Presente, en palacio.
En el jardín del palacio poco antes de la media noche un castaño de ojos verdes conversaba alegremente con su conejo de la luna –sabes usagi-san, ¿siempre me pregunte quien era ese joven, lucias tan elegante parecías un príncipe? , me da gusto volver a encontrarte en mi camino –le decía mientras estaba recargado en su hombro, sentados viendo hacia las luces del pueblo
–parecía un príncipe, Misaki ¿que no sabes? –Pregunto en peliplata, Misaki no sabía que él es el príncipe
–de que hablas usagi-san –dijo confundido el menor
–bueno, veras yo – su charla fue interrumpida por el sonar del gran reloj del palacio marcando la media noche
–Misaki debemos irnos –grito el mayor de los castaños mientras el azabache lo intentaba alcanzar
–Ritsu-ni –su hermano lucia agitado y con los labios y las mejillas un tanto rojas
–debemos irnos olvidaste a que veníamos, además debemos regresar a casa o … -la última vez que desobedecieron a Haitani este trato de golpear a Misaki, aunque Ritsu se ofreció en su lugar a consecuencia termino con un par de fuetazos en la espalda, no les convenía llegar tarde -¡no! Vámonos debemos regresar pronto –dijo asustado el pequeño ojiverde
–Misaki, espera, promete que regresaras mañana por favor –el pequeño Misaki estaba asustado de que Haitani les pudiera hacer algo pero aun así le regalo una sonrisa a su príncipe –lo prometo
-tú también regresaras mañana verdad Ritu –pregunto con un semblante preocupado el azabache alejado de su castaño esperando solo un poco de esperanza.
-por supuesto, no dejaría a mi hermano solo, además, quiero agradecerte apropiadamente –dijo un poco sonrojado mientras tomaba la mano de su hermano para salir del castillo.
En casa de los hermanos.
-llegamos justo a tiempo Haitani aún no regresa, seguro se fue con alguna chica a una taberna después del baile –dijo tanto molesto como aliviado de no encontrar a su padrastro –Ritsu-ni, sabes … me gustaría contarle a usagi-san sobre lo de la apuesta tal vez el … quiera ayudarnos ..aaa usagi-san es el hombre con el que estuve hablando –dijo un poco sonrojado, mientras su hermano se quitaba la camisa
-no lo sé tal vez… -¡tal-- vez nada,………. quien se cre…en para llegar a esta casa a la hora que quieran, y……o soy su dueño y me deben respeto –decía Haitani desde la puerta es cuchaba claramente que estaba ebrio -miren … par de mocosssos ……. Esto no lo quiero hacer por que valen mucho… pero no me dejan opción –dijo con una sonrisa tomando fuerte mente de la mano a Misaki mientras lo llevaba fuera del pequeño cuarto que compartían los hermanos.
-suéltalo Haitani … por favor –decía el Cataño mayor al ver a su hermano luchar por zafarse mientras contenía sus lágrimas.
-no, Ritsu-ni no, déjame no te preocupes por nada –decía el menor tratando de evitar volvieran a golpear a su hermano.
-está bien, pero tu vienes -dijo soltando al menor y tomando a Ritsu del brazo empujo a Misaki dentro del cuarto cayendo este en la cama y cerrando la puerta por fuera con llave.
-¡Ritsu-ni! –gritaba y golpeaba la puerta el menor de los hermanos sabía que su hermano regresaría para ser curado, todo por su culpa, no pudo más que llorar mientras golpeaba la puerta impotente a lo que ocurría -¿porque, porque ….porque? … siempre es lo mismo porque tiene que ser solo Ritsu-ni … ni la muerte de mamá nos dejaste llorar….déjanos en paz ya es suficiente –decía llorando el ojiverde mientras golpeaba la puerta sabiendo que era inútil que había sido inútil los últimos 10 años.
Establos
-que valiente, ofrecerte en lugar de tu hermano menor, ahora que lo pienso jamás he podido castigar a Misaki -decía riendo mientras se acercaba peligrosamente al Cataño.
-no permitiré que pongas tus manos sobre mi hermano jamás –respondió el castaño con una mirada llena de decisión y valor.
-sabes esto podría acabar cuando tu quisieras, estoy dispuesto cambiar mi comportamiento tú y tu hermano podrían tener una mejor forma de vida si tu … aceptaras –decía mientras levantaba la barbilla del ojiverde –solo debes de decir que si y todo cambiara mi pequeño Ritsu –decía mientras pasaba el fuete que sostenía con la otra mano por el pecho del castaño.
-…. -el castaño, escupió en cara de su tan odiado padrastro –nunca aceptaría estar con una escoria como tú.
-¡como quieras¡ -grito y lo lanzo fuertemente al suelo, aunque la paja amortiguo su caída –eso no es todo –sonrió y golpeo fuertemente con la espalda del castaño en su piel desnuda –en esta ocasión solo será uno así podrás asistir mañana a la fiesta y fracasar, desde mañana esta casa y todo en ella será mío, buenas noches mi pequeño Ritsu –decía mientras salía del establo riendo y dejando a un castaño herido y tratando de regresar con su hermano.
-al menos… Misaki está bien,…. No permitiré que nadie le haga daño lo prometo ..mamá
En palacio habitación de Masamune
-“rayos no puedo dormir de lo feliz que estoy… una vez más, una vez más pude besar a mi pequeño ritsu… creerá que estoy loco si le pido que se vaya con migo” –pensaba antes de dormir Takano Masamune príncipe del reino vecino.
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-majestad por favor, lo único que le pido es que vayamos, solo está a dos días por el mar por favor es importante para mi madre –decía un joven de ojos azules a su rey inflexible.