Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

REY DE DRAGONES (HELIOS SAGA) por desire nemesis

[Reviews - 195]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El rey había ganado pero aún así no actuaba como un vencedor.

 

Pasaba sus días rodeado de mal humor, hacía rabietas y se mantenía apartado.

 

Aunque nadie lo sabía había una razón.

 

Y esa razón tenía los ojos azules y el pelo castaño.

 

Cada día buscaba apartar de su mente a esa persona y cada día la necesidad de verlo se hacía más agobiante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es así que terminó frente a la casa de los Kaiba pidiendo audiencia con el joven señor. Solo los empleados se hallaban ya que los padres estaban ocupados en sus labores y la servidumbre era suficiente para atender al joven señor.

 

Lo llevaron a la biblioteca donde el señor estaba tomando su café de la tarde. Los ojos sin vida apuntaban a la ventana solo porque el sillón había sido puesto de frente a ella. El rey entró despacio tras la mucama que le guiaba con temor y solemnidad en la mirada—Lo que desee, majestad—

 

El hizo ademán con la mano para que se retirara mientras decía--¡Si, si! ¡Déjanos solos!—la joven se fue.

 

En verdad lo que el melado quería hacer era verlo y darse cuenta de como reaccionaría. Estaba seguro que con el tiempo se le pasaría eso pero el evitarlo solo empeoraba todo. Era como desclavarse una espina para él.

 

¿Quería verme?—preguntó el castaño con una voz dura y lejana que le sonó tan fría al rey.

 

Quería saber como estabas—le dijo Joseph, no había razón para no ser franco en ello.

 

¿No ve? Estoy fantástico. Lástima que yo mismo no pueda verme—dijo con amargura el otro rompiendo en pedazos un poco de las esperanzas de Wheeler de que estuviera mejor. Su expresión era harta y triste a la vez y le dolió.

 

Es cierto que tu situación es mala pero verás como mejorarás con el tiempo. Hay cosas peores que…--dijo el rubio pensando en el destino de su hermano entre tantos.

 

¿Peores?—le preguntó Seto en un grito--¿Tienes idea de lo que estoy pasando? La gente dice que soy bibliotecario, que amo leer historias y leyendas, que soy un gran erudito de una biblioteca enorme y muy renombrado pero… ¿Te imaginas? Soy un erudito que no puede leer, que no recuerda las historias que aprendió y lo que me dicen me parece una versión lejana de otra persona—estaba claramente furioso—Tú eres como todos esos malditos idiotas que me dan una palmadita y dicen que vendrán tiempos mejores. ¡Si alguien me lo dice una vez más vomitaré!—Era tanto el dolor y la furia que se mezclaban en la cara que el rubio se sintió sorprendido porque en algún punto se reconocía en él y en otro no quería que pasase por ello. Sabía lo mal que se sentía y algo dentro de él quería evitárselo aunque era claro que no podía—Y todo por ese maldito caballo—murmuró--¡Ése Párafes se merecía que lo mataran!—gritó con todo el rencor que pudo.

 

El cuerpo del rey reaccionó de inmediato y un puñetazo derribó al invidente y amnésico Seto antes de que supiera lo que estaba haciendo. Desde el suelo el ojos azules dirigió su vista ciega hacia el lugar del que le parecía provino el golpe mientras se sobaba su maxilar.

 

¡Oye, tú! ¿Te sientes bien golpeando a los ciegos?—dijo con rencor Kaiba haciendo que Joseph se sintiera aún peor por lo que le había hecho.

 

Hablabas del caballo. ¿Cierto?—preguntó indeciso el rey por primera vez en mucho tiempo.

 

¿A ti que te importa? ¿Eres un defensor de los animales o algo por el estilo?—dijo el que no sabía el título del que le hablaba.

 

No, es que… mi hermano… él se llamaba Párafes y le mataron y cuando lo dijiste yo reaccioné sin…--balbuceó el melado.

 

¿Y que tiene? ¿Acaso yo lo maté?—preguntó con fuerte ironía Seto mientras se paraba y caminaba hacia él.

 

¡No!—respondió Wheeler.

 

Enton…--le iba a decir el castaño.

 

Joseph no sabía como reaccionar pero algo le dijo que era el momento de alejarlo. No lo quería tan cerca—Pero perteneces al grupo que le mató—dijo muy serio y el otro se sorprendió pues no esperaba tal afirmación. Entonces había participado en la muerte del hermano del otro.

 

Entonces vienes a regodearte de verme así. ¿Estas contento de ver así al asesino de tu hermano? ¿Es eso? ¿A eso vienes?—preguntó Kaiba. Tanta furia, tanto resentimiento en su contra. Wheeler estaba llegando a un punto en que no podía soportarlo. No esperaba que sucediera tal cosa de esa reunión. Todo estaba mal.

 

Lo has malentendido. Es mejor que me vaya—se sentía trastornado. De pronto había hecho un daño irreparable y aunque no era culpable de lo que padecía el ojos azules su dolor le era tan conocido y se le metía tan profundo… Intentó abrir la puerta pero se halló casi sin aire, su respiración era agitada y su cuerpo estaba como entumecido. ¿Qué era eso?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).