El amanecer los halló acurrucados en el sillón, el rubio al despertar se puso a mirar la cara del otro que se hallaba boca arriba bajo él.
¿Qué está preocupándoos?—preguntó sin abrir los ojos el castaño.
Estabais haciéndoos el dormido—lo regañó el otro.
No, me acabo de despertar, lo que quiero saber es que os preocupa aunque puedo imaginarlo—dijo el ojos azules abriendo sus mares que hicieron que el otro se estremeciera.
Sé que si—dijo el rubio derribándose sobre su pecho.
Mientras acariciaba la cabeza dorada Kaiba le dijo—Sabíais que algún día pasaría y no dudo de que hallaréis la manera de sobrellevar todo esto—
No me preocupa mi propio destino—dijo el melado pensando en su hermana desvalida.
Sé que no pero lo que has hecho no es tan malo como piensas por lo que no creo que vuestro futuro sea tan negro como lo imagináis—le contestó Seto.
¡Os quiero! ¡Os ponéis lindo conmigo cuando me apoyáis!—dijo Joey con una sonrisota apoyando la cara sobre las manos que apoyaba en su pecho desnudo—Si no estuvierais no sé como haría para…--lo detuvo un golpe en medio de la frente que el castaño le propinó con su índice.
¡Idiota! Dejad de pensar en cosas innecesarias—le dijo el castaño—¡Ahora dejad que me levante!—
¡No!—dijo el rubio mientras hacía un puchero.
¡No seáis idiota, Wheeler! ¡Tengo que preparar el desayuno de Moki! ¿O es que pensáis que el niño se lo haga solo?—se enojó el ojos azules.
Lo siento—se disculpó el ojos mieles, había olvidado de momento la existencia del pequeño, se bajó de un salto y estuvo vestido en un momento pues tenía mucha práctica con lo del cambio de vestuario en los conciertos—Para pagaros por mi intromisión en vuestra vida cotidiana voy a hacer el desayuno de la familia—dijo el más joven sonriente y así es como los tres terminaron en la cocina.
Joseph los miraba desayunar a padre e hijo con una expresión feliz en el rostro.
¡Quitaos esa sonrisa boba y venid a desayunar con nosotros! ¿O esperáis una invitación en una tarjeta?—preguntó Seto haciéndose el gruñon.
Joey fue feliz a la mesa y puso su plato y leche pero entonces se dio cuenta al igual que el dueño de casa que no tenía donde sentarse.
Seto se sintió culpable de no tener un asiento más y Joseph al ver eso se sintió más feliz por lo que se arrodilló y aún más bajo que Moki los miró por sobre la mesa—Lo que importa es la compañía. ¿No?—preguntó muy feliz, se sentía en casa por primera vez en mucho tiempo.
Con el tiempo Joey tuvo su propio asiento y Mokuba su propia cama que era un sillón que se convertía en eso por las noches.
Serenity para alegría de todos había recuperado la consciencia poco después de lo ocurrido y después de saber que los estudios seguían dando negativo para la posibilidad de una reincidencia del tumor el mayor de los hermanos se sintió feliz.
Mokuba no podría ir a clases ese año debido a la dificultad con el idioma en que el padre le ayudaba de a ratos pues era el único que por ahora trabajaba.
Poco a poco el castaño veía como el otro se ponía más y más desolado al creer que se estaba convirtiendo en una carga para él, lo que guardaba en silencio, y esperaba que con el devenir de los acontecimientos el encontrara su propio camino.
Seraphine se mostró muy enojada al saber lo de la relación de ambos y sintiéndose engañada le gritó por teléfono al rubio para después colgarle entre llantos.
Wheeler se sentía el peor de los amigos pero por otra parte no sabía como podía haberlo hecho de otra manera y las cosas empeoraban cuando sin querer al poner la tele veía que algún programa recordaba su escándalo latente.
Es por eso que cuando Ishida llamó, tras largas semanas de ausencia después de decirle que trataría de arreglar las cosas, el ojos mieles se puso en alerta.
Decidles que no pienso hacer más escándalos, mi hermana se ha curado y si algo quieren que…--dijo a la defensiva.
¡Vaya! ¡Dejad que os hable! Eso ha quedado en el pasado. ¿Acaso no habéis visto las noticias?—preguntó el representante.
No—dijo cauto Joey. ¿Qué nuevo problema traerían esas noticias?
La gente está totalmente con vos. Si bien antes no se cansaron de hablar mal de vos, es cierto, pues resulta que cuando supieron las razones que os llevaron a fingir todo eso se han puesto de vuestra parte y reclaman vuestra presencia en todos lados. Os ponen como un ejemplo de amor filial y sacrificio. ¡Creedme Joseph! Vuestro caso es uno de los más originales del planeta y agarraos de donde podáis porque…--Joey intentaba calmarse con el celular apoyado en el oído y una temblorosa mano apoyada en el mostrador de la kitchenette, el apoyo de la gente le había sacado un gran peso de encima pero… ¿A qué podía estar aludiendo el otro ahora? Quizás la disquera le había puesto alguna demanda por daños y perjuicios, el otro prosiguió—Tengo en mis manos una petición, de Hollywood chico, quieren hacer una película de vuestras peripecias y quieren que la protagonicéis vos mismo—baldazo de agua fría total, Joey enmudeció de la impresión, en su oído se oyó un--¿Dejaréis que yo os represente en esto también, verdad?—