Hace diez años.
Mamá, mamá vamos a partir el pastel –decían dos pequeños castaños a su madre mientras la llevaban en dirección a la mesa de banquete –esperen niños antes debo hablar con unos invitados importantes y ustedes me van a acompañar –dijo sonriendo mientras ahora se dirigía hacia dos jóvenes que sobresalían de los demás invitados –buenas tardes majestades un placer tenerlos hay acompañándonos –dijo la duquesa mientras hacia una pequeña reverencia, la cual ambos jóvenes regresaron –el honor es nuestro duquesa, nos alegra que haya pensado en nosotros al invitarnos - dijo el de mayor de los dos jóvenes mientras se acercaban dos hombres maduros que parecían molestos el uno con el otro –Masamune te dije que no hablaras con ese niño –dijo uno de los hombres al joven azabache –disculpe padre pero es muy agradable –respondió el joven con sinceridad, y antes de que el hombre volviera a refutar contra su hijo interrumpió la duquesa –caballeros disculpen, pero su discusión está asustando a mis hijos –los hombres vieron a la mujer y a dos pequeños niños asustados escondidos detrás de ella –discúlpenos duquesa Milia, el conflicto de dos viejos a asustado a sus pequeños –dijo el padre de Akihiko sonriendo a los niños –está bien, más importante, si aún les interesa el tratado de paz he pensado en una manera, pero dependerá de ustedes el si lleva a cabo o no –dijo la mujer de manera seria y amable –por supuesto que si… es más sencillo pagar diplomacia que una guerra –dijo un poco sarcástico el padre del azabache –muy bien entonces por favor síganme –dijo la mujer señalando el interior de la casa para que la siguieran –o casi lo olvido –dijo poniéndose a la altura de sus pequeños y sonriendo les dijo –Misaki, Ritsu…por favor cuiden de estos jóvenes, son invitados importantes muéstrenles el jardín, jueguen con ellos ¿de acuerdo? -dijo poniéndose de pie –si madre –respondieron ambos niños al unísono y sonriendo.
Misaki.
Eto….usami-san su cabello tiene un color muy hermoso –dijo un pequeño un tanto sonrojado al que en ese momento veía como el hombre más hermoso e impresionante que había conocido –¿sabes porque?... –pregunto el peliplata deteniéndose a medio del jardín mientras paseaban – no, ¿Por qué? –dijo el niño un tanto curioso –¿has visto el conejo de esta en la luna?... bueno la luna es plateada ¿cierto?, yo soy ese conejo por eso mi cabello es como la luna –“que mentira más tonta ni este chiquillo me creería” –pensó el peliplata -¡wooo de verdad eres un conejo eso es genial por eso eres tan alto ya veo y tan guapo eres increíble usagi-san! –dijo el pequeño castaño con estrellas en sus ojos completamente convencido de las palabras del mayor –“!es tan lindo!” –Pensó Akihiko –bueno supongo que tú puedes llamarme así, pero a nadie puedes decirle mi secreto de acuerdo -le dijo el ojilila al ponerse de rodillas quedando a la altura del pequeño Misaki –claro lo prometo –respondió Misaki , aunque el peliplata noto que pequeño de pronto se comenzó a sonrojar muy rápidamente –pero…pero… usagi-san debe prometer que… que…se casara con migo –dijo el pequeño con los ojos serrados y asustado de lo que había dicho irresponsablemente al sentirse tan feliz junto a ese joven que para él era incluso más deslumbrante incluso que el mismo príncipe –Misaki… eso… -el peliplata se sorprendió mucho ese pequeño acababa de declarársele, -yo no puedo… -al ver que el pequeño casi comenzaba a llorar no tuvo más opción que responder –está bien mmmmm pero no ahora será cuando crezcas ¿sí?, entonces yo te buscare y nos casaremos de acurdo –dijo el joven príncipe al pequeño para no lastimar sus sentimientos, sin saber que ese fue el principio de un amor que nacería poco a poco, de ese maravillosos recuerdo –de verdad usagi-san bien será cuando crezcamos –dijo el pequeño y se abalanzo sobre el peliplata abrazándolo, aunque solo logro abrazar su cintura al ser tan pequeño.