Primer mes
Takano-san levantase o llegaremos tarde a la oficina, no puede ser impuntual ahora que lo han ascendido –refunfuñaba el frustrado asistente personal del nuevo gerente general del banco donde comenzó, su maldición –solo 5 minutos más anda ven acuéstate con migo –dice el aun medio dormido azabache a su castaño acostándolo en la cama -Takano-san, suélteme, no le bastó con invadir mi casa y obligarme a comer con usted y dormir con usted ahora me hará llegar tarde a mi empleo –decía el castaño mientras trataba se zafaba del ojimiel –tu jefe soy yo así que no veo el problema –respondió mientras se levantaba para ir a trabajar.
En el auto.
-Onodera ¿Cómo va tu libro? –pregunto el azabache para hacer un poco de platica –eee pues bien si todo sigue así en tres meses se publicara –decía un emocionado castaño –eso será apenas en nuestro cuarto mes así que te acompañare a tu presentación ¿de acuerdo? –el castaño se sonrojo al ver que su vigilante sonreí cunado decía eso –no, no… no veo el problema, así que si gustas puedes ir pero deberás comprar una copia del libro si tienes suerte tal vez lo autografié para ti –dijo el castaño en forma de broma –me parece bien mientras escribas “para Takano-san el amor de mi vida” –dijo mientras se estacionaba –imposible solo dices incoherencias.
En la oficina
Rinnn rinnnn (es el teléfono) –oficina de Takano Masamune gerente general en que podemos ayudarlo –respondió el teléfono su asistente personal o secretario –aa buenos días, llamo para informar de la reunión de administradores este fin de semana en Sapporo, el boleto ya fue enviado serán dos días esperamos con la presencia del señor Takano-sama el horario será entregado vía email –informo una amable joven – muchas gracias que tenga buen día –colgó el teléfono el castaño –“significa que este fin de semana no dormiré con Takano-san, lo extra… no, no, no, no lo acepto estaré tranquilo y nada más soy feliz de no verlo por un tiempo” –pensaba el castaño.
Un día tranquilo sin nada que hacer más que responder el teléfono y cumplir los mandatos de su jefe a claro y la constante presencia de esa extraña sensación de no poder sacar a su despreciable jefe de su mente todo lo que hacía era pensar en él lo veía en los clientes, sus compañeros, en el computador, hasta en su café –“ese hombre es tan despreciable que alucino con el…. A quien quiero engañar debo estar más alerta y no bajar mi defensa o podría terminar enamo…. No, no, no jamás, y menos de él”-todo el día era lo único que pensaba.
Onodera, vámonos es hora de ir a casa –“a demonios como es que su voz y esas palabras pueden hacerme sentir tan bien”, ya voy Takano-san.
De regreso a casa –Takano-san, recibiste una llamada, tienes que ir a Sapporo, este fin de semana –decía el castaño sin darse cuenta que estaba un poco triste al decirlo –está bien no te preocupes, te llamare en cuanto llegues y si te sientes solo, tu puedes llamarme.
Primera noche.
El reloj marca las 3 de la mañana y un joven castaño da vueltas en su cama sin poder dormir –que demonios para por que no puedo dormir estoy tranquilo desde hace mucho que no estaba tan tranquilo incluso cuando James no estaba con migo podía dormir perfectamente –se decía hasta que probo el abrazar una almohada –no puedo creer que no pueda dormir solo porque me falta ese idiota debería …. Debería am… -el lindo castaño se quedó dormido después de encontrar sustituto para su odiado jefe.