Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

REY DE DRAGONES (HELIOS SAGA) por desire nemesis

[Reviews - 195]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El general Tepes se cansó de esperar la rendición y del largo acuerdo entre ambas partes. Se dio cuenta de que el rey solo le daba largas y hartó envió una carta en la que anunciaba que de la ciudad no rendirse comenzaría el asedio final.

 

Fye miraba la carta con pesar. Sabía que ya no le quedaban más alternativas. Las fuerzas que resguardaban la ciudad no eran lo suficiente para resistir el embate pero…

 

La orden que Joseph dio antes de desaparecer fue terminante.

 

“Lo único que no pueden hacer es rendirse”.

 

Sonaba a un fiasco ahora y el rubio sentía el impulso de evitar un sangriento encuentro. Era la primera vez que tenía en sus manos un problema de tal magnitud.

 

¿Qué vas a hacer?—preguntó el hombre a sus espaldas en quien confiaba terriblemente y que no se oía para nada angustiado pese al brete en que se encontraban.

 

Fye dio un suspiro después de levantar la vista de la carta.

 

No suenas para nada preocupado—dijo con una sonrisa el ojos azules.

 

Se disimularlo bien—respondió el hosco gekkian y el otro sonrió aun más, apenado.

 

¡Que cruel!—le reclamó en broma.

 

Piensas hacer lo que ese tipo quiere. ¿No es así?—preguntó molesto Kurogane.

 

Él es el rey ahora—respondió simplemente DeFluorite.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y entonces hubo una gran batalla. Al amanecer atacaron los del País del Sur, sus espías estaban apostados cerca de las puertas y atacaron los puestos de estas logrando que se abrieran lo suficiente como para que el contingente enemigo se deslizara dentro.

 

Pelearon calle por calle pero el enemigo era superior en equipo y experiencia ya que lo único que habían necesitado los de Iskabad eran de sus dragones para amedrentarlos y las habilidades de Midas para encontrar los puntos débiles de sus enemigos y atacarlos sin compasión, como la heredera del País del Sur a quien tuvo cautiva por la paz y que Fye liberara dos semanas después de que Joseph apareciera.

 

El palacio había sido casi rodeado cuando Fye salió pese al esfuerzo de Kurogane para mantenerlo dentro. El rubio había contenido a la mayoría de la población civil en el edificio convirtiéndolo en una especie de refugio, los soldados estaban afincados alrededor del suntuoso palacio tratando de mantener al enemigo fuera y Tepes pidió un cese para parlamentar.

 

Apareció en su caballo rojizo y miró al que ahora aparecía ante él, tras las líneas de defensa—Es valorable su esfuerzo pero… ¿No creen que es hora de abandonar? No queda esperanza alguna. ¡Ríndete de una vez… rey!—dijo con algo de desdén por el que observaba tal título. Era un hombre que admiraba la fuerza y no veía ninguna en ese paliducho rey que se había arrastrado en las sombras para conseguir el título. Al menos su padre era un hombre temible, pensaba.

 

¿Rendirme? ¿Quién crees que eres tú para venir a decirme que me rinda?—preguntó el rey Fye con una voz algo singular, o eso pareció a Tepes que lo miró con atención, de pronto se dio cuenta de que el otro parecía perplejo como él. Y lo estaba, al igual que Kuro--¡Oye! ¡Haz el favor de mirarme cuando te hablo! ¿O es que piensas seguir insultándome?—entonces el general se dio cuenta que la voz provenía de otro lado y alzó la vista hacia uno de los balcones de una casa que quedaba a su lado ya que las calles eran estrechas. En él un hombre rubio estaba en una pose algo descuidada con un pie sobre la baranda y su brazo en jarra apoyado en la pierna mientras lo miraba--¿Eres ese generalillo que dicen que viene a atacarme?—preguntó con cara de quien no se lo cree.

 

Entonces Tepes supo que estaba ante el rey de dragones y su cara cambió por la sorpresa pero solo un tanto pues era un soldado experimentado y no sentía temor del enemigo.

 

Así que todo esto era una farsa para atraparnos dentro de la ciudad—dijo el general admirando la planificación.

 

En realidad no—le informó el rey para su desasosiego y casi vergüenza de sus súbditos—Pensaba venir antes pero me he demorado y como vi que habían entrado no me aguanté y entré antes de lo que esperaba—

 

¡Tsk!—los dientes de Kurogane apretados hablaban de su desdén por ese tipo. ¿Cómo se atrevía a dañar así el cetro de Iskabad comportándose de esa manera.

 

Fye estaba un poco desilusionado, pensaba que el otro estaba herido en alguna parte y por eso no había aparecido para ayudarlos en sus difíciles momentos pero al parecer estaba lejos sin ocuparse de ellos.

 

De pronto el rey verdadero miró por entre la multitud y murmuró algo inteligible.

 

¿Qué dices? No te escucho—dijo el general.

 

No te hablaba a ti. Tranquilo que ya llegará tu turno—le dijo casi ignorándolo el ojos mieles.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).