Seto se sentía algo incómodo con su cercanía. No podía definirlo bien pero en momentos como ese tenía el corazón en la garganta.
Todos tomaban fotos de la feliz pareja mientras su novia se agarraba fuertemente de su brazo y agitaba la mano saludando mientras su cabeza estaba pegada a su hombro. ¿Era normal que en esa situación su corazón pegara tales saltos? Se preguntaba él.
¡Sonreíd y saludad!—dijo entredientes la cantante mientras fingía sonreír—Representante—agregó ella. Seto hizo una mueca algo forzada—Supongo que eso es mejor que nada—dijo la chica mientras bajaban por la escalera.
En el auto él no dejaba de mirar por la ventanilla. En parte porque de eso trataba su trabajo de custodio y en parte para no mirarla. Se sentía muy confundido. Era un chico. ¿No es así? Entonces no era normal lo que le estaba pasando con él. Tenía que cortarlo de raiz. Y antes de que alguien se diera cuenta.
Seraphine estaba algo nerviosa. Llamó antes para verla y Josey no tuvo ningún problema. En especial porque ella siempre lo había sabido.
¿Qué sucede, Sery chan?—preguntó el rubio tirándose literalmente a su lado en el sillón después de haberle traído una refrescante soda junto con la suya. Su tímida compañera le despertaba los mismos sentimientos fraternales que su querida Sere y además la semejanza en los apodos hacía todo eso más fácil y curaba un poco su corazón sufriente.
Quería saber… eto…--claramente había algo que la ojos azules quería preguntar pero estaba intimidada.
¡Preguntad lo que sea!—la animó él sabiendo lo tímida que era.
Eto… Quiero saber… ¿Por qué tiene que ser Kaiba san?—preguntó ella finalmente.
El otro la miró sorprendido y preguntó--¿Qué os preocupa?—al ver que ella se ponía incómoda lo adivinó--¿Os gusta, ogi san? ¡Waw! Pero sabéis que no debéis preocuparos…--
¡Lo sé es que…!—dijo Seraphine. Retorcía sus manos nerviosas sin saber como explicarse.
¿Queréis que os ayude?—preguntó el ojos mieles poniendo sus manos sobre las de ellas.
La rubia lo miró y preguntó--¿Ayuda?—
¡Con Kaiba! ¡Os ayudaré! ¿Eh? No perdemos nada con probar. ¿No es cierto?—preguntó el ojos mieles con cara de picardía. Y a su amiga se le iluminó el rostro.
Seto se encontró con los dos chicos sentados a la mesa cuando el rubio lo llamara por celular para que entrara.
¡Vamos! ¡Sentaos! ¿No os molesta que Sery chan cené con nosotros, verdad?—preguntó el melado.
Por supuesto que no—respondió el ojos azules algo intranquilo. Había un ambiente raro ahí dentro.
La pasaron bien pero el castaño no dejó de estar tenso preparado para una invisible trampa que nunca llegó.
Una vez Sery chan se despidiera el ojos mieles le dijo a Seto--¿Tomamos una cervezas?—
¡No!—Kaiba fue tajante en eso.
¡Ah, vamos!—dijo rubio—Por lo menos ayúdame a levantar la mesa. ¿No?—añadió y el otro aceptó hacerlo porque había disfrutado de una comida gratis—Sery chan es linda. ¿No crees?—preguntó de pronto Joey y el castaño le miró de hito en hito.
¿A qué viene eso?—preguntó Kaiba.
A nada en especial…--mintió el otro mirando hacia arriba como distraído—Solo me preguntaba que opinas de ella—
Seraphine chan es agradable, al contrario de otras personas—dijo Seto pero el rubio no pareció ofenderse. El ojos azules se preguntó si realmente le prestaba atención.
Yo diría que es más que agradable. ¿No?—preguntó el melado alegre.
¿A dónde queréis llegar?—preguntó el castaño desconfiado.
A ningún lado—dijo el otro rápidamente terminando de amontonar los vasos en la pileta mientras el ojos azules le seguía—Solo decía. Ella es una chica muy linda y vos…--
¡Momento!—le frenó Seto--¿Estáis tratando de hacer de cupido?—era tan ilógico para su mente que aunque tratara de procesarlo…
Dime que no es linda—le retó Joseph.
Es siete años menor, si es que no miente como vos—le contestó Kaiba.
¿Qué importa la edad? Lo que importa es el amor. ¿O no?—preguntó Wheeler obviando el ataque.
¡Es linda pero no gracias!—dijo tajante el custodio.
¿Os gusta otra chica?—preguntó sorprendido el melado.
Eso es algo que no discutiré con vos—dijo el ojos azules cerrado a decir más.
¡La hay!—concluyó el rubio ante su respuesta--¿Y por que no están juntos?—preguntó curioso.
¿Qué no os entrometáis!—exclamó Seto casi histérico y después de unos segundos de fija mirada por parte del otro desistió de su ostracismo, solo un poco—Es… complicado—
¡Vaya, que gran problema! Vos y vuestra Julieta habéis sido separados por el destino y los tremendos escollos que atraviesan su unión son insondables—dijo el ojos mieles con grandes ademanes.
¿Lo habéis inventado vos solito?—preguntó el ojos azules con mirada fría.
¡No! Lo saqué de una propaganda de telenovela de esta tarde—le contestó el cantante.
Eso es lo que odio de vos—dijo de pronto con desprecio el castaño y se sorprendió de si mismo mientras que el otro se volteaba a verlo.
¿Huh? ¡Qué?—preguntó pasmado Joey--¿Qué es lo que odiáis de mí?—
Como siempre os burláis de los sentimientos ajenos siempre. Manipuláis los sentimientos de la gente para ascender en vuestra carrera. Todo es como esa idea vuestra de hacerme vuestro novio para aumentar vuestra venta—dijo Kaiba muy serio.
¿Manipular?—preguntó sorprendido el ojos mieles—Yo no manipulo a nadie. Si ellos quieren pensar eso que yo diga lo contrario solo los llevará a afirmarlo con más fuerza y a perseguirme para encontrarme in fraganti con vos y los dos sabemos que pasará si me persiguen por mucho tiempo—Seto debió darle la razón, los papparazzi podían descubrirlo todo de seguirlo de veras—Yo no me burlaba de lo que vosotros sentís solo de vuestro melodrama barato. ¡Si la queréis… ¿Qué os evita estar con ella?—preguntó Joseph enfrentándolo--¿Es casada?—
No—respondió el castaño.
¿Vive con un hombre?—preguntó el melado.
Pensando en su rara situación el ojos azules decidió responder algo lo más parecido a la realidad—Puede decirse—
¡Ah! Con que eso era. Bueno, lo que debéis hacer es decírselo y punto. Si tenéis alguna esperanza lo veréis en sus ojos—le aconsejó el rubio.
¡Un consejo muy maduro!—dijo con sarcasmo el custodio antes de llegar a la puerta pues consideraba su tarea terminada por ese día--¡Hasta mañana!—y cerró con un portazo.
¿Que le pasa a este tipo? Se lo dije con buena onda—dijo solo Joey mirando con el ceño fruncido a la puerta por donde saliera el otro. Lo sintió por Sery y se preguntó como sería la chica que le quitaba el sueño a Kaiba. Una gran sonrisa recorrió su rostro. Si la conociera le diría unas cuantas cosas del abuelito.