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Derecho de amar por zandaleesol

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Para Harry aquellos días junto a Lucius pasaron demasiado rápido, ya debía regresar para retomar sus estudios. Habían tenido su primera Navidad juntos como verdaderos esposos, Lucius había organizado un magnífico banquete para los huéspedes del Hotel. Tampoco habían dejado de celebrar su primer aniversario de matrimonio, aquello sí que había sido especial para el chico de ojos esmeraldas, cena romántica a la luz de las velas y un anillo de bodas; Harry recibió asombrado el mismo anillo que un año antes había quitado y arrojado a los pies del rubio sólo momentos después que Lucius lo hubiese puesto en su mano, pero ahora lo recibió jubiloso y maravillado, ahora ese anillo representaba todo lo que amaba y lo que deseaba en su vida.


Entre otras cosas ya estaban aprendiendo a conocerse, sabían que hacia feliz y que gustaba a cada uno, la pasión entre ellos era total y desbordante, habían pasado la mayor parte de esos días haciendo el amor, Harry aseguraba que debían recuperar todo el tiempo perdido, el apasionamiento de Harry puso a prueba la resistencia de Lucius, el rubio sentía que jamás ninguno de sus amantes había exigido tanto de él como lo hacia ahora su joven esposo. Llegaban momentos en que Lucius creía que ya no sería capaz de hacer el amor después de hacerlo dos o tres veces seguidas, pero el chico siempre encontraba la forma de excitarlo una vez más, cuando ya pensaba que habían hecho el amor demasiadas veces, Harry lo sorprendía con nuevas formas de besar, con distintas caricias; lo dejaban anonadado las audacias del chico en la cama, lo volvía loco por completo, había resultado un alumno demasiado aventajado. Lucius era deliciosamente sorprendido por las iniciativas del chico en el juego amoroso, le parecía increíble que existiera tanta sensualidad natural en ese chico, sólo el instinto atizaba su audacia incitándolo a descubrir las múltples posibilidades del placer que podía dar y recibir.


Lucius estaba seguro que nada podía enfríar la intensidad inacabable de su pasión por Harry, recordaba los días que había pasado soñando y las noches de insomnio, atormentado sin tregua como la locura de un condenado cuando había creído que había perdido al chico para siempre. Harry por su parte se perdía en el deleite de sentirse adorado, Lucius era el amante perfecto, le hacia el amor lenta e intensamente, saboreándolo, sucumbiendo al placer sin la más mínima culpa. Se había dado tiempo para conocer el cuerpo de Harry y para revelar los secretos del suyo, no se había dejado vencer por la urgencia del deseo como le habia ocurrido en el pasado con sus amantes, ahora todo era diferente, ahora amaba con un amor que iba más allá del sus sentidos.


Finalmente había llegado la hora de la partida para Harry, las vacaciones Navideñas habían terminado y era tiempo de regresar, todos los chicos debían hacerlo. Cada cual debería volver a retomar su rutina, algo de tristeza reinaba en el ambiente a causa de la inminente partida. Todos los chicos de una u otra forma se había vuelto a sentir como cuando estaban en Hogwarts, aquel breve pero intenso paréntesis en sus vidas de adultos ya había terminado, era necesario volver a los estudios, al trabajo, a los deberes, a la responsabilidad. Harry se encargó de animarlo a todos, diciéndoles que la amistad que los unía por más de siete años no terminaría jamás; guardarían un bello recuerdo de esas vacaciones, el nuevo año les traía desafíos y obligaciones, pero si enfrentaban la vida con optimismo y convencidos de que el futuro para cada unos de ellos sería auspicioso y lleno de satisfacciones, nada imperdiría que lograsen sus sueños. La alegría de Harry era tal que contagio a todos sus amigos, al dejar el Hotel ya no estaban tristes, sino animosos y fuertes seguros de que la vida los esperaba para ofrecerles grandes alegrías y satisfacciones.


Harry regresó a su casa fue recibido por Uvarka con alegría, sólo se instalaría en la mansión una vez que Lucius regresara de Suiza, se había quedado por unos días más para poner en orden sus asuntos y dejar completamente instruido a quien había contratado para que se hiciera cargo del Hotel. Ya de regreso lo primero que hizo Harry fue visitar Hogwarts, las clases en la escuela aún no iniciaban pero Sirius y Remus sabiendo que el viajaría con sus amigos habían decidido quedarse durante las vacaciones junto a los demás profesores.


Harry estaba completamente conciente de cuanto lo había cambiado ese viaje a Suiza, el chico que había salido tres semanas atrás era completamente diferente al que ahora regresaba, lo sabía, se sentía diferente, ahora era feliz, y contaba los días que lo separaban de Lucius, los días que faltaban para que volvieran a reunirse y esta vez para no separarse jamás.


Cruzó las rejas que flanqueaban la entrada a la escuela, se sintió aún más feliz, volver a ese lugar donde había vivido los mejores años de su vida siempre le resultaba agradable, los pasillos de la escuela estaban vacios aún, se dirigió al despacho común que compartían Sirius y Remus, donde también se encontraban las habitacione privadas que ocupaban mientras permanecían en la escuela. Aunque era temprano sabia que a lo menos encontraría levantado a Remus, entró al despacho sin golpear, efectivamente ahí estaba Remus bebiendo café tranquilamente cerca de la chimenea, era una mañana muy fría


- ¡Harry!... pero que alegría - dijo Remus dejando la taza de café en una mesa para abrazar al chico - al fin regresaste... de verdad que te extrañé

- Yo también... estoy feliz de verte Remus -

- Hmm... estás seguro que me extrañaste me parece que no, no enviaste ni una sola lechuza - dijo Remus con tono de reproche

- Oh Remus lo siento es que... bueno...

- Vamos no te apures estoy bromeando - dijo Remus abrazándolo otra vez - sólo espero que te hayas divertido

- Pues la verdad es que sí... fue un viaje muy...

- ¡Harry! - dijo Sirius que acababa de salir del cuarto contiguo

- ¡Sirius! - exclamó el chico yendo a hacia su padrino para abrazarlo

- Que bueno que regresaste... la verdad es que te extrañamos - dijo Sirius con una gran sonrisa - te ves muy bien parece que te vino de maravilla ese viaje

- Sí... fue un viaje increíble -

- Sí, definitivamente ese viaje te hizo muy bien... te ves diferente más alegre ¿no te parece Remus? - dijo Sirius sin dejar de mirar al chico

- Sí yo también lo note en cuanto entró... sin exagerar yo diría que tiene hasta no sé un brillo especial en los ojos - dijo Remus mirando atentamente al chico

- Parece que paso algo muy bueno en ese viaje... hace mucho que no te veíamos esa mirada - dijo Sirius

- Bueno la verdad es que sí ocurrieron muchas cosas sorprendentes y maravillosas - dijo Harry

- Ah vaya... así que sorprendentes - dijo Remus riendo - pues eso está muy bien, pero queremos saber que cosas fueron esas ¿no es así Sirius?

- Pero claro... cuéntanos como estuvo eso...

- Que les parece sin nos sentamos - propuso Harry

Sirius y Remus se miraron sonrientes y se sentaron a un tiempo en el mismo sofá

- Bueno... el motivo de esta alegría que siento y que pensé que jamás volvería a sentir se debe a...

Unos golpes a la puerta interrumpieron las palabras de Harry, Sirius hizo ademán de levantarse, pero Harry se adelantó y fue hasta la puerta, se encontró con el rostro de su ex profesor de Pociones, Severus se alegró de verlo y también noto la alegría que reflejaba el rostro del chico

- Harry, pero que alegría verte... te ves muy bien - dijo Severus adentrándose en la habitación

- ¿Tú también lo notas Severus?... recién le decíamos a Harry que se veía más alegre - dijo Sirius

- Claro cualquiera lo notaría, se ve feliz - dijo el profesor de Pociones

- Harry estaba a punto de contarnos porque está tan feliz... pero vamos Severus siéntate - dijo Remus

- Pues quizá Harry prefiera hablar de esto en privado... yo puedo regresar luego - dijo Severus

- Oh no profesor por favor quédese... me gustaría que usted también conozca el motivo de mi felicidad - dijo el chico

- Pues yo encantado - dijo Severus tomando una silla

- Bueno... espero que me comprendan y que no se enojen conmigo -

- Enojarnos... por qué - dijo Remus - porque estás feliz

- Esas vacaciones en Suiza reultaron muy especiales -

- ¿En Suiza... fuiste de vacaciones a Suiza? - preguntó Severus comenzando a comprender que motivaba la felicidad de Harry

- Ah sí Severus... es cierto que no sabías donde iba Harry con sus amigos... y bien Harry qué tienes para contarnos - dijo Sirius

- Bueno pues resultó que el Hotel donde nos alojamos...

- Sí... Arhtur Weasley les consiguió ese Hotel - explicó Sirius a Severus - pero continúa Harry...

- Pues es dueño de ese Hotel... yo... yo estoy enamorado de él - dijo Harry

- ¿Cómo dices? - preguntó Remus creyendo haber oído mal -enamorado del dueño del Hotel donde alojaron

- Sí...

- Pero Harry... tú... ¡Por Merlin!... nadie se enamora en tres semanas de conocer a alguien - dijo Sirius espantado

- Yo lo sé Sirius... pero esto no es algo repentino creo que venia desde hace tiempo, pero yo no lo había comprendido -

- Desde hace tiempo... ya conocías a esa persona desde antes - dijo Remus

- Sí... y jamás imaginé que él me haría tan feliz -

Severus no necesitaba oír nada más ya sabía a qué se debía la felicidad de Harry, hacia unos meses había comprendido mejor que nadie que el chico estaba enamorado de Lucius, supo de inmediato que finalmente aquel encuentro casual en un país lejano lo había unido, Lucius amaba a Harry con toda su alma y al parecer por las palabras del chico era totalmente correspondido, Harry por un misterioso azar del destino había partido a Suiza, el mismo lugar elegido por Lucius para su autoexilio, se había alojado en el Hotel que era propiedad del rubio, lo demás podía imaginarlo, Harry se veía radiante de felicidad, seguramente la misma felicidad que estaría viviendo Lucius al tener junto a el al que era y sería siempre el único amor de su vida.


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