-"Debe ser una broma y una de mal gusto. Yo el príncipe de una raza guerrera ¿Soñando con ese insecto? Peor aun, manteniendo un contacto íntimo dentro del sueño"
Vegeta se iba debatiendo esto desde hace cuatro días después de aquel <sueño> en el que era besado. En ese tiempo no intento buscar a Goku y siguió con su entrenamiento en solitario. Tampoco Goku se había molestado en buscarlo para entrenar.
Cada noche era una tortura para Vegeta, el príncipe ya no quería ni cerrar los ojos. ¿Porqué? Pues por el simple hecho de que al quedarse dormido se le mostraba en sueños cada vez más perturbadores el hombre de cabellos alborotados. Ya se estaba cansando de eso, incluso intento obligarse a estar despierto haciendo todo tipo de actividades, pero era imposible evitar el sueño todo el tiempo.
Justo en estos instantes el príncipe estaba entrenando en la cámara de gravedad. Cualquiera que lo viese notaria la falta de concentración del guerrero. Si bien masacraba varios de los robots, alguno que otro quedaba libre lanzándole algún tipo de energía. No podía dejar de pensar en el otro sayayin y eso lo enfurecía.
-Estupido Kakaroto, ¿Qué me hiciste?
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Ya estoy en casa- dijo el joven Gohan, yendo directamente a la cocina.
-Hola hijo, hoy llegas temprano. - Goku se encontraba tomando una bebida energética.
-Es que termine mis deberes antes.
-Me alegro, oye si tienes tiempo libre ¿Porqué no entrenas un rato conmigo?
-Claro papá, aunque creo que mis movimientos se hicieron algo lentos.
-Esta bien hijo, para eso es el entrenamiento, para ponerte en condición.
Gohan se cambio de ropa a unas mas cómodas para entrenar. Ambos fueron a un lugar retirado, calentaron un poco y comenzaron la pelea, la verdad es que los movimientos del joven estaban muy desgastados. Para Goku era muy fácil esquivarlo, era una batalla cuerpo a cuerpo.
-Vamos Gohan, yo se que puedes hacer mas que eso.- decía mientras defendía los puñetazos de su hijo.
-Eso intento papá, pero me sorprende que no estes entrenando con el señor Vegeta- al pronunciar aquel nombre, Goku se distrajo y un golpe del joven pudo darle directo en el estómago.
-Papá ¿Estas bien? - Gohan se detuvo al ver a su padre con una expresión algo extraña en su rostro.
-Si, solo que no puse mucha atención y olvide bloquear tu ataque- decía con una risa nerviosa.
-Bueno, si estas bien no hay problema. Continuemos.
-De hecho. ¿Porqué no sales un rato con tu novia? Tú mamá no regresara hasta la noche, nosotros podemos entrenar otro día.- decía el de cabellos alborotados, su hijo miro impactado, que su padre le dijese eso era raro.
-¿Seguro que estas bien ?
-Claro que estoy bien, anda ve. Después de todo se que debes querés estar con ella ¿No?
-Ah..si-Gohan se sonrojo un poco y haciéndole caso a su padre fue a ducharse y cambiarse esas ropas para visitar a su novia.
-Fiu...- Goku dio un suspiro de alivio, Gohan era muy perspicaz y podría darse cuenta de algo que apenas el de cabellos alborotados trataba de asimilar.
Estos últimos dias después de aquel beso que le dio al príncipe se los paso reflexionando. Se hacia la misma pregunta una y otra vez. ¿Porqué? ¿Que es exactamente lo que siente? Aun sin poder responder bien esas preguntas, hubo algo de lo que se dio cuenta, quería, no, sentía la necesidad de estar cerca del príncipe.
De tan solo pensar en lo que había estado haciendo estas cuatro noches se ponía completamente rojo. Pero el solamente estaba siguiendo sus impulsos.
-Si se llega a enterar, seguro me mata- susurro el pelinegro a la nada. Recordando aquella sensación de los labios del príncipe.
Aquellas cuatro noches Goku había estado escabulléndose a la habitación donde dormía el príncipe. Cada vez que lo veía se ponía nervioso, y las ganas de tocarlo aumentaban. Besos cortos, suaves, era lo que el sayayin le daba a Vegeta, pero hace dos noches sintió curiosidad y comenzó a acariciar con la yema de los dedos la piel aun cubierta por el traje de pelea del príncipe. Únicamente acariciaba los brazos y cabeza de Vegeta. Era tanta la sensación embriagante que sentía en aquellos momentos que sin ser consciente comenzó a rozar su lengua por la comisura de los labios del príncipe aun dormido. Cuando sentía que el de cabellos de flama despertaria se retiraba, dejando a un confuso Vegeta.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Vegeta...- decía una mujer de cabellos azules. Ambos adultos estaban en el comedor, ese era el único lugar donde Bulma lo encontraba con toda seguridad.
-¿Mnn? - Vegeta solo se limito a mirarla y continuar comiendo.
-Dime, ¿Hoy dormirás en la habitación?
-¿Debería?
-Vegeta, nose porque pero has estado actuando extraño estos días. Yo solo quiero que continuemos como siempre, ya no quiero que sigamos peleados por lo que sucedió.
-Yo no estoy peleado contigo, tu eres la que se enojó.
-Trata de comprenderme, te fuiste sin decir nada con Trunks. Es obvio que estaría preocupada, no sabia que te lo llevarías para acampar con él. Ademas tuve que esperar a que Milk me lo dijera por teléfono si no ninguno de ustedes me lo hubiera dicho.
-Lo único que comprendo es que no soy de confianza. Te recuerdo que hay veces que sales y tambien te lo llevas a veces por dias sin decirle a nadie y no por eso yo te digo algo.
Bulma se quedo muda ante esto, era cierto ella solía llevarse a Trunks a sus convenciones de científicos sin decirle a nadie, simplemente se iban y al regresar no daban ninguna explicación de donde estuvieron.
El príncipe no espero una respuesta y se retiro a aquella habitación aislada de las demás donde había estado durmiendo los últimos días.
Solo reflexionaba los sucesos de su mente. Ya era demasiada coincidencia soñar tantas veces con el otro pelinegro. Lo quería negar, simplemente no quería que sus sospechas fueran ciertas y esperaba con ello no tener que soñar hoy con aquel hombre de sonrisa radiante.
Comenzó a cerrar los ojos lentamente, introduciéndose en aquel mundo de sueños donde su realidad se distorsionaba, sin querer admitir que lo que soñaria era parte de sus deseos.