Capitulo 4.- Amor a primera vista
Ino entro a la habitación de Sasuke con el desayuno de este en una charola.
-Joven Sasuke le he traído su desayuno -le dijo con una hermosa sonrisa -¿Sucede algo?
-Vi a mi hermano -dijo sin mirarla.
-¿Y que fue lo que le dijo? -esta vez Sasuke si la miro, la rubia tan solo le sonrió maternal -¿No te burlaras de mi?
-¿Por qué debería hacerlo?
-Te he dicho que vi a Itachi... Estuvo aquí... Me hablo, ¿No me crees loco?
-Joven Sasuke, no creo que este loco -le dijo mientras acariciaba sus cabellos negros -Me alegra que viera a su hermano, significa que el esta tan preocupado por usted que le pidió a Dios permiso para venir a verle y tratar de ayudarlo.
Sasuke guardo silencio por unos momentos para luego comenzar a hablar nuevamente.
-¿Cómo esta tu hermano? -aquella pregunta tomo por supresa a la chica, pues no esperaba el cambio a ese tema, pero aun así sonrió.
-Mucho mejor, la fiebre le ha bajado del todo y esta mañana despertó.
-Me alegro -dijo mientras se dirigía a la ventana.
-Ino...
-¿Si?
-Tomate el día para cuidar de tu hermano
-¿Hontoni?
-Si
-¡Arigato Joven Sasuke! -dijo la chica feliz mientras lo abrazaba cariñosamente.
-Si, si, si, como sea pero suéltame.
La rubia sonrío nuevamente y dándole un beso en la frente al pelinegro se marcho de ahí
Sasuke suspiro pesadamente, para luego regresar la mirada a la ventana, la cual le regalaba una hermosa vista a los jardines del castillo.
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La rubia entro a la habitación donde se encontraban ambos Ángeles
-¿Cómo se encuentra? -le pregunto Ino a Deidara
-Se quedo dormido al poco rato que te fuiste -le respondió Deidara, el cual se encontraba sentado en una silla al lado de la cama del menor.
-Les he traído el desayuno -le dijo la rubia -Es mejor que lo despertemos para que coma algo, seguramente el pobrecito no ha probado bocado en mucho tiempo.
Deidara asintió
-Naruto, Naruto -lo llamo despacio -Naruto, despierta, Ino nos ha traído el desayuno.
Lentamente el menor fue despertando, miro a ambos rubios aun somnoliento.
-Naru, lamentamos levantarte pero tienes que comer algo -le dijo la rubia sonriéndole mientras colocaba una charola en sus piernas -Espero te guste.
-Arigato Oneesan Dattebayo
-De nada -le sonrió -Anda, come antes de que se enfrié, Deidara, tu también.
-Si, gracias hermana
-¿Oneechan tu no vas a desayunar Dattebayo?
-No te preocupes Naru yo ya he desayunado -le dijo la mujer -Anda, termina tu desayuno y después te llevare a conocer el jardín
-¿Hontoni? -pregunto esperanzado
-Hai n.n
-¡¡¡Arigato!!!
-Pero tienes que terminarte todo
-Hai n.n
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Después del Desayuno, Ino llevo a ambos ángeles a conocer el castillo, les presento a sus amigos sirvientes, los cuales los recibieron con cariño, pues estimaban mucho a la rubia que siempre se preocupaba por ellos y los ayudaba en lo que podía, después de las presentaciones, la joven ángel los llevo al inmenso jardín, donde había infinidad de flores, desde las mas comunes, como lo eran las humildes margaritas, hasta las mas valiosas, como lo eran los tulipanes.
A Naruto se le ilumino el rostro de tan solo verlas, pues, mientras vivía con Pein apenas si salía al jardín, sin mencionar que no había flores, solo árboles y arbustos sin belleza alguna.
-¡Utsukushiki Dattebayo! (Que hermoso) -exclamo Naruto mientras se le iluminaban los ojos.
-Sabia que te gustaría
-Oneechan, ¿cómo se llama esa flor? -pregunto señalando unas flores rojas con algunas semillas amarillas dentro.
-Son noche buenas -le respondió Deidara -En antaño, cuando tu vivías en el cielo en compañía del ángel de las pasadas navidades y el ángel de las futuras navidades, desearon darles a los humanos alguno para alegrarlos en invierno, por lo que le pidieron a Dios algo que poder regalarles, Dios les dijo que buscaran entre sus creaciones, algo que les pareciera apropiado, ustedes tres buscaron por largo tiempo, hasta que conocieron una pequeña planta...
-La planta parecía triste por que por mas que se esforzaba ninguna persona la elegía al creerla fea -continuo Ino -Pero ustedes vieron en ella una belleza única.
-Así que en la noche antes de navidad, colocaron una gran cantidad de esas flores por todos lados -dijo Deidara.
-Desde ese día se le conoce a esta flor como Noche Buena y es un símbolo que recuerda a las personas, el significado de estas fechas.
-¿Entonces yo se la regale a las personas Dattebayo? -pregunto el menor
-Así es -le respondió Ino -Tu y los Ángeles de las pasadas navidades y de las futuras navidades.
-Oneechan, ¿Qué es navidad dattebayo?
Ambos rubios se miraron con algo de preocupación, si el mismo representante de la Navidad no recordaba que significaba, ¿Nada podían esperar de los humanos?
-Oneechan, niichan -hablo el menor sacándolos de sus pensamientos -¿Qué ocurre? ¿Por qué se quedaron callados Dattebayo?
-No sucede nada Naruto -le respondió Deidara -Y no te preocupes, pronto comenzaras a recordar.
-Y creo que lo mejor seria que te contáramos como comenzó todo -dijo Ino sonriéndole.
-Es buena idea Ino -dijo Deidara -¿Estas de acuerdo Naruto?
-Hai
-Bien...
Y así, los dos Ángeles se pasaron el día contándole historias de las bien a venturanzas del cielo, le explicaron los orígenes de la navidad y el mensaje que esta siempre traía... Paz en la tierra y a los hombres de buena voluntad.
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Mientras Naruto comenzaba a sanar su corazón y alma con ayuda de los dos Ángeles de la guarda, en su antiguo "hogar", su tío estaba hecho una bestia, había destrozado por completo la casa en un arranque de furia, mientras gritaba y maldecía como un demente.
-Vaya.... Que patéticos son los humanos -dijo el pelirrojo, el cual había aparecido, sentado en el alfeizar de una de las ventanas de la habitación de Pein
-¿Quién demonios eres tu? ¿Como entraste a mi casa?
-Tu ya respondiste la primera pregunta -le dijo mirándolo sin expresión alguna -En cuanto a como entre, pues... Simplemente aparecí y ya.
-Pues entonces desaparece -le dijo molesto
-Pein, Pein -dijo mientras se levantaba, extendió sus alas negras y lo miro con crueldad -Nuestro señor Lucifer esta molesto contigo, ¿Cómo fue posible que dejaras que el Ángel de las presentes Navidades se te escapara de las manos? -le pregunto molesto -En verdad, no se como el Señor Lucifer pudo dejarte a ti el cuidado de ese ángel, cuando solo eres un simple humano inmundo
Pein estaba de lo mas asustado, frente a el, se encontraba un ángel caído, un demonio del infiero.
-¿Q-que qui-quieres d-de m-mi?
-¿De ti? -pregunto con burla -Nada, tu eres una simple escoria a la que se me a ordenado eliminar -dijo con una sonrisa macabra -Pero no temas, el infierno es muy bonito, en especial en esta época -Y antes que el otro pudiera reaccionar, Sasori saco su afilada espada y de un solo tajo, le corto la cabeza -Ahora iré a buscar a ese ángel de las navidades presentes -dijo mientras limpiaba la sangre de su espada sin cambiar sin algún rastro de remordimiento en el rostro.
El demonio abandono la casa, saliendo, esta vez, por la puerta y a cada paso que daba, brotaban llamas del suelo, que poco a poco comenzaban a devorar el lugar
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A la mañana siguiente, Naruto se levanto muy temprano y fue con su "hermana" para ayudarla un poco en las labores domesticas, ese día, Deidara había salido muy temprano a arreglar algunos asuntos, Ino tenia idea de que asuntos se trataban, seguramente, alguno de los Arcángeles lo había mandado llamar para infórmale de algún asunto importante.
-Oneechan -llamo Naruto a Ino
-¿Qué sucede Naru?
-¿Puedo ir al jardín un rato Dattebayo?
-Esta bien, pero ten cuidado
-Hai -dijo para luego marcharse
-Que muchacho tan lindo es tu ototo Ino -le dijo una de las mucamas sonriéndole -Se ve que es un niño muy dulce.
-Lo es
-¿Cuántos años tiene?
-15 años -le respondió, sabia de esa información, pues a todos los ángeles que habitaban en la tierra se les había informado de su llegada el día de su nacimiento.
-Entonces tiene la misma edad que el joven amo
-Así es.
-Espero que se hagan amigos.
-Yo igual.... Algo me dice que Naru es lo que el Joven Sasuke necesita para sanar su corazón
-Eso espero, el joven amo no se merece estar sufriendo esto.
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Sasuke se encontraba mirando por la ventana de su habitación, como solía hacerlo, fue ahí cuando lo vio, sus rubios cabellos que resplandecían con los rayos del sol, que además, le daban un aura brillante, asiéndolo parecer un ángel.
Sasuke se pregunto si aquellas historias que Ino le contaba no abrían comenzado a afectarle la mente, sintió latir rápidamente su corazón, pidiendo internaren que si eso era un sueño, no quería ser despertado jamás.
-¿Esto será a lo que Ino se refería cuando me hablaba del Paraíso? -se pregunto sonrojado.
Mas la divina visión no le duro mucho, pues aquel rubio, había desaparecido en un momento de descuido suyo, lo busco con la mirada, pero no lo encontró, suspiro, no se daría por vencido tan fácilmente, encontraría a ese bello ser, necesitaba verlo, necesitaba verlo nuevamente.
Continuara....