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Derecho de amar por zandaleesol

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Harry estaba tratando de encontrar las palabras precisas para decir que amaba a Lucius sin provocar la ira de Sirius y Remus, ese cambio en su vida era demasiado importante, ya no podía vivir sin el rubio de ojos grises, en cuanto regresara de Suiza vivirían juntos finalmente. Ahí estaban las tres personas expectantes esperando que el revelará el nombre de la persona que amaba, sabía Harry que estarían esperando que fuera cualquiera menos Lucius Malfoy. Pero una vez más reunió todo el valor que llevaba dentro


- Sé que les resultara difícil de comprender pero yo amo a... Lucius -


Sirius y Remus no se movieron es mas no reaccionaron en absoluto


- Qué les pasa es qué no me oyeron... dije que amo a Lucius - repitió Harry al ver que los hombres no reaccionaban


Luego dirigió su vista hacia el profesor de Pociones para ver si la reacción del hombre era la misma, pero a diferencia de los otros Harry vio que Severus le miraba de una forma extraña


- Profesor... usted me escuchó -


- Claro que sí Harry... te oí perfectamente -


- Y tampoco dice nada -


- Bueno Harry no sé si soy el indicado para dar mi opinión sobre un asunto que es tan personal para ti -


- Pero usted conoce mi historia con Lucius desde el comienzo... algo debe opinar al respecto -


- Harry no creo que...


- Estás completamente loco - dijo finalmente Sirius poniéndose de pie bruscamente - de dónde sacaste semejante estupidez


Remus también se puso de pie pero para controlar a Sirius que se había acercado amenazadoramente al chico, Harry retrocedió unos pasos impresionado por la reacción de su padrino


- Sirius cálmate...


- Qué me calme... escuchaste lo que dijo -


- Claro que lo escuché - dijo Remus


- No sé que estás tramando ahora... pero sea lo que sea esta vez no te saldrás con la tuya - dijo Sirius muy enojado


- ¿Tramando? - pregunto Harry con asombro - de qué hablas no entiendo


- Ah no entiendes... pues te lo recordaré, hace un año dijiste que te casarías con Lucius porque según tú ibas a darle una oportunidad y qué fue lo qué hiciste... cometiste la estupidez de unirte a él en un lazo indisoluble sólo por una venganza... arruinando tu vida...


Harry quedó impactado ante estas palabras apenas podía creer que su padrino le hablase de arruinar su vida, cuando había sido por su causa que su vida era lo que era


- Y eres tú quién se atreve a reclamarme, te recuerdo que si no fuera por tí mi vida sería totalmente diferente - dijo Harry tan enojado como Sirius - fuiste tú quien me comprometió con Lucius o a caso has olvidado eso


- Sirius ya basta... será mejor que te calmes - dijo Remus como siempre conciliador - Harry estás hablando en serio... cómo es eso de que ahora amas a Lucius


- Pues me lo encontré de casualidad en Suiza... en el hotel donde hospedamos -


- Eso lo entiendo, pero cómo pudiste llegar a enamorarte de él sólo en tres semanas - dijo Remus


- La verdad es que había estado antes con Lucius...


- ¿Antes?... ¿Cuándo ocurrió eso? -


- Pues fue hace meses cuando ustedes se fueron de vacaciones, yo estuve con Lucius -


- ¿Eso significa que hace meses estás con él y lo habías ocultado? - preguntó Sirius


- No... no estuvimos juntos dos semanas cuando ustedes se fueron de viaje -


- Juntos... ¿Cómo Harry... tú y él...

- No... no es lo que estás pensando Remus... sólo fue como amigos... yo tenía curiosidad y quise conocer un poco más a Lucius, pero eso fue todo lo juro -


- No es necesario que jures nada te creemos... pero qué paso luego... por qué no vimos a Lucius cerca de ti nunca - preguntó Remus


- Bueno... - Harry miro a Severus y el profesor movió la cabeza en señal de negación de forma casi imperceptible - Lucius tenía que viajar por negocios y yo debía entrar a la Escuela de Medimagos... dejamos las cosas así nada más


- Y dice qué encontraron por casualidad en el mismo Hotel - dijo Remus


- En realidad no estoy seguro que fuera tan casual, pero sucedió y cuando volví a verlo después de tantos meses me di cuenta que lo amaba -


- Esto es totalmente absurdo - dijo Sirius - apenas si lo conoces


- Sé todo lo qué necesito saber -


- No eras tú quien decía odiarlo tanto -


- Eso era antes ya lo dije... ahora lo amo y cuando regrese de Suiza iré a vivir con él inclusive vamos a tener un hijo -

Sirius miró horrorizado a Harry fue tal su impresión que tuvo que sentarse, Remus quedó impactado al igual que Severus


- Harry estás esperando un bebé - dijo Remus poniéndose pálido - pero eso es muy...


- No claro que no, cuando digo que vamos a tener un bebé me refiero a que ya lo estamos programando - dijo el chico con naturalidad


Severus sólo miro la alfombra aunque en las presentes circunstancias aquello era totalmente lógico, no dejaba de dolerle, el amaba a Lucius desde siempre, pero el rubio amaba sólo a Harry y el chico también lo amaba una prueba de ello era que hablaba de tener un bebé.


Sirius no dijo ni una sola palabra más, las de Harry lo dejaron sin argumentos, era cierto, todo aquello sucedía porque él lo había iniciado hacia ya tres años. Pero ahora resultaba que Harry sí amaba a Lucius, el estaba seguro que seguiría odiándolo igual, lo analizó un poco y pensó que quizá eso fuese lo mejor que podía pasarle a Harry, después de todo ese matrimonio no podía disolverse.


- Harry... lo siento de verdad... sólo deseo tu felicidad... si es junto a Lucius pues yo lo acepto -


- Gracias Sirius, sé que esto no es fácil para ti -


- Harry me alegro por ti y por Lucius... merecen ser felices - dijo Severus poniéndose de pie - si me disculpan yo debo regresar a mi despacho


Severus salió del despacho cuando estuvo fuera pudo desahogar todo lo que había estado conteniendo, una lagrimas salieron de sus ojos, dio un hondo suspiro y no pudo evitar pronunciar el nombre del rubio que era el único dueño de su corazón; no sentía celos de Harry, el chico estaba tan feliz que era imposible no alegrarse con su felicidad, Lucius regresaría y él volvería a verlo, con la diferencia que ahora el rubio se sabía amado por el, pero tal y como le había dicho aquella última noche que se habían visto, sólo podía existir amistad entre ellos, nada más era posible, nunca había sido posible nada, y ahora que planeaba una familia con Harry a el sólo le quedaba seguir ofreciendo su amistas porque su amor había sido rechazado.



Lucius llegó puntualmente a la invitación a almorzar que le había hecho su hijo la noche anterior, el lugar a pesar de ser sencillo le resultó agradable, la casa decorada con sencillez pero con gusto, la mano de Draco se notaba en ello. Su hijo había ido a la cocina por un pequeño refrigerio y lo había dejado en compañía de su novio; físicamente le pareció que Edmond Sorel era buena pareja para Draco, era un hombre de casi treinta años de aspecto refinado y elegante, se notaba su cuna y educación, pero era todo lo que podía precisar no sabía nada más de él.


Cuando había preguntado a que se dedicaba no había recibido una respuesta concreta y esto le pareció sospechoso, Edmond decía ser originario de Francia de una pequeña ciudad llamada Verrieres, de su familia no daba demasiados detalles y según le pareció a Lucius su hijo tampoco sabía demasiado del tema.


Para Draco nunca habían sido importantes los asuntos del origen. Lucius no quería desconfiar así de buenas a primeras pero recocía el candor de su hijo y temió que ese joven tan elegante y refinado que había conquistado el corazón de Draco no fuese todo lo que decía ser.


Pese a sus reticencias le pareció que lo mejor era mostrarse conforme, ya se daría tiempo para investigar quien era realmente este hombre llamado Edmond Sorel, que Draco había conocido en el club de mala muerte en el que trabajaba; aquello no dejaba de llamar la atención de Lucius qué hacia un hombre tan refinado frecuentando un lugar como ese.


Edmond estaba encantado de conocer a Lucius, Draco siempre había sido muy reservado al respecto no había hablado mucho de su padre, a pesar de que llevaban un año de conocerse, tampoco le había explicado mucho los motivos que lo habían llevado a dejar su hogar, sólo había dicho que deseaba ser independiente.


Pero Edmond era hombre astuto, después de ver al chico en el club la primera vez, naturalmente había quedado encantado con él y su deseo de ayudarlo había sido sincero, su simpatía y atracción iniciales luego se habían convertido en amor, amaba realmente al chico rubio, pero contrario a lo que Draco creyó en un comienzo, Edmond no ignoraba que el chico era hijo de un hombre de fortuna y muy influyente en el país, luego de verlo en el club se había encargado de investigar, en el ambiente en el cual se desenvolvía no había sido difícil saber que aquel chico rubio que se hacia llamar James, era en realidad Draco Lucius Malfoy hijo del hombre más influyente del mundo mágico.


Para Edmond ese había sido el golpe de suerte que tanto había estado esperando, no podía la fortuna haberlo favorecido de mejor forma, por primera vez una de sus conquistas valía la pena, por mucho que Draco estuviese lejos de su hogar no dejaba de ser un rico heredero, el golpe maestro de Edmond era conseguir que ese chico se convirtiera en su esposo, si eso sucedía el ya no tendría que preocuparse por pequeñeces relacionadas con el dinero que nunca le sobraba, siempre le estaba faltando.  

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