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EL REY DE LOS ASESINOS 4 "SED DE SANGRE" por desire nemesis

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¿Lo has calculado al milímetro para encerrarme a tu lado, no es así?—preguntó el melado con expresión seria mientras la luz de luna que se filtraba por la ventana iluminaba sus rostros solo hasta la mitad, la mirada de ambos era intensa, eran dos adultos que se enfrentaban a una decisión que lo cambiaba todo.

 

No quiero estar más sin ti, ya te lo había dicho pero tú insistías en escapar de mí. ¡Bueno! Ya no te quedan cartas Wheeler—le contestó Kaiba.

 

¿Y quién te dice que no pretendo seguir mi vida de antes con nombre supuesto? ¿Acaso crees que es difícil abandonar la vida a la que me he acostumbrado por ti? Vivo bien y voy donde quiero—le dijo Joey.

 

Eso es lo mismo que vivir conmigo—le contestó Seto.

 

¡Cuanta confianza!—se burló el rubio mientras era abrazado y atraído por el otro hasta que sus cuerpos no tenían separación.

 

¿Qué respondes?—preguntó el ojos azules con su ceño fruncido. Después de un momento el otro le dio un beso intenso con mucho sentimiento--¿Significa eso que aceptas?—susurró una vez sus labios se hubieron separado un tanto.

 

Significa que lo pensaré—contestó Wheeler antes de seguir besando a ese castaño que llevó al cercano lecho.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El día anterior Joseph y Shun estaban esperando en la sala de espera del hospital mientras Hyoga era sometido a unos exámenes luego de su  milagrosa recuperación.

 

He estado pensando—aseveró Wheeler y el otro le miró—Desde que luchamos por segunda vez se me ha venido una idea a la mente y quiero preguntar tu opinión—

 

¿Una idea?—preguntó el peliverde.

 

Antes el “Rey de los asesinos” era un enigma. Antes de mí de ninguno se supo el nombre o la apariencia—contó el melado—Y también los reyes siempre han seleccionado a sus sucesores una vez les cae la hora de retirarse—

 

Pero tú aún eres…--dijo Shun.

 

¡Lo sé! Pero creo que me retiraré ahora que puedo. Ya nadie me busca y estoy seguro de que ahora Seto hará lo imposible para que esté con él. Desde hace un tiempo lo he estado pensando como te dije y he llegado a una conclusión. Tú eres una persona ya entrenada y ahora te ves sin la protección de tu clan, por otra parte tú y Hyoga necesitarán de que vivir y esto es algo en lo que pueden formar equipo, además me contacte con mi amiga hacker y le propuse que ella se encargue de la logística y la contactación pues siempre hemos tenido intermediarios, de continuo se trataba del rey anterior pero ella es más apropiada y yo no quiero verme más envuelto. ¡Piénsalo! Será un  trabajo de pocas veces al mes, la paga es muy buena y podrás ir a donde gustes sin preocuparte por el dinero ni ser reconocido. ¡Tú y Hyoga la pasaréis bien! Tengo tres contratos esperando si dices que sí—

 

El otro parecía escuchar atentamente—Con que eso es lo que pensaste desde un principio. ¿No es asi?—preguntó.

 

¿Está mal?—preguntó Wheeler y el otro sonrió torcido.

 

Pensé que lo más natural sería que se lo ofrecieras a mi hermano—contestó el ojijade.

 

Tu hermano es bueno pero tiene su propia historia y siento que no podría  confiarle algo por muy bueno que sea—le contestó el rey.

 

El otro lo miró inexpresivo por un momento pensando en la oferta que le hacían y quien la hacía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el hostal en que se hospedaban existía una pequeña recepción y dos sillones viejos para esperas. Cuando Renji pasó por ahí se encontró a Seichiro sentado en uno, aparentemente leyendo.

 

Abarai se acercó consciente de que el otro sabía cada uno de sus movimientos—¡No te le acerques más!—le advirtió.

 

El otro no le prestó la más mínima atención continuó leyendo como si de una hormiga se tratase.

 

Molesto, Renji, retrocedió rumbo a la puerta y por la puerta interna apareció el otro pelinegro diciendo—Lo siento, Abarai dono, pero fui incapaz de encontrarla—

 

Sakurazukamori levantó los ojos del periódico casi por casualidad y observó que el otro llevaba en sus manos un bolso.

 

¡No importa!—contestó el tatuado—En el camino compraremos otra—

 

Lo siento—repitió apenado Sumeragi e iba a cruzar la puerta que el otro mantenía abierta para él cuando alguien lo detuvo.

 

Al voltear sus ojos se encontraron y se quedaron mirando un rato antes de que el ex sargento le dijera a su ex cabo—Bueno, debemos apresurarnos para no perder el…--

 

¡Tú no irás a ningún lado!—dijo el de lentes al otro pelinegro.

Notas finales:

gracias por seguir este fic

caps finales


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