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White Room's Secrets por AliceNya

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Notas del capitulo:

Cuarto capítulo: Distanciamiento.

Alguien necesita encontrarse a sí mismo...

Los primeros días fueron llenos de preocupación, temía que pudiera hacerse daño él solo pero creía que había sido lo mejor. Necesitaba ese tiempo para poder concentrarse en el tenis y en llevar a la Rikkai a ganar el torneo de Kanto. Sólo pensar en eso le hacía recordar los buenos momentos que tenía al lado de su mejor amigo: las celebraciones, las sonrisas, las lágrimas de tanto esfuerzo que había dado sus frutos y que los hacía ser muy orgullosos. Otra vez tengo en mi mente el rostro de Seiichi, ¿por qué? Me odiaría si esto llega a ser peor, la decisión que tomé… No quiero que nada malo le pase, necesita también tiempo para prepararse para su cirugía. Trataba de decirse eso a cada momento, y sólo lo hacía para evitar los impulsos de ir a verlo, de tomarlo de la mano y cuidarlo, de decirle que todo iba a estar bien.


Pasaron dos semanas, los entrenamientos eran fuertes y muchos de sus compañeros se preguntaban el porqué de la actitud tan severa del fukubuchou.


- Ren, dile por favor…


- Claro que voy a hablar con él, se está pasando de la raya, incluso con él mismo –le respondía a Akaya.


Al rato…


- Mañana por favor lleguen una hora más temprano, y al que llegue tarde, le tocará quedarse 2 horas más luego del entrenamiento.


- Genichirou, ¿podemos hablar? –preguntó llevándolo cerca a los vestidores.


- Sí Renji, ¿qué sucede?


- Eso es lo mismo que me pregunto. ¿Ha pasado algo con Yukimura? No soy idiota, Sanada.


- No es nada referente a él, así que por favor te pido que no te entrometas en mis asuntos. ¿Cómo lo supo?


- Sanada… Esto ya no es sólo por ti, tu actitud está poniendo nerviosos a los jugadores y aunque hacen todo lo que les pides, están exhaustos. Niou casi se desmaya hoy y Yagyuu estuvo a punto de golpearme por creer que yo di esas instrucciones.


- Si se desmaya es su culpa.


- ¡Sanada! ¿Cómo puedes decir eso? A éste le hace falta un baldazo de agua fría.


- Te escuché, Sanada, eres insensible –decía Yagyuu que se había acercado para exigirle sobre lo que había pasado con Niou. No tienes corazón, por eso Yukimura se la pasa llorando.


- A ver, ¿qué quieren? Díganme de una vez –dijo con hastío.


- Fukubuchou… ¿No te has dado cuenta? –preguntó Akaya tímidamente, también había llegado y estaba con Niou, al que había recogido de la enfermería.


- ¿De qué hablas, Akaya?


- Necesitas del buchou –respondió Niou como si fuera obvio, un poco molesto por lo que le había hecho en el entrenamiento.


- Deja de decir tonterías, Niou. Ya con tus bromas es suficiente.


- Puri baka –dijo en voz bajita para que sólo Kirihara lo escuchara.


- No somos tontos, Genichirou. Cuando Yukimura está cerca de ti, eres otro. Y eso pasa igual con Yukimura –le dijo Renji.


- Pero yo… Yo no lo amo.


- ¿Estás seguro? Piénsalo un poco, porque si no es así, dime, ¿por qué quieres ir a verlo cada día? ¿Por qué mencionas su nombre mientras caminas? ¿Por qué, Sanada?


¿Por qué? Esa siempre fue la pregunta.


- Vámonos, chicos. Dejemos sólo al fukubuchou, a ver si reacciona un poco –dicho esto, Renji se fue con Akaya y éste le pasaba a Niou a Hiroshi para que lo cargara, después de todo, era su pareja.


No puedo amarlo. No puedo. No…


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Yukimura recibía pequeñas dosis de morfina cada noche para poder dormir, pues la primera noche que durmió sin ella, las pesadillas hacían que se despertara gritando el nombre de Sanada y llorando desconsoladamente. Con la morfina, al menos podía manipular sus sueños, por lo que preferiría no imaginar nada y tratar de pensar que ya estaba muerto. Lo único que lo hacía sentir vivo, en parte, eran las caminatas matutinas, pues podía recorrer los jardines del hospital y ver las flores. Lo que lo hacía volver a sentirse muerto, era que amaba el libro que le había regalado Sanada y lo usaba para aprender más. Qué ironía, hasta en mi pasatiempo favorito tenía que venir a involucrarse. Una triste sonrisa se asomaba en su rostro cuando identificaba las flores y plantas en su libro. De todas formas, igual lo tengo presente.


- Yukimura, es hora de volver a tu habitación.


Otra vez esa asquerosa habitación blanca.


- Ya voy, enfermera.


Dos semanas habían pasado y Yukimura trataba de verse normal frente a los doctores y enfermeras; sólo su doctor sabía cómo se sentía, pues era quien le aplicaba la morfina a la hora de dormir. Había olvidado por completo el regalo de Niou, por lo que al recordarlo, subió a su habitación y abrió el paquetito que le había entregado. Era una cajita musical tallada bellamente en madera, con detalles que evocaban al romanticismo del siglo XXVIII. A pesar de todo, tiene buen gusto. ¿Qué habrá hecho para comprarlo? Al abrir la cajita, no había una bailarina como usualmente viene, sino que había una pequeña figurilla de él mismo con una raqueta en mano alzándola y hasta con su chaqueta en los hombros. Al darle cuerda, sonó su sinfonía favorita, la Nro. 4 de Brahms; era uno de los mejores regalos que le habían hecho. ¿Cómo es que Niou me conoce tanto? Sonrió con complacencia al responderse la pregunta. Claro, dijo que era de parte de todos… Y el único que conoce eso es… Es Sanada. Otra vez empezaron a salirle las lágrimas, pero decidió que pararía con eso, después de todo, el regalo era de parte de todos los jugadores.


¿Cuándo volverás? Necesito, aunque sea, a mi amigo…


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- Pronto –dijo Sanada en los vestidores.


Ese último recuerdo había reemplazado completamente al primero. Ese beso fue más de lo podía recibir, por lo que no lo entendió en ese momento. Yukimura… Sólo pensaba en Yukimura. Renji tenía razón, lo único que hacía era pensar en él, preguntarse cómo le estaba yendo y se moría por dentro pensando en lo mucho que había lastimado al frágil Yukimura. Decidió romper con la promesa que se había hecho, un mes era realmente una tortura sin él, considerando que todos los días iba a verlo sin que sus compañeros, en teoría, lo supiesen. Aunque sólo fuera por 5 minutos, jamás pensó que Yukimura los valorara tanto.

Notas finales:

Espero les haya gustado, me gustaría saber lo que piensan, si quieren tirarme un tomate o una rosa al estilo Atobe hahaha xd el siguiente capítulo se llama Confusión. Les adelanto algo pequeñito, en el capítulo subsiguiente, presentaré a un personaje original. Ámenlo, ódienlo, pero tendrán que esperar al sexto capítulo ;P

¡Nos vemos!


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