Desde la mañana que la bandeja del desayuno seguía depositada en la pequeña mesa de arrimo, la había recibido de manos de Uvarka, pero no había probado nada no tenía apetito. Su estado de ánimo se relacionaba directamente con lo ocurrido en la mansión de Lucius, lo sucedido después de la cena en aquel sofá era lo que lo tenía en ese estado. No sabía que sentir, aunque en realidad sentía muchas cosas, quizá ese fuera el problema, no encontrar explicación para todos sus sentimientos, porque eso sí sabía eran muchos y variados.
Sentía vergüenza por haber llegado a ese grado de intimidad con Lucius, sólo de recordar lo sucedido sus mejillas volvían a encenderse, sabía que era ridículo sentirse como una damisela a la que le habían mancillado el honor, pero era algo como eso lo que sentía, Lucius había recurrido a toda su experticia de amante para envolverlo y el se había dejado llevar con asombrosa rapidez, sólo había levantado una débil objeción que el rubio había derrumbado en un abrir y cerrar de ojos.
Ni siquiera estaba seguro de si estaba enojado con Lucius más que consigo mismo, a caso daría pie esta situación para que Lucius se sintiera su dueño con más razón que nunca, no estaba seguro, pero era lo que ocurriría probablemente.
Se preguntó cómo se sentiría Lucius al respecto, estaría a esa hora felicitándose por haber conseguido que el se dejara seducir, volvió a recostarse en la cama intentando no pensar en lo sucedido.
Lucius cada vez que se encontraba nervioso o triste se encerraba en su despacho, el día anterior le había ordenado a Dennis cancelar todos sus compromisos, por lo tanto, ahora disponía de todo el tiempo del mundo para ocuparse sólo de Harry. Después de lo que había pasado en la noche anterior estaba muy intranquilo, no sabía que hacer, había pensado en presentarse en la casa de Harry para hablar con él, pero la verdad era que no sabía que sería apropiado decir en tales circunstancias, quizá debía disculparse por lo sucedido, después de todo había sido el quien había propiciado esa situación, era lo suficientemente razonable como para darse cuenta que en tal caso era el quien por edad y experiencia controlaba la situación, Harry se había visto arrastrado por la insistencia de él.
En el momento que el chico evidenciaba el estar disfrutando del placer que el le otorgaba, no se cuestionó si aquello estaba mal o bien, sólo cuando había visto aquellas lágrimas caer por las mejillas del chico, una dolorosa sensación se apoderó de el, quizá ahora debido a su precipitación había perdido a Harry para siempre y este pensamiento lo llenó de tristeza.
Dennis ya no podía más con su furia, después de lo que había visto, Lucius le había causado un inmenso dolor, había comprendido que el rubio no tenía límites, estaba dispuesto a todo por conseguir el amor de ese chico y el debía hacer algo antes de que el asunto pasara a mayores, antes de que fuera demasiado tarde.
La primera opción era Draco, sólo el sabía donde se encontraba el chico, escribirle era una buena idea, si Draco se enteraba de que su padre estaba a punto de hacer que la voluntad del chico claudicara, quizá decidiera regresar de ese autoexilio, pero si Draco no se animaba a regresar y luchar como no lo había hecho antes, el debería intervenir para evitar que Lucius y Harry se unieran, estaba dispuesto a utilizar cualquier arma que tuviera a su alcance. No dudó ni un minuto más y escribió la carta, no fue demasiado expresivo, expuso directamente el asunto, esperaba sinceramente que el chico rubio hubiese alcanzado algún grado de madurez durante esos meses alejado de todo, y ahora sí hiciera caso de sus consejos, los mismos que le diera antes de que decidiera abandonar a su novio para no tener que competir con su padre.
En aquel tiempo pese a todo su insistencia Draco se negó a escucharlo, el hasta llegó a ofrecerle su ayuda para que escapara con el "mocoso engreído", pero Draco había tenido miedo, si hubiese tenido un poco de valor en aquel tiempo todo sería diferente, a Lucius no le habría quedado más remedio que conformarse, pero el chico rubio había preferido hacerse a un lado en vez de luchar por lo que quería.
Si esa carta no daba resultado debería recurrir a otros métodos, y debía ser algo muy drástico para que surtiera efecto, pero no se adelantaría a los hechos, esperaría la respuesta de Draco primero, dependiendo de esta pasaría al siguiente nivel, no perdería a Lucius de eso estaba convencido.
Lucius después de pasar todo el día debatiéndose entre ir a la casa de Harry o no, llegó a la conclusión de que su actitud era totalmente infantil, se estaba comportando como un crío y ya era bastante mayorcito como para caer en ese tipo de cosas.
Ya no lo pensó más salió de su despacho decidido a enfrentar la situación. Cuando estuvo en la casa de Harry, el elfo Uvarka le dijo que el chico no se había levantado en todo el día y estaba seguro de que no lo recibiría, pero Lucius apeló a su rango de esposo, el elfo no puso más objeción de cierta forma Lucius también era su amo.
Lucius abrió la puerta suavemente, la habitación estaba casi en penumbra, apenas una pequeña lámpara encendida iluminaba, la habitación estaba completamente desordenada y en la cama Harry arropado hasta la cabeza. Se fue acercando lentamente y se sentó en el borde de la cama, fue apartando las mantas con cuidado, Harry estaba despierto, pero con los ojos cerrados, había adivinado que era Lucius quien entraba, ya conocía su aroma de memoria
- Harry... necesitaba verte, debemos hablar - dijo Lucius - lo que sucedió fue sólo mi culpa... no quiero que te sientas mal
Silencio
- Harry no me odies, no podría soportarlo -
Harry abrió los ojos
- No te odio... pero lo que pasó...
- No digas nada sólo fue mi culpa -
- No sé qué siento... yo estoy confundido - dijo Harry sentándose en la cama sin atreverse a mirar a Lucius
- Lo siento... de verdad lo lamento -
- Necesito decirte algo... yo no te amo -
- Ya lo sé Harry - dijo el rubio con tristeza
- Pero me gustas mucho Lucius... no sé si llegaré a amarte...
- Harry... no quiero que te sientas...
- Espera... he estado pensando mucho en esto... quizá podamos pasar un tiempo juntos -
- Estar juntos - repitió Lucius
- Si... me refiero... bueno quizá si estoy un tiempo contigo pueda llegar a aclarar mis sentimientos -
- Estar conmigo - repitió otra vez Lucius sin poder creerlo
- Sí, por lo que resta de vacaciones podría quedarme en tu casa... pero...
- No es necesario que digas nada más... te quedarás en casa hasta que tu quieras -
- Sí pero no...
- No es necesario... yo no voy a forzarte a nada que tú no quieras... juro que tampoco intentaré deducirte...
- Lo juras -
- Te doy mi palabra
Harry sonrió tímidamente, aún le provocaba mucha vergüenza mirar a Lucius de frente.
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