POV Suho
¿¡Que carajos paso mientras estuvieron desaparecidos!?
La pregunta llego, se expandió, fue absorbida y comenzó una serie de pensamientos no deseados, el no quería recordar lo que había pasado en esos tres días, no se lo iba a contar a nadie y creía que Lay tampoco se lo iba hacer. Había cometido un error. Habían cometido un error. Y eso le dolía, le dolía terriblemente.
Las consecuencias de su fallo le escocían en la piel como si le quemaran, había descubierto un reciente tic en el que sus uñas escarbaban con furia su delicado tejido corporal, hasta que estaba rojo o hasta que las heridas internas eran representadas en la piel cortada y rayada de sus brazos, sus uñas abrían rabiosas caminos dentro, donde él sentía su aflicción, adentro, profundo, ardiendo.
Miro a Yixing y como siempre su garganta se seco, todo el tiempo a toda hora, estaba atorado en su mente, en cada parpadeo la imagen estaba tallada como un detalle exacto, no importaba cuanto tiempo pasara la imagen se transformaba perfecta, inequívoca con los segundo, hasta el más pequeño defecto era en la representación la conexión hacia el esplendor.
¿Cómo puede haber belleza sin desaliño? Seria espantosa la perfección, por eso el era una gema, un milagro, porque era la conjugación de defectos, tachas, carencias y fallos tan sublimes que él no podía quitar sus ojos de ahí ¿Qué importaba lo que los otros pensaran? Aunque para los otros no fuese ese el epíteto de belleza, lo era para él ¿y no era acaso eso la belleza? La subjetividad y lo abstracto de la mente de cada persona.
Miro a Tao, su amigo nunca le había preguntado nada, ninguno de ellos lo había hecho, habían esperado en completo silencio durante 3 meses y el que le hubiesen preguntado significaba que ya sentina la necesidad de saber lo que pasaba, rara vez se ocultaban algo, pero cuando su amigo lo miro quiso transmitirle con sus ojos que todavía no era el momento, que todavía no estaba listo, y el pareció entenderlo.
- Si no quieren contarnos no tienen que – la gruesa voz de Sehun resonó – sin embargo les aseguro que en algún momento van a hacer, se los juro
La cantarina risa de Yixing afloro mientras él decía casi como un rezo “está bien, está bien”.
La reunión para desgracia de todos duro muy poco, Yixing tenía que volver a su casa por el castigo del mismo modo que él, Baekhyun salió casi corriendo luego de una llamada con un tal “gigante” y Sehun dijo que iba a ayudar a cuidar de sus hermanos ante lo cual Tao se ofreció como acompañante, ya que tanto él como los niños se adoraban.
Se despidió de los dos más altos del grupo al tanto que Lay llamaba para que lo fuesen a recoger, se quedaron en silencio los dos por casi quince minutos hasta que vieron el auto blanco acercarse, su amigo se despego un poco del muro contra el cual se encontraban apoyados, cuando el auto estaciono al frente lo vio acercarse e inclinarse un poco. Sus labios se juntaron, casi rosándose.
- Adiós
Y Suho solo pudo rectificar lo que había descubierto en los tres días. Los labios de Yixing sabían a fresa.
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POV Baekhyun
El taxi se movía tan lento que veía gente pasando a pie que avanzaba más rápido, se desespero mientras la fastidiosa vocecilla dentro de la radio repetía “trancón de 15 minutos en la avenida 4” ¿Cómo siquiera era posible que hubiera un trancón en una avenida? ¿Había una explosión, un ataque de tomates asesinos o un apocalipsis zombi para que una de las calles más grandes de la ciudad colapsara? Baekhyun gruño en su asiento mientras con una mano se jalaba los cabellos y con la otra le respondía a Chanyeol ¡pero claro que iría a su fiesta!, si lograba salir del puto atasco, pateo la ventana y el conductor se volteo mirándolo enojado, el se limito a sacarle la lengua y seguir en sus asuntos.
Treinta minutos más tarde estaba entrando a su casa luego de un trayecto que en circunstancias normales duraría diez, NaeRi lo saludo y le dijo si necesitaba algo, negó y subió las escaleras lo más rápido que pudo, paso frente a la mesa de los retratos corriendo solo para verse forzado a retroceder
- ¡NaeRi! – gritó, miró enojado los retratos familiares viendo el asqueroso rostro de su hermano mayor, se volteo a ver a la mujer que en esos momentos se inclinaba ante él con cara de preocupación - ¿Cuántas veces te he dicho que así no deben estar los retratos?
Dijo mientras con un método exquisito y con una agilidad sobrehumana volteaba todos los retratos familiares dejando las hipócritas caras sonrientes mintiendo de cara a la mesa, recostadas con rectitud y en fila, como por norma general se debían de encontrar
- Pero… la señora dijo que tenían que estar parados
- ¡no importa! Hazlo cuando ella esté aquí – se acomodo el flequillo al mismo tiempo que soltaba un bufido – Ella ni vive en esta casa ¿Por qué deberíamos de hacerle caso a esa petulante?
- Baekhyun – La voz de NaeRi subió regañándolo al tiempo que le pegaba un débil golpe en el brazo y se lo sobaba, bajó la mirada encontrándose con los ojos de la mujer que en términos simples lo había criado
- Ya sé, Ya sé – Murmuró rindiéndose – solo…. Mantenlos así ¿sí? Por lo menos mientras ella no esté
La vio asentir y él retomo su camino al cuarto, saco su celular donde un mensaje recién llegado de Chanyeol titilaba en la pantalla
“La fiesta comienza a las once, alístate, paso a recogerte”
Sonrió mientras cerraba el celular y se dirigía a su armario. Al final darle su número no había sido un error.
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POV Kai
Por sexta vez en esa semana se encontraba en el restaurante del pelirrojo y era viernes. Como todas las semanas y de forma en que se le había hecho costumbre. En la mesa 15 al frente del exuberante jardín, mientras esperaba que su mesero personal le tomara la cuenta.
Sí, su mesero personal, como desde hace tres meses había convertido al precioso hijo de la dueña del lugar. Le sorprendía, gratamente ya que gracias a ello era que él podía acceder a cinco minutos (diez si tenía suerte, tiempo o dinero) viéndolo y sacándole a la fuerza información, que el chico fuese tan dedicado al restaurante y cediera a sus amenazas.
Dos meses y tres semanas atrás
Kai se sentó en la misma mesa donde se venía sentando todos los días desde hace una semana esperando que Kyungsoo llegara a tomar su orden. Unos minutos más tarde veía a la cabeza de refulgente rojo acercarse a paso presuroso acercarse a su mesa, sonrió para sus adentros mientras en el exterior seguía serio y con su permanente fachada “cool”, sin embargo toda sonrisa interna y cualquier ensoñación con el camarero se deshizo rápidamente al ver a la misma y sosa pelirroja que los había atendido la primera vez que fue con sus amigos, la vio inclinarse, arreglar la tablet, pero antes de que siquiera pudiese pronunciar una palabra hablo
- ¿Dónde está el otro? – La mujer abrió los ojos sorprendida y con voz temblorosa por el tono rudo que él había utilizado respondió
- ¿e-el otro?
- Si el otro. Bajito, más o menos metro setenta, ojos grandes, pelo rojo, piel blanca, Kyungsoo – La vio abrir aún más los ojos a casi el doble, al tiempo que abría y cerraba la boca como un pescado pareciendo buscar una respuesta.
- Eh era, era un remplazo, tuve un pequeño percance y …
- No me importa, llámelo, no me voy a ir hasta que no venga él y me atienda
- Pero…
- LLA-ME-LO
La vio inclinarse y salir corriendo a la cocina quedándose allí unos minutos, para después salir a la misma velocidad con lo que parecía un pedido, lo dejo en una mesa y posteriormente se acerco a el
- La organización manda a decir que si gusta puede irse, pero que será imposible que el anterior camarero venga a atenderlo
La respuesta lo sorprendió, estaba a punto de pegar un grito al cielo cuando el control volvió. No se iría, pensó mientras sonreía, tampoco podían echarlo ya que sería un acto que no cuadraría en un restaurante cinco estrellas, sentó sonriendo con sorna, saco su celular y se dispuso a dejar que el tiempo pasara.
Unas 4 horas después lo vio salir, ropa informal, una camisa azul manga larga, un pantalón blanco junto con unas converse, el cabello rojo despelucado hacia un lado, noto que tenía un lado rapado detalle que nunca había visto antes, cejo fruncido y los ojos bañados en rabia, se acerco a paso fiero y el miedo le recorrió los huesos, para ser tan chiquito parecía una pantera pensó Kai mientras se juntaba un poco más con la silla
- Podría YA irse – Dijo con un tono de la más falsa dulzura mientras sonreía, cosa que solo hizo que el rubio desease mimetizarse con su asiento
- Hey
- LAR-GO
- Cuidado con el tono me-se-ro – Ahí lo vio sonreír, una sonrisa de verdad, una sonrisa que si hubiera un premio para sonrisas con sorna se lo llevaría y nadie pondría su voz en protesta
- No, No, No, supongo tarado que ya te habrá dicho LiHea que yo era un remplazo, soy el hijo de la dueña del restaurante así que te largas o te hecho idiota
Aquello lo pasmo y supuso que aquello se le debió de notar porque vio su ladina sonrisa ancharse. Pero no flaqueo, su madre podía ser la dueña del restaurante, pero su padre era Kim Wan Jun y como muy pocas veces en su vida iba a usar la influencia de él a su favor
- Mira, mi padres es uno de los principales accionistas de la KBS y el quinto de la SBS, sé que voy a odiar como va a sonar esto pero con una sola llamada en menos de un mes no va a venir mucha gente al restaurante, así que yo quiero que me atiendas, supongo que entenderás y, me atenderás
Lo vio fruncir el ceño, abrir la boca, cerrarla, abrir los ojos, voltearse caminar, recorrer por completo el gigantesco restaurante volver a pararse frente a él y mirarlo como si fuera una cucaracha
- Y… ¿Qué desea?
Kai sonrió dichoso y luego de cuatro horas y media de espera pidió su comida.
Presente
Estaba parado frente a él sonriéndole, logro que hasta hace muy poco había conseguido, mientras Kai sacaba el dinero, se lo paso y espero a que este volviera con las vueltas, siendo un mesero personalizado este no tardo en volver entregándole las monedas en la mano, el moreno sonreía cada vez que el más bajo le deba las vueltas, siempre le daba propina, una muy, muy buena propina así que suponía que el otro debería de saber que aunque se quedara con esas míseras monedas el no pondría ningún problema
- Podrías quedártelas, en realidad no hay problema – Soo rio bajo y alzo una ceja – Al fin y al cabo solo son unas cuantas monedas
- Mi mamás pago su primer restaurante con las propinas de mesera, quitártelas sin decirte seria robarlas
Y le encantaba, de la forma más completa y arrebatadora, sonrió con la sonrisa más sensual que pudo lograr, una sonrisa que aunque le costara aceptarlo practicaba todos los días antes de ir al restaurante frente al último espejo que se encontrase en el camino
- ¿Tienes planes esta noche? Un amigo se gradúa y vamos a organizar una fiesta por su logro – Frunció de manera muy leve su labio considerándolo
- ¿Puedo llevar a unos amigos?
JongIn sonrió asintiendo.
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POV Chanyeol
Su pequeño reto salió tranquilo de la casa mientras se despedía de una mujer que el gigante supuso seria su madre, aunque en verdad no le importaba, lo vio acercarse y subirse al auto, estaba para comérselo y ese era justo su plan, comérselo, completo.
Aunque le gustase decirle pequeño reto el chico había resultado ser un gran reto, GRAN con letras mayúsculas y lucecitas titilando, la mayoría cedía a la semana como mucho, la persona que más había durado era un mes de cortejo. Él había impuesto un nuevo reto, tres meses, TRES MESES. Pero ese era su día, ese día Chanyeol se hundiría entre las piernas del castaño y los dos lo sabían.
Llegaron a la fiesta y el gigante se bajo a abrirle la puerta a su acompañante, solo para encontrarse con el cerrando la puerta con la ceja alzada
- Vamos
Y para qué negarlo, el amaba esa actitud
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POV Baekhyun
La fiesta era grandiosa, había muchísima, muchísima gente por todas partes, la música era genial y había casi que en cada esquina un barman dando shots y cocteles, sintió al orejón apoyar la cumbamba en su hombro
- Nos quedo genial ¿no? – Ahí sí que no cupo en su impresión
- ¿¡Lo hiciste tú!?
- No, pero pague, que es casi lo mismo
Su risa resonó una milésima por encima de la música. Chanyeol lo guio a uno de las mesas de cocteles donde estuvieron hasta que él se sintió lo suficiente animado como para ir a bailar. Y bailaron por cerca de una hora, refregándose, rozándose, las manos del gigante apretaron sus nalgas mientras una se metía debajo del pantalón aferrándose a él, sus labios se juntaron con los suyos propios calzando a la perfección como Baek no se había cansado de notar, una mano lo sujeto del cuello para acercarlo más a su boca y la lengua se sumergió enrollándose con la suya.
- Vamos – y Baekhyun sabía exactamente donde se dirigían
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POV Chanyeol
Le quito con desesperación la camisa, casi arrancándosela, vio el torso desnudo y sudoroso, los pezones erectos, parados, invitándolo, se deleito con la imagen del hombre debajo suyo sudado y prendido, sin embargo su degustación de la presa duro muy poco, cuando el de abajo refregó sus erecciones todavía recubiertas se volvió a lanzar envolviendo sus labios con los del contrario.
Sintió las manos dirigirse expertas a su camisa desabotonándola y quitándosela sin despegar su labios. Bajo dando besos por su cuello al tiempo que chupaba marcándolo, el otro se sacudía levemente abajo suyo mientras continuaba con su labor de desvestirlo, fascinando a Chanyeol con la sensación de las manos del otro muy cerca de su zona intima.
Al fin los dos estaban desnudos, tres de los dedos del más alto se adentraban dentro de Baek mientras este botaba sobre ellos al tiempo que con sus manos y algo de lubricante masajeaba el pene del otro. Chanyeol paro recostó a su acompañante, se acomodo preparándose para penetrarlo empuñando su pene y de una sola estocada se sumergió en la blanda carne.
Y era justo lo que había esperado, pero mejor, mucho mejor
- Mas Ch-Chanyeol mas, más duro
Todo pensamiento racional se fue en ese momento le dio más, más duro, más fuerte, más rápido. Le levanto una pierna, lo escucho gemir con fuerza y estirar sus brazos sujetándose a las sabanas. Acallando sus gemidos se acerco a su boca para besarlo. Siguió empujando, hasta que lo escucho gritar corriéndose, la presión lo elevo al cielo y con tres estocadas más se corrió dentro.
Espero unos segundos y salió de dentro de él, se quito el condón un poco mareado y cuando se dispuso lo encontró dormido, lo meció un poco pero este se limito a acomodarse en la cama entre las sabanas, frustrado salió de la habitación cerrándola con llave.
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POV Baekhyun
Se despertó con un gran dolor en la parte trasera, cansado, pero un poco mejor luego de haber dormido un rato, tanteo la cama buscando de forma inconsciente el cuerpo de Chanyeol pero no encontró nada. Se paro y ojeo la habitación intentando localizar su ropa, se vistió y salió a la fiesta.
Se sentó frente a una pequeña mesa, recibiendo shots del barman, una chica se le acerco y comenzó a coquetear con él, por joder un rato tonteo con ella. Supo desde muy joven que era homosexual, lo supo desde el inicio, pero eso no evito que tuviera ciertas experiencias con el género femenino, aunque en general no le interesaban en lo más mínimo.
Lugo de casi dos horas de bailar y beber como un desquiciado comenzó a sentirse mal, no era un débil mareo, sabía que había excedido y no era nada bueno sobrepasar el límite, necesitaba volver. Necesitaba localizar a Chanyeol.
Tambaleándose comenzó su búsqueda, paseo por casi media mansión gritando como desesperado el nombre del castaño. Cuando lo encontró sentía que ya casi perdía toda la fuerza, y el idiota se le estaba comiendo la boca a una rubia famélica. Sintió una punzada gélida atravesarle el pecho. Alcanzando su teléfono marco a Tao, dándole la espalda a la pareja y dirigiéndose inestable a la salida escucho los pitidos tres veces y la voz de su amigo responder en mandarín
- Tao ven por mi
Balbuceo mientras le dictaba la dirección, casi al mismo tiempo que se rendía y comenzaba a vomitar sobre las plantas de elegante jardín.
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POV Sehun
Escucho a Tao contestar, para luego comenzar a gritar el nombre de Baekhyun en el teléfono
- Hey, creo que tenemos que ir a rescatar a alguien de una fiesta
Minutos después se encontraban saliendo camino a la dirección que un muy borracho Baek había dictado, una fuente no muy fiable, aunque según Tao algo debía de tener de verdad, tenían dos pistas, una dirección posiblemente errónea y que debía de haber ruido, mucho ruido.
Y las pistas por alguna extraña razón los llevaron a su meta, se encontraban frente a una casa que estaba a un paso de arder en llama, le sorprendió que ningún vecino hubiese llamado a la policía permitiendo el descontrol. Dejaron el auto parqueada al lado y se dirigieron en búsqueda de su amigo, pasaron el jardín con gente tirada y vomitando por todas partes, sumergiéndose en el desorden que era aquella casa por dentro.
Apenas entrar lo notaron, un chico tendido en un gigantesco sofá rojo mientras, casi encima de él, dos personas estaban a punto de hacerlo. Se acerco a su amigo y corriendo levemente a los otros dos lo cogió en hombro alzándolo como un costal de papas. Busco a Tao pero no lo vio por ninguna parte, soltó aire exasperado intentando sujetar al mismo tiempo al castaño en sus brazos, jurando que le iba a dar una hernia por cargar aquel peso muerto.
- Oye tu eresh muy guapo
Se volteo hacia la cantarina y torpe voz que le hablaba encontrándose con una desastrosa imagen de algo así como un muñeco de porcelana, el chico que lo miraba no tendría que hacer casi ningún esfuerzo por parecer una mujer, era delicado y en un estado mejor con seguridad seria hermoso. Pero no en ese momento, tenía los ojos rojos de, al parecer, haber llorado; olía a alcohol, tenía la ropa sucia y desarreglada, y parecía inmensamente triste.
Hundiéndose en los marrones y tristes posos que suponían ser ojos, no noto como el poseedor de ellos se acercaba y juntaba sus labios, en un corto beso, corto porque SeHun lo empujo, justo a tiempo para que el rechazado se bamboleara y comenzara a vomitar en una esquina
- Oye vamos
Le grito un Tao visiblemente enojado, y de esa manera salieron de la fiesta. Uno muy alcoholizado y desmayado sobre la espalda de su amigo, otro colérico sin razón aparente y alguien que había besado un borracho, alguien al cual un borracho había besado cuando este mismo detestaba a los borrachos. Escupió lejos, asqueroso, pensó al tiempo que imaginaba mil y una formas de desinfectarse la boca.