Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL LOST EMPEROR por desire nemesis

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

16 Venganza

 

Recordaba ese momento. ¿Cómo olvidarlo? Era la primera vez que un hombre lo tocaba así y mucho más, fue la primera vez que el castaño demostró otro tipo de interés en él.

 

A unos metros, tras un árbol, la joven pareja se encontraba confundida y consternada por lo que habían atestiguado. Y es que la joven como es lógico no tenía ningún tipo de experiencia en eso.

 

Kaiba ahhh…--dijo el rubio al sentir que llegaba.

 

No, todavía no—le dijo el castaño mientras terminaba de preparalo y entonces su mano apretó el pene de tal forma que no llegara a venirse.

 

Kaiba—dijo con angustia el rubio.

 

Quiero que lo hagamos los dos al mismo tiempo—le susurró al oído el ojos azules.

 

Eso causó esas viejas sensaciones de deseo agónico e intenso que las embestidas de Seto no ayudaban a calmar. Los gritos de placer llenaban el lugar y el castaño sintió venir el clímax mientras soltaba el erecto miembro del lost emperor.

 

Ambos se vinieron mientras Joey se mantenía erguido sobre las caderas de Kaiba y Seto ya debilitado se recostó sobre su espalda.

 

¿Ya no estamos tan jóvenes, no?—preguntó el melado.

 

¡Idiota!—le contestó Kaiba sin querer darle la razón y después de un momento se giró para volver a ponerse arriba mientras el otro le sonreía. Iba a levantarse cuando vio a través de la ropa entreabierta una vieja cicatriz que estaba ubicada en pleno estómago--¿Qué es esto?—

 

En un enfrentamiento—trató de evadirlo el rubio.

 

¡No te creo!—le retrucó el ojos azules.

 

Es tu problema—dijo inquieto Wheeler.

 

¡Dime, que rayos pasó o…!—le dijo el castaño mientras sostenía una de sus manos bien agarrada y sus ojos enfrentados a poca distancia--¡Fue ese emperador de m…!—trató de decir Seto.

 

No, no lo fue—dijo arrancando su mano del agarre el melado.

 

¡No lo defiendas!—dijo el ojiazulado con su sangre hirviendo de furor.

 

¿Por qué lo haría?—preguntó Joseph.

 

¡Me estás mintiendo!—reclamó Seto.

 

Eso no significa que fue él—le contestó Joey.

 

¿Y quién fue?—preguntó Kaiba.

 

¡Yo!—le gritó Wheeler sorprendiendo a sus escuchas.

 

¿Por qué?—preguntó asombrado Seto que no tenía idea de sus instintos suicidas, nunca se le hubiera ocurrido. Wheeler parecía mas del tipo peleador que…

 

No te incumbe. No tiene nada que ver contigo—dijo el melado para apartar sus sospechas pero funcionó a la inversa.

 

El que lo digas significa que no es así. ¿Por que rayos…?—preguntó el iracundo castaño.

 

Cuando tuve a Kisue pensé que se desharía de mi pero el bastardo quería un varón así que decidí negarle lo que tanto quería. Pensé que me mataría entonces pero el idiota es mejor de lo que pensé. Hubiera sido mejor que lo hubiera hecho pero su venganza estuvo mejor planeada—dijo el rubio.

 

¿Su venganza? ¿De qué te vengaste tú?—preguntó Seto antes de entender los verdaderos motivos del rubio para aquello—Lo hiciste por nosotros—

 

Entonces Oswald y Kisue entendieron un poco por lo que el lost emperor había pasado todos esos años.

 

No, yo…--dijo el rubio sintiendo vergüenza  de lo que había hecho y no queriendo que el otro se culpara.

 

¡Deja de intentarlo! Te he dicho que no eres bueno mintiendo—le dijo el ex CEO con sus ojos ardientes de furor.

 

No fue por ti—fue la agonizante defensa de Joey.

 

¡Déjalo ya!—dijo más pausado Seto mientras acercaba su boca a la de él, y era que el perro le provocaba esas sensaciones cuando intentaba protegerlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué hacen ustedes dos juntos?—preguntó May al verlos entrar al complejo subterráneo. Tenía un mal presentimiento desde que empezó a buscar al ojos azules y notó que el otro tampoco estaba.

¿Por qué te comportas así? ¿No estamos casados, cierto?—le preguntó el siempre agudo Seto.

 

May veía sus esperanzas de mantenerlo consigo escapar y dijo lo que pudo—No, pero él si—

 

¿Y a ti te preocupa la felicidad marital del emperador, no?—preguntó Kaiba.

 

Wheeler se sentía mal al ver la mirada agónica de su amiga por su culpa--¡May yo…!—el no quería lastimarla, el mundo se había movido a su favor.

 

¡Tú no me hables!—le dijo su amiga antes de irse.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).