Derecho de amar por zandaleesol

Harry estuvo mucho tiempo sentado en una mesa del restaurant pensando en lo sucedido en la habitación con su amigo, el nunca había deseado que las cosas llegaran a ese punto. Sin darse cuenta había terminado confesando que estaba casado con Lucius, siempre se había cuidado de mantener aquella verdad en secreto, sin embargo, ahora lo había confesado y ya no había vuelta atrás, después de analizar mucho tiempo qué lo había llevado a confesarle a su amigo que Lucius era su esposo, comprendió que lo había hecho por una razón más poderosa que su amistad con Fernand y el sincero deseo de evitarle a su amigo el que siguiera engañándose tal y como se engañaba el mismo desde hacia unos meses.



Salió del restaurant con paso decidido y fue hasta el mostrador del hall de entrada donde se registraban los huéspedes, cuando iba a preguntar por el administador, el hombre apareció a sus espalda preguntándole qué necesitaba y si podía ayudarle en algo



- Sí... necesito saber si Lucius... si el señor Malfoy está aún en el hotel -


- El señor Malfoy... por supuesto está en sus habitaciones privadas -


- Hmm... ¿cómo llego ahí? -


- Tome el ascensor hasta el último piso - dijo el hombre cortesmente


- Gracias - dijo el chico dirigiéndose al lugar de los ascesores


En cuanto el ascensor empezó a subir, las piernas de Harry comenzaron a temblar, hizo un esfuerzo por calmarse, no quería mostrarse como un manojo de nervios frente a Lucius, finalmente el ascensor se abrió y salió a un especie de hall muy iluminado, justo frente al ascensor se encontraba una puerta, debía ser esa, caminó con paso decidido, pero no sin cierto temor, cogió la aldaba de bronce y la movió dos o tres veces, unos instantes después el corazón se desbocó al ver que la puerta se abría, apareció un hombre de pelo cano enfundado en un impecable traje de mayordomo



- Buenas noches... deseo ver al señor Malfoy -


- Me temo que el señor no puede recibirlo -


- Por qué no... me dijeron que estaba aquí -


- Sí asi es, pero no desea ser molestado -


- Dígale que Harry esta aquí y desea hablar con el - dijo el chico con voz firme


- Ya le dije joven...


- Qué sucede señor Higgins - preguntó la voz de Lucius desde el interior


Harry reconoció la voz del rubio


- Lucius... necesito hablar contigo ahora - dijo Harry tratando de hacer pasar su voz a través de la abertura de la puerta


El mayordomo se hizo a un lado y la figura sorprendida de Lucius apareció frente a Harry


- Harry... que ocurre -


- Necesito hablar contigo - dijo el chico


- Por favor pasa - dijo Lucius dándole la entrada


El mayordomo se encargó de cerrar la puerta


- Necesita alguna cosa señor -


- No... puede retirarse - dijo Lucius sin apartar sus ojos grises de Harry


El hombre salió con paso lento y muy tieso como lo haría un mayordomo.


- Quieres sentarte - ofreció Lucius


- No... así estoy bien -dijo Harry fijándose apenas en lo que habia en rededor


- Bien... tú dirás en que puedo... qué puedo hacer por tí -


- Estoy aquí por Fernand - dijo el chico


La mirada de Lucius pareció ensombrecerse al oír decir al chico que estaba ahí por causa de su amigo


- Qué fue lo que le dijiste... se puso como loco -


- Yo no le dije nada... bueno sólo que me parecía un chico agradable -


- ¿Es cieto que le propusiste que se fuera contigo de viaje? -


- No jamás... le dije que me iba de viaje cuando comprendí que tenía sentimientos por mi... sentimientos que yo no puedo corresponder -


- Y si sabías eso para qué le diste esperanzas -


- ¡Esperanzas!... yo jamás le dije nada... nunca hice ni dije nada para alentarlo a...


- ¿Estás seguro de eso? -


- Por supuesto que estoy seguro - dijo el rubio


- Bien... era lo que necesitaba saber -


- Por qué te preocupa tanto -


- Fernand es mi amigo y no voy a permitir que te involucres con él -


- Ah... no vas a permitir... ya veo... puedes estar tranquilo, nunca ha sido ni será mi inteción...


- Eso esta bien... él es mi amigo... y además tú...


- Yo qué...


- Tú... tú eres mi esposo -


Lucius abrió los ojos de asombro, esperaba cualquier cosa menos esa respuesta, era la primera vez que Harry le llamaba así



- Eres mi esposo - volvió a repetir el chico - y no voy a permitir que te involucres ni con él ni con nadie... eres mío y no... voy a compartirte con nadie -


Harry luego de un brevísimo instante de mirar a Lucius a los ojos se abalanzó sobre el rubio precipitadamente


- Harry qué...


- Te amo... te amo Lucius no puedo... no quiero vivir ni un instante más sin tí - decía el chico nerviosamente mientras se abrazaba con fuerza al rubio que estaba impactado mientras el chico de ojos esmeraldas repartía pequeños besos en el cuello y rostro del mayor



Lucius se vio totalmente sorprendido por este rapto de pasión que nunca esperó, pero que le hizo buscar con ansiedad los labios ardientes del chico que temblaba completamente estremecido en sus brazos, el temblor de ese cuerpo joven le produjo una exquisita sensación de pureza que halagaba su vanidad y sorprendían deliciosamente sus sentidos de amante experimentado. Era tan fuerte la palpitación del corazón de Harry que Lucius lo sentía vibrar casi en su propio pecho, junto a los besos locos y apasionados del chico, las silenciosas lagrimas que caían de los ojos de Lucius, vinieron las promesas mutuas de eterno amor, de ilimitada pasión



- Harry... mi amor... mi angel te amo tanto -


Lucuis cuyo corazón nunca había conocido el amor, el amor que se sitúa más allá de los sentidos, nunca en tantos años había sentido un afecto puro, sin embargo, ahora ese joven que temblaba en sus brazos que aún tenía todo de niño le entregaba su alma generosa.


La desilusión que le agobiara esa terrible noche de unos meses atrás cuando se creyó engañado por Harry y luego tras darse cuenta de su error y considerar que su vida sólo era una ruina, con asombro veía al chico de ojos esmeraldas volver a entrar apasionadamente a su vida, afreciéndose jubiloso a si mismo, en sus palabras y en su ser al hombre que se había unido por venganza y al que ahora dirigía todo su ardor y pasión; Lucius vencido y sin comprender, estaba aterrado ante este milagro que ya no esperaba, no se sentía dingo de un don tan puro y ofrecido de modo tan ingenuo.


El por vez primera se sentía atado y completamente esclavisado por ese joven hermoso, de sentidos apasionados que ardía por él con el fuego de la pasión no sólo carnal sino también espiritual, ese chico que se apegaba a él tiernamente por lazos de amor, sediento de pasión y sin conciencia de todo lo que en él provocaba, esa alma de candor no alcanzaba a comprender que su llegada traía la curación a esa vida siempre llena de goces pasajeros, ese chico de ojos esmeraldas, el tanto tiempo soñado y deseado, ahora lo sabía, su corazón había esperado por ese amor un vida entera, sólo Harry había sido capaz de encender la llama en su alma, la llama del amor, ahora comprendía porque su corazón había permanecido indolente al influjo del amor, finalmente la resistencia de Harry habia cedido y eso sólo se debia a que su amor hacia el chico era verdadero, ahora Harry no sólo se entregaba, sino que demandaba su amor, la certidumbre de ser amado por ese chico infundia en su ser renovada vitalidad y se llenaba de alegría con la sorpresa de experimentar ahora la intensidad del amor que no había conocido ni siquiera en sus años juveniles.



CONTINUARA...