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Derecho de amar por zandaleesol

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Lucius se encontraba otra vez en el despacho del profesor de Pociones en Hogwarts y nuevamente Sirius y Remus estaban con él, hablaba con ellas de la entrevista que había tenido con Dennis durante la mañana, no era que le agradara tratar asuntos tan privados con ellos, pero comprendía que no tenía más opción.


No había trascurrido ni quince minutos desde su llegada a la escuela, no había pasado por el despacho del director en aquella ocasión, pero el director sabía de su presencia puesto que al poco rato de llegar la puerta del despacho del profesor de Pociones se abrió sin que la tocaran antes. Apareció en el umbral el profesor Dumbledore, su rostro era de extrema preocupación, además de eso no venía solo, detrás de el llegaban también dos Aurores del Ministerio, uno un mago alto y calvo que llevaba una argolla en la oreja, Kingsley Shacklebolt y la otra era Nymphadora Tonks, prima en segundo grado de Sirius, que se asombró al verla, los Aurores del Ministerio no visitaban regularmente Hogwarts, era más probable toparse con ellos en cualquier circunstancia de la vida social.


Sirius que conocía bastante bien a la joven Auror, al instante notó que contrario a lo usual tenía el rostro bastante descompuesto y Kingsley estaba evidentemente nervioso


- ¡Tonks!... pero que sorpresa verte aquí... paso algo por qué traes esa cara - dijo Sirius

Para sorpresa del mismo la joven no fue capaz de responder lo miró con tristeza para luego volver la vista hacia su compañero indecisa


- Yo les diré... - dijo Kingsley

- ¿Qué ocurre? - preguntó Sirius frunciendo el ceño

El Auror miró entonces a Lucius


- Lucius siento tener que ser portador de esta noticia...

El rubio al escuchar esas palabras sintió un inexplicable dolor en el pecho


- ¿Qué noticia? - preguntó algo temeroso

- Se trata... se trata de Harry...

Las expresiones de los cuatro que se habían reunido recién para hablar de Harry cambiaron al instante, temor se reflejo en el rostro de todos


- Harry... - repitió Lucius en un susurro

- Alguien lo atacó mientras estaba en el callejón Diagon

Lucius sintió que de pronto todo le daba vueltas, sus peores temores se hacían realidad


- Harry... mi Harry... está...

- No... no está... está muerto...

Lucius no era un hombre de naturaleza débil, pero ahora sentía que el mundo se hundía bajo sus pies, Severus se había acercado rápida e instintivamente y le tomaba del brazo


- El hechizo que recibió no fue mortal... pero esta grave... muy grave - terminó Kingsley

- ¿Cómo es posible? - dijo Sirius con un hilo de voz sin poder creer lo que oía y luego miró a Lucius - ¡ESTO ES TU CULPA!

Pero la verdad era que Lucius ya no lo oía, en lo único que podía pensar era en ir con Harry cuanto antes


- Por favor Severus... ven conmigo a San Mungo -

- Ni siquiera tienes que pedirlo - dijo el profesor


Todos los que se habían reunido en el despacho de Severus incluido al director de Hogwarts, llegaron a San Mungo. La noticia de que Harry Potter "el niño que vivió" había sido atacado no era aún del conocimiento de todo el mundo mágico, pero ya lo sabían casi todo el personal del hospital, puesto que Harry era conocido por estudiar Medimagia, además sólo había dejado sus estudios unos meses atrás.


Debido a eso el asunto se trató con toda la reserva posible, en el Ministerio no estaban interesados en que semejante noticia se expandiera, podía causar demasiado impacto en la comunidad mágica, el hecho de que alguien atacara a Harry en un callejón, era incomprensible, se vivían tiempos de paz desde que el mismo Harry siendo sólo un bebé terminara con aquel mago tenebroso, cuyo nombre aún causa temor, nadie quería que la noticia se expandiera y causara alarma pública.


Lucius en lo único que pedía en ese momento era que Harry resistiera, no podía pensar siquiera en como había sucedido aquello, no comprendía que hacia Harry en el callejón Diagon y quién era el que lo había lastimado, en ese momento no podía pensar, no quería pensar. Se dejó conducir hasta una pequeña sala de espera, Sirius y Remus le siguieron, nadie hablaba, para Lucius era como si de pronto hubiese olvidado el significado de las palabras, por más que intentaba apartar funestos pensamientos no lo conseguía, el miedo se apoderaba de él, miedo como nunca lo había experimentado. Ese miedo aterrador que nubla los demás sentidos, que priva de toda razón, que enloquece y puede llevar al límite de la desesperación.


Lo más terrible de aquella situación era la espera, los minutos pasaban largos e interminables, era precisamente en ese momento que toda su vida pasaba frente a él, comprendía por primera vez lo pequeño e insignificante que se puede llegar a ser ante la inminencia de la muerte. Se preguntaba de que servían el poder, la fortuna, ahora comprendía que la muerte es lo único que iguala a todos los seres, en aquel instante el no era el hombre más poderoso, admirado y respetado por la comunidad mágica, era un ser humano que rogaba a todo aquello en lo que jamás había creído, no perder lo único bueno y puro que había conquistado en su vida, Harry.


Repentinamente la puerta de la sala se abrió, los tres hombres miraron a los que entraban, era Severus y tras el entraba Draco. El chico rubio estaba totalmente descompuesto, sus ojos estaban enrojecidos de tantas lágrimas, Lucius hasta ese instante no sabía que su hijo se encontraba con Harry en el callejón al momento del ataque


- Papá... lo lamento... yo no pude hacer nada...

Dijo el chico balbuceante y con palabras entrecortadas, Lucius le miró sin comprender


- Draco estaba con Harry en el callejón - aclaró Severus

Lucius se acercó unos pasos hacia su hijo


- Tú... ¿tú estabas con Harry en el callejón Diagon?... ¿tú lo llevaste ahí?...

- Sí yo... el quería...

Un brillo acerado de rencor y odio cruzó la mirada de Lucius, mirada que causó dolor y miedo en el chico rubio

- Tú... mi hijo... ¿cómo pudiste?...

- Papá... yo no sabía... yo...

Draco no terminó la frase, Lucius lo abofeteo tan fuerte que el chico perdió el equilibrio, Severus que estaba a su lado evitó que cayera al suelo y de inmediato reaccionaron Sirius y Remus alejándolo de Draco

- Debes controlarte... tu hijo no tiene la culpa de esto - dijo Sirius con tono recriminatorio


Lucius se zafó del agarre de los dos hombres y se fue hacia un rincón de la habitación dándoles la espalada a todos


- Lucius fue Harry quien pidió a Draco que lo acompañara al callejón Diagon para comprar tu regalo de Navidad - dijo Severus con tono duro

Lucius se sintió herido de culpa, al instante había reconocido que era injusto con Draco, si existía un culpable de lo ocurrido ese era sólo él, nadie más que el mismo.


Aquella actitud de Lucius fue demasiado para Draco, había pasado la última hora haciendo esfuerzos por contener el llanto que deseaba escaparse, el darse cuenta de que su padre lo culpaba por lo sucedido a Harry hizo que desbordara en llanto; Sirius y Remus sintieron una infinita pena por el chico, prefirieron sacarlo de ahí, sólo Severus se quedó con Lucius y aunque sabía que el momento no era el apropiado, el siempre había querido mucho a Draco


- Eso no fue justo para Draco... sabes perfectamente bien que sería la última persona en el mundo que desearía causarle algún daño a Harry - dijo Severus con un tono aún más duro que antes


Estas palabras pronunciadas por Severus con matices de reproche, bastaron para que Lucius dejara caer las lágrimas que ya no podía contener, era la primera vez, la primera vez que se permitía ser débil, si es que era debilidad dejar salir todo el dolor que estaba sintiendo.


Severus al verlo así tan herido, tan vulnerable, no pudo menos que sentir piedad, infinita piedad mezclada con ternura, se acercó a Lucius y por primera vez lo estrechó entre sus brazos queriendo traspasarle sus sentimientos, a pesar de temer que Lucius rechazara su gesto no pudo contenerse, el único hombre al que había amado y amaba sufría horriblemente en aquel instante y eso no podía serle indiferente, Lucius renunciando a todo orgullo, a toda vanidad, se refugió en esos brazos que lo estrechaban con fuerza, necesitaba aunque fuera una vez en su vida apoyarse y buscar refugio en otro ser humano, quien mejor que su amigo de toda una vida, si existía alguien capaz de tomar para si mismo y hacer suyo ese dolor que oprimía su pecho ese sólo podía ser Severus Snape.


Una vez más se encontraron reunidos en la sala cinco personas, Sirius y Remus sentados en un sofá sosteniendo uno la mano del otro en completo silencio, Draco recostaba su cabeza en el hombro de Severus, Lucius se mantenía apartado de ellos mirando por una ventana con la mirada extraviada.


Esta calma desesperante fue interrumpida por la entrada de dos Medimagos, el doctor Vanard y el doctor Hansen, después de saludar en forma general a los reunidos fue el doctor Vanard quien tomó la palabra para explicar la situación, se dirigió específicamente a Lucius


- Señor Malfoy... la situación en la que se encuentra su esposo es delicada...

- Explíquese hasta ahora nadie me a dicho cómo está realmente -

- No voy a mentirle, el hechizo con que lo atacaron, si bien no era mortal le hizo mucho daño... no estamos seguros pero al parecer se utilizó magia oscura, el bebé se encuentra bien gracias a la protección que le da Harry, el problema que debido a esto mismo los niveles de magia están bajos, está débil, el golpe que sufrió en la cabeza produjo un fuerte sangramiento, esta bajo control, pero no pudimos evitar la inflamación del cerebro -


- Esta diciendo que no pueden hacer nada -

- Lamentablemente no señor Malfoy... sólo podemos esperar que la inflamación y la presión en el cerebro bajen por si solas -

- Eso no puede ser... tienen que hacer algo... ¿qué clase de Medimagos son ustedes? -

- Señor Malfoy - esta vez habló el doctor Hansen - le aseguro que estamos haciendo todo lo que permite la medicina mágica... ahora sólo no queda esperar... las próximas horas son cruciales -

- ¿Están diciendo que Harry puede morir? -

- El es joven y a pesar de que su magia esta debilitada creemos que...

- ¿Creen?...

- Señor Malfoy tenemos esperanza - dijo el doctor Hansen

- No necesito que me den esperanzas... necesito certezas -

Los Medimagos se miraron el uno al otro, fue el doctor Vanard quien habló otra vez


- Lo lamentamos... pero esa no podemos dársela... -

Para Lucius esto era una condena para su alma


- ¿Qué pasará con el bebé en estas horas? - preguntó temiendo la respuesta que recibiría

- Sólo podemos esperar... veremos como evoluciona Harry - dijo el doctor Vanard - por ahora no queremos tomar una decisión

Sirius y Remus no se habían atrevido a decir ni a preguntar nada, no tenían valor, estaban tan aterrados como todos los que estaban en la habitación

- ¿A qué se refiere con eso? - preguntó Lucius

- Bueno... si Harry no se recupera pronto... eso debilitará al bebé y... aunque ahora está bien podría llegar a correr peligro también -

Para Lucius aquello fue suficiente, el panorama era totalmente oscuro para el, no quiso preguntar más, sólo fue a sentarse sin mirar a nadie, esperar era todo lo que podía hacer, no tenía forma de ayudar a Harry, no había sabido protegerlo y ahora tampoco podía ayudarlo, sentía que merecía ese dolor, pero no Harry, ni su bebé. El que había lastimado al chico sabía perfectamente lo que provocaría, habían conseguido hacerle todo el daño posible, hubiese sido más fácil morir, amaba la vida pero sólo si Harry estaba a su lado, por primera vez entrevió la posibilidad de la muerte, su propia muerte, porque sin Harry ya no tendría valor para seguir, no le interesaba seguir.

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