senpai!—dijo Matou un poco triste por él.

 

¡No te preocupes! ¡Él estará bien!—dijo el ojos azules palmeando fuerte la espalda de Karada.

 

 

 

 

                                                                     FINAL


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).