Lucius se paseaba nervioso por su habitación, Harry estaba tardando demasiado en esa conversación con sus amigos, el rubio esperaba sinceramente que los chicos comprendieran a Harry, lo que menos deseaba era que su chico de ojos esmeraldas sufriera el rechazo de sus amigos, merecía ser feliz ya había sufrido bastante por su causa; de ser necesario el mismo hablaría con los muchachos para explicarles que Harry era totalmente inocente en toda esa historia, si existía un culpable en todo ese asunto ese era sólo él. Salió de su habitación decidido a ir hasta el piso donde se hospedaba Harry, pero justo cuando abría la puerta un chico de cabellos revueltos y ojos esmeraldas se abalanzaba en sus brazos, por supuesto que Lucius lo recibió totalmente dichoso
- Mi amor por qué tardaste tanto... ya iba a buscarte -
- De verdad... pensabas ir hasta mi habitación - preguntó el chico sin dejar de abrazar al rubio
- Por supuesto... por qué te extraña -
- Hmm... pensé que no querrías ver a mis amigos -
- No tengo nada en contra de tus amigos y espero que ellos contra mí tampoco -
- Bueno la verdad es que Fernand está un poco molesto aún, pero los demás chicos comprendieron y sólo desean que yo sea feliz -
- No sabes cuanto me tranquilizas, por un instante temí que tus amigos no me aceptaran -
- ¿En serio te preocupaba eso? -
- Por supuesto... nuestro matrimonio no será impedimento para que tú sigas siendo amigo de ellos -
- De verdad Lucius -
- Mi amor quiero que seas feliz... jamás impediré que hagas lo que te gusta -
- Lucius con respecto a eso... hay ciertas cosas que deberíamos hablar -
Lucius tomó de la mano a Harry y lo llevó hasta un sofá donde hizo que el chico se sentara muy apegado a el
- Y bien mi amor... tú dirás de qué deseas hablar -
- Lucius cómo haremos para estar juntos... yo deberé regresar pronto a casa para continuar con mis estudios y tú estás aquí...
- No debes preocuparte por eso mi amor tú regresarás a retomar tus estudios como debe ser -
- Pero y tú...
- Yo regresaré contigo -
- Pero y el Hotel -
- Buscaré a alguien que se encargue de administrarlo -
- De verdad quieres regresar conmigo - dijo el chico
- Cómo es posible que lo dudes... jamás volveré a separarme de ti ni por un segundo - dijo el rubio - Harry la verdad es que vine aquí para alejarme de ti, para poner distancia entre los dos
- Para olvidarme - dijo el chico con sentimiento
- No, eso nunca... jamás podría... Harry te amo eres mi vida -
- Y tú la mía Lucius...
- Regresaremos juntos y nos instalaremos donde tú quieras... buscaré a alguien que me ayude en los negocios quiero dedicarme en exclusiva a ti -
- Lucius yo deberé continuar con mis estudios -
- Continuarás por supuesto... quiero que mi esposo sea el mejor Medimago -
- ¿Lucius... vamos a tener hijos? -
El rubio ante esta pregunta que no esperaba quedó un tanto asombrado
- Hijos... bueno mi amor eso es algo que deberemos pensar con calma...
- ¿No quieres tener hijos conmigo? -
Lucius se preocupó más que por la pregunta por el tono con que había sido hecha, poso la mano en la mejilla del chico y lo obligó a que lo mirara
- Por qué me preguntas eso... qué motivos tendría para no desear tener hijos contigo mi amor -
- Bueno no sé... quizá pienses que no seré capaz de...
- ¿Capaz de qué? -
- Que no sería un buen padre porque aún soy muy joven -
- Jamás pensaría eso de ti... serás un padre maravilloso, eres joven y tenemos mucho tiempo por delante, no quisiera que dejaras tus estudios -
- Jamás dejaría los estudios -
- Pero un bebé te obligaría a dejarlos y no creo que sea eso lo que deseas -
Harry se pudo de pie bruscamente, sentía que Lucius estaba buscando excusas porque en realidad no deseaba hijo de ese matrimonio
- No quieres verdad... es eso sólo buscas excusas ¿para qué te casaste conmigo si no deseabas una familia? -
- Harry... qué dices - dijo Lucius poniéndose de pie
- No buscabas una familia cuando te casaste, sólo querías acostarte conmigo y sabías que yo no sería uno más de tus amantes que la única forma de tenerme sería con un matrimonio de por medio...
- Eso jamás... yo te amo - dijo Lucius
- No... no me amas - dijo el chico con lagrimas en los ojos - me voy de aquí
Harry se dirigió a la puerta, pero antes de que intentara siquiera abrirla Lucius ya estaba tomándolo de un brazo para detenerlo
- Un momento... tú de aquí no te vas - dijo el rubio apretándolo entre sus brazos
- Suéltame - dijo el chico
- No... vas oírme... te amo, pero realmente eres un muchachito muy mimado y no voy a permitir que juegues conmigo...
Lucius se detuvo bruscamente el chico no oponía resistencia pero por sus mejillas rodaban gruesas lagrimas, esto bastó para que Lucius se rindiera no soportaba ver llorar al chico
- Mi amor... te amo, te amor eres mi vida jamás dudes de mi amor... claro que deseo tener hijos contigo, cómo podría no desear un bebé con tus mismos ojos, con tus labios - dijo el rubio besando apasionadamente al chico
- Entonces... por qué...
Lucius tomó al chico de la mano y lo regresó al sofá donde habían estado un momento antes
- Mi amor... tendremos un bebé si tú así lo quieres, nada me haría más feliz, pero antes consultaremos un doctor, sabes que deben tomarse muchas precauciones, un embarazo para nosotros es especial, las mujeres fueron dotadas por la naturaleza para esa tarea nosotros no, debemos recurrir al medicina mágica por lo mismo debemos ser muy cuidadosos -
- De verdad eso quieres... sólo temes que las cosas no salgan bien -
- Lo único que deseo es que tú estés bien y que seas muy feliz -
- Lo soy... de verdad lo soy, perdóname sé que soy mimado y me precipito, pero quiero hacerte muy feliz lo juro -
- Eres un mimado... un caprichoso pero eso es lo que me hace amarte con locura - dijo el rubio besando apasionadamente al chico
Aquella había sido la primera discusión de casados, Lucius sabía que debería tener mucha paciencia con Harry, después de todo aún era un chico de dieciocho años que recién estaba empezando a vivir, por supuesto que deseaba tener un hijo con Harry, pero sus dudas no sólo provenían de su natural temor a un embarazo que no sería convencional, no como cuando Narcisa se había embarazado de Draco, sino que también si resultaría un buen padre; recordaba que con su hijo no había sido el mejor padre, siempre había estado ausente desde el nacimiento de su hijo, lo había hecho inmensamente feliz ser padre aun cuando no amaba a su esposa, pero un hijo era una prolongación de sí mismo y se había sentido orgulloso, pero no le había dedicado tiempo a su hijo, después de la muerte de su esposa mucho menos, había entregado la crianza de Draco a su elfo doméstico Benwick, ahora que lo recordaba se sentía horrible, pero ya no podía cambiar el pasado, a pesar de toda su lejanía e indiferencia Draco había resultado un magnífico chico que lo amaba por encima de todo y lo había demostrado renunciando a su mayor felicidad.
Ahora surgía la posibilidad de ser padre nuevamente, esta vez con el amor de su vida, no como una obligación de perpetuar su apellido, sino como una culminación del amor tan grande que sentía por Harry, era totalmente lógico que Harry un hijo producto de ese amor, él también lo deseaba y agradecía que ese chico al que adoraba estuviese dispuesto a regalarle la oportunidad de volver a vivir esa dicha ahora que era un hombre más maduro, con más experiencia en la vida y por lo mismo quizá más preparado para una tarea tan importante, en la que pondría todo su corazón y toda su voluntad para ser digno de ese hijo que Harry tanto deseaba darle.
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