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Camino a la perdición por zandaleesol

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Estaba tan impactado de tener a Harry frente a él que en un primer momento había creído que se trataba del efecto de una alucinación, la idea de lo ridículo que debía verse a los ojos de Harry le hizo finalmente reaccionar, completamente mudo se hizo a un lado para indicarle que podía entrar. Después de cerrar la puerta seguía sin saber que hacer o decir, durante los últimos días pensaba en el chico más que nunca y sin embargo,  ahora que lo tenía a unos cuantos centímetros no actuaba como hacía en su imaginación.   

Harry por su parte sentía que era invadido por una timidez que no había experimentado antes, quizá fuera que las circunstancias anteriores le justificaban que actuara según sus impulsos, pero ahora todo era diferente, la última vez que había besado a Lucius estaba seguro que enfrentaría la muerte sin posibilidad de sobrevivir, pero realmente le costaba trabajo decir algo sensato en ese momento, para Lucius la situación tampoco era menos complicada pero finalmente decidió hablar ya que Harry al parecer no haría nada por explicar su presencia allí 

-          Harry… ¿cómo es posible que me hayas encontrado… nadie sabe que estoy aquí…  

-          Dumbledore… fue el profesor Dumbledore el que me dio su dirección…  

-          ¿El?... ¿pero cómo?... Harry no debiste, si alguien llegara a saberlo…  

Harry volvió a experimentar ese sentimiento de decepción que sintiera el día de la batalla, todo el deseaba lanzarse en los brazos de ese hombre, pero sin embargo, el rubio levantaba un muro con sus palabras otra vez  

-          Lo siento… yo no quise… molestarlo… sólo quería decir que podrá ver a su hijo el Ministerio lo permitirá – dijo Harry apenado  

Lucius abrió los ojos asombrado primero y confuso después, se preguntó cómo Dumbledore había arriesgado a Harry enviándolo ahí para decirle aquello, era una maravillosa noticia entre todo lo malo, pero si alguien llegaba a saberlo el chico estaría en graves problemas   

-          No Harry… no se trata de que me moleste… te has arriesgado demasiado al venir hasta aquí… la sola posibilidad de que podría ver a mi hijo me alegra… pero tú has pasado por tantas cosas… no quisiera que tuvieras problemas por mi causa –   

Harry levantó la mirada hacia Lucius  

-          No se preocupe… nadie lo sabrá – contestó Harry sin encontrar nada más que decir, en realidad habían demasiadas cosas que deseaba decir pero lo cierto era que no tenía valor, tenía miedo a ser rechazado.   

Lucius por su parte hacía esfuerzos para controlar sus impulsos de tomar a Harry entre sus brazos y devorarlo con sus besos. Harry  estaba ahí frente a él visiblemente confuso, amándolo con un amor puro, con un amor lleno de dulzura, arriesgando demasiado para traerle una noticia con la que buscaba sólo brindarle un poco de felicidad en medio de toda la oscuridad en la que se había hundido su vida.

Estaba sólo a uno centímetros de Harry bastaba alargar la mano para tocarlo, lo necesitaba tanto, moría de deseos de tenerlo en sus brazos otra vez, estremecido, apasionado repitiendo nuevamente esa frase que lo había enloquecido aquella primera noche, esa única noche “hágame lo que quiera”, perdía fuerza y voluntad sólo al recordar aquello, lo amaba tanto, en un impulso incontrolable alargó la mano para acariciarle la mejilla, la piel de Harry pareció electrificarse al sentir ese contacto que tanto anhelaba, levantó la vista y clavó sus ojos en los de Lucius que le miraba tiernamente, la esperanza aceleró los latidos en el corazón del chico de ojos esmeraldas y su cuerpo fue presa de un súbito calor que se hizo más patente en el sonrojo que subió a su rostro, para Lucius aquello fue suficiente para no seguir negándose lo que tanto deseaba. Bajo ambas manos hasta las caderas del chico y sin aviso lo estrechó contra su cuerpo, Harry sorprendido lo miró como si lo viera por primera vez, con ojos rebosantes de amor, acercó su rostro al de Lucius y encontró su boca en un dulce beso, se abrazaron con pasión desbordante y tierna a la vez, llenos de amor, de deseo.  

Harry no podía creer que estuviera otra vez en los brazos de Lucius, que él lo deseara, que lo amara, los ojos se le llenaron de lágrimas que trató de contener para que el rubio no se confundiera, pero no pudo evitarlo, aquellas lágrimas eran la respuesta de su corazón invadido de amor.  

-          No llores… por favor no llores – susurró el rubio en su oído  

-          Es sólo porque lo amo… debo llorar… no tenía esperanzas… creía que no sentía nada por mí… y yo lo amo tanto – dijo el chico ente lágrimas que amenazaban con transformarse en un llanto descontrolado  

Lucius luego de mirarlo emocionado por un instante, le besó los ojos que el chico había cerrado, las mejillas ardientes y humedecidas por lágrimas, buscó su boca otra vez, los finos labios de Harry se abrieron para él, con ternura y firmeza  

-          Harry… no puedo creer que estés aquí… jamás soñé el tenerte en mis brazos otra vez… te amo Harry… aquella primera noche ya te amaba… pero no lo sabía… ahora lo comprendo –  

-          Esa noche… usted no me deseaba lo sé… esa noche no quería hacer lo que le habían ordenado –   

-          Harry… esa noche yo aún no había comprendido lo que tú habías despertado dentro de mí… pero sabía que no deseaba lastimarte –   

-          Yo tenía miedo… pero lo deseaba… deseaba que me tomara de esa forma en que lo hizo… cuando me besó comprendí que no deseaba hacerme daño –   

-          ¡Oh amor!... Harry me sorprendiste tanto cuando te ordené que te acercaras a mí y lo hiciste sin objetar nada… cuando te apegué a mi cuerpo y te quedaste quieto entre mis brazos comprendí que no me rechazarías… que me permitirías tocarte… me sentí tan aliviado Harry… no imaginas cuanto… realmente no quería hacerte daño… antes de llegar a la habitación esa noche había decidido que al primer signo de resistencia de tu parte… iba a desmayarte –  

-          ¿De verdad iba a hacer eso? –  

-          Estaba dispuesto… sentía que era igual de infame… pero yo…  No pudo terminar porque esta vez fue Harry quien le buscó los labios con ansiedad y lo besó apasionadamente, luego volvió a apartarse para mirarlo a los ojos  

-          Era una decisión difícil para usted… lo comprendía… pero luego su decisión de ayudarme creí que era motivada por el deseo de salvar a su hijo… lo escuché… Draco dijo que lo había hecho por él –   

Lucius cerró los ojos con la frente surcada por el dolor de la verdad  

-          Harry… me avergüenzo de mí mismo… estaba dispuesto a entregar a mi hijo al Señor Tenebroso… no sólo para que se convirtiera en Mortífago, sino que además él lo deseaba como amante –   

Harry no pudo hacer más que impactarse ante la revelación  

-          …Estaba seguro deque no había opción, era el destino que yo había elegido para mí y para Draco… pero cuando comprendí que te amaba y que no soportaría verte morir… busque a Snape… le informé de los reales planes del Señor Tenebroso, no de los que le había hecho creer unos días antes ya sabía que Snape era espía… le advertí… le dije que Dumbledore debía tomar medidas para proteger la escuela… cuando me preguntó por qué hacía eso le dije que era para salvar a Draco… no era cierto… soy un mal padre – dijo Lucius con los ojos inundados de lágrimas   

-          No… no diga eso… hizo lo que le dictaba su corazón eso es lo más importante de todo –   

-          Si Draco supiera la verdad me odiaría –   Harry sintió como suya la pena de Lucius, sentía que luego de esa confesión lo amaba más que nunca.  

-          Harry… te amo… he comprendido lo importante que eres para mí… lo comprendí esa mañana… estuve ahí… te vi cuando estabas en la bañera, te oí llorar… en ese minuto supe que eras más importante que todo y todos –   

Los ojos esmeraldas volvieron a inundarse de lágrimas, Lucius lo estrechó con fuerza, parecía temeroso de perderlo si llegaba a soltarlo. Cuando lo besó otra vez sintió que su necesidad del chico crecía ante el tremendo asombro de tenerlo ahí. Harry reaccionó al instante, su cuerpo se estremeció de deseo, Lucius sin soltar la mano del chico lo condujo al interior de la estancia, la habitación estaba en total desorden   

-          Lo lamento – dijo Lucius – no es fácil acostumbrarse a no tener quien haga el trabajo   

Harry sin siquiera fijarse en derredor fue directo a la cama y se sentó en ella, alargó su mano invitando a Lucius, el rubio se el unió, estremecido y deseando al chico con todas sus fuerzas. Comenzó a besarlo suavemente en el cuello, mientras sus manos desabotonaban la camisa de Harry, al llegar al pecho oprimió suavemente con sus labios los pezones, el cuerpo de Harry recordó aquellos labios y mucho más. Con rapidez terminó el mismo de quitarse la camisa, cogió a Lucius de ambas manos y se recostó de espaladas atrayéndolo hacia él, sus bocas se unieron otra vez, un instante después Lucius abandonaba la boca de Harry para succionar un pezón mientras que dedos suaves y expertos acariciaban el otro.   Harry gimió al sentir que una fuerte oleada de deseo se agitaba dentro de el… su interior palpitaba de ansiedad, hambriento de sentir a Lucius dentro de él otra vez.  Lucius lo besó nuevamente en la boca, deslizando su lengua y sintiendo que Harry lo acogía, saboreó esa boca sin excederse, sin dejarse arrastrar por un ímpetu frenético. Sabía actuar de una forma experta pero suave, Harry se deleitó renovando recuerdos de esa primera noche, continuaba el aprendizaje, el conocimiento y recordando la primera vez y cuantas noche había pasado pensando en que jamás volvería a sentir igual.  Lucius se incorporó para mirarlo, luego cerró los ojos como si deseara fijarlo en su memoria, cuando abrió los ojos otra vez Harry le contemplaba sonriente   

-          Lucius… te amo… no imaginas cuanto te he deseado –   

-          Y yo a ti Harry… jamás soñé con tenerte en mis brazos otra vez –   

Lucius volvió a besar los labios de Harry, lo estrechó con fuerza y el chico se aferró a él con idéntico fervor. Ya no podían esperar más, Lucius buscó otra vez un pezón y lo succionó mientras desataba la hebilla de los pantalones de Harry, el chico levantó las caderas para facilitarle la tarea, mientras el rubio hacia lo mismo con los suyos, para luego quitarse la camisa. Lo abrazó por la cintura, posó su cabeza en el estómago de Harry, luego bajó y besó el miembro erecto, el chico gritó, arqueándose hacia él, Lucius aprovechó de explorar cada tramo con su lengua húmeda, notó que su propia erección estaba colmada y ávida de Harry, pero no quiso a pesar de ello apresurarse, sin embargo, era el mismo Harry quien no podía más, su respiración era agitada, jadeaba, lo llamaba con ardor, ya no podía contenerse, el chico se aferró al cuello de Lucius y guió el miembro punzante del rubio hacia la calidez de su profundidad sin mediar preparación alguna, ya no podía esperar más, Lucius lanzó un hondo suspiro y dejó que su miembro se fuera deslizando cada vez más adentró, hasta que Harry lo envolvió por completo.

Ese era Harry, tan suyo como la primera vez, deseándolo, retrocedió su embestida y notó como el chico se impulsaba hacia él, así como Harry sentía el empuje  de Lucius, subieron y bajaron al unísono, queriendo adentrarse cada uno en las profundidades del otro, gimieron sin control, cuando Lucius aceleró el ritmo de sus embestidas, retirando al máximo para luego adentrarse más profundamente cada vez, mientras que con mano experta masajeaba la erección punzante de Harry,  la habitación se llenó de gritos de placer, cuando juntos alcanzaron la cúspide  y los inundó con un último estremecimiento de deleite, que humedeció el cuerpo de ambos, Harry sintió como se descargaba en la mano de su experto amante, y el rubio dentro de la calidez de Harry.  

Lucius no se retiró de inmediato, no quería dejar de sentir esa calidez húmeda que le brindaba el interior de su amor, el chico abrió los ojos y le regaló el fulgor de esa mirada amante y agradecida por el placer que le había hecho experimentar, le sonrió y lo besó dulcemente, para luego apartarse y darle descanso, pero igualmente se mantuvieron con su cuerpos enredados como si fuesen uno solo. Luego de ese encuentro la despedida sería difícil para los dos, no sabían como afrontarían la separación, no sabían como harían para amarse en semejantes circunstancias, no sería sencillo, ese amor tenía todo de imposible, pero cada uno sentía que no podía ya vivir sin el otro, que la vida era sólo posible estando juntos, se durmieron pensado en ello, el primer paso ya había sido dado, los siguientes serían inciertos y difíciles, pero confiaban ciegamente en la fuerza de sus sentimientos.       


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