Yami planeó seguir con todo como lo tenía estipulado. Usar esas pruebas lo hubiera dejado afuera del mundo de la actuación y la prensa también se hubiera ensañado con él, quizás pensando que estaba celoso o algo cosa que jamás estaría por ese degenerado con pollera.
Para su desgracia todo le salió mal pues pensaba que el otro haría el ridículo en la actuación pero su performance fue mejor valorada que la suya, recibiendo un par de menciones en honor a sus dotes actorales.
Debió preverlo mejor, se dijo frustrado. Un hombre que a tiempo completo actuaba como una idol pop no podría ser nunca un mal actor. Incluso lo defendían de sus constantes ataques y el director estaba tan encantado con ella como el que más por lo que le hizo varias reprimendas durante el rodaje.
Para culminar ella fue galardonada con el mejor premio a la actuación revelación en los siguientes premios y él no obtuvo nada.
Habían pasado seis meses desde que Joseph se viera por última vez con Seto y un año desde la anterior premiación. Su teléfono había desaparecido al siguiente día de la discusión con Atemu por lo que el rubio supuso que el otro lo había hecho para separarlos definitivamente sabiendo lo que estar tan aislado le supondría al melado. Su nuevo disco estaba preparado para salir como la nueva gira.
Joey siempre conservaba en su corazón la esperanza de volver a verlo pero cuando distinguió una alta figura castaña de espaldas a ella se dijo que no podía ser esa persona, que solo era su infeliz añoranza.
Iba al toilette cuando una mano se apoderó de su brazo y la arrastró al baño de caballeros que estaba tan vacío como una caverna pues en su puerta un cartel rezaba “FUERA DE SERVICIO”.
De pronto estaba ante ese mar profundo que tenía el cabello color chocolate. Su nombre salió como un antiguo hechizo de sus labios.
¡Seto!—
Debía ser una broma.
¿Qué…?—dijo la ojimiel.
No puedo estar sin vos—admitió el castaño a milímetros de su cuerpo mientras le abrazaba y miraba a los ojos con tal deseo que podían temblar los muros de Roma.
Esto no tendrá un buen fin—dijo temeroso el rubio pero sin hacer ningún acto de querer alejarse.
Decid que no me amáis y que queréis que me aleje—le dijo Seto mientras una mano se sostenía en la parte cercana a su hombro con los dedos que se arrollaban y estiraban nerviosos.
¿Por qué iba a decir eso?—preguntó la melada un segundo antes de ser besada.
Sus cuerpos se necesitaban el uno al otro como un perdido en el desierto el agua necesaria para continuar viviendo y mientras Kaiba besaba su cuello la rubia le dijo—¡Esperad! Mi maquillaje se arruinará—
Ya se ha arruinado—dijo el ojos azules sin dejar de disfrutar de ese lado de sau cuello. Joseph disfrutaba de ese contacto. Era relajante y extremo porque ambos sabían que en cualquier momento podían descubrirles.
¡Debéis dejar que me vaya! Si alguien se entera. Si Atemu…--dijo la ojos mieles.
¿Os ha maltratado?—preguntó preocupado Seto.
Yo sé arreglármelas con ese tipejo. ¿Acaso lo dudáis?—preguntó sonriendo falsamente Josephine y el otro relajó algo su expresión creyendo en el engaño.
Me preocupé pues no contestabais mis mensajes—le dijo el más alto.
¡Es que… perdí mi celu! ¿Me daríais vuestro número de nuevo? Es que no lo recuerdo—mintió la joven.
¡Idiota!—le dijo el ojos azules antes de pasárselo. Claro que le creía. ¿Por qué no hacerlo? Se dijo la melada mientras sonreía tontamente y agendaza.
Josephine asomó la cabeza fuera del baño de hombres en el preciso instante en que cierto ojos verdes pasaba por enfrente pues buscaba donde desahogarse pues el baño habilitado rebosaba de gente. Pensaba entrar al inhabilitado cuando la cabecita de la cantante se apareció.
¿Josey chan?—preguntó el sorprendido porque supuestamente el baño era para chicos.
¡Duke kun!—dijo con falsa alegría la ojos mieles.
¡Josey chan este es un baño de hombres!—le dijo el cantante.
¿En serio?—preguntó ella haciéndose la sorprendida y salió mientras Seto dentro permanecía escondido pues el otro lo había visto antes con Joseph y podía atar cabos. Había reconocido su voz y su nombre.
Duke no podía esperar mucho así que le dijo—¡Esperadme, entro y…--Kaiba se puso tenso. Joey se apanicó.
¡No!—dijo la ojos mieles agarrándolo y jalándolo para que no entrara. Entonces el pelinegro se dio cuenta de que algo ocultaba. Era demasiado evidente que había algo o alguien a quien trataba de preservar dentro y la charla con Tristán se le vino a la mente entonces.
¡Ah! Ya veo. Creo que se me han pasado las ganas por el momento pero es posible que vuelva—dijo en voz alta para que Atemu lo oyera. Era indiscutible que entre esos dos pasaba algo y él era un caballero. Tomó del brazo a la dama y la condujo de nuevo a la fiesta pero al entrar al salón se paralizó pues vio a unos pasos a cierto ojos violetas conversando animadamente con una chica. Miró a Josephine mientras el actor se acercaba.
¿Qué os sucede?—preguntó Wheeler intuyendo algo.
No era con Atemu con quien estabais—dijo mirándole el guitarrista.
¿Atemu?—preguntó ella sorprendida de que pensara a tal cosa.
¿Conmigo?—preguntó el susodicho—¿Qué sucede conmigo?—preguntó Yami.
¡Nada! Solo le preguntaba si estabais propasandoos nuevamente—dijo Deblin fingiendo de tal manera que Joey se sintió aliviado.
¡Defendéis muy bien a la dama!—dijo risueño el tricolor y su mirada iba dirigida a la cantante.
¡No sé de que os burláis! ¿Es lo que corresponde no?—preguntó el ojos verdes.
Ten cuidado, esa dama esconde un secretito que podría trastornaros. Espero que tengáis una buena noche—les deseó el actor antes de irse con su mirada cruel clavada en ella.
No sé lo que el posee sobre vos pero cuidaos y si alguna vez necesitáis de mí, tened la confianza en pedir mi ayuda si la necesitáis—dijo el pelinegro antes de agarrar su bolso, su celular y auto-agendarse.