Lucius regresó a su mansión luego de hacer el gran sacrificio de separarse de Harry, el chico de ojos esmeraldas lo había despedido en la puerta de su casa, después de jurarle en repetidas ocasiones que nada de lo que dijesen Sirius y Remus, le harían desistir de cumplir la palabra dada. El corazón de Lucius palpitaba de emoción y felicidad infinita al recordar ese primer beso que Harry le había dado, se estremecía sólo de recordarlo, sabía que Harry no lo amaba aún, pero ese beso había sido tan apasionado e intenso que Lucius no podía evitar fantasear con la idea de cómo sería tener a ese chico tan maravilloso entre sus brazos; en cómo sería hacerle el amor por vez primera, sabía que Harry era virgen, el sólo pensar que él sería el único dueño, que sería él quien lo iniciara en los misterios del amor que Harry desconocía, estaba seguro que Harry lo amaría sin poder evitarlo, lo amaría tanto como él lo amaba. L e que más emocionaba a Lucius era pensar que su más anhelado sueño se haría realidad no dentro de seis meses, sino que sólo en unos cuantos días.
La noche ya estaba muy avanzada, sin embargo, Lucius aún permanecía en su despacho con su mente divagando en la idea de tener a Harry entre sus brazos después del matrimonio, más que nunca recordaba cada detalle del chico, sólo le bastaba entrecerrar los ojos para que la imagen de aquel joven que era su adoración aparecía ante él, aún le parecía percibir su aroma, la tersura de su piel, la suavidad de ese cabello rebelde, el intenso brillo de esos ojos esmeraldas, pero sobre todo el sabor de esos labios, que sin él esperarlo habían buscado los suyos, aún sentía el sabor de ese beso ardiente y húmedo con el que Harry había sellado esa promesa de ser suyo; sólo ahora Lucius comprendía la gran diferencia que existía en un beso dado por simple pasión a uno dado por amor, sólo ahora después de haber besado a Harry se daba cuenta de que con todos aquellos amantes con los que había compartido tanto placer, no tenían punto de comparación con lo que Harry con un sólo beso le había hecho sentir; Lucius sabía que muchos de sus amantes lo habían amado realmente o lo amaban, como era el caso de Dennis , pero él jamás había correspondido a ninguno, para él sólo era importante el placer que esos amantes ocasionales podían procurarle, el amor nunca fue algo que él buscara ni deseara experimentar, hasta ahora. Lucius nunca había creído en el amor, ni siquiera era una necesidad en su vida, pero ahora era diferente, ahora estaba amando con toda su alma, con todo su ser, sabía que por su actuar era acusado de egoísmo, pero él ya no sentía de ese modo, ya no bastaba con tomar a Harry para sí, necesitaba también entregarse, darse por completo, ya no se trataba de sólo tomar lo que deseaba, Harry se había convertido en su dueño absoluto y también anhelaba entregarse a él en plenitud.
Completamente sumido en estos pensamientos lo encontró su empleado de confianza y amante ocasional Dennis, al instante notó la gran felicidad que se reflejaba en el rostro de Lucius y tuvo una leve sospecha de qué podía estar causando esa súbita alegría
- Buenas noches señor... deseaba saber si necesitaba algo - dijo Dennis
Lucius no respondió enseguida, sólo miró a Dennis benévolamente, estaba demasiado feliz como para molestarse por el excesivo y constante celo de su empleado de confianza
- No Dennis, no necesito nada, esta noche siento que por primera vez lo tengo todo -
Dennis no pudo ocultar su asombro ante estas palabras, él sabía perfectamente que lo que más deseaba Lucius en el mundo era ser dueño de ese chico de ojos esmeraldas que amaba a Draco, un leve estremecimiento de temor y sospecha le recorrió el cuerpo, desde la noche de Navidad que no había vuelto a ver a Lucius tan feliz, por supuesto antes de enterarse de la relación de ese chico con su hijo Draco
- Sé que me conoces lo suficiente como para saber que esta noche me siento plenamente feliz - dijo Lucius
- Ya lo noté señor, y puedo preguntar cuál es el motivo para tanta felicidad -
- El motivo... ya sabía que lo preguntarías, pues el motivo de mi dicha se llama Harry, es él quien me esta haciendo sentir de este modo -
- Ese chico que ama a su hijo Draco - dijo Dennis con tono celoso
Lucius lo miró serio, pero prefirió ignorar la parte de "ama a su hijo"
- Desde este mismo instante cuando hables de Harry, no volverás a referirte a él como "ese chico" sino como "joven Harry" o si lo prefieres como "señor Potter", dentro de unos días el será tu señor también - dijo Lucius con voz calmada
-¿Mi señor?, no comprendo -
- Es simple, dentro de unos días Harry será mi esposo y deberás servirlo y quiero que a partir de este mismo momento lo trates como si ya fuera tu señor -
- Dentro de unos días - repitió Dennis adquiriendo un tinte lívido
- Así es, Harry esta noche a aceptado casarse conmigo, pero no quiere el matrimonio dentro de seis meses, sino que desea casarse antes de regresar a la escuela, por supuesto que su deseo a sido una orden para mi, por lo que el matrimonio se hará a más tardar al inicio de la semana próxima -
- Eso no puede ser, él no lo ama - dijo Dennis con voz entrecortada
- No es necesario que me lo recuerdes a cada instante, eso ya lo sé, pero no importa porque sé que él me amará - dijo Lucius seguro
- Qué lo amará, él ama a su hijo - dijo Dennis sin poder contenerse
- Jamás vulvas a repetir eso, Harry no ama a Draco, sólo fue una ilusión pasajera - dijo Lucius con tono duro
- Señor se lo suplico no se case él no lo hará feliz...
- Ya soy feliz, con sólo saber que él será mío, que yo seré su único dueño, ya soy feliz - dijo Lucius
- Cómo lo obligó a que lo aceptara -
- ¡Obligarlo!... no lo obligué él me aceptó por voluntad propia - dijo Lucius con voz triunfante
- Estoy seguro que lo está engañando, no creo que se case con usted... hace unos días quería casarse con su hijo -
- ¡Ya basta! - gritó Lucius poniéndose de pie - no digas estupideces, Harry comprendió que no ama a Draco por eso aceptó casarse conmigo
- Señor por favor... estoy seguro que planea algo - dijo Dennis
- Harry no planea nada, comprendió cuánto lo amo y está seguro que llegará a amarme- dijo Lucius recuperando la calma y sentándose otra vez
- Qué dijo la familia de él - preguntó Dennis con tono humilde
- Naturalmente no están de acuerdo, pero no importa, Harry me aceptó y eso es lo que cuenta -
- Y su hijo, qué dirá su hijo - preguntó Dennis
- Draco... será difícil para él, pero ha sido Harry quien me lo ha propuesto y, no estoy tan loco como para rechazarlo, Draco se recuperará es un chico más fuerte de lo que yo creía -
Dennis guardó silencio, sabía que él no tenía ningún derecho sobre Lucius, sólo era un empleado al que Lucius ocasionalmente invitaba a su cama, sólo eso, comprendía que ahora en adelante su posición sería más humillante de lo que ya era, pero prefería pagar ese precio con tal de seguir al lado de Lucius porque lo amaba locamente.
La mañana siguiente Lucius deseaba hablar cuanto antes con su hijo para darle la noticia, las cosas habían tomado un giro inesperado en sólo unas horas, le preocupaba la reacción de Draco, temía como reaccionaría, había mucha diferencia entre ser pretendiente de Harry a convertirse en su esposo, sólo esperaba que su hijo siguiera manteniéndose al margen y no cambiase de idea. No esperó a que Draco se levantará, estaba demasiado ansioso y no quería esperar ni un minuto más para decirle lo que estaba sucediendo.
Draco no ocultó su sorpresa al recibir la noticia a primera hora de la mañana, estaba seguro que Harry aún lo amaba a pesar de todo, por eso no podía comprender que aceptara casarse y además con tanta prisa, ni siquiera esperaría que acabara el curso, Draco esperaba todo menos esto, mientras oía a su padre se preguntaba una y mil veces qué pretendía Harry con todo esto, si de algo siempre había estado seguro era que Harry jamás aceptaría a su padre, pero ahora todo parecía indicar que se había equivocado, qué pretendía, qué buscaba Harry con esto, después de pensarlo por algún tiempo lo comprendió, venganza, eso era lo que Harry buscaba, vengarse de su padre y de él también y no le importaba condenarse a si mismo con tal de conseguirla, no pudo evitar sentir pena por su padre, se daba cuenta de que Lucius apenas podía disimular su felicidad, pero lo que él creía sería una vida dichosa y feliz, Harry se encargaría de que viviese cada día un calvario, un calvario en el que a él también le tocaría su parte, Harry sería el verdugo de ambos de eso estaba seguro.
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