8 Adiós
Nunca lo vieron pero él si los vio y como estaba previsto anunció lo que viera al emperador horas más tarde. Joey estaba feliz de compartir con su familia y especialmente con su hija. Sere estaba feliz de por fin conocer a su sobrina y él podía ver en los ojos de ella a su padre. No tenía el temperamento de Seto o el suyo propio, aunque alegre no era geniosa ni inmadura y sospechaba que era la sensación entre los chicos de su edad y que se las vería negras para alejarlos sin alegar ser su padre. En eso pensaba cuando penetró en su habitación y fue tomado por sorpresa de manera agresiva por su esposo con quien no compartía esta.
Con que creíste que podías seguirme engañando a tus anchas—le dijo la peligrosa voz siseante de Gideon y Joey supo que había sido visto con el ex CEO.
El es solo un viejo amigo y ambos intercambiamos…--trató de explicar pero la furia del otro que le arrancó los botones de la camisa le interrumpió. Joey no podía verlo pero sabía que era claramente visible sin el cuello de esta. Un moratón adornaba su cuello, Seto era una persona que no se contenía a la hora de…
¿En serio planeas tomarme por idiota?—preguntó el emperador Landson sin pensar que casi repetía las palabras de Kaiba horas antes.
Sabes que no siento nada por ti. ¿De que sirve una escena de celos ahora?—le preguntó el melado hastiado de arrodillarse ante su magna presencia.
El golpe que recibió en la cara le partió el labio mientras el otro lo soltaba del cuello de la camisa y lo miraba con furia, Gideon habría deseado matarlo entonces, sin embargo solo le explicó—Los vieron—
Ya veo, es eso lo que te enfurece, pero de seguro fue solo tu espía, así que no tienes que desesperar tanto—le dijo mientras se levantaba el lost emperor.
No es solo eso, he estado pensando…--dijo con ojos peligrosos el pelinegro y un río helado de repente recorrió la columna del ojos mieles—Hace quince años que tus padres volvieron a la Tierra—
Si—dijo con cuidado Joey.
Tu madre estaba por parir entonces. ¿No?—preguntó el otro.
No podía negarlo—Así es—
¿Por qué hicieron un viaje tan peligroso entonces? Hubiera sido mejor que todos se quedaran, hubieran estado más protegidos—dijo incisivo el ojinegro.
Preferían estar allá—se le ocurrió contestar al rubio con sus peores temores ahogando sus latidos.
¿Por qué? He oído que la Tierra no era tan segura. Entiendo que te ocultaran con tu hermana en aquellos momentos en que tu planeta estaba en la ruina y que querían tener algo que proponernos pero… ¿Por qué ahora? Me pregunté y es entonces cuando recordé esas largas negociaciones… ¿Cuánto tiempo duraron? 8 meses y medio, no te atrevas a negarlo—Joey no podía articular palabra mientras veía su pesadilla volverse realidad—Y claro no me fue difícil dilucidar quien es su padre—
La pregunta sonó inanimada a sus oídos--¿Qué quieres?—
Esa es una gran pregunta, y más en la situación en que todos se han metido por conspirar contra mí—exclamó Gideon—Voy a ser complaciente contigo y los tuyos por única vez y los dejaré vivir aunque no los verás de nuevo. Los enviaré muy lejos y tendrás prohibido cualquier contacto—era poco para lo que esperaba de su marido por lo que asintió—Y por supuesto hablaremos de tener descendencia—agregó con sus ojos brillando intensamente lo que le dio la pauta de su castigo.
¿Qué sucede, pa…?—la nomenclatura murió en los labios de la joven de ojos azules antes de pronunciarla. Todo estaba envuelto en caos a su alrededor. Habían llegado soldados y habían ordenado que armaran su equipaje, incluso el de su tía, luego llevaron a todos a ese hangar, su padre la miraba con ojos tristes y ella no entendía nada.
Para el emperador ustedes son meros huéspedes y él no es muy hospitalario. Ha decretado que deben vivir en una de las ciudades más allá de la frontera sur y yo no puedo intervenir en las decisiones de estado. Soy a fin de cuentas su consorte, pero no te preocupes, he de visitarlos regularmente—mintió mientras se las arreglaba para sonreír amablemente mientras tomaba sus manos entre las suyas.
Disculpe lost emperor pero tenemos nuestras órdenes y…--dijo un humilde soldado que se acercó contrito.
Entiendo—dijo él con su máscara radiante y le sonrió de nuevo a su hija como para darle ánimos mientras por el rabillo del ojo vislumbraba a Seto, su hermano y la familia de él que lo escrutaban. No podía decir nada que levantara sospechas o algo peor pasaría.
Se alejó mientras saludaba como quien se despide a la salida del colegio de compañeros que mañana volverá a ver.
Estaban a mitad del viaje cuando la nerviosa señora Wheeler preguntó a su marido--¿Crees que se enteró?—
No lo creo—contestó él—De ser así no nos hubiera dejado con vida—añadió un segundo antes de ver por la ventanilla a los cazas que lanzaban su ataque demoledor sobre la pequeña nave de transporte de tropas.