De pronto todo cambió y se sintió transportado a otro lugar del mismo edificio pero en vez de ser un día primaveral y lleno de luz el ambiente era nocturno y sintió cierto nerviosismo. Sintió metales chocando y gritos mientras por las ventanas se atisbaban llamas que provenían de otras partes de la edificación.
¿Qué sucede?--dijo Joey.
No se alarme, iré a ver de que se trata--dijo Kaiba quien lo acompañaba mientras apretaba su mano que soltó para poner la suya en la empuñadura de su espada.
¡Marqués de Tolmes!--un súbito temor le invadía y se sorprendió al darse cuenta que era por la vida del otro--¡No vaya! Tengo un mal presentimiento--añadió con su voz que sonaba femenina a sus oídos desde que empezara esa cuestión.
Él increíblemente le sonrió, tenía una muy bonita sonrisa ese Kaiba, no era como el gruñón que conocía--Tranquilizaos, yo siempre estaré con vos para protegeros--los gritos aumentaron mientras él y un grupo de soldados daba vuelta en la esquina del pasillo.
Joseph sentía miedo pero una inquietud superior le embargaba y poco a poco se dirigió a esa esquina para ver lo que estaba sucediendo.
Una escena apocalíptica con hombres atravezándose unos a otros se abrió ante sus ojos, sin duda un ataque al palacio pero lo que más le horrorizó fue ver a Kaiba a lo lejos, muy junto a otro hombre que a todas luces le atravesaba con su espada mientras lo sujetaba contra la pared. El castaño tenía la mirada perdida de los que están muriendo.
Luego los ojos del asesino de Kaiba se volvieron hacia él y Joseph sintió un profundo temor.
Despertó sudoroso y asustado. Puso su mano en la frente mientras pensaba que extraño sueño había tenido.
En el primer día los 4 pasaron después de ganar 3 duelos cada uno. Joey llegó feliz, se bañó y se acostó, lo último que hizo fue pensar en el sueño del día anterior.
Frente a él había un hombre de barba y sonrisa gentil que le miraba con... ¿Cariño? Una mano acarició el pelo del rubio y el hombre le dijo--Te he traído para darte algo--luego se volvió y llegó a una cajita de madera. Se giró de nuevo después de abrirla y le mostró un collar con un escarabajo azul por dije--Esto es un regalo que mandé traer del sur. Dicen que perteneció a una gran reina. Traducido su nombre sería Lionhart--
Pero si tiene forma de escarabajo--dijo Wheeler con su femenina voz.
Lo sé pero ese es su nombre. Dicen que le brinda protección a quien la posee--le explicó el hombre. Luego de ponerle el collar al cuello le acarició la mejilla mientras le decía--Esperaba tanto vuestros esponsoriales. El Marqués de Tolmes te cuidará bien--
¿Un momento? ¿Cuidarme? ¿Quiere decir...? ¿Esponsoriales significa lo que creo? Se preguntó el melado metido en el cuerpo de una princesa.
De pronto estaba besando a Seto Kaiba sobre el pasto. ¿Qué rayos? Se preguntó el rubio mientras era besado y abrazado por el castaño. Normalmente le hubiera empujado y gritado pero no sabía porque ahora no lo hacía. Sus fosas nasales estaban inundadas del perfume de jazmín y lilas, las caricias se intensificaron hasta que el otro deteniéndose puso la cara de Joey en su pecho mientras lo abrazaba--Ya falta poco mi princesa. Después de mañana podremos estar juntos sin pensar en el que dirán. Ansío eso--Era una voz muy distinta al del usual Kaiba, era amable y llena de candor, incluso...
¿Que rayos le estaba pasando? ¿Le gustaba Kaiba? Se preguntó Joey y entonces despertó.
Era demasiado extraño todo se decía el rubio camino al salón donde esperarían todos su turno pero en el camino se encontró conque todos estaban en un pasillo hablando animadamente con Mokuba Kaiba.
¡Joey!—le gritó Yugi al vislumbrarlo y este se acercó.
¿Qué? ¿Es día de pago y yo no me enteré?—preguntó el rubio animado ahora.
No—dijo el pequeño CEO2—Mi hermano ha traído una exposición y le preguntaba a Yugi si quería verla como su abuelo es arqueólogo especializado en el antiguo Egipto.
¿Y estás seguro que el gruñón de tu hermano no va a enojarse?—preguntó el ojos mieles.
Seto está en una reunión y no creo que le importe mucho que veamos la exposición, mañana estará abierta al público—dijo Moki.
En ese caso…--dijo el rubio enfilando para la sala con el cartelón.
Miraron las grandiosas piezas de arquitectura y arte que habían en ese gran salón blanco, algunas en atriles y otras en las paredes. Llegados a una parte Mokuba que oficiaba, con el arqueólogo director de las investigaciones de Kaiba por el mundo, de guía mostró al grupo un atril con una extraordinaria pieza. Mientras el arqueólogo explicaba las cuestiones de su existencia y encuentro los ojos del melado se abrían con estupor y un sudor frío le recorría la espalda. Sin que él lo supiera el CEO había llegado a la sala y con el ceño fruncido los observaba.
Al parecer los cruzados la trajeron de Africa y algún noble la hizo poner en un collar occidental. Se trata de una rara pieza que dicen que el mismo Anubis regaló a Basted en señal de armisticio. También se dice que protege a su poseedor, después de todo el escarabajo era el símbolo de la vida eterna para los antiguos egipcios—dijo el arqueólogo de Seto.
¡Lionhart!—fue un susurro apenas audible que escapó de los labios del rubio con un temblor de pánico que todos pudieron oír.