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EL LOST EMPEROR por desire nemesis

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6 Mi hija

 

Me dijeron que estabas reunido con ciertas personas y pensé en venir a saludar—dijo el emperador Gideon.

 

El rubio se puso blanco y Seto adivinó a que este era una de las personas peligrosas mencionadas sin saber quien era este.

 

Mis padres han venido de la Tierra con mi otra hermana y…--explicó el melado.

 

Ya veo y por eso arriesgastes a una parte importante de la flota.

 

Ellos se mantuvieron cerca. No contravine tus órdenes en absoluto—se defendió Joey.

 

¿Órdenes? ¿No eras tú el emperador entonces?—preguntó Kaiba con un deje de burla.

 

El de ojos negros se puso en una pose alerta hacia él mientras Yugi lo miraba como Joey con algo de fastidio—Él es el lost emperor en efecto pero también es solo mi consorte por lo que la última palabra en todo caso es mía—dijo Gideon tomando a todos por sorpresa.

 

¿Su consorte?—susurró el tricolor.

 

Mi traductor debe estar averiado pues en mi planeta un consorte es un esposo o esposa…--trató de explicar el castaño, aún para Setsuna era algo incomprensible.

 

Eso es lo que es. Es mi consorte y si bien está al mando de mis ejércitos yo soy quien decido como gasta mis recursos—le retrucó el emperador Landson. El rubio estaba amargado pues hubiera deseado mantener ocultos algunos detalles.

 

Puedo aceptar sus gustos pero así no tendrá herederos legítimos—dijo el ojos azules sin saber que discurría en el tema que más espantaba al melado porque si decía tal cosa su marido…

 

No veo porqué. Tal vez para ustedes sea un problema pero no lo es para los acasians—dijo el pelinegro mirándolo con soberbia mientras los padres de Joey lo miraban con pesar y su hija y amigos con sorpresa.

 

¿Quiere decir…?—preguntó el ex CEO con su voz apagándose pues iba entendiendo todo.

 

Aún no lo hemos decidido pero estoy seguro de que Joseph me dará una descendencia apropiada dentro de muy poco—dijo el emperador—Hablando de eso Joseph, podrías presentarme al resto de tus amigos—

 

Cierto—dijo este antes de hacerlo. El emperador era un avezado negociante y reconoció en la mirada azulina de Kaiba una astucia similar a la suya lo que de alguna manera le hizo alertarse contra ese hombre que parecía tener un carácter tan potente como el suyo propio.

 

Ofreceremos un banquete de bienvenida pues es una alegría para nosotros que los que criaron a mi consorte se encuentren aquí de nuevo, Serenity va a alegrarse de su venida pues según sé se encuentra decaída con vuestra ausencia—dijo el ojinegro, luego dijo a Joey—Debo hablar ciertas cosas contigo—Joey miró a los cuatro como si no quisiera seguir al otro--¡Vamos!—le dijo el emperador—De seguro no es la última vez que los verás—

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba caminando por los pasillos temeroso de los ojos astutos de su marido y lo que pudieran descubrir con su mera presencia en el banquete. Seto había guardado silencio pero no estaba en su naturaleza el recato y menos el resignarse a ser tratado de esa manera. Tenía miedo. Miedo de lo que este haría y de las emociones que de pronto se hicieron presentes cuando el otro se le puso delante.

 

Pensó en esos quince años que la flama que el otro encendiera la noche antes de su partida estaba extinta por completo pero ahora descubría que no era así en absoluto y la manera con que el otro lo miró cuando escuchó que era un hombre casado con otro pese a lo que había dicho le dijo que este podía ser que sintiera cierta posesividad. Claro que solo se trataba de su orgullo, no había manera que un hombre joven y saludable como él no hubiera encontrado otra pareja o parejas convenientes desde que él se hubiera ido y el hecho de que tuvieran una hija juntos no le daba ningún tipo de derecho sobre él, salvo…, que la mera idea de pensarlo con otra persona en esos momentos…

 

Un fuerte agarre y la luz desapareció para hundirlo en una habitación oscura con un cuerpo más grande prendido del suyo. Una voz rasposa como la piel de una serpiente que se arrastra sobre su presa indefensa resonó en sus oídos con una pregunta que se le metió por los poros.

 

¿Setsuna es mi hija, no es así?

 

 

 

 


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